En la cabaña.
-el peliplata guió al castaño hasta la cabaña donde dormía su mascota -usagi-san, ¿porque me trajiste aquí?- pregunta el castaño y se abraza a el ojilila al escuchar el gruñido de un animal -¡usagi-san que fue eso! - pregunta asustado; a lo lejos se escucha la orquesta comenzando a tocar.
-el peliplata sonreí y abraza fuertemente al pequeño junto a el - tranquilo Misaki es sólo suzuki es mi mascota y amigo es muy dócil no debes preocuparte -dijo mientras el pequeño oso se acercaba a él y al castaño -anda tócalo no te hará daño ¿verdad suzuki-san? - El oso se acerca al castaño, sin hacerle daño lo derriba y se echa sobre el -Misaki parece que le agradas, sólo hace eso con las personas que le simpatizan
-usagi-san quítalo por favor pesa mucho... Aunque es muy lindo -sonríe el castaño mientas el peliplata llama al oso quien se retira de inmediato.
-Ven entremos a la cabaña para que tomes algo, como paso mucho tiempo aquí la adaptaron para mí - explica mientras ayuda al menor a levantarse y se dirigen dentro de la cabaña.
-Vaya este lugar es hermoso tú eres quien cuida de la mascota del príncipe -pregunta el castaño, ya que el peliplata nunca dijo su título o su procedencia
-Es verdad bueno yo... -el ojilila decidió a ocultar su posición del castaño, -“tal vez se sentiría intimidado si supiera quien soy” - yo digamos que soy serrano al rey.
-De verdad eso es sorprendente-sonríe para su príncipe
-¿Misaki quieres bailar con migo? - pregunta mientras se inclina para besa su mamo, provocando un sonrojo en el chico.
-S..si - responde dando su mamo y apegándose al pecho del hombre frente a él.
A lo lejos se escuchara claramente la orquesta tocar una melodía que los envuelve, entre ellos sólo había un bello silencio donde sólo se escuchaba el latir de su corazón y la música de la orquesta, sus ojos se atraían mutuamente todo fuera de ese pequeño espacio desapareció, solo existían ellos, nada más importaba.
-usagi-san... La música ya se detuvo... Me podrías soltar - dijo el menor sin separar sus manos del peliplata
-No... Ya no te voy a soltar- dicho eso beso tiernamente al castaño, sus labios se unieron en un beso lleno de dulzura y amor -Misaki .....Quiero hacerte mío... Me lo permitirías- pregunto besando su boca una vez más, esperando por la respuesta.
-yo......-misaki dudaba sabía las consecuencias que crearían si acepta, pero poco le importaba todo lo que deseaba en ese momento era pertenecer totalmente al ojilila -Yo... Si.... pue...des- dicho eso el peliplata no se contuvo más y aún con el castaño abrazado a él comenzó a besarlo apasionadamente, sus lenguas comenzaron con un baile, en el cuál dominaba el peliplata recorriendo cada parte de la boca del castaño -usa...usagi-....san -traba de hablar el castaño.
El ojilila, levantó al castaño y lo recostó sobre la cama gentilmente, el rostro del castaño estaba encendido en un color carmesí -misaki.... Te amo - declaró besando la mano temblorosa del chico, mientras comenzaba con su mano libre a desabotonar su camisa.
Us.....agi- llamaba entre jadeos al mayor, mientras, este tenía su concentración en dar placer a su pequeño, cayo sus palabras con un beso y poco a poco bajaba besándolo, su cuello y su pecho, hasta llegar a esos pequeños botones rosados -aaaah - escapó un gemido de su boca cuando el mayor comenzó a lamer su peso izquierdo, mientras con su mano estimulaba el otro, lamia, succionaba y mordía hasta que este estuvo duro, después, paso a dar la misma atención al otro pequeño botón que lo provocaba - usagi-san .... Por favor - la voz del castaño provocaba más al ojilia, quien deslizó su mano hasta el despierto miembro del castaño - aaa..aah -el castaño tapa su boca para que sus gemidos no se escucharán . El peliplata, retiro el pantalón del menor y comenzó a estimular el miembro ya erecto del menor mientras el castaño tapaba su boca -permíteme escucharte - dijo mientras retiraba la mano del menor de su boca e introducía su lengua para besarlo posesivamente -yo...no...me.. - El chico no podía ordenar las palabras en su mente.
Antes de que el castaño se diera cuenta, el mayor abrió sus piernas, el líquido pre seminal del castaño comenzaba a llenar la mano del peliplata -lo....siento ... - está bien esto servirá -sonrió el ojilila mientras comenzaba a tocar la entrada del menor, primero introdujo dos dedos -aaaaa....a hh usagi..san, se ...siente… raro - descuida pronto te sentirás mejor - comenzó a mover los dedos que estaban dentro del chico en círculos y los abría en forma de tijera, una vez el menor se acostumbró introdujo otro debo y comenzó a simular investigadas mientras masturbaba al castaño, sus gemidos se escuchaban en toda la habitación -misaki... Voy a entrar - proclamó y dirigió su prominente miembro a la ya dilatada entrada del chico, comenzó a introducirse lentamente para no lastimar a su castaño, mientras continuaba estimulando su miembro para distraerlo del dolor -aaaah..due.. - Interrumpió su queja introduciendo su lengua en la boca del menor quien comenzaba a derramar lágrimas -eres.....muy...estre..cho –detuvo el beso y una vez dentro del ojiverde se detuvo -¿te duele?- dijo al ver las lágrimas del menor –no, estoy bien solo estoy feliz de que sea usagi-san quien este ahora con migo –esas palabras conmovieron y provocaron aún más al peliplata, quien comenzó a envestir al castaño, inició lentamente, pero lentamente acelero el ritmo, con sus manos atendía el miembro del menor y pellizcaba los pezones del chico –usagi…san..yo…me..vengo –el peliplata tomo al castaño abrazándolo fuertemente –terminemos juntos Misaki –el ojilila acelero las estocadas terminado en el interior del castaño y el menor entre sus vientres.
-usagi…san….te amo –Akihiko beso la frente del menor luego su boca y le dijo al oído –por favor Misaki, nunca te vayas de mi lado.
En un balcón del palacio
-¿Ritu-san, tú quieres mucho a tu hermano? –pregunto el azabache al menor junto a él, recargado en su hombro.
-por supuesto, es lo más importante, le prometí a mi madre que siempre lo cuidaría y es lo que planeo hacer –respondió sonriéndole al ojimiel.
-comprendo, pero y si tu hermano encontrara a alguien con quien ser feliz, alguien que lo cuidara siempre … alguien que fuera su compañero de vida –insistía en sacar el tema el azabache ansioso de que el menor respondiera como él deseaba.
Un gran sonrojo invadió por completo el rostro del castaño al decidirse a hablar su voz temblaba –bueno… usted.. es.. muy.. Es decir.. tal vez.. yo..usted.. me gus –antes de poder terminar de hablar, más bien balbucear el espectáculo de los fuegos artificiales comenzó con el atardecer, ese sonido para el azabache era la ambientación perfecta, una escena romántica solo para él y su castaño.
Pero para los castaños:
Misaki
En la cama abrazado a su príncipe, de pronto se escucha una fuerte explosión.
-Misaki mira los fuegos artificiales comenzaron temprano, no son hermosos ….. ¿Misaki…estas bien? –exclamo preocupado el peliplata al ver la sonrisa de apenas hace unos segundos convertirse en una exprecion sumamente triste y llena de preocupación.
-pe…perdimos – fue lo que dijeron ambos castaños, aun alejados sus sentimientos se conectaron en ese momento. Mientras sus príncipes solo podían observar, ninguna otra palabra salió de la boca de Ritsu pero Misaki.
-Usami-san – llamo al ojilila pero su mirada se dirigía a otra parte, su voz era triste y suplicante lo cual dejo en shock al peliplata al escuchar la declaración del castaño.
-Usami-sama, por favor…. Por favor… cásese conmigo.