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Camino a la perdición por zandaleesol

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Lucius a primera hora de la mañana se encontraba abrazando a su hijo Draco, finalmente después de tanto tiempo podían estar juntos otra vez, el chico había sido llevado por Kingsley hasta aquel barrio muggle donde se encontraba el pequeño apartamento que ocupaba Lucius. 

-          Papá… pensé que jamás te podría abrazar otra vez… 

-          Yo también lo pensé Draco… pero ya vez por más negro que se vea todo lo último que debemos hacer es perder las esperanzas. 

-          ¡Esperanzas!... papá… no entiendo esa visión tan positiva que tienes de todo esto… mira este lugar… es una pocilga… yo en unos días deberé abandonar la mansión… ¿cómo puedo pensar positivamente? 

-          Draco lo lamento… sé que esto no es tu culpa… sólo estas pagando por mis errores –dijo Lucius con tono de verdadero pesar 

-          Lucius hace dos días el Ministro me llamó a su despacho para hablarme de tu situación… se supone que no debería decirte esto… por lo menos no todavía, pero creo que esta noticia les traerá algo de tranquilidad a los dos –dijo Kingsley 

-          ¿De qué se trata? 

-          El Ministro está pensando en restituirte parte de tu fortuna… no todo porque es imposible… pero una parte de ella para que de esa forma puedas vivir en mejores condiciones entre los muggles. 

-          ¿Y por qué va hacer algo así? 

-          La verdad no lo sé… dijo que tal vez pensando en la amistad que los unió en el pasado… 

-          ¡Amistad!... ¿Cuál amistad?... nunca fuimos amigos… no realmente… lo cierto es que yo jamás fui amigo de nadie… a Fudge sólo lo compraba con generosas donaciones para todas y cada una de las tonterías que se le ocurrían… y él se dejaba comprar. 

-          Lucius… para ser honesto… creo que eso es algo que todos ya sabíamos, pero a mí me pareció que era sincero en su intención de mejorar tu situación. 

-          Eso es ridículo –intervino Draco –fue él quien puso más empeño que nadie para que mi padre fuera condenado  

-          Eso es cierto –terció Lucius  

-          Sí pero con respecto a eso dijo que sólo hacía su trabajo. 

-          ¿Y qué pasará cuando alguien en el Ministerio se entere de que ahora intenta ayudarme? 

-          Bueno el asunto es ese… dijo que nadie podía enterarse. 

-          La verdad me parece muy extraño Kingsley. 

-          A mí también –dijo Draco –que busca con eso… me parece muy sospechoso su interés en ayudar a mi padre 

-          No creo que el motivo sea importante… creo que debes aprovechar la oportunidad Lucius… 

-          Y claro que lo haré… después de todo esa siempre ha sido mi especialidad –dijo Lucius con ironía 

-          Papá deberías pensarlo… ¿y si tras esa ayuda se esconde algún propósito? 

-          ¿Cuál Draco?... no veo que podría ganar Fudge al intentar ayudarme… antes era comprensible… pero ahora soy un marginado que provecho podría obtener él… pero tal vez Kingsley tenga razón puede ser que después de todo si valore en algo nuestra “amistad” del pasado. 

-          Pues a mí no me deja de parecer sospechoso –dijo Draco 

-          Eso no importa hijo… si puedo mejorar nuestra situación lo haré… debo salir adelante no puedo dejarme vencer sobretodo ahora en un momento tan importante en mi vida. 

Draco miró a su padre con extrañeza, le parecía que hablaba con mucha vehemencia de su necesidad de salir adelante, lo comparaba con la actitud resignada que le había visto durante el juicio, el cambio era muy radical, parecía que su padre había recuperado su antiguo orgullo Malfoy. 

-          Me alegro que pienses así Lucius… es importante que no te dejes vencer no sólo por ti sino también por tu hijo. 

Lucius le dio una mirada de preocupación a Kingsley, no sabía si se refería a Draco o hablaba de ese hijo que le daría Harry, él sabía eso, sus dos hijos lo necesitaban, pero Draco ya era un hombre estaba seguro que de alguna manera arreglaría su vida, pero en cuanto a su otro hijo, el bebé que esperaba Harry, ese era quien más necesitaba de él, y era justamente ese bebé quien le había infundido fuerzas y deseos de afrontar cualquier cosa por más difícil que esta resultara.  

Draco sin querer confesarlo del todo se sentía bastante animado de estar con su padre, aunque el sitio no era lo mejor, una verdadera pocilga como lo había denominado a primera vista, lo cierto era que por más lujosa que fuera la mansión no sentía interés por ella, si tenía que vivir sólo pues el lugar no le resultaba agradable, si lo razonaba con más calma debía reconocer que a esas alturas ya le daba un poco igual, aunque conservaba recuerdos más agradables de cuando su madre vivía, pero también había sido allí donde su madre había exhalado su ultimo aliento y eso era un recuerdo muy doloroso. En cierta forma aquella casa lo seguía ligando al mundo mágico del cual él ahora renegaba, quizá había llegado el momento de vivir otra vida junto a su padre lejos del desprecio y la mala voluntad de la comunidad mágica.  

Kingsley no se quedó más tiempo no creía que fuera conveniente toparse con el Ministro, había dicho que personalmente sería quien hablara con Lucius el tema de la restitución de bienes, era probable que llegara de un momento a otro, era mejor que Cornelius Fudge ignorara que la relación entre él y Lucius se había estrechado, quizá al mago no le pareciera bien.  

&&&&&  

Kingsley no se había equivocado antes del mediodía Cornelius Fudge ya se encontraba en presencia de Lucius y Draco aprovechó la presencia del chico para recordarle que en unos días el Ministerio tomaría posesión de la que había sido la casa de la familia Malfoy por varias generaciones. 

-          Lamento mucho la situación por la que estás pasando –dijo Fudge 

-          ¡Lamentarlo! –exclamó Draco sin poder ocultar su molestia –me causa mucha gracia señor Ministro A Fudge sin duda le causó incomodidad esta reacción de Draco. 

-          ¡Draco!... por favor… discúlpelo señor… ha pasado por momentos muy difíciles –dijo Lucius dirigiéndole una mirada de advertencia a su hijo 

-          Lo comprendo… claro que sí… es una reacción muy natural la de su hijo. 

Draco luego de recibir la severa mirada de su padre hizo un gran esfuerzo por controlar la rabia que sentía. 

-          Seré breve Lucius –dijo Fudge luego de darle una mirada al chico –no quiero ser inoportuno… sólo vine para informarle que ya realicé las gestiones necesarias para que le restituyan parte del oro que guarda en Gringott 

-          Parte… - repitió   Lucius –y  de cuanto estaríamos hablando. 

-          Bueno pues es la cuarta parte de todo… lamento que no pueda ser más. 

-          La verdad no creo que me haga falta más… Draco miró a su padre extrañado. 

-          Pienso lo mismo que usted… ya que ahora deberá vivir como muggle… no necesita tanta fastuosidad. 

-          Naturalmente –apoyó Lucius  Draco sintió que se estremecía de ira, consideraba al Ministro un vil y vulgar ladrón, estaba conciente de las acciones de su padre, no era inocente, pero todo lo que poseía la familia Malfoy era heredado además dentro de todos esos bienes estaban los de su madre.  

-          Pues a mi no me parece suficiente –dijo el chico rubio dirigiéndose a Fudge 

-          ¿A no?... 

-          En esos bienes que ustedes han requisados están los bienes de mi madre… 

-          Sí… así es –dijo Fudge tratando de controlar su molestia 

-          No tienen derecho sobre ese oro.  

-          Me parece joven… que usted no está muy bien informado… al morir su madre todo lo que ella poseía pasó a ser propiedad de su padre… y es a él a quien el Ministerio le ha requisado parte de  sus bienes. 

-          Parte… todo… prácticamente nos han robado todo.  

-          ¡Draco ya basta! –le reprendió Lucius –no estamos en posición de reclamar nada… el Ministro a sido muy generoso con nosotros 

Draco miró furioso a su padre, no comprendía donde estaba su orgullo se conformaba con las migajas que le daba Fudge, se sentó en una silla y ahí se quedó en silencio mientras Lucius oía las palabras del Ministro con respecto a los términos en que Kingsley estaría autorizado para hacer en su nombre retiro de dinero de su cámara en Gringott; luego de eso Fudge no se quedó más tiempo, el descontento de Draco le parecía ofensivo, había esperado un poco más de gratitud de parte del chico.   

Cuando el Ministro se marchó, Lucius no pudo evitar reprender a Draco por su forma de actuar frente a Fudge, consideraba que ya eran bastante difíciles las circunstancias para ellos como para que su hijo hiciera ese tipo de berrinches.  

-          Draco te has comportado de una forma infantil y estúpida –dijo Lucius molesto 

-          ¿De verdad?... y qué esperabas… que estuviese feliz con las migajas que ofrece ese idiota  Ministro. 

-          Mira Draco… no estamos en posición de hacernos de regodear… debemos aceptar los que nos ofrezcan… entiéndelo eso es mejor que nada.  

-          No estoy de acuerdo… no quiero limosnas de nadie… y no entiendo donde esta tu orgullo… yo tuve la dignidad suficiente como para no regresar a Hogwarts… 

-          Lo que me parece una soberana estupidez de tu parte Draco. 

-          Tengo dignidad… ahí están mis supuestos amigos… los mismos que me dieron la espalda cuando te llevaron a Azkabán… ahí está ese estúpido Potter… el héroe del mundo mágico… cuanto lo detesto… a él más que a nadie el Señor Tenebroso debió acabar con él…  

-          ¡CÁLLATE! –gritó Lucius furioso – Te prohíbo que vuelvas a hablar de esa manera…  

Draco guardó silencio al instante, pero no por que su padre se lo ordenara sino por el asombro que le causaba la reacción que el hombre había tenido ante sus palabras. 

-          Le debo mi vida a Harry… y te aseguro que si no hubiese derrotado al Señor Tenebroso… tú especialmente estarías viviendo circunstancias peores que el estar sin dinero… 

-          No entiendo de que hablas… y por qué ahora lo llamas por su nombre… si mal no recuerdo siempre fue el mestizo… el mocoso con ínfulas de héroe… que te envió a Azkabán… 

-          El no me envió a Azkabán…  

-          No claro que no… sólo echó a perder los planes de tu amo… consecuencia… una agradable estadía junto a los Dementotes…  

-          Cállate… no quiero recordar eso… 

-          Sí ya veo que lo has olvidado… ¿Desde cuando Potter pasó a ser Harry padre? Lucius miró a su hijo con indecisión pero  el momento de la verdad había llegado. 

-          Desde que me enamoré de él. Draco miró a su padre casi sin comprender el sentido de esas palabras o mejor dicho no queriendo entenderlas.  

-          ¿Has dicho lo que has dicho o es que yo estoy volviendo loco? 

-          Bien… lo repetiré para que lo entiendas… estoy enamorado de Harry… y él también me ama. 

-          ¿Si es una broma pues te digo que no es nada graciosa? 

-          Draco… ¿es que no me conoces?… ¿A caso soy del tipo que le van las bromas? 

-          No puede ser cierto… sin duda que tu segunda estadía en Azkabán te enloqueció y ahora crees que amas a Potter… 

-          Lo amo… fue la razón por la que traicioné al Señor Tenebroso –dijo Lucius de golpe  

-          ¿Qué? 

-          Lo que escuchaste… me enamoré de Harry y por esa razón traicioné al Señor Tenebroso… 

-          ¿Entonces… no lo hiciste por mí?.. fue por él… fue por ese… 

-          No te atrevas Draco… no te permitiré que hables mal de Harry… si quieres insultarme hazlo, pero a él no. 

-          No puedo creerlo… tú… mi padre… enamorado de Potter… 

-          Draco debes comprender… esto no fue algo que yo planeara… sólo sucedió y no pude evitarlo. 

-          Dime la verdad… esa noche en que buscaste al profesor Snape y le dijiste lo del ataque a la escuela… no lo hacías por mí verdad… querías salvar a Potter…  

-          Lo hice por Harry… por ti… por todos nosotros… 

-          Mentira… no te creo… yo nunca te importé… jamás tuviste la intención de salvarme a mí… vamos admítelo de una vez lo hiciste por él… por él sí estuviste dispuesto a arriesgarlo todo… sólo por él. 

-          Sí… así es Draco… esa fue mi intención… y gracias a eso tú estas bien… gracias a eso todos estamos a salvo… ¿realmente importa tanto el motivo?... ¿no es el resultado lo que finalmente cuenta? 

-          No puedo creerlo… y yo que me sentía culpable de que fueras condenado… pensaba que estabas así por mi causa… porque habías querido protegerme de tu amo… ¡soy un estúpido! 

-          Draco debes entender esto… lo hice movido por lo que sentía por Harry, pero igualmente te protegí quizá indirectamente pero lo hice.

-          ¿Protegerme?… ¿de verdad padre?… ¿de qué me protegiste?… de no ser un Mortífago, de no adquirir la marca… eso hubiese sido mil veces mejor que esto… estoy en la miseria por tu causa… lo perdí todo… no tengo ni amigos… porque tú elegiste salvar a Potter…  

-          No tienes idea de lo que te hubiese sucedido si el Señor Tenebroso no hubiese sido derrotado. 

-          Vaya… pues dime… ¿sería un esclavo?... pues me pareció que tú hacías el trabajo con mucho interés… lo disfrutaba bastante. 

-          No digas idioteces Draco… nunca fue fácil ser un esclavo… no después de estar en Azkabán.  

-          Por culpa de Potter… pero eso no te importa. 

-          Nadie me obligó a unirme al Señor Tenebroso… lo hice por mi propio deseo… Harry ni siquiera había nacido cuando eso sucedió. 

-          Harry… pero con que dulzura pronuncias su nombre –dijo Draco con tono irónico 

-          Draco… no espero que lo comprendas aún… pero sé que con el tiempo…  

-          ¡NUNCA!... entiéndelo… nunca voy a aceptar esa estupidez de que amas a Potter… es mas no te creo… seguro que esto lo has hecho para ganártelo… para conseguir su ayuda… siempre te gustó estar del lado de los vencedores… eso es ¿verdad padre?... sí… eso debe ser… 

-          No digas tonterías… amo a Harry… y lo nuestro va completamente en serio. 

-          ¿A que te refieres con eso? 

-          Voy a casarme con él. Draco con esta noticia que jamás hubiese sospechado enmudeció, aquello era más de lo que podía soportar. 

-          Ya veo… así que te casarás… y como diablos pretendes hacer eso… fuiste expulsado… ¿a caso Potter renunciará a su gloria en el mundo mágico para estar a tu lado?  

-          Estoy seguro que lo haría si yo se lo pidiera… pero naturalmente no lo haré…  

-          No te imaginas cuanto me has decepcionado padre… me has traicionado de la peor forma… fuiste tú mismo quien me inculcó este odio contra Potter y ahora que tú lo amas… quieres que simplemente yo olvidé todos lo malos ratos que debí vivir por culpa de él. 

-          Draco… si alguien es culpable por todo lo malo que has vivido… inclusive en este momento ese soy yo… no puedes ser tan injusto culpando a Harry… yo fui el que cometió muchos errores que nos han llevado a esta situación… todo esto sólo es mi responsabilidad. 

-          Ya no me importa… lo que tú pienses no me importa… quédate con Potter y sé feliz ya que lo amas tanto, pero de mí no volverás a saber jamás… a partir de este momento ya no soy tu hijo. 

-          No digas eso Draco –dijo Lucius acercándose al chico que se apartó bruscamente –Eres mi hijo… te amo… lo que siento por Harry jamás hará que deje de quererte 

-          No se trata de eso… no me importa si me amas o no… ya lo dije a partir de este momento ya no eres mi padre. 

Tras estas duras palabras el chico se marchó, dejando a Lucius sumido en la más absoluta tristeza, nunca imaginó que sería condenado de esa manera por amar a Harry, amar era su pecado, en el pasado había hecho mucho daño a mucha gente, y sin embargo su hijo jamás le había reclamado por eso. Aunque había esperado esta reacción de Draco, jamás imaginó que seria tan dura, esperaba que el chico recapacitara y regresara, a pesar del gran dolor que sentía por la incomprensión de Draco creía que lo mejor había sido contarle la verdad, aunque otra verdad aún más importante se la había callado, no imaginaba como tomaría Draco la noticia de que Harry esperaba un hijo de él, si el sólo sabe que se amaban le había puesto de esa forma no quería pensar que sucedería cuando supiera lo del bebé.  

Con el enojo y alejamiento de su hijo sentía que su situación se  volvía más difícil, ya se sentía bastante solo, en este momento extrañaba más que nunca a Harry, añoraba al chico de ojos esmeraldas, deseaba escuchar sus dulces palabras que ayudaban y hacían más soportable su situación. Volvió a pesar en Draco, le preocupaba lo que haría el chico ahora, debía abandonar la mansión en unos días tal como había dicho Fudge, a donde iría, quizá ahora estando solo pensara en la posibilidad de regresar a Hogwarts, si hacía eso él se sentiría más tranquilo, pero era poco probable que lo hiciera, en el colegio estaba Harry, seguramente lo que menos deseaba era ver al chico ahora que conocía la verdad, él acababa de darle un motivo más para que lo odiara, se sentía completamente inútil, no podía hacer nada, sólo le quedaba esperar hasta que Kingsley viniera a verlo y le facilitara el poder verse con Harry, aunque no deseaba ocultarle nada no estaba seguro si en su estado era conveniente que tuviera preocupaciones, al saber la reacción de Draco seguramente se entristecería.  

Draco se apareció en la mansión completamente furioso, el saber a su padre enamorado de Potter había sido el colmo para él, ya las cosas no podían ser peores, arruinado, sin amigos, y ahora traicionado por su propio padre, se encerró en su habitación a llorar, estaba completamente desconsolado, había soportado muchas cosas pero ya no tenía fuerza para fingir que nada le afectaba, se sabía totalmente solo, antes de saber la verdad no le había importado su situación confiaba estar cerca de su padre le daba fuerzas para sobreponerse, pero para Lucius él ya no era lo más importante ahora su padre amaba al “niño dorado de Dumbledore”,  seguramente el ego de Potter que de por si ya era bastante crecido estaría ahora por las nubes, después de derrotar al Señor Tenebroso y conseguir que su padre, el Mortífago más fiel, traicionara a su señor por amor a él. Parecía que Potter siempre conseguía hasta las cosas más imposibles.        


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