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Decisiones que atan el destino por kaede uchiha

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Notas del capitulo:

Hola como estan todas, aqui les traigo un nuevo capitulo espero les guste y disfruten.

Todos abrieron sus ojos contentos de que por fin todo había terminado, estaban devuelta en su época tras una muy trabajada victoria, no había nada que pudiera opacar la felicidad  y tranquilidad que se veía en las caras de casi todos los ahí presentes, o eso creían ellos.

-JUUNDAI… no alcanzo a terminar su grito la tormenta al darse cuenta que a la persona a la que buscaba no se encontraba entre ellos cosa de la cual todos se dieron cuenta, si se dieron cuenta que Tsuna no estaba entre ellos como debía ser.

-Tsuna no esta – dijo la lluvia con un semblante serio mirando por lo alrededor al igual que todos los demás.

-Boss/ Tsuna-nii/Sawada/Tsuna-kun/Tsuna-san – dijeron las mayoría al dase cuenta que este no se encontraba en los alrededores preocupando de sobremanera a dos azabaches, los cuales pese a no demostrarlo estaban inquietos.

-Bebe – dijo uno de estos, mirando al Hitman que ocultaba sus ojos bajo su fedora.

-Ryohei lleva a las chicas a sus casas, los demás busquen a Dame-Tsuna no puede estar muy lejos, cualquier cosa llámenme – dijo serio sin mostrar sus ojos el Hitman, recibiendo un asentimiento colectivo de todos  los guardianes ahí presentes que sin demorar se fueron en busca de su jefe – que es lo que esta pasando se supone que todos estábamos de vuelta, el no pudo haber… no claro que no yo estaba a su lado, por lo que se debería haber llegado junto con nosotros… Tsk tenia y aún tengo un mal presentimiento que no me deja tranquilo, espero estés bien Tsuna – pensó para sus adentros preocupado el arcobaleno mientras también iniciaba su propia búsqueda.

Mientras que lejos de Namimori el lugar en donde todos los guardianes habían llegado, se encontraba cierto castaño que caminaba con un poco de dificultad hasta una de las bancas del parque en donde se encontraba, una vez llego a esta se sentó, ocultando luego sus rebeldes cabellos bajo el gorro de su poleron cubriéndose así por completo, una vez listo suspiro cansado, sabia pronto colapsaría por lo que no podía perder tiempo, por lo que sabiendo eso se apuro a sacar su celular de entre sus ropas deteniéndose unos momento al ver su anillo entre sus dedos y los guantes que saco junto con el aparato, los cuales guardo.

-Llego la hora – dijo bajito con un tono cansado, mientras marcaba un numero muy conocido para  el en el celular – Hola – saluda al momento en que le contestaron.

-Tsu que bueno que llamas ¿Cómo  estas? – contesto entre alegre y preocupado se gran amigo.

-Lo siento Ryu no tengo mucho tiempo, me encuentro en el mismo parque de siempre, por favor necesito que vengas junto con Natsu, los estaré esperando en los baños, vengan rápido – dijo cortando de inmediato la llamada, pues sabia que si no lo hacia Ryu lo llenaría de preguntas las cuales no quería contestar y las cuales le harían perder tiempo – Reborn y los chicos deben estar buscándome, todavía tengo unas horas, pero no puedo confiarme, no puedo permitir que las dudas de Reborn crezcan aún más–  pensó mientras se paraba del asiento ya un poco más firme y se dirigía a los baños.

Una vez en estos se fijo de que nadie estuviera ahí, una vez confirmo que estos estaban vacios se dirigió a uno de los cubículos e donde se encerró, una vez ahí dentro se sentó mirando fijamente a su anillo.

-Necesitare de su ayuda nuevamente Primo – dijo sabiendo de alguna forma que el nombrado lo escuchaba y tal y como pensaba este lo hacia pues el anillo dio un efímero brillo – Es muy seguro que esta sea la última vez y aunque se que no tengo derecho a pedirte nada, te pido  por favor no muestre nada referente a mi a Natsu, por favor solo enséñale lo que tiene que saber lo que saben todos y nada más, se que este anillo guarda las memoria de sus usuarios y que tu nos mostrabas las memorias del otro, en la prueba de sucesión ustedes me mostraron memorias pasadas, no todas solo algunas, por eso pienso que tu puedes mostrar solo lo necesario y no todo lo que paso, se que debo decirle a Natsu la verdad, pero no deseo que sea ahora, lo hare pero más adelante, así que por favor cúmpleme este deseo egoísta – pidió más no recibió respuesta como anteriormente lo había hecho, decidió no hablar más, pensando que lo mejor seria decirle él mismo lo que había pasado, más eran muchas cosas por lo que le tomaría mucho tiempo, tiempo que no sabia si tenia.

Los minutos pasaron y una vez se cumplieron los veinte minutos desde la llamada Tsuna ya podía sentir como su amigo y hermano se acercaban al lugar rápidamente y en menos de unos segundos ya escuchaba su nombre.

-Tsuna-nii ¿Dónde estas? – dijo Natsu al tan solo entrar al baño, pero al no ver a nadie ni recibir respuesta pensaba llamar de nuevo a su hermano más no fue necesario al ver como una de las puertas se abría dejando ver a Tsuna tras esta – Tsuna-nii – llamo feliz tirándose a los brazos del castaño quien lo recibió con una cálida sonrisa y un fuerte abrazo también.

-Te extrañe mucho Natsu, a pasado tanto tiempo – dijo soltándose del abrazo.

-Oh vamos Tsuna-nii tan solo han sido unas semanas – dijo Natsu siendo que para el tan solo habían pasado unas semanas de que cambiaron, mientras que para Tsuna había pasado mucho más.

-Supongo que tienes razón, pero ya hablarnos no tenemos mucho tiempo, tenemos que cambiarnos – dijo Tsuna un poco serio.

-¿Cambiaremos otra vez? – Pregunto recibiendo un asentimiento – genial extraño mucho a Okasan y a los chicos, incluso a Reborn claro que mucho menos – dijo mientras sentía un escalofrió pasar por su columna vertebral al recordar a su tutor.

-Oh vamos Reborn no es tan malo, a mi me gusta – dijo con una sonrisa maliciosa Tsuna, realmente a Tsuna le caía muy bien Reborn si no fuera porque tenia que aparentar se llevarían mucho mejor.

-Sera porque se parecen, tanto tú, como Ryu y Reborn son muy parecidos, pueden llegar a ser muy retorcidos y dar miedo – dijo muy seguro y con un pequeño puchero que hizo reír al mayor y enfadar a Ryu que solo escuchaba la conversación de los hermanos.

-¿A quien le dices retorcido mocoso? – Pregunto molesto dándole un coscorrón al menor para luego empujarlo dentro del baño – ya mejor ve a cambiarte – dijo cerrando la puerta – y tú no te rías.

-Oh vamos tanto tú como yo sabemos que lo que dice es cierto, nos parecemos, no somos unas blancas palomas, indomables, maliciosos, vengativos y aterradores si así lo queremos, mentirosos unos muy buenos actores, somos un misterio – dijo mientras se dirigía al baño del cual antes había salido.

- Tsk lo se pero como sea será mejor que también te cambies tenemos mucho de que hablar Tsunayoshi – dijo serio ahora y con tono de voz más bajo.

-lo se – fue la única respuesta que Tsuna le dio a su amigo antes de cerrar la puerta del baño tras de si.

Una vez ambos castaños cambiados los tres salieron del baño y se fueron al lugar más apartado del parque en donde los tres se sentaron bajo unos arboles, Tsuna actuaba los más calmado posible, ocultaba su malestar físico, pues no se estaba sintiendo nada bien, le dolía su cabeza y sabia tenia temperatura, pronto las ganas de toser y vomitar vendrían, aparte estaba cansado el desgaste físico era mucho y no tenia las píldoras para estabilizarse pues estas se habían acabado y también estaban sus nervios al no querer que Natsu se enterara de algo todavía, pero sabia que una vez esto terminara y su hermano se fuera tendría que pedirle ayuda a Ryu para dirigirse al hospital, tendría que contarle algo a este aunque aún no sabia si decirle todo o no.

-¿Estas bien Tsuna-nii? Te ves cansado – pregunto preocupado Natsu al castaño mayor que solo le vio con una pequeña sonrisa.

-Estoy bien solo un poco agotado, luego de dormir un poco me repondré – le dijo al menor, el cual pese a no creerle mucho decidió confiar en este – bien como dije antes no tenemos mucho tiempo pronto será una hora de que volví y Reborn y los chicos deben estar buscándome – dijo llamando la atención de los otros dos.

-¿Una hora de que volviste de donde? – pregunto Ryu mirando fijamente a su amigo este sabia que este no estaba bien, lo conocía lo suficientemente bien como para saberlo – ¿Qué a estado pasando durante todo este tiempo Tsu?

-Bueno verán desde la última cof, cof – no pudo terminar de hablar pues la tos se había hecho presente alertando a Ryu quien sabia como era que empezaban los ataques de Tsuna.

-Tsuna ¿estas bien? – pregunto muy preocupado el rubio mientras se acercaba a él.

-Si estoy bien Ryu no te preocupes – dijo mirándole de una forma que el rubio supo interpretar como “no preguntes más luego hablaremos de esto por favor” por lo que no le quedo más que callar y esperar que este le hablara.

-Tsuna-Nii no te vez bien y si mejor vas al hospital – dijo ahora Natsu que sentía su hermano no estaba bien.

-No te preocupes cof estoy bien, ahora lo cof importante es decirte lo que ha pasado cof para que puedas volver a Namimori – dijo sin poder parar la tos, más cuando pensó en comenzar ha hablar sobre lo sucedido, su anillo nuevamente brillaba tomando la atención de los tres jóvenes quienes vieron como este al igual que antes lanzaba esa pequeña luz, con la única diferencia de que esta vez la luz iba dividida en dos llegando una a la frente de Natsu y la otra en la frente de Ryu, Tsuna estaba muy preocupado y nervioso no sabia lo que ahora podría pasar y menos ahora que Ryu también podía saber toda la verdad la cual no estaba seguro de contar.

Una vez la luz que salía del anillo se extinguió todo quedo en silencio Natsu miraba fijamente a Tsuna quien no sabia que decir los nervios y la tos que aún lo atormentaba lo estaban dejando en blanco, mientras que por otro lado Ryu estaba también callado con los ojos tapados con su flequillo.

-Wow no me lo esperaba, pero hermano  eso ha sido muy peligroso todas esas batallas, seguro estas bien – dijo Natsu haciendo que Tsuna se diera cuenta de que Primo había hecho lo que le había pedido.

-Si estoy bien cof, ¿has visto todo lo que paso? – pregunto ahora más tranquilo sin fijarse que Ryu no miraba a ninguno de los dos que este estaba absorto en sus pensamientos.

-Si han sido muchas cosas, pero Tsuna-nii deberías dejarme a mi encargarme de algunas cosas no estoy de acuerdo de que pelees de esa forma tan seguido, te puede hacer mal recuerda que tú estas enfermo  – decía sin saber lo que pasaba que aquello a lo que tanto temía ya había sucedido.

-Vamos no ha pasado nada no te preocu… cof, cof cof cof – no pudo terminar pues nuevamente la tos se lo impedía.

-TSUNA-NII – dijo Natsu preocupado pero antes de que se acercara mucho a este Ryu se puso por delante.

-Natsu será mejor que te vallas a Namimori, todos te deben de estar buscando yo me encargare de Tsuna no te preocupes – dijo mostrándole una pequeña sonrisa totalmente falsa.

-De acuerdo… Tsuna-nii – respondió con otra sonrisa sin darse cuenta de la falsa del otro.

-Lo siento Natsu pero ahora estoy cansado después podremos hablar más – decía Tsuna mientras se levantaba con ayuda de Ryu quien pese a ayudarle no le dirigía ni una palabra ni una mirada, cosa de la cual Tsuna se dio cuentas, llegando a la conclusión de que al contrario de Natsu, Ryu sabia todo – pero antes de que te vallas déjame entregarte el anillo – le dijo luego levantando su mano dándose cuenta de que portaba un anillo más – ¿Qué es esto? – se pregunto mientras lo veía, a lo que instintivamente le prendió llamas viendo que de este salía su amigo Ryutsu.

-Ese es Ryutsu ¿que hace aquí? – dijo Natsu mientras veía al leoncito de los recuerdos, el cual acariciaba las piernas de Tsuna.

-No lo se realmente cof pero supongo que después lo sabremos, cof por ahora será mejor que también te lo lleves –le dijo mientras acariciaba al león y lo devolvía la anillo para pacérselo junto al otro a su hermano – cof ¿andas con tus guantes? cof – pregunto a lo que Natsu asintió – bien entonces cof es hora de despedirse cuídate mucho – le dijo dándole un abrazo correspondido por el otro.

-¿Cuándo nos veremos de nuevo? – pregunto el menor a Tsuna quien no sabia que responder a eso, pues para el eso ahora seria casi imposible.

-No lo se Natsu – le contesto bajando la mirada cosa de la Natsu se dio cuenta, sabia que su hermano le ocultaba algo pero no quería forzarlo a contarle, ya mucho hacia este por él como para molestarlo más.

-Bueno supongo que con el tiempo lo veremos, no te preocupes Tsuna-nii – le dijo al otro el cual le sonrió depositando un beso en la frente del menor.

-Cuídate mucho Natsu y no olvides que te amo mi pequeño hermano – le dijo sorprendiendo un poco al menor pero al mismo tiempo haciéndolo muy feliz – Espero no me odies por lo que estoy haciendo, como también espero esta no sea la ultima vez que nos veamos – pensó mientras se mordía los labios para evitar toser.

-También te amo Tsuna-nii… adiós – le dijo y salió corriendo del lugar sabia ya debía irse pese a que su intuición le decía lo contrario, que algo faltaba, que algo no sabia, prefirió hacer caso a las palabras de su hermano, dejando solos a este y a Ryu quienes no se dirigían la palabra viendo el lugar por donde Natsu se iba, una vez lo perdieron de vista por fin se miraron Tsuna con una mirada triste y culpable, sabia su amigo lo sabia todo, mientras que Ryu, pese a que por distintas razones, mostraba lo mismo tristeza por lo que pasaría y culpabilidad por no poder hacer más por su amigo, hermano y única familia.

-Lo siento Ryu no podre cumplir mi promesa… realmente lo siento – fue todo lo que dijo Tsuna antes de caer de rodillas al suelo con una fuerte tos que esta vez traía mucha sangre con ella, ya no podía resistir más se ahogaba con la sangre, estaba débil y cansado, sus ojos pesaban y poco a poco se cerraban, por lo que no pudo hacer más que levantar su mirada para ver la cara de terror de su amigo quien botaba lagrimas a través  de sus ojos azul cielo y regalarle una última sonrisa antes de caer a la inconsciencia.

-TSUNA – grito Ryu afirmando el cuerpo del castaño entre sus brazos estaba muy preocupado, pese a que sabia que esto pasaría por los recuerdos que vio, no estaba preparado, le dolía quería que nada de esto fuera cierto – Resiste Tsu, por favor no puedes dejarme – le decía mientras sacaba su celular de entre sus ropas y sin soltar el cuerpo de su amigo marcaba.

-Halo ¿Ryu? – se escucho de la otra línea.

-Akira-sensei necesito de su ayuda Tsu… Tsu no está bien por favor ayúdenos – decía sin lograr contener las lágrimas.

-¿Qué dices? Maldición dime donde están iré por ustedes – dijo el doctor notándose muy preocupado, para él aquellos chicos eran como sus hijos a los cuales desde pequeños había aconsejado y cuidado a su forma, sabia lo que estos sufrían como también sabia que algo ocultaban más no decía nada esperaría a que estos le dijeran lo que pasaba.  Por otro lado Ryu rápidamente dio la dirección de donde se encontraban – espérenme allí no tardo en llegar, ya voy en camino.

-Por favor sensei apúrese – dijo Ryu cortando la llamada y limpiándose sus lagrimas no podía mostrarse débil su amigo lo necesitaba y el tenia que estar allí con el – todo saldrá bien Tsu, no te preocupes –le decía mientras levantaba el cuerpo de su amigo, sacando de este su celular y guantes los cuales guardo sin importarle que se estaba manchando con sangre su ropa y lo llevo a un lugar del parque que le facilitaría la llegada al doctor.

El tiempo paso y el doctor llego se sorprendió en ver al menor en esas condiciones y se culpo a si mismo por haberlo dejado irse del hospital, más era muy tarde por arrepentimientos, por lo que rápidamente tomo al menor entre sus brazos  lo subió al auto junto a Ryu y los llevo al hospital, una vez en este rápidamente se llevo a Tsuna a una habitación debía estabilizarlo e internarlo, ya no había vuelta atrás el menor debería quedarse en el hospital de forma permanente.

Ya era de noche los pasillo de aquel hospital cada vez estaban más desérticos, pero pese a eso Ryu aún estaba ahí, ya habían estabilizado al castaño pero este no despertaba y aún no lo dejaban verlo, y no quería irse no sin antes poder ver a su amigo.

-Ryu ya es tarde será mejor que te marches, podrías tener problemas en el orfanato – dijo Akira que venia recién llegando.

-Quiero ver a Tsu, necesito verlo – dijo sin mirar al doctor pues su vista estaba fijada en el blanco suelo del hospital.

- Lo siento, pero no podrás verlo hasta mañana Ryu – dijo mientras se sentaba a su lado – Ryu ¿Qué fue lo que paso? – Pregunto esperando recibir una respuesta, más esta nunca llego – bueno no te obligare a decirme nada, pero insistiré en que es mejor que te retires, te cambies y descanses ya mañana podrás verlo lo prometo – dijo regalándole una sonrisa al menor y acariciando se cabello tal como un padre hace con su hijo, sabia que estaba preocupado, pues el también lo estaba pero aún así debía hacer que este se fuera a descansar.

-De acuerdo pero mañana volveré y entrare a verlo quieran o no – dijo Ryu convencido sacando otra sonrisa del mayor.

-Claro que lo veras, ahora vete a descansar mañana nos vemos – se despidió el doctor del rubio que solo asintió para irse, una vez el doctor perdió de vista al menor se paro de donde estaba y se dirigió a una de las habitación de urgencias, una vez dentro de esta se encontró con un castaño dormido en una camilla conectado a una maquina de respiración artificial que poco a poco recuperaba el color que había perdido debido a la falta de sangre – todo estará bien pequeño, tu futuro ahora mismo es incierto,  pero, pase lo que pase daré lo mejor para verte bien, te quiero como a un hijo al igual que a Ryu y no quiero perderlos – dijo mientras acariciaba los cabellos de Tsuna, para después dirigirse a una carpeta en la cual se encontraban las fichas del menor y los últimos exámenes – Según esto es imposible que  llegues a la mayoría de edad, pero no lo acepto, eres fuerte debes poder llegar con ayuda de los medicamentos, algo debe ayudarnos y si no se puede nuestra única opción es la operación pero, los riesgos son altos, no quiero hacer algo que no quieras Natsu, sea lo que sea deberás decidirlo tu, por ahora daré lo mejor de mi para mantenerte estable – pensó dejando la carpeta de lado y retirándose de la habitación.  

Mientras que en Namimori Natsu ya se encontraba en la casa de su madre un tanto nervioso por las contantes preguntas de su tutor le cual parecía querer despedazarlo con la mirada.

-¿Entonces Dame-Tsuna? – volvió a preguntas haciendo suspirar al menor.

-Ya te lo dije Reborn, tampoco se que paso cuando abrí los ojos me encontraba en otro lugar diferente, no entendía muy bien que pasaba incluso creí que podría haber quedado en otra época pero luego descubrí que solo estaba en una cuidad vecina de Namimori por ello solo me vine a la casa – dijo un tanto nervioso y cansado desde que llego Reborn le había estado preguntando cosas.

Por otro lado Reborn sentía que pese a que este no mentía del todo, ocultaba información ¿Qué información? Ni idea, solo sabia que nuevamente sus instintos se alertaban, algo había cambiado nuevamente y no solo el se había dado cuenta de eso, sino que el guardián de la nube y la niebla también, pues aún recordaba como el primero se había retirado molesto una vez vio al menor y el otro había aparecido de la niebla reclamando saber que estaba pasando, cosa que ninguno le dijo, yéndose molesto por aquello y  porque el castaño había escapado de este.

-De acuerdo Dame-Tsuna lo dejaremos hasta aquí, pero… Algún día sabré que es lo que ocultas y cuando ese día llegue tendrás que dar respuestas a muchas preguntas – dijo pensando lo último.

-¿Pero que Reborn? – pregunto un poco dudoso el menor.

-Tsk, pero nada Dame-Tsuna, vete a  dormir o quieres que te ayude en eso, yo encantado – dijo mientras ensanchaba una retorcida sonrisa y convertía a Leon en un gran martillo.

-Hiiii no, no, puedo dormirme solo – dijo alejándose del Hitman que solo hizo volver a Leon a la normalidad haciendo suspirar al castaño – realmente ustedes se parecen dan miedo y son unos retorcidos – dijo sin darse cuenta que lo había dicho en voz alta provocando que el tutor le mirara entre sorprendido y molesto.

-¿Quiénes se parecen a mi Dame-Tsuna? – pregunto curioso el hitman ganándose otro gritito del menor.

-Hiiii ¿de que hablas Reborn? – dijo muy nervioso tratando de cubrir su error, sin darse cuenta que de esa forma solo alimentaba más la curiosidad del hitman.

-Sabes perfectamente de que hablo Dame-Tsuna, ahora contesta – dijo mientras transformaba a su amigo en una pistola – ¿entonces?

-Me refería a los chicos, ya sabes… a, a  Hibari-san y Mukuro, si a ellos jeje – decía muy nervioso y con las manos en alto, había dicho los primeros nombres que el habían llegado a la cabeza, bueno era mejor decir aquellos que los nombres de su hermano y Ryu, para desgracia de este Reborn no le había creído mucho, no era tonto y sabia que este mentía, más decidió no hacer más comentarios.

-Hmp no me compares con esos idiotas yo soy mucho mejor que ellos – dijo el hitman saliendo de la habitación con la mirada oculta bajo su fedora – Se parecen a mi, dan miedo y son retorcidos… ¿Quiénes serán? Tsk ¿Qué tanto ocultas Dame-Tsuna?... aparte me has dicho retorcido ya veras no creas que se me olvidara… Se parecen a mi – volvió a repetir mientras caminaba y por unos segundo la efímera imagen de un rubio ojos azules que había visto hace algún tiempo llego a su cabeza – ese chico… es amigo de Tsuna, me había olvidado de el ciertamente pese a que no lo conocía el parecía conocerme a mi y era fuerte, bastante fuerte – pensó recordando aquel día llegando otra imagen a su cabeza pero en esta se mostraba a su alumno estampando contra la pared al tipo que había intentado atacarlos – imposible el hablaba de otras personas no del mismo, aparte Tsuna no da miedo, aunque debo reconocer que me sorprendió bastante verlo así, nunca se había comportado de aquella forma… Tsk no entiendo porque el mocoso rubio y Dame-Tsuna se me vienen a la cabeza – termino de pensar mirando nuevamente la puerta de la habitación de su estudiantes – ¿Cómo era que se llamaba aquel chico?... mmm Ryu si Ryusuke así le nombro Dame-Tsuna, es un chico interesante, le tendré que preguntar a Dame-Tsuna por él – susurro ahora mientras bajaba a la cocina de la casa.       

Así un nuevo día llego, y en un hospital un castaño despertaba luego de un largo sueño, este miro el lugar en donde se encontraba y no tardo en darse cuenta donde estaba y que había pasado, por lo que solo suspiro pues también sabia lo que venia ahora, con cuidado se levanto hasta quedar sentado en la cama se saco el respirador artificial pues ya no estaba ahogado podía respirar por si mismo, miro durante unos momentos el lugar y no tardo en sentir que alguien se acercaba y abría su puerta, más no se preocupo sabia quien era.

-Veo que ya has despertado ¿Cómo te sientes? – dijo una voz conocida para el a tan solo unos metros.

-Si, estoy bien, podría estar peor…creo – dijo mirando como el doctor se acercaba a él, este se veía molesto y no lo culpaba pues sabia, este había confiado en el y lo había dejado irse y ahora él volvió por poco muriéndose, si definitivamente debía de estar muy enojado – Yo… yo lo siento mucho – dijo rápidamente cerrando sus ojos y bajando la cabeza – más no recibió reprimenda ninguna solo unos cálidos brazos rodearle – Akira-sensei

-Pequeño me preocupaste mucho, realmente eres un dolor de cabeza – dijo acariciando la cabeza del menor quien volvió a bajar la mirada.

-Yo lo siento mucho – volvió a disculparse con el doctor.

-Por supuesto que debes sentirlo, no tan solo me preocupaste a mi a Ryu también, el pobre estaba llorando Natsu – dijo viendo como la culpabilidad se reflejaba en los ojos del menos – vamos ya no te preocupes, todo va a estar bien – le dijo y Tsuna pese a saber que las cosas no serian así asintió – ¿sabes lo que pasara ahora cierto?

-Tendré que internarme de forma indefinida en el hospital ¿cierto? – dijo y Akira asintió

-Ya no puedes hacer nada para evitarlo, en unos minutos más vendrán a buscarte para llevarte  a una habitación individual, pues esta es una de urgencias – dijo y vio la tristeza del menor – se que no es algo que quieres pero no podemos hacer nada.

-Lo se, Akira- sensei… - llamo y este le miro dándole a entender que le escuchaba – me gustaría estar en una habitación un poco alejada de las demás y que usted me atendiera por favor, no me gustaría ser atendido por otra persona – dijo un  tanto nervioso pues no sabia la reacción que podría tener este – se que a lo mejor pido mucho pero yo...

- Tranquilo peque – dijo mientras acariciaba su cabello – no se por que quieres una habitación separada pero veré lo que puedo hacer respecto a eso y por lo otro no te preocupes que seré yo quien te atienda lo he hecho siempre y no quiero dejar de hacerlo – le dijo regalándole una sonrisa de esas que solo le daba al castaño o  al rubio.

-Gracias Akira-sensei – agradeció el castaño regalándole también una sonrisa.

-Bien me voy solo venia ver como estabas, así que ahora iré  a ver lo de la habitación, nos vemos – le dijo mientras se encaminaba a la puerta de salida pero una pregunta del castaño lo detuvo

-¿No va preguntar nada Akira-sensei? – pregunto un poco dudoso Tsuna.

-Ya le pregunte a Ryu y el no dijo nada, por lo que se contigo será igual, así que no preguntare nada, esperare que ustedes quieran confiarme su secreto – le dijo sorprendiendo un poco al castaño – no te sorprendas sabes que los conozco y se que me ocultan algo, que espero algún día compartan conmigo.

-Ya veo jeje gracias Akira-sensei, enserio muchas gracias – agradeció el castaño viendo como el mayor se iba dejándole solo, por lo que no tardo en volver a acostarse en espera de que volvieran por el.   

Pasaron cerca de unos diez minutos cuando sintió que la puerta volvía a abrirse entrando por esta nuevamente el doctor pero esta vez acompañado por dos enfermeras las cuales le ayudaron tanto a él como al doctor a cambiarlo de habitación, la cual tal y como había pedido el menor se encontraba un poco alejada a la de los demás pacientes, pero aún así cerca del lugar en donde mayormente laboraba el doctor Akira por si algo sucedía, esta estaba en el tercer piso, algo conveniente para el menor, esta era de un color celeste muy claro, con el piso blanco en cerámica, tenia una cama con los implementos necesarios, una pequeña mesita al lado de la cama, la cual tenia un pequeño florero con flores color blancas, aparte había otros muebles y lo que más llamaba la atención del menor, la ventana que daba de vista el infinito cielo que estaba sobre ellos.

-Tiene una bonita vista – comento el doctor una vez el menor ya estaba acostado y las enfermeras ya se habían ido.

-Si, es muy bonito – concordó el menor sin dejar de ver el cielo – el gran cielo que todo lo cubre, el cual ve nacer el sol por las mañanas, el cual es cubierto por la misteriosa niebla y acompañado por la distante nube, el que es protegido por la tormenta quien es ayudada por la lluvia y el rayo, siendo el primero quien limpia la maldad y lo sucio y el segundo su defensa, el cielo siempre los cuida y los observa de la misma forma el que ellos sus guardianes lo hacen con su cielo, su único cielo, porque solo hay un cielo no dos…  – murmuro luego mostrando una melancólica sonrisa, llamando la atención del doctor quien había escuchado todo, encontrándose muy extrañado por escuchar tales frases del muchacho, pues recordaba haber escuchado frases similares por no decir iguales un cierto mundo que era imposible el menor conociera.

-¿A que te refieres Natsu? – pregunto sin poder parar la sorpresa y la curiosidad que le provocaba lo dicho, más el menor seguía mirando le cielo con tristeza la cual el doctor supe ver.

-Nee doctor ¿usted cree que puedan existir dos cielos? – pregunto el castaño sin dejar de mirar hacia la ventana, quedando en silencio el lugar en unos minutos, pues el doctor no sabia bien que responder, al final tan solo decidió decir lo que el creía, por lo que caminando hasta la ventana para mirar el mismo paisaje del menor hablo.

-No entiendo muy bien a que te refieres pero yo creo que siempre ha existido un solo cielo, un solo cielo que pese a ser uno puede dividirse en dos – dijo volteando a ver al menor quien le veía sin entender muy bien, por lo que decidió  seguir hablando – hay un cielo, pero este a la vez puede ser un cielo de día o un cielo de noche, el cual sin importar cual sea siempre estará con sus guardianes como tu dices, pues sin importar cual sea seguirá siendo su cielo, creo que el cielo puede ser como los gemelos, son diferentes y a la vez iguales, ambos pueden complementarse y sin importar que se es cierto ellos son uno.

-Todo eso es bastante raro, pero no creo que responda a mi pregunta – dijo Tsuna dejando de mirar por la ventana.

-Si lo es y  supongo que la respuesta seria, mmm que no pueden existir dos cielos por separados, pero si dos cielos juntos, que se complementen y apoyen entre si… creo, pero bueno será mejor que descanses pronto te traerán tu desayuno y los medicamentos que debes tomarte – dijo mientras avanzaba hacia la puerta de la habitación.

-Si pero antes de que se valla ¿ha visto a Ryu? – pregunto mostrándose un poco preocupado por su amigo.

-No lo siento pero desde que se fue ayer no le e visto – dijo y al ver como el menor bajaba la mirada decidió animarlo – pero no te preocupes de seguro y pronto viene a visitarte – dijo y el castaño solo asintió para después acostarse en su nueva cama, mientras el doctor se iba un poco preocupado por este.

Así paso la mañana y gran parte de la tarde, donde en ningún momento Ryu apareció, provocando tristeza en el castaño quien creía su amigo estaba lo suficientemente enojado y dolido con él como para querer volverlo a ver, y eso le dolía bastante Ryu era su familia, tenían muchos años juntos y no quería perderlo, sabia era egoísta pero era lo que deseaba, deseaba estar con Ryu en esos momentos, la única persona que podía estar con el y la única  persona que el quería estuviera a su lado.   

Más siguieron pasando los minutos y Ryu no aparecía haciendo que Tsuna perdiera las esperanzas de volver a verlo, por lo que cuando sintió la puerta abrirse no voltio a mirar en espera de escuchar la voz del doctor, más al no escuchar nada y al prestar atención, se dio cuenta de quien era la persona que realmente estaba ahí, por lo que lo más rápido que su cuerpo lo permitía se levanto y voltio a mirar, encontrándose frente a el a un rubio muy conocido para el con vasos y envases  de distintos sabores de helado en sus manos, junto a algunas bolsas.

-Espero no hayas olvidado que tenemos una promesa que cumplir Tsu – dijo con una gran sonrisa mostrando todo el helado que traía, dejando en shock al castaño – quise venir antes pero no sabia que sabores preferirías tomar y no tenia el suficiente dinero para comprarlos todos, así que tuve que hacer unos trabajitos para conseguir el dinero que me faltaba y bueno luego tuve que convencer a la heladería que me vendiera los sabores que usaban para su negocio, me costo mucho convencerlos pues decían que luego les faltaría, al final tuve que hacer de mesero para que me los vendieran, que suerte que justo uno de estos tuvo un pequeño accidente y no pudo seguir trabajando – decía sin dejar la sonrisa y acomodando todo el helado, las galletas y los vasos en una mesa, sin ver que al castaño le corrían las lagrimas por su rostro.

-Ryu yo… snif  yo… lo snif siento mucho por favor perdóname – dijo con la voz rota, pues lloraba sin poder evitar la fuga de todas aquellas lagrimas que inundaban sus ojos – Yo… yo... – más no pudo seguir pues unos fuertes y cálidos brazos lo rodearon.

-Shhh tranquilo Tsu, todo esta bien, no has hecho nada malo así que no te disculpes, yo no tengo nada que perdonarte – le  decía mientras le abrazaba y sin poder evitarlo el también lloraba haciendo más fuerte el abrazo – recuerda que siempre estaré a tu lado te apoyare y seguiré tus pasos, me duele tu decisión e incluso no la apruebo pero aún así estaré a tu lado te apoyare y ayudare en todo lo que pueda – termino de decir sin soltar aquel abrazo que tanto reconfortaba al castaño, quien poco a poco fue calmando su pesar, dejando así de llorar.

-Gracias Ryu, tenia tanto miedo de que no quisieras volver a verme – decía aferrándose aún más al cuerpo contrario.

-Tonto eso nunca pasara, así que tranquilo – reconforto el rubio ojos azules – ven vamos a tomar helado antes de que se derrita y mira que hay mucho y no puede quedar nada – decía soltándose un poco del abrazo para mirar al castaño con una gran sonrisa la cual fue correspondida por el castaño.

-Jeje así veo, pero no se si pueda comer helado, Akira-sensei puede enojarse – dijo un poco dudoso, pero con muchas ganas de tomar aquel helado que su amigo había traído.

-Naaa no te preocupes por Akira-sensei, es solo helado con galletas – dijo quitándole importancia – más ya investigue y no te preocupes un poco de helado no te hará nada – dijo ahora mostrándose un poco más serio.

-Pues si es así empezamos – dijo el menor mientras miraba más el helado, viendo por cual empezar luego recordó cierta frase que antes había dicho su amigo y sonrió con diversión – y ¿Cómo  esta el pobre mesero? – dijo sin ocultar una sonrisa la cual pese que para algunos podía ser amable y hermosa para quienes lo conocían de verdad sabían era una llene de malicia y diversión nada sana.

-JA, bastante bien para mi gusto, el muy estúpido, presumido y señorito popular quiso meterse en mi camino y no venderme helado, ahí están las consecuencia, una pierna rota y eso que le dije que las escaleras  podían ser peligrosas – respondió con una gran sonrisa la cual ocultaba mucha malicia de al cual Tsuna se dio cuenta por lo que rio divertido.

-Eres todo un caso – le dijo comenzado a tomar helado tranquilamente – pero no crees que hubiese sido mejor romperle la cara de esa forma no le quedaría nada de presumido ni popular y en el mejor de los casos las neuronas despiertan y deja de ser un estúpido – le dijo pensando seriamente en aquello.

-Si también lo pensé pero no había mucho tiempo así que solo me conforme con eso – dijo levantándose de hombros el Rubio para seguir tomando su helado en compañía de su amigo, pasando así un agradable momento con conversaciones triviales evitando toda conversación referente al futuro, pasando así una muy divertida tarde, hasta que llego la noche momento en que Ryu se tenia que ir.  

-Bueno tengo que irme pero mañana te visitare, ah y hablare con el colegio para ver al posibilidad de que sigas estudiando desde aquí, de seguro aceptan después de todo eres uno de sus mejores estudiantes si no es que el mejor, claro después de mi – dijo lo último con una sonrisa burlesca.

-Eres un pesado Ryu y por lo que recuerdo tu estas segundo y yo primero – dijo haciendo un pequeño puchero, algo que solo Ryu podía ver, pues era la única persona que conocía en su totalidad al castaño, la única persona en la cual el castaño confiaba al cien por ciento.

-No por mucho tiempo – respondió este recibiendo un almohadazo de parte de su amigo – Oye no hagas eso – le reclamo y este solo miro hacia otro lado - ¡ah! Antes de que se me olvide toma – dijo entregándole los guantes y su celular – me quede con ellos para que sensei no los viera – le dijo mientras el castaño los tomaba.

-Gracias pero creo que lo mejor será que tu te quedes con los guantes – le dijo devolviéndoselos mientras guardaba entre sus ropas el celular.

-Estas seguro, esto es algo muy importante – dijo un poco inseguro el rubio.

-Claro, y por ellos te los dejo a ti estarán bien en tus manos – le dijo borrando cualquier inseguridad de su amigo quien asintió guardándolos nuevamente.

-De acuerdo los cuidare con mi vida – dijo haciendo sonreír al castaño – bueno ya es hora de que me valla, cuídate y mañana nos vemos – le dijo mientras depositaba un beso en la frente del castaño.

-También cuídate, te estaré esperando – le contesto el castaño siendo este quien ahora besaba la frente del rubio, quien luego de recibir su beso se marcho, dejando nuevamente al menor solo, por lo que este solo se recostó sacando su celular – Los días serán muy largos, supongo que esto puede ser un pasatiempo o tan solo una cuenta regresiva hacia el final – dijo suspirando mientras comenzaba a escribir en este.

Día uno

Hoy es mi primer día en este hospital, si hoy es mi primer día internado, de quizá cuantos más, ya no hay manera de salir, se que la próxima vez que salga de aquí no será vivo, pero no me puedo quejar así lo he escogido yo mismo y no me arrepiento, pues aquellos están bien y ellos lo estarán también, aparte hoy no ha sido un mal día Ryu a estado conmigo toda la tarde, tomamos helado y conversamos mucho, eso me hizo feliz, no se como serán los próximos días, pero no importa como sean mientras pueda ver aunque sea por unos minutos a mi amigo y que pueda saber que tanto “él” como los demás chicos están bien, todo estará bien para mi…

Día cinco

Hoy a sido un día bastante aburrido, Ryu no a podido venir por culpa del trabajo y los exámenes que están por venir e estudiado pero aún así me e aburrido mucho, extraño muchos esos días en los que paseaba con Ryu y peleábamos en los callejones, bueno en si extraño muchas cosas pero esas es una de la principales…

Día diez

Hoy e tenido mi primera descompensación desde que me internaron, no fue nada agradable como siempre que me han dado, no voy a negar que me asuste especialmente porque justo en ese momento estaba solo, más Akira-sensei me dijo que tenia que acostumbrarme los ataques ahora iban a ser más seguidos que antes…

Día quince

Hoy después de tantos días por fin he tenido noticias de “él” y no puedo decir que me agradan noveno le ha dicho que tiene que hacer la ceremonia de sucesión y convertirse en el Decimo Vongola, el no quiere y ha pedido mi consejo más solo e podido decirle que escuche su corazón, él es el único que puede escoger, solo le pido se cuide y no confié en quien no debe confiar, pues se puede equivocar y luego lamentar, espero escuche mi consejo y el Reborn seguramente el también le dirá algo, no de la mejor forma pero se lo dirá, jeje nunca me lo había preguntado antes pero, ¿Qué consejos me hubiera dado a mi Reborn? Buen de todas forma ya no importa es muy tarde…  

Días veinte

Otra vez mi despertar fue por un ataque ya he perdido la cuenta de cuantos he tenido desde que ingrese al hospital, lo único que se es que han sido tantos que ya se han hecho una costumbre una horrible costumbre acompañada de un fuerte dolor que cada noche es peor, me he dado cuenta de que no me gusta estar solo durante las pacificas noches, pese a que siempre me han gustado los lugares pacíficos, y tranquilos, las noches en esta habitación también son frías y solitarias …

Día veinticinco

Akira-sensei y Ryu están preocupados e bajado bastante de peso y tengo principio de anemia aún pese a las constantes transfusiones que me han realizado, yo ya no se si estoy preocupado o no, después de todo se que mi fin esta cerca, pronto será mi cumpleaños dieciséis y con el mi próxima muerte, ya no hay nada que hacer toda posibilidad de sobrevivencia murió cuando hice mi elección, más no todo puede ser malo he tenidos noticias del, la sucesión no se llevo a cabo debido a una pelea que pudo haber quitado la vida de muchas personas, aún así todo salió bien al parecer, no se los detalles pero, no importan si el y los chicos están bien…

Día cuarenta

Ha pasado tiempo diario mío, no había escrito desde hace unos diez días, pero que se podía hacer el último ataque fue muy fuerte, estaba muy débil, realmente pensé que ni siquiera iba a llegar  a mi cumpleaños, pero por lo que veo no es así pues enhorabuena mañana cumplo dieciséis…

 Así pasaron los largos días antes del cumpleaños del castaño, Tsuna en el hospital en compañía con el doctor y su amigo Ryu, pese a que no sabia mucho sobre su hermano y lo extrañaba mucho igual que a cierta otra persona  sabía estos estaban bien, pues vuestros amigos estaban a su lado, sabia que a veces tenían dificultades pero también sabia que su hermano era fuerte y que podría salir a delante, más aunque el quisiera ayudarlo no podría pues le era imposible salir de aquel lugar, por lo que solo se dedicaba a estudiar de vez en cuando debía dar exámenes y a pasar largos ratos mirando el cielo cuando se encontraba solo, mientras que por las noches escribía en su pequeño diario o lloraba por el dolor, uno que seguramente pronto acabaría ya sea para abrir paso al adiós o a un dolor aún más fuerte. 

Así llego el catorce de octubre, cumpleaños de Tsuna y de Natsu, un día especial para algunos y para otros no tanto al ser recordatorio de una próxima despedida. Tsuna se encontraba durmiendo pacíficamente pues gracias al cielo esta vez no era despertado con un ataque, no esta vez iba a ser despertado de otra forma.

-Cumpleaños Feliz, te deseamos a ti… - fueron los canticos que despertaron al castaño de su sueño, para ver que frente a él se encontraban las dos personas con las que había pasado largos días, cantándole con un pastel en sus manos, con dieciséis velitas, estaba asombrado y mucho, pues no se lo esperaba, pensaba pasar ese día como cualquier otro pero no iba a ser así, por ahora olvidaría todo y disfrutaría con esas dos personas a las cuales tanto quería.

-Estoy muy agradecido, realmente no me lo espera jeje me recuerdan a mamá cuando me despertaba de igual manera para mis cumpleaños… nee dime Natsu como lo estas pasando, espero que bien, jeje me pregunto que cosas se le ocurrirán a Reborn este año, espero no ponga en peligro tu vida – pensaba con una gran sonrisa mientras miraba a las dos personas frente a el terminar el canto – Jeje no me lo esperaba, muchas gracias me han sorprendido – agradeció mientras Ryu acercaba el pastel.

-Vamos pide tu deseo – dijeron al unisonó el rubio y el doctor al castaño quien miraba fijamente las velas.

-Mmm pero siempre que pedía algo esto nunca se cumplía – dijo sin dejar de mirar las velas un poco reticente – para ilusionarse con algo que no pasara – pensó luego.

-Oh vamos no seas así Tsu, vamos pide algo si no quieres ilusionarte pide algo que no esperas, simplemente – dijo un sonriente Ryu sabiendo lo que pensaba el castaño – quizá y esta vez te sorprendes – agrego luego mirando a su amigo quien suspiro.

-Mejor que algo que no espero, algo que sé no pasara – pensó mientras cerraba sus ojos y se acercaba a las velas – Mi deseo, deseo pasar un cumpleaños con todos mis seres queridos, con Natsu, Ryu, Akira-sensei, Reborn, mi amado Hibari y todos los chicos, deseo que en un futuro podamos celebrar juntos sin secretos, sin peleas todos juntos como una familia – pidió y soplo suavemente apagando todas las velas, ese había sido su deseo uno que jamás pasaría, pese a ser su más fuerte deseo.

-Bravo – dijeron los otros dos viendo como el menor les regalaba una péquela sonrisa – ¿Qué deseaste Natsu? – pregunto luego el doctor mientras le pedía el pastel al rubio para partirlo y darle al festejado.

-SE-CRE-TO – dijo Tsuna mientras  recibía su parte la cual comenzó a comer con muchas ganas – esta deliciosa – dijo luego.

-Para ti cualquier pastel o dulce es delicioso Tsu – dijo Ryu mientras también  recibía su parte la cual rápidamente probo – si que esta deliciosa – dijo comiendo aún más rápido.

-Decías Ryusuke – dijo burlesco Tsuna al ver a su amigo devorar el trozo pues sabia que tanto Ryu como el eran adictos a las cosas dulce, algo bastante raro viendo sus personalidades retorcidas.

-Cállate – dijo el otro sin dejar de comer.

-Vamos chicos no peleen – decía con una sonrisa Akira quien también se encontraba comiendo, claro que más tranquilo que los otros dos – que bueno que te haya gustado Natsu – le dijo al castaño quien asintió, luego metió su mano a uno de sus bolsillo sacando una pequeña cajita, la cual miro con una sonrisa melancólica – chicos me gustaría darles algo, no se si les valla a gustar, pero bueno espero no se ofendan, verán cuando estuve casado mi esposa al saberse embarazada de mellizos, quería comprar algo que los dos utilizaran algo parecido pero a la vez diferente, pero no algo común al final compramos dos aros, uno para cada uno, ese iba a ser su primer regalo, pero no todo salió según lo planeado, uno de los mellizos no vivió, por lo que decidimos guardar aquellos aros, pues nos recordaba demasiado al bebe muerto, estos nunca fueron utilizados ni sacados hasta ahora – decía mientras les mostraba la pequeña cajita antes sacada abierta mostrando dos aros plateados en forma de una llama que al medio tenían una piedra preciosa en forma de gota, la primera era de color zafiro que dabas destellos morados e índigos y la segunda anaranjada con destellos rojos y citrinos, saliendo de la parte de atrás del aro una pequeña cadena de no más de tres centímetros que terminaba con otra pequeña piedra de un color ónix, ambos jóvenes estaban impresionados por los aros, pues eran hermosos – a mi me gustaría darles uno a cada uno, ustedes son como hermanos, dos hermosos mellizos a los cuales quiero como si fueran mis hijos y por favor no se confundan no es como si ustedes fueran el reemplazo de aquellos mellizos que perdí, es solo que… - no pudo terminar pues dos dedos cubrían su boca, uno de Tsuna u otro de Ryu.

-Estamos Feliz Akira-Otosan, nosotros también te vemos como un padre así que por favor no nos des explicaciones nosotros entendemos – dijeron en coro con una hermosa sonrisa que fue correspondida por el mayor – aquellos aros son importantes para ti por eso has querido dárnoslo a nosotros que también somos importantes, lo entendemos y somos felices por ellos – dijo Tsuna mientras Ryu asentía.

-Gracias chicos – dijo mientras miraba la caja y sacaba el primero – este es para ti Ryusuke – dijo mientras se lo entregaba, para después sacar el segundo – y este es para ti Natsu… saben de alguna forma siempre he pensado que aquellos aros habían sido creados para ustedes, como si hubiesen sido destinados para ustedes – dijo mirando como ambos jóvenes miraban embelesados los aros.

-Son hermosos – dijeron Ryu y Tsuna al unisonó otra vez haciendo reír al doctor – nee Akira-Otosan porque no nos abre la oreja para ponérnoslo, usted puede ¿cierto? – pregunto esta Ryu muy seguro de eso.

-Claro que puedo pero ¿esta seguros? – Pregunto y ambos jóvenes asintieron seguros – si así es espérenme un momento voy por los implementos – dijo saliendo rápidamente de la habitación Akira estaba feliz, realmente quería a aquellos niños y ahora más que nunca deseaba salvar al castaño sin importar que, ni siquiera el hecho de poder volver a encontrarse con aquello que tanto tiempo atrás había dejado – Debo buscar a Shamal de seguro el me puede ayudar, debo ver cada posibilidad – pensó camino a su oficina el doctor.

Mientras en la habitación tanto el rubio como el castaño conversaban de lo bien que se verían con los aros que les había regalado el doctor hasta que el teléfono del castaño sonó anunciando un nuevo mensaje, que el cual fue revisado rápidamente por el castaño.

-¿De quien es? – pregunto Ryu.

-De Natsu me desea un feliz cumpleaños, y dice que mañana viene a visitarme, nos espera en el parque a medio día y no acepa un no como respuesta – dijo el castaño entre feliz de ver de nuevo a su hermano y complicado y nervioso por el hecho de que el estaba internado y su hermano no  sabia nada.

-¿Qué harás ahora?

-Hace mucho que no lo veo, y quiero ver como esta, así que iré a la cita – dijo seguro de si mismo.

-Este loco, como lo harás estas en el hospital y no puedes salir – dijo el rubio preocupado de las ocurrencias de su amigo.

-Lo se, pero debo  ir a verle, aparte ya es hora de decirle la verdad a Natsu el momento se acerca no puedo ocultarle más esto, o sino luego será peor – dijo triste el castaño haciendo suspirar al rubio sabia su amigo tenia razón, más era peligroso.

-Si es así hablaremos con Akira-Otosan para que nos deje salir unos momentos, pero saldremos solo si lo convencemos sino, no y yo me encargare de hablar con Natsu ¿de acuerdo? – dijo y pregunto a lo que el castaño acepto, pues era lo mejor, no quería ni pensar que pasaría si salía del hospital a escondidas y luego el doctor se enteraba.

Así paso el día,  en donde Akira perforo una oreja a cada siendo esta la izquierda, tanto en la parte de arriba y en la parte de abajo para que así estos pudieran colocarse sus aros algo que no tardo pues lo hicieron sin perder tiempo una vez perforadas sus orejas, quedando la llama abajo y la piedra ónix arriba, luego de ellos y con mucho esfuerza y caras de cachorro lograron que el doctor algo reticente les dejara salir del hospital, pero tan solo una hora, lo cual no desaprovecharon.

Así llego un nuevo día en el cual Natsu se había levantado algo adolorido por las ocurrencias de su tutor el día anterior pero feliz también porque por fin después de tanto tiempo vería a su hermano, el cual había contestado a su mensaje con un “nos veremos” por lo que sin perder tiempo hizo sus cosas bajo la atenta mirada del arcobaleno que desde un tiempo no observaba y no lo dejaba ni a sol ni a sombra, algo que le ponía nervioso y lo molestaba, pues por ello la comunicación con su hermano era casi nula, más esta vez podría escaparse gracias a que sacrificaría al pobre bobino, que ni idea tenia de su inconsciente ayuda, por lo que una vez llego la hora del desayuno hizo sin que nadie se diera cuenta que el bobino derramara todo su desayuno encima del Hitman quien no tardo en transformar a león en una pistola para comenzar a dispararle al joven que salió arrancando mientras el Hitman le seguía, cosa que aprovecho el menor para escapar de su casa rumbo a la cita con su hermano, sin darse cuenta que su plan no había funcionado del todo bien y que dos pares de ojos lo observaban, los primeros eran los de amada madre quien le veía con una pequeña sonrisa y con lagrimas en los ojos desde una de las ventanas del hogar, mientras abrazaba una foto en donde supuestamente salía él de cinco años en brazos de su padre quien tenia sujeta la mano de su madre y los segundo los de un pequeño bebe que desde las distancia le seguía.

-Aún te falta mucho para poder engañarme Dame-Tsuna, ahora descubriré cual es el secreto que tan celosamente guardas – pensó el dueño del segundo par de ojos, mientras ocultaba sus ojos bajo su fedora, sin dejar de seguir al menor quien no se daba cuenta de nada.

-Pronto nos veremos de Nuevo Tsuna-niisan…

CONTINUARA...

Notas finales:

Uuu ¿qué pasara ahora? jeje las cosas se complican mucho no creen, esperemos todo le salga bien a nuestro Tsuna, bueno espero les haya gustado el capitulo, a mi en lo personal me gusto bastante, espero sus opiniones, sugerencias y dudas en los review, los cuales tratare de responder lo prometo, nos vemos cuidense.

SAYONARA...


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