“Han pasado 3 meses desde que James me estafo y alrededor de 2 meses y medio desde que vivo con Takano-san, me trate de convencer de que lo que sentía por él era solo afecto, que lo quería como un buen amigo que solo le agradezco el que haya logrado cambiar la manera en que veía a las personas desde que James se fue, aunque realmente ya ni siquiera me importa, seguir engañándome, Takano logro hacer que en tan solo 2 meses me enamorara de él, pero…. Aún tengo ese maldito problema de no poder ganar a mi orgullo y cada vez que quiero tener una plática| amena con Takano simplemente no puedo decir lo que de verdad quiero”- piensa el joven de ojos verdes en su escritorio de la oficina antes de terminar su jornada laboral.
El castaño al ver la hora se dirige a la oficina de su jefe para irse juntos como cada día desde que comenzó a trabajar para él, antes de tocar la puerta pudo escuchar a su jefe hablando por teléfono.
-¿estás loca si piensas que te dejare?...... -”takano-san está ocupado debería esperar a que termine” – obviamente porque yo lo digo ¿Qué no entiendes? Ya es difícil fingir con Onodera sobre ti como para que quieras complicar las cosas…… escucha… no te atrevas a colgar dije que no Nina, ¿Nina?
“fingir con migo…. ¿de qué habla solo a fingido hasta ahora quién demonios es Nina? –un triste ojiverde del otro lado de la puerta no comprendía que era lo que había escuchado, respiro profundamente y entro a la oficina del ojimiel que se encontraba molesto y en cuanto vio al castaños u semblante cambio totalmente y lo recibió con una sonrisa.
-onodera, disculpa que te hiciera esperar si gustas ya podemos irnos –dijo mientras se levantaba y tomaba su portafolios, pero el castaño tardo mucho en reaccionar. -¿onodera te encuentras bien? –pregunto el azabache hasta estar frente a él y tomar su mejilla, a lo que el castaño respondió alejándose de él y dándole la espalda.
-estoy bien Takano-san no tienes que preocuparte- dijo el más joven tomando su abrigo de su escritorio y junto el azabache dirigiéndose a la salida.
-Onodera en verdad estas bien, no has dicho nada… creí que por lo menos ya me considerabas algo más que tu casero.
“porque diría eso sí solo esta fingiendo con migo …. Ahora que lo pienso siempre recibe mensajes y nunca responde las llamadas frente a mí, tal vez él solo está jugando con migo” –pensaba el castaño que en verdad se sentía triste por ello, no estaba seguro si lo que ya sentía por él era amor en verdad pero mientras Takano le ocultara cosas no hablaría de ello –no tienes por qué decir eso Takano, el que seas mi casero es mi culpa, no pienso volver a caer tan fácil ya me dejo sin nada el ser ten ingenuo una vez así que no me pasara de nuevo –dijo de manera seria y sin ver al azabache el cual al llegar a su hogar lo veía sin entender por qué el cambio de actitud si habían progresado tanto, él creía que en verdad estaba comenzando a gustarle al castaño.
-de acuerdo –dijo el azabache y se adelantó al departamento dejando al castaño sorprendido y sin duda un tanto arrepentido de la situación que provoco, lo primero que hizo al llegar fue ir a darse un baño, quería sacarse sus locas ideas de la cabeza. Al salir esperaba que el azabache estuviera molesto o al menos que lo ignorara, pero fue todo lo contrario.
-Onodera ¿tienes hambre, prepare curri? –dijo el azabache con una gran sonrisa.
-¿eh?... claro tengo hambre. Pero antes de que llegara a la mesa el timbre de la puerta sonó y el castaño se dirigió a atender.
-buenas noches, disculpa se encuentra Masamune- pregunto con una sonrisa una linda chica de cabello castaño y ojos avellana de no más de veinte años.
-¿Quién es Onodera? –se acerca el azabache –que demonios haces aquí te dije claramente que no quería que te acercaras a esta casa.-dijo muy molesto el ojimiel mientras apresuradamente sale de la casa con ella tomada de la mano.
“que demonios acaba de pasar, esa chica, que quiere con takano…. Más bien por qué me molesto, ¿será ella con quine hablo en la mañana, ella se lo llevara”- pensaba el castaño ya en la sala esperando a su azabache, estaba arrepentido de no ir a buscarlo, a penas han pasado 10 minutos pero para él es una eternidad, sin más la puerta se abrió y por ella entraron, la chica y Takano con una eprecion muy cansada.
-buenas noches onodera-san mi nombre es Takano Nina, pasare un par de días aquí, por favor cuide de mi –dijo la chica con una reverencia frente al castaño.
-“es … quien rayos es ella”- pensó el castaño se parecía a Takano-san, será su hermana sabía que tenía una. Al ver la expresión del castaño, Takano casi adivino lo que estaba pensando y aclaro las cosas.
-Nina es la hija de mi hermana, hable con ella esta tarde le dije que no podía venir pero al parecer me ignoro – dijo molesto el azabache notando que el castaño se sonrojo.
-es un gusto conocerte Nina lo que necesites si puedo ayudarte lo hare –dijo con una sonrisa Onodera, se sentía tonto al sospechar de Takano.
-deja de fingir –dijo el azabache captando la atención del castaño.- si vas a quedarte aquí no creo que resistas así que por que no te muestras tal como eres. –dijo el azabache acercándose al castaño y abrazándolo –además a mí también me costara fingir frente a onodera y disimular que eres tan inocente como lo pretendes. –onodera no entendía porque estaba esa chica hay y a que se refería takano con fingir ser inocente
-bien si me das esa libertad creo que no hay problema –dicho ello saco una cámara de su bolso y tomo una fotografía de takano mientras abrazaba a onodera mientras su sonrisa inocente pasaba a ser más desmoralizada. – y ahora –guardo su cámara –dame un abrazo onodera-ojiisan- se abalanzo sobre el alejando a takano y monopolizando a onodera durante toda la cena.
-onodera-ojiisan ¿Cuándo te casaras con masamune?, yo te ayudare y te apoyo en todo si masamune te trata mal puedes contar con migo onodera-ojiisan- repetía y hacía preguntas incomodas al pobre castaño, que por fin comprendía esa fingida inocencia.
-mocosa irrespetuosa yo también son tu tío porque no me llamas takano-ojiisan o masamune-ojiisan , además podrías alejarte de onodera- decía un ya molesto azabache con la actitud de su insoportable sobrina.
-me niego desde ahora onodera-ojiisan es mi único tio- deci acin un puchero la chica- onodera-ojiisan ¿ya tuviste sexo con el insoportable de masamune? –pregunta en secreto la chica al castaño completamente suborizado.
-bueno… yo ya me voy a dormir, takano-san, Nina buenas noches –dijo el castaño nervioso buscando el librarse de los takanos y saliendo lo más rápido posible de su compañía.
Una vez que el castaño abandono la sala takano y Nina se sentaron a la mesa con un ambiente completamente distinto.
-no estoy aquí solo de visita masamune –dijo la chica seriamente lo que capto por completo la atención del mayor.
-lo encontraste ¿cierto? –dijo con el ceño fruncido el mayor tomando asiento junto a ella.
-sí, le dije que mi abuela había muerto y que me dejo una fuerte cantidad de dinero como herencia…. No cabe duda que ese James es todo un casa fortunas, apenas se enteró no ha dejado de llamarme e invitarme a salir. –dijo la chica completamente despreocupada y algo molesta.
-ese descgraciado va a pagar por haber engañado a mi Ritsu- dijo muy molesto el azabache.
Mientras desde las escaleras el castaño había escuchado toda la conversación.
“James, si era un casa fortunas, bueno ya me lo esperaba, pero a quien le importa, takano-san quiere cuidarme, es estúpido pero me hace tan feliz… gracias James… gracias a ti conoci a takano”- pensaba el castaño.
-masamume, no crees que estas exagerando sé que onodera-ojiisan fue tu primer gran amor y todo eso de un amor de hospital pero por el amor del yaoi han pasado que 10 u 11 años el ni siquiera te recuerda ya deja eso por la paz. –dijo la chica y su voz cambio a un tanto más amable y comprensiva –no crees que deberías rendirte, me dijiste que no te corresponde y si no te recuerda algo debe de significar solo devuelve su casa puedes quedarte con mamá y con migo, te extrañamos, después de todo hipotecaste tu casa para salvar la de onodera-ojiisan –dijo la chica levantándose y abrazando a su tío.
-se que no soy correspondido pero verlo una vez más al lado de alguien que no lo merece no lo permitiré, así que señorita pervertida ve a dormir –dijo el mayor levantándose y llevándola al cuarto de huéspedes.
Mientras en las escaleras el castaño estaba increíblemente sorprendido, conocía a takano de antes pero ¿cómo de donde cuando por qué no lo recordaba? si una vez estuvo en un hospital pero no recordaba mucho casi todo el tiempo estuvo dormido o con fiebre.
“¿Quién es takano-san?” –pensó el castaño y regreso a su habitación para que el mayor no sospechara que había escuchado.