*Flash Back*
Cuando tenía aproximadamente 4 años mis padres habían tenido que trabajar más tiempo que antes, no tenía amigos cerca, mi colegio (kínder) estaba a 40 minutos en auto de mi casa, así que mis compañeros estaban un poco lejos, mis vecinos no tenían hijos de mi edad así que me tocaba quedarme solo en casa a mirar Tv educativa y algunas veces a jugar con cualquier cosa que encontrara. Algunas veces me sentía muy triste por no tener a mis padres conmigo y otras veces me sentía afortunado.
Un día estaba caminando por mi casa, investigando que hacer… ya tenía uno que otro amigo imaginario que siempre andaba conmigo, mientras yo les contaba lo que hacía en mi colegio con mis compañeros, lo que hacía de vez en cuando con mis padres. Entre a mi habitación y me dirigí al baño, me había levantado directamente a buscar mi desayuno así que tenía unas ganas infinitas de hacer mis necesidades. Cuando salí él estaba ahí.
Estaba sentado en mi cama, agarrando mis peluches que tenía en ese entonces, los miraba, la expresión de su rostro era a la vez aterradora pero a la vez nostálgica. No me atreví a hablarle ya que no lo conocía y no sabía cómo había conseguido entrar a mi casa.
-Luffy-ya ¿me equivoco? –pregunto sin dejar de mirar aquel peluche.
-¿Qui… qui... res...? –tartamudee, el solo me miro y sonrió.
-Trafalgar Law, quiero ser tu amigo ¿puedo?
-¿Amigo? –me emocione demasiado al escuchar aquellas palabras, alguien quería ser mi amigo sin que yo se lo pidiera. –Debo decirte que no es fácil ser mi amigo shishishi.
Desde entonces el me había acompañado en todo momento, ese día al llegar mis padres les presente a mi amigo, mi sorpresa fue que ellos me preguntaron si me sentía bien. Les había contado que lo había encontrado en mi habitación esa misma mañana, ellos solo sonrieron, pude escuchar a mi padre decir “otro amigo imaginario”.
No le había dado tanta importancia, era un pequeño niño que solía jugar con amigos imaginarios y aunque el dialogaba por su propia cuenta y era el único que yo podía ver no me asustaba. No tenía idea de que fuera algún “fantasma”.
Al paso del tiempo cuando cumplo 6 años, al fin me tocaba asistir al colegio, quería contarles a todos sobre mi amigo, Law me había pedido no decir su nombre ya que no quería que más lo conocieran y se hicieran ideas equivocadas de él, al parecer sabia como se comportarían mis compañeros así que me limitaría al contárselos.
Lamentablemente en el colegio no me había ido tan bien como esperaba. No había conseguido hacer ningún amigo puesto que había contado sobre mi amigo imaginario, se habían burlado de mí, me habían humillado. Nadie quería juntarse con un loco que solo tenía amigos imaginarios así que me aparte y no volví a intentar hacer amigos. Tiempo después 3 niños que me habían hecho burla habían muerto en un accidente automovilístico. No me alegre, como buen niño que yo era asistí a todas las ceremonias que las familias de estos habían realizado.
-Es una pena que ellos hayan muerto así –caminábamos directo a casa, habíamos estado en casa de uno de esos chicos.
-Así es la vida –dijo con resentimiento.
Poco tiempo después, nos habíamos enterado que un profesor había muerto se había intoxicado a la hora de comer, al parecer alguien había puesto algo en su comida lo que lo llevo a coma unos meses y después a la muerte.
Al parecer esto estaba hartando a mis padres, últimamente no había querido salir con ellos a ningún lado, no porque yo no quisiera si no porque mi gran amigo Law me pedía que nos quedáramos en casa a hacer algunas cosas. Según ellos me habían visto hablar solo la mayor parte del tiempo y creían que ya estaba demasiado grande para seguir teniendo amigos imaginarios. Me molestaba ya que ellos no me entendían así que acepte ir al psicólogo que ellos me habían pagado, tal vez yendo a ese lugar encontraría una forma de hacerles ver que no hablaba solo. A decir verdad no recuerdo mucho lo que normalmente charlaba con ese psicólogo, nada me había servido ya que mis padres seguían en el mismo plan.
Sin ganas de querer visitarlo, me dirigí a ese lugar con mi padre, su consultorio se encontraba lleno de policías una que otra ambulancia y alguno que otro detective.
Mi padre pregunto que había pasado, entonces le comentaron que se había suicidado, habían encontrado el arma homicida justo al lado de él y al hacer sus investigaciones habían dado con que el mismo se había quitado la vida después de atender a un paciente.
Yo tenía mucho miedo, no había evitado llorar, a pesar de haber convivido muy poco con el me había encariñado aunque no recordaba algunas de sus palabras que él me había dicho.
Mi madre aterrorizada de que yo viera aquella escena y que me había enterado de aquel accidente decidió no llevarme a ningún psicólogo por el momento, aunque ahora más que nada de verdad necesitaba uno.
Law mas que mis padres se había preocupado por tranquilizarme y decirme que todo estaría mejor, que ya lo peor había pasado que no tenía por qué temer a cosas que ya estaban escritas en el destino. Al principio no entendía como él podía estar tan tranquilo, después me di cuenta que tenía razón, cualquier cosa que decidiera la vida no era responsabilidad mía aunque yo conociera a esa persona, y así viví durante toda la primaria, sin amigos, sin compañía alguna que no fuera la de Law. Me estaba acostumbrando a eso así que ya no había problema, tal y como él lo había dicho ya todo estaba mejor.
En la secundaria no pasó nada, no tenía la intención de hacer algún amigo tenía solo a Law y eso era suficiente, me había encariñado demasiado con él, me había enseñado mucho de la vida, a pesar de ser solo un producto de mi imaginación.
Habíamos crecido juntos así que eso nos convertía en más que amigos, tal vez yo lo veía como un hermano hasta cierto punto.
Algunas veces me preguntaba qué sería de mi sin él, por mi cuenta no podía hacer nada, algunas veces era muy miedoso y el me regañaba. Sin mis padres junto a mí no podía esperar grades cosas de mi parte, lo único que yo conocía era mi casa, no conocía del todo mi cuidad ya que me había alejado de ellos desde pequeño. Law me había mostrado algunas cosas que el sabia, me contaba historias de la cuidad, de las personas, cosas que solo podía verlas en mi imaginación.
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-¡Luffy-ya! –exclamo molesto.
-Perdona Law solo recordaba cómo nos conocimos shishishi –dije aun admirando el lugar.
-¿Qué quieres saber de mí?.
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