Tercer día sin Takano Masamune.
Ya era de madrugada, los planes de regresar lo antes posible a su hogar fueron interrumpidos por su querida Nina, tuvo que quedarse un día más para poder conocer a ese valiente y según Takano debía ser muy valiente para siquiera insinuar que quería salir con su sobrina no solo por querer quitarle a esa pequeña que para él era una niña, sino para soportar sus extrañas fantasías.
-“pobre chico, Nina sin duda se aprovechara de él, pero aun así no le perdonare por su culpa estoy regresando de madrugada…. Onodera no me respondió el teléfono después de que me escucho con Nina, seguro que debió pensar lo más loco del mundo” –suspira profundamente interrumpiendo sus pensamientos, mientras el avión estaba aterrizando – “bueno al menos llegare mientras duerme y no discutiremos, ya ha pasado un mes, y aún sigue tan discrepante con migo no le are daño solo…” .
-señor ya llegamos –interrumpió sus pensamientos el taxista, -muchas gracias –pago al conductor, lo único que quería en ese momento era ver a su castaño, no importaba si estaba dormido, molesto o esperándolo solo quería calmar las ansias de verlo.
Narra Takano.
-“al fin regrese” –fue lo primero que pensé al entrar, todas las luces estaban apagadas era obvio eran las 2 de la mañana, me dirigí a la habitación, -“que calor” –seguro Onodera olvido bajar la calefacción, cuando abrí la puerta del cuarto la escena era demasiado seductora, yo en verdad esperaba ver a mi querido Onodera dormido seria adorable pero…..Dios verlo usando solo una de mis camisas, mientras este calor provocaba que gotas de sudor recorrieran su cuello…completamente descubierto…… -“Onodera que es lo que quieres hacerme al seducirme así” –me acerque lentamente para no hacer ruido y despertarlo, me senté en un costado de la cama y acaricie su sedoso cabello.
-ta..kano…san –me tomo por completa sorpresa escuchar a mi castaño llamándome en sus sueños - ¿estas soñando con migo Onodera, espero no sea nada malo mi pequeño? –le dije con un susurro intentando no despertarlo, no esperaba respuesta, ya lo lastimaron antes, “Onodera si tu aceptaras corresponderme yo jamás te haría daño, te amo demasiado como para permitirme acerté algo………………. dormiré en el sofá, si me quedo aquí no me poder contener”
-te..quiero…san ….takano..san –todo mi auto control se acabó al escucharte, ¿Cómo es que puedes ser tan honesto, adorable y seductor mientras estas dormido?, me pose sobre tus labios, al estar profundamente dormido no opusiste resistencia mi beso, comencé a mover mi lengua dentro de tu boca, mientras me quitaba la ropa rápidamente, un que no contaba con que despertaras tan rápido.
Narración normal.
El castaño despertó confundido, pero de inmediato reacciono al sentir un intruso en su boca, aunque lo que lo despertó completamente fue sentir una intromisión dentro de su bóxer.
-PERO QUÉ DEMONIOS…… -el castaño grito y empujo a quien en la oscuridad no podía distinguir, estaba asustado, Takano, regresaba hasta la tarde de ese mismo día, ¿entonces quién era quien estaba dentro de su casa? -¡largo de aquí desgraciado! –grito una vez más está muy nervioso, lamentablemente el azabache no había notado que el ojiverde no lo había reconocido, y una vez más se abalanzo sobre el castaño, lo tumbo en la cama y se colocó sobre el mientras aprisionaba las manos del castaño sobre su cabeza sin decir palabra, mientras el castaño estaba entrando en pánico. –¡Takano-san…. Ayuda…. Por favor déjeme! –dijo a punto del llanto al sentirse impotente ante esa situación, el azabache se sintió miserable al darse cuenta que el castaño no lo reconoció y de lo que estuvo a punto de hacerle a quien más decía amar, soltó las manos del castaño y aun sobre el solo lo abrazo fuertemente.
-Onodera… discúlpame, no sé, no sé qué me paso… yo en verdad no quería asustarte, no me di cuenta que no me viste discúlpame – le dijo al castaño, el cual se sorprendió y molesto al darse cuenta que quien casi le provoca un mini infarto fue su molesto inquilino.
-Takano-san eres un idiota, si hubieras hablado no me habría asustado tanto –dijo fingiendo molestia, sin deshacer el abrazo del que era prisionero, hasta que recordó que la última vez que hablaron escucho a una mujer –además ¿Por qué me hacías esas cosas que no sería mejor hacerlas con la mujer que estuviste? – dijo con una amarga sonrisa y soltando el abrazo mientras se sentaba a un costado de la cama.
El azabache de inmediato supo a qué se refería, sabía que debía aclarar ese malentendido –no seas celoso, fui de visita a casa de mi hermana, y me quede con ella mientras estuve fuera – le explico mientras revolvía el cabello de su castaño y este se sonrojaba.
-entonces…estabas con tu hermana – el castaño se sentía estúpido, Takano no era Jamez….. –“es verdad Takano…….es diferente a James” –pensaba el castaño cuando el azabache se puso de pie.
-discúlpame por asustarte, dormiré en el sofá, descansa Onodera, mañana debemos ir a trabajar – le despeino el cabello una vez más y beso su frente mientras daba la vuelta para salir de la habitación cuando algo lo detuvo.
-idiota…. Esta casa..bueno…tu..yo…y bueno -las ideas del castaño estaban en completo desorden solo tomo la mano del azabache para que no saliera del cuarto.
-Onodera tu.. –el azabache no creía lo que estaba viendo, su castaño quería que se quedara con él sabía que no era dijera lo que sentía era demasiado orgulloso pero aun así, no le cabía duda que su castaño era de las personas que cuando se entregan lo hacen completamente.
-tu …. Tu.. – le costaba hablar hasta que literalmente grito a todo pulmón lo que pensaba en ese momento –TODO EL FIN DE SEMANA ESTUVE PENSANDO EN TI…ESTO ES TU CULPA .. TE METISTE EN MI MENTE SIN MI PERMISO QUIEN TE CREES QUE ERES … IDIOTA POR TU CULPA…. POR SER TAN AMABLE, POR SER TAN BUENO, POR SER TAN HONESTO –el castaño no se contuvo más y las lágrimas escaparon de sus ojos –NO ME GUSTA QUE HABLES CON OTRAS PERSONAS…. NO ME GUSTA QUE NO ME PRESTES ATENCIÓN …. ES POR……. QUE ME ….ENAMORE DE TI…. –su voz se quebró y comenzó a hablar normalmente al menos lo que le permitían las lagrimas –pero….tengo…miedo…James…me asusta que te vayas… que cuando más te ame …. Tu me dejes atrás …yo tengo…mie... –no pudo terminar de hablar ya que el ojimiel lo callo con un beso.
-Onodera me haces inmensamente feliz, escúchame – el azabache tomo el rostro del más bajo con ambas manos mientras secaba las lágrimas que se deslizaba por sus mejillas sonrojadas –nunca, nunca te dejare, te amo desde que te vi la primera vez y nunca dejare que te dañen.
-Takano-san…yo quiero estar con tigo esta noche –dijo mientras lo veía a los ojos.
-si –respondió el más alto mientras una vez más lo besaba mientras caían sobre la cama.