Los días pasan tan rápido es extraño pero siento como si fuera parte de una familia, con Nina viviendo con Takano y con migo, cada mañana es especial desde un desayuno armonioso y lleno de sonrisas y bromas al igual que cada vez que no s reunimos en comidas o simples juegos de mesa, ¿Cuándo es que se me volvió tan común el formar parte de esto?, ya no quiero separarme de Takano, sin embargo soy consciente de que esto no será eterno, Nina y Takano localizaron a James debo de enfrentarlo directamente. Quien hubiera pensado que el hombre que en un principio me produjo tantos problemas seria también a quien le debo tan gratos días, ese azabache de ojos miel se ha adentrado en mi corazón cada día más, creo que sería bueno el dar por terminada una apuesta que no lleva a ningún lado, Takano ya es parte de mi vida y me muero por besarlo no quiero esperar tres meses más para ello.
-¿Nina cuando me presentaras a tu novio, como tu futuro tío dedo de cnoserlo?- ya es tiempo de que resuelva las cosas por mi cuenta, tanto Nina como Takano me han estado cuidando, debo de enfrentar las cosas por mí.
-bueno… él no es muy sociable y … no va a estar por un tiempo – demonios sabía que no sedería tan fácil, pero debo de ver a James.
-¿para qué quieres verlo si se puede saber?- me pregunto el azabache mientras se servía una taza de café-
-bueno si Nina saldrá debo saber con quién más si vive en mi casa – trate de excusarme con esa tontería.
-aun es mi casa señor onodera – me dijo en burla, Dios en verdad hay veces que lo odio.
-tienes razón olvídalo- Salí de casa necesito pensar bien que es lo que hare. Piensa Ritsu lo primero es aclarar las cosas con Takano debo saber su versión de los hechos desde cómo se accidento hasta el cómo llego a conocerme al hospital tan bien como le dijo a Nina, no puedo poner de excusa mi libro ya lo entregue todo debe ser puramente personal, después debo de enfrentar a James deshacerme de tanto rencor y al final decirle a Takano que doy por perdida la apuesta sin sentido.
Ya es tarde y comienza a oscurecer, caminar sin sentido hace que el tiempo pase muy rápido. Por estar distraído no note cuando choque con alguien de frente –disculpa no te… -grande fue mi sorpresa que la persona que choque fue nada menos que el causante de mis problemas, el desgraciado trato de huir pero lo tome del brazo y con las pocas fuerzas que tengo logre detenerlo –necesito hablar seriamente con tigo –no sé si es remordimiento o su conciencia pero es muy dócil –sí, tarde o temprano nos encontraríamos – fue su respuesta y se dejó guiar hasta un café cerca donde estábamos.
Ni una palabra salía de él o de mi después de un buen rato en silencio me decidí a hablar -¿por qué me engañaste tan descaradamente? –le dije sin más, después de todo no tengo nada que perder –honestamente, no me importo lo que pasara, soy vividor y tu una buena persona, aproveche la oportunidad y saque todo lo que pude de la situación …. Una cosa más soy hetero amigo –me respondió con una sonrisa sínica necesito matarlo, pero que no me importen sus palabras y no sentir dolor sino ira son la prueba más concreta de que Takano es ahora quien sostiene mi ser –eres un imbécil, pero eres el imbécil al que le debo haber encontrado a alguien que vale la pena –le dije lo más sereno que pude en verdad quiero golpearlo –Ritsu, me disculparía con tigo pero en verdad me decidí a no mentirte no lo mereces por eso te digo que no me importa si me perdonas o no solo fue un buen rato el que pase con tigo y nada más –me dijo mientas tomaba de su café me levante camino a la salida del lugar pero no sin antes desquitarme un poco –te agradara saber que me encargue de que se difundiera la noticia de que eres un estafador además de que sufres distintas infecciones –dije con una sonrisa sarcástica sin duda se merece que Nina le page con la misma moneda –una cosa más- reuní toda la fuerza que había en mi para darle un puñetazo en la cara que me asusto –espero no este rota tu nariz si es así cúrala con lo que robaste –le dije sobando mi mano y saliendo del lugar furioso y feliz de poder haberme desquitado aunque fuese un poco de ese idiota.
-que buena derecha tienes, recuérdame nunca hacerte enojar –frente a la ventana del lugar estaba mi azabache con una gran sonrisa en los labios, no sé si está burlándose de mi o de lo que paso -¿Qué demonios haces aquí?-le pregunte sobando mi mano rayos duele en verdad –tardaste mucho en regresar, así que salí a buscarte iba a entrar cuando te vi con ese patán pero me dejaste sorprendido con ese golpe – comenzó a acercarse hasta tomar mi mano –te parece si damos un paseo antes de ir a casa – fue una afirmación verdad Takano, me dejo guiar por ti sin contradecir –puedo hacerte una pregunta – llego el momento no más rodeos por algo encontré a James hoy –claro – me digo sin mirarme mientras nos guiaba a un parque frente a nosotros – sé que estuvo mal pero, escuche cuando hablabas con Nina de conocerme de antes, pregunte a mi madre y ella lo confirmo, pregunte a Nina y me dijo el motivo del porque estuviste hospitalizado pero no me contó la historia, ¿podrías decirme que paso? –sé que dije algo que no debía por su reacción, me miro directo a los ojos con una expresión un poco triste pero también que saber –de acurdo solo escucha hasta el final ¿sí? –dijo con duda, ¿por qué? –Está bien – respondí.
Nos detuvimos cerca de una fuente pequeña adentrándonos al parque –por mi culpa, Nina perdió a su padre y mi hermana a su esposo, mi familia me odiaba en ese momento pero, un chico de bellos ojos esmeralda apenas consciente que odiaba los hospitales me dijo una pequeña frase que me hizo ver que la realidad no es tan cruel y que no puedes cambiar lo paso pero si lo que pasara –me dijo mientras tomaba mi mejilla con sus suaves manos, manos que yo ya amaba -¿y qué fue lo que te dijo? – Que estúpido me escuche es claro que habla de mi –je, me dijo “yo nunca te odiare y si me lo permites puedo llegar a amarte”, estabas tan débil y parecía que ibas a desmayarte, pero sus palabras me dieron fuerza para enfrentar la verdad aun si solo lo dijiste en desvaríos –me veía fijamente como esperando una respuesta de mi pero ¿Qué podía decirle? No recuerdo nada de aquella ocasión –me rindo Takano.