La cara de Sasuke.
Aún la veía en su mente mientras todos caminaban hacia el hospedaje que Kakashi sensei les había conseguido.
Tres cuartos. Uno para Kakashi, otro para Haruno y otro para ellos. El peligris quería pasar un rato tranquilo y sabía que compartir un cuarto con Sasuke y Naruto por muy maduros que se hubieran vuelto era como un internado en el infierno pues tarde o temprano empezarían a discutir.
Esa cara no se la conocía, pensaba Naru mientras caminaba.
Era la cara que el otro pusiera mientras miraba a su hermano discutir con ese tal Shisui. Shisui. Ese nombre le recordaba algo. Una charla que tuvieran él y Sasuke antes de que el otro se alejara de Konoha para volver meses más tarde. Fue después de derrotar a Madara, cuando Sasuke le preguntó que le había pedido su hermano revivido a él y él le había contestado que le había pedido que no apartara el ojo de él. Recordaba la expresión de Itachi Uchiha aquella vez. El quería a su hermano. Y ese Shisui había sido un amigo querido para él. Por eso la cara de felicidad del menor cuando supo que en esta dimensión ambos estaban juntos y felices.
Tal vez lo que lo trastornaba era ver por fin a Sasuke feliz, se dijo. Aunque mirándolo solo se le veía la misma cara de chupalimones de siempre, se dijo mientras se terminaba de sacar la camisa para ponerse la parte de arriba del pijama y empezar a sacarse los pantalones, Sasuke a su vez buscaba algo en su bolsa.
¿Qué?—le preguntó con tono hastiado el otro sin mirarlo mientras buscaba.
Ese tono casi hizo que el rubio se malhumorara como antaño pero debido a su nueva convicción debía empezar a madurar así que trato de ponerse serio y ecuánime--¿Te gustó ver a tu hermano feliz, cierto?—
La pregunta descolocó al pelinegro que se quedó mirando el bolso con la mente en blanco. ¿Cómo se había dado cuenta? Levantó los ojos y miró al otro que le sonreía con esa cara de bobo que ponía siempre que sonreía mientras se quitaba los pantalones.
Es muy fácil adivinar lo que estabas pensando—contestó sin saber la pregunta mental de Sasuke. El pelinegro devolvió la cara a la bolsa mientras el otro pensaba que el mentado tipejo por lo menos podía mostrarse mas cordial después de tantos meses de no verse y todo lo que habían pasado. El cerebro tal vez se le coció en esos desiertos por los que andaba. Justo cuando iba a ponerse los pantalones del pijama el otro silenciosamente se levantó y se encaminó a la puerta. Naruto lo miró--¿A dónde vas Sasuke?—preguntó mirando al otro con curiosidad.
¡A bañarme! ¡Deberías probarlo alguna vez!—le dijo el enojado Uchiha. No le gustaba que adivinaran lo que tenía en mente y menos Naruto porque quería decir que se había vuelto mas cristalino o que Naruto se estaba volviendo más astuto en cuanto a él al menos y eso no le hacía mucha gracia.
¡¿QUEEEEEE?!—empezó a preguntar el azorado rubio justo antes de que el otro le azotara la puerta para dar por finalizada su charla.
¿Qué se creía ese pendejo de mierda? Se preguntó realmente enojado Naruto. ¡El era bien limpito! Inmediatamente fue por su bolso.
Kakashi ojeaba su novela y levantó su mirada al oír el portazo de la habitación de enfrente. Definitivamente había elegido bien al decidir lo de las habitaciones separadas.
¿Estas bien?—preguntó el mayor de los hermanos al ver entrar al Hokage en la residencia principal del Clan. Sus padres ya se habían retirado a descansar pues eran una pareja anciana con costumbre pocos noctámbulas—Hoy tuve un interesante encuentro—
No me digas que te encontraste con Narutoko—el menor sonaba algo fastidiado.
Ante la mención del nombre el hermano mayor pudo entender un poco lo que pasaba por la cabeza de Sasuke—No, no te hablaba de ella pero si quieres…--
¡No quiero!—dijo cortante el menor y Hokage mientras se sentaba junto al fuego y se servía algo de té dispuesto en una vacija cercana.
¡Veo que aún te afecta!—dijo el mayor sentándose a su lado. El otro no movió un ápice su rostro—Pero aunque lo haga sabes perfectamente…--
¡Lo sé! Así que obviemos hablar de esa mujer—dijo el enojado menor.
¿Por qué hablas así de ella? Ella no ha hecho nada malo—le recordó Itachi.
¿De quien hablabas?—preguntó el Hokage y su hermano se dio cuenta de que quería cambiar de tema.
Me he encontrado a un chico. ¡El…!—le decía el mayor.
…tiene la cara de ella—terminó Sasuke.
¡Así es!—le contestó su hermano y uno de los jounins principales de Konoha. Era evidente que quería saber si su hermano estaba al tanto y lo que este supiera de ese extraño incidente—El y sus amigos me contaron una interesante historia pero el chico que iba con ellos se parece demasiado al ti de hace unos años. Justo cuando tú y ella iban…--
Parece que están volviendo a utilizar los pasajes—dijo el menor y ante la mención de ellos el mayor se puso atento.
Creí que…--dijo el otro.
Lo sé, pero al parecer alguien logró abrirlos del otro lado. Ese muchacho creo. Al parecer su Konoha esta siendo atacada y un Kurama no es suficiente. Quieren llevarse a Narutoko para que los ayude—dijo el Hokage a modo de explicación.
¿Y tú estas de acuerdo con eso?—preguntó Itachi con una ceja levantada. El ambiente cálido de la hoguera donde se calentaba el agua para los tes de la medianoche era agradable y tranquilo para meditar y dialogar.
¡Eso no tiene que ver! Si es necesario para mantener a salvo a un Uchiha…--dijo el menor con tono frío.
¿Estas seguro, ototo?—dijo el jounin poniendo una mano sobre la del Hokage--¿Qué sucedería si ella muere allá? ¿Qué pasaría si la pierdes para siempre?—los ojos de Sasuke no transmitían nada, como siempre, pero se quedó quieto sin contestar. Esa era suficiente respuesta para Itachi.