Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sonrisas por kobatohanatodesu

[Reviews - 79]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Haru

Poco a poco el abrazo de Makoto se volvía más fuerte para así intentar tranquilizarme –Haru-chan- me llamo pero no pude levantar mi rostro

-¿Por qué lloras?- no supe cómo responderle, solo hundí mas mi cara en su pecho –Haru-chan- volvió a llamarme pero seguí ignorándolo, sentí como una de sus manos comenzaba a acariciar mi cabeza con suavidad –Haru-chan no llores mas, ya no estás solo- era verdad pero esos sentimientos de soledad y abandono seguían rondando por mi cabeza aun teniendo a Makoto junto a mi

-por eso estoy aquí Haru-chan para que ya no estés solo- sus dulces palabras comenzaron a convencerme de que se quedaría conmigo para siempre y aun con los ojos llorosos tuve por fin el valor para mirarlo

–Te amo Haru-chan- dijo acercando sus labios a uno de mi ojos para besarlo. Dejándome llevar por el momento le conteste -yo también te amo…- mis palabras al parecer le habían sorprendido por la cara que puso pero inmediatamente se ilumino de felicidad, por un instante me arrepentí de decirlas pero realmente la sonrisa de Makoto me parecía la más hermosa que había visto en mi vida y si unas simples palabras de amor y cariño la provocaban al final no era tan vergonzoso decirlas.

-me gusta más cuando sonríes Haru-chan- inconscientemente la sonrisa de Makoto me contagio provocando una ligera sonrisa en mi. Algo andaba mal, yo no era muy expresivo ni nada cariñoso con las personas, prácticamente era un antisocial, creí que con Makoto humano seria igual pero era diferente, no llevaba ni siquiera un día con él y no me sentía incomodo ser yo mismo, el no me rechazaba por más extraño que yo fuera –Makoto- pronuncie feliz su nombre abrazándolo fuertemente, él me aprisiono nuevamente, su cuerpo era tan cálido que no pude evitar quedarme dormido en la seguridad de su abrazo. 

       

Makoto

Nunca me gusto ver a Haru tristes, me hacía sentir mal conmigo mismo porque no sabía qué hacer para consolarlo, antes solo podía acercarme a él para intentarlo pero no era suficiente sin embargo esta vez podía hacer más por él, podía abrazarlo, besarlo y decirle lo mucho que lo amo para que así dejara de llorar. Esto resulto muy efectivo porque Haru dejo de llorar y además de eso había dicho que me amaba, note como sus blancas mejillas se tornaban rojizas al pronunciar esas dulces palabras que me hicieron tan feliz porque aunque Haru no me lo decía muy seguido yo sabía que me amaba, los simples actos que hacia como cuando me abrazaba y besaba antes y después del trabajo o cuando me acariciaba mientras dormía en su regazo me hacia entender sin necesidad de palabras lo mucho que él me amaba. De pronto Haru dijo mi nombre abrazándome y acomodándose en mi pecho, no me resistí y también lo abrace.  Poco a poco su respiración se volvió lenta, se quedo profundamente dormido mientras lo abrazaba, mientras el dormía yo me encargaría de resguardar su sueño.

 

Rin

El final del trabajo en el restaurante había llegado y como habíamos acordado mi jefe y yo nos dirigimos a la casa de Haru para visitarlo. Realmente no sabía si nos iba a atender porque cuando fui a verlo ni siquiera espero a que recuperara el aliento para explicarme quien era ese tipo, sin embargo esta vez le iba a exigir una explicación.

Sin ningún contratiempo llegamos a su casa hasta la puerta donde toque varias veces el timbre, Haru siempre se tardaba en abrirme, por un momento me pareció haber escuchado un grito de Haru acompañado de unas fuertes pisadas dirigiéndose a la puerta -¡Rin!- El mismo tipo que me había atacado esa misma tarde nos recibía en la puerta mas sin embargo esta vez no estaba desnudo.

-¡Makoto!- escuche nuevamente la voz de Haru mientras se dirigía rápidamente hacia el chico castaño quien parecía muy inquieto y estaba tan cerca de mí que estaba invadiendo mi espacio personal –Rin…- Haru parecía sorprendido al vernos –Yamazaki-san...- por su expresión creo que realmente no se esperaba nuestra visita.    

 

Haru

A lo lejos escuchaba un golpeteo que llevaba cierto ritmo, un ritmo tranquilizante que me arrullaba sin embargo comencé a sentir algo húmedo en mi mejilla, era molesto y poco a poco empecé a despertarme. Al abrir mis ojos note como Makoto me miraba silenciosamente con una sonrisa de oreja a oreja. Era bastante incómoda la forma en que me miraba además de que la humedad que sentía se trataba de mi propia saliva que había derramado en su pecho –Haru-chan- me llamo cuando se dio cuenta de que había despertado liberándome de su abrazo, rápidamente limpie la saliva que estaba en mi mejilla levantándome un poco –aquí también hay- antes de que pudiera limpiar la saliva de su pecho Makoto paso su mano removiéndola completamente de ahí quedando impregnada en los dedos de su mano

–Makoto…- eso era asqueroso -¡¿Qué haces?!- grite, si el simple hecho de tener mi saliva en su mano era suficiente para darme algo de asco lo que hizo después de eso lo supero -¿eh?- solo contesto eso después de lamer sus dedos con los residuos de mi saliva -¿Por qué?....- no entendía la mente de Makoto -¿Por qué hiciste eso?- mis mejillas ardían por la vergüenza –porque sabe a Haru-chan- que simple respuesta era esa, sin saber que hacer me levante completamente y le avente uno de los cojines del sillón -perro sucio- el solo ladeo su cabeza dándome a entender que no había comprendido y yo solo suspire por su inocencia por no llamarla estupidez           

-Haru-chan ¿podrías ponerme mi collar?- no entendía a que venía su petición su pie estaba lastimado y no saldríamos a pasear –por favor- me siguió pidiendo agitando su collar hacia mí. Simplemente acate su petición y le comencé a colocar el collar –te queda grande- mencione al ver que tuve que abrochárselo en la última ranura para que le quedara de una forma más o menos decente –Haru-chan ¿podríamos ir a visitar a oba-chan?- ¿a mi abuela? ¿Makoto aun recordaba a mi abuela? Bueno ahora que lo pensaba eso era razonable, mi abuela fue quien me regalo a Makoto. Ella me conto que encontró a Makoto cuando apenas tenía unos días de nacido, el fue  abandonado en un lote baldío junto a sus hermanos y fue el  único que sobrevivió, lo cuido y una semana después de mi cumpleaños fui a visitarla porque me dijo que tenía un regalo para mí. Mi regalo fue Makoto, según ella para que no estuviera solo en la gran ciudad. Ahora que lo pienso detenidamente Makoto ha sido el mejor regalo que me han dado y después de todo visitar a mi abuela no era una mala idea, hacía tiempo que no iba a casa

–está bien, podemos ir un día de esta semana- me pareció ver que los ojos de Makoto brillaban por haber escuchado mi respuesta -¡Gracias Haru-chan!- grito entusiasmado frente a mí pero repentinamente comenzó a inhalar profundamente el aire -¿Qué ocurre?- pregunte preocupado por lo que estaba haciendo –huele…- Makoto estaba sintiendo el aroma de algo y repentinamente alguien toco el timbre de la casa, lo tocaron varias veces mientras Makoto seguía intentando descifrar quien era –no conozco a la otra persona- solo dijo eso y se hecho a correr con dirección a la puerta -¡Makoto!- lo llame pero no se detuvo no sabía como podía seguir corriendo con una herida así en su pie, tal vez Makoto era muy resistente al dolor -¡Rin!- repentinamente escuche su grito después de que abrió la puerta, no otra vez, por favor que Makoto no se le aviente a Rin, pedí –¡Makoto!- le grite y gracias a dios Makoto había recordado la regla que le había enseñado –Rin…- me sorprendí al darme cuenta que la otra persona era mi jefe –Yamazaki-san...- creo que ya sabía a qué se debía su visita

–Buenas noches Haruka- saludo mi jefe

–Buenas noches- regrese su saludo un poco avergonzado

-¿podemos pasar?- me pregunto mientras observaba a Makoto quien lo miraba con un semblante de molestia

-sí, adelante- los deje pasar halando a Makoto del brazo para que no hiciera algo indebido. Llegamos hasta la sala donde tomaron asiento, les ofrecí algo de beber pero lo rechazaron.

-y ¿Quién es este joven?- repentinamente pregunto Yamasaki, ahora que lo recordaba Makoto solo vestía sus bóxers y además ahora llevaba puesto su collar. ¿En qué demonios estaba pensando cuando acepte ponérselo? Iban a pensar cosas extrañas sobre mí al verlo así y es que por más que quisiera el collar de Makoto no podía pasar desapercibido, era grueso y de un color verde limón con una placa en forma de hueso con su nombre que era perfectamente visible -¿el?- mire nervioso a Rin quien no dejaba de inspeccionar a Makoto

–Es mi primo…- fue lo primero que se me ocurrió –vino a visitarme-

-y ¿Cuál es su nombre?- pregunto Rin sin cambiar su semblante

-¿su nombre?- ¿un nombre? Tenía que pensar rápido en un nombre pero Makoto me gano

-me llamo Makoto- Makoto había cometido el peor error de todos ya que por la expresión de mis dos visitantes sabía que estaba perdido

-¿Makoto?- repito Rin cuestionándome

-sí, se pronuncia igual pero los kanjis de su nombre son diferentes- trate de librarme con eso

-ha si- tal vez Rin me había creído aunque no estaba seguro

-mucho gusto- saludo Yamazaki a Makoto y este le regreso el saludo quitando el seño fruncido que tenía desde que vio a Yamazaki   

-Haruka sabes a que vine hoy ¿no es así?-

-creo que si- llevaba medio mes sin asistir al restaurante y ni siquiera había llamado            

 -sabes que el tiempo que te di fue de un mes ¿no es así?-

-si…- estaba en lo correcto -estoy despedido…-

-¡por supuesto que no!- repentinamente negó  –se que querías mucho a tu mascota y comprendo cómo te sientes, yo también tenía un gato al que quería mucho y cuando murió también me deprimí, es por eso que no puedo despedirte además de que tienes comensales que son tus fans y solo nos visitan para comer la comida que tú haces por eso no puedo darme el lujo de despedirte ya que también perdería clientes- no tenía idea de nada de eso. Eso quería decir que entonces yo era alguien valioso en el trabajo. Simplemente no podía creerlo.

–Vine aquí para proponerte algo- ¿proponerme algo? No entendía que pasaba todo lo que me había dicho era demasiado abrumador

-quiero que mañana intentes ir al restaurante. No importa que solo sea por unas horas solo intenta ir por favor- No podía negarme a su petición, era un buen jefe y quizá con Makoto aquí podría hacerlo aunque no estaba realmente seguro.

-está bien- solo conteste asintiendo –genial, gracias Haruka- se levanto del sillón –bueno es tarde y ya me tengo que ir-

-Si- también me levante para acompañarlos a la salida pero Rin no se levanto 

-¿nos vamos Rin?- pregunto Yamazaki al ver que Rin no se levantaba de su lugar.

-no, yo me quedare otro rato más- lo que me faltaba ahora si me iba a hacer hablar y como sospechaba esa simple mentira no sirvió con Rin

-bueno, entonces me voy- tuve que acompañar a Yamazaki a la puerta sin muchas ganas porque me preocupaba dejar solo a Rin y a Makoto, no sabía que le iba a preguntar o si Makoto iba a terminar metiendo la pata. 

 

Makoto

Haru acompaño al señor Yamazaki-san a la puerta. El señor Yamazaki-san al final resulto ser una buena persona por lo que no había de que preocuparse y me quede haciéndole compañía a Rin quien no dejaba de mirarme

-¿Quién eres tú?- repentinamente me pregunto –soy Makoto- solo respondí

–tú no eres primo de Haru- no sabía que responderle, realmente el tenia razón pero preferí no decirle

–si lo soy…-

-no, Haru nunca menciono que tenía un primo llamado Makoto. Creo que lo hubiera dicho alguna vez ya que su perro se llamaba igual- Rin se veía intimidante y no sabía cómo contestarle -¿eres un anfitrión o algo así?- no sabía qué era eso -¿anfitrión?-

-si- repentinamente se puso de pie frente a mí, nunca había visto a Rin tan amenazador que rápidamente me puse en alerta -estás fingiendo ser su perro ¿no es así?- Rin usaba algunos términos que no entendía pero me seguía hablando de la misma forma así que también me puse de pie

-yo no…- era demasiado para mí todo lo que Rin decía y no sabía cómo reaccionar ante su interrogatorio.  

-¿Cuánto te está pagando?- se acerco a mi tomando mi collar con fuerza, no sabía qué hacer necesitaba a Haru para saberlo -¡quítate esto!- alzo la voz tirando de mi collar haciéndome daño -¡no!, ¡es mío!- y comenzamos a forcejear, quería morder su mano para que me soltara pero Haru me había entrenado para no hacerlo, no debía morder a la gente.   

-¡Rin!- al fin Haru había regresado -¡¿Qué estás haciendo?!- le grito a Rin tomando sus manos para que me soltara -¡¿Qué estás haciendo tu?! ¡¿Cómo se te ocurre contratar a un prostituto para que se haga pasar por tu perro?!-  me soltó pero se dirigió a hacia a Haru para gritarle y eso no lo iba a permitir así que rápidamente me puse frente a Haru para protegerlo -¡sé muy bien que él no es quien dijiste que era!-

-¡y a ti que te importa!- grito Haru desde detrás de mi -¡tú no eres nadie para decirme lo que debo y no debo hacer!-

-¡¿entonces tengo razón?!- Rin no dejaba de gritarle a Haru quien comenzó a sujetar mi brazo con fuerza -¡¿Cómo es posible Haru?! ¡¿Estás enfermo o qué?! ¡Eres un asqueroso!- fue lo último que permití que le dijera. Me acerque a Rin tomándolo de su camisa rompiendo las reglas que Haru me enseño sobre no atacar a la gente.

-¿Qué? ¿Vas a golpearme?- no reconocía a Rin, no sé qué era lo que le pasaba

-lo hare si es necesario- no quería lastimarlo pero si era necesario lo haría por mi Haru –vete- quito mis manos de su camisa y se dirigió hacia la salida sin mirarnos otra vez.

Note como el agarre de Haru se había hecho más fuerte que sentía un poco de dolor, me gire a verlo y vi como sus ojos se volvían acuosos, sabía que el rechazo de los demás siempre lo hería mucho aunque nunca lo demostraba, yo era el único que conocía eso y lo único que podía hacer era abrazarlo para que dejara de sentirse mal –vamos a dormir Haru-chan- el solo asintió, lo tome de la mano y subimos a su habitación aunque había dejado de llorar  aun sabía que estaba mal así que me recosté a su lado abrazándolo fuertemente hacia mi esperando que el resguardo que le brindaba la fría pared y la calidez de mi cuerpo le sirviera para tranquilizarse y dormir.

 

Haru

No supe cuando me dormí pero repentinamente me desperté al ya no sentir el cuerpo cálido de Makoto junto a mí. Lo busque por la habitación pero no estaba ¿Dónde se había metido? Aun estaba obscuro, parecía que era de madrugada y aun era temprano para levantarse así que comencé a buscarlo por todo el segundo piso pero no lo encontraba ¿Qué estaba pasando? ¿Dónde estaba Makoto? me estaba empezando a angustiar. Después de revisar el segundo piso sin poder encontrarlo fui directo al primero con la esperanza de que estuviera ahí pero por más que revise en las diferentes habitaciones no estaba. ¿Todo había sido un sueño? ¿No había sido real? ¿Por qué me estaba pasando esto a mi? Caí de rodillas en medio de la sala completamente en la obscuridad  ¿Por qué el mundo era tan cruel? Entonces solo había sido un sueño, un simple delirio que me pareció tan real, una mentira, ¿que había pasado con la promesa de que nunca más estaría solo? Esa tampoco había sido real. No me di cuenta de cuando comencé a llorar, el sentimiento que me recorría en ese momento se sentía horrible porque perderlo por segunda vez era incluso mas doloroso que cuando lo perdí la primera vez. Si iban a quitármelo nuevamente nunca debieron habérmelo regresado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).