El frio se acrecentaba en el hogar de un castaño de ojos verdes y su futuro esposo un azabache de fervientes ojos avellana que profesaban su amor en cualquier lugar que se los permitiera o al menos esa era la intención del azabache.
-Ritsu, ¿por qué sigues molesto? – replicaba un azabache desde el exterior de una habitación del palacio a su prometido que se reusaba dormir con él.
-¡y todavía preguntas porque, tú le prometiste a misaki que iríamos a su boda la cual es en dos días, dos días Masamune y te niegas a que lo vaya a visitar – reclamaba desde su cama ignorando a su pareja quien suplicante le pedía poder entrar a la habitación aunque debido al carácter del menor no habían podido dormir juntos ni una sola vez desde ya 3 meses atrás.
-Ritsu, comprende por favor mi padre dará la fiesta de invierno y es mi responsabilidad estar presente - el castaño sabía que tenía razón su prometido pero, hace mucho no veía a su hermano y debido a que el camino a su reino de origen estaba en reconstrucción la correspondencia era demasiado lenta a pesar de estar a dos días de camino a pie a causa del mal camino, a un día en carrosa por las dificultades que provocaba el carruaje y a tres horas a caballo al permitir mayor dinamismo en el recorrido del lugar.
-ya lo sé pero es mucho pedir que me dejes ir a mí, comprende es mi hermano quiero poder estar con él ¿Qué dices si nos vamos después de la fiesta? – cuestiono el castaño con la esperanza de que su azabache dijera que sí.
-buenas noches Ritsu, mañana hablaremos sobre esto- respondió el mayor alejándose de la puerta y ocupando la habitación continua a donde su querido castaño se encontraba.
Una noche tortuosa para ambos, amándose y distanciados por el capricho y el orgullo de ambos.
“si Masamune no quiere ir me iré yo solo, mañana apenas me libre de los guardias puedo ir solo no necesito a ningún mandón que me cuida”- fueron los pensamientos del castaño antes de caer en un sueño molesto de no poder estar en brazos de su prometido.
La mañana llego, el castaño como lo tenía previsto salió de su habitación con rumbo a las caballerizas, en el recorrido por el palacio rumbo a su destino se podía ver como la decoración cubría todo el palacio, farolas de colores, los arboles cubiertos por castañas y colores que llenaba de alegría el patio principal del palacio. El salón principal relucía con precisas decoraciones doradas creando un increíble ambiente ajeno a todo lo existente, un remordimiento acogió su corazón al pensar que dejaría solo a su prometido, sin embargo deseaba ir con su hermano y su familia cuido tantos años a misaki como para perderse esa momento tan importante sin mencionar deseaba ver a su madre tantos años creyéndola muerta y ahora estaba tan cerca y lejos a la vez.
-majestad ponemos ayudarlo – preguntaron dos empleados que llevaban un cisne de hielo al interior del castillo poniendo nerviosos al castaño.
-no muchas gracias – dijo con una sonrisa intentando disimular su nerviosismo.
-entonces si nos disculpa nos retiramos, por favor felicite al príncipe por nosotros él es muy querido entre los empleados- dijeron con una sonrisa mientras salían de la presencia del castaño quien no comprendía porque la felicitación, tal vez por el matrimonio, por el festival o por cual cualquier motivo que no conocía después de todo él era recién llegado en el palacio.
-claro yo se lo diré – dijo apresurándose a retomar su camino, una vez llego a las caballerizas saco caballo que masamune le regalo recién llego para que montara al ser muy dócil era el indicado para su mayor tesoro. Recordar eso le cuso más remordimiento al castaño pero estaba dispuesto a ausentarse después de todo al día siguiente su hermano se casaría y no pensaba perderse ese evento.
Tomo el caballo lo ensillo y salió a todo a todo galope del palacio mientras un azabache desde el balcón de su recamara observaba como su castaño se alejaba en ese día tan especial.
-después de todo es imposible controlarte ¿verdad? – dijo el azabache entrando de regreso a la habitación mientras el sastre terminaba los últimos detalles de su traje para el baile.
-sin duda lucirá esplendido majestad y junto al joven Ritsu a su lado será una gran noche festejando su compromiso y su cumpleaños – dijo el sastre mientras terminaba de colocar el ultimo botón.
-sí, gracias puedes retirarte –dio la orden el azabache con una melancólica mirada “si escucharas al menos sabrías que hoy te necesitaba a mi lado” – pensó mientras se quitaba su traje para ir a revisar los últimos detalles del baile.
A quilómetros de distancia casi a la 10 de la mañana el castaño odia ver claramente el castillo donde ahora residía su hermano y su madre, entrando por la puerta principal y recibida por el viejo mayordomo que lo recibió feliz y dejo entrar con gran dicha hasta la habitación de su hermano.
-¡!!misaki!! –grito el castaño al abrir la puerta encontrando a su madre arreglando el traje blanco de su hermano quien al verlo corrió a abrazarlo alegremente y su madre lo recibió con la misma dicha.
-ritsu-ni que gusto verte en verdad ansiaba que llegaras aunque no esperaba tan pronto – dijo el menor separándose del abrazo para que madre lo besara en la frente
-hijo que haces aquí tan temprano y ¿porque no está Masamune contigo? –dijo su madre acariciando su cabello mientras los tres se sentaban mientras misaki se cambiaba de ropa.
-masamune el mmm llegara mañana para la ceremonia – dijo inventando lo primero que se le ocurrió.
-¿Qué ceremonia? – dijo misaki saliendo con algo más sencillo y claramente floja ya que si no lo supieran parecería que estaba un poco gordo del abdomen.
-¿Cómo que, que ceremonia? No es claro que la de tu boda – respondió el mayor.
-pero usagi-san cambio la fecha de la boca será la próxima semana dijo que no podía ser mañana porque masamune y tu debían estar aquí y si se celebraba mañana no podría ser así – dijo su hermano menor dejando un poco confundido al mayor quien se sentía peor al saber que dejo sin motivo a su futuro esposo y no sabía cómo disculparse.
-pero ya que estas aquí vamos a dar un paseo, tienes que ver el lago está congelado y Suzuki-san está dormido desde hace mucho podemos ir a verlo así no te asustara –decía el castaño menor con gran entusiasmo y su hermano al verlo así no pudo negarle nada.
Desde la mañana hasta la tarde un día muy alegre, la nieve cubría no solo el lago sino todo el castillo y el reino, cuando el atardecer se mostró en el cielo y el reloj marcaba las seis de la tarde los castaños junto con su madre regresaban al palacio para cenar juntos, Ritsu regresaría en la mañana y disculparse por el gran alboroto que armo debía admitir que en verdad se comportó como un niño y lo sabía tenía que disculparse de alguna manera.
-buenas tardes – dijo un peliplata entrando por la puerta principal, sorprendiéndose de ver a los hermanos juntos.
-Ritsu, que gusto tenerte de visita ¿masamune vino contigo? – pregunto sentándose a la mesa junto a su futuro esposo.
-no, él se quedó al parecer el festival de invierno era muy importante – dijo el castaño un poco avergonzado por haber escapado del azabache,
-¿el festival? Bueno originalmente se hacía en el solsticio de invierno pero cuando masamune nació su padre cambio la fecha para que fuera el mismo de su cumpleaños – en ese momento el castaño sintió un gran remordimiento y tristeza al haber dejado a él hombre que tanto le ha dado y el sin ninguna consideración.
-¿hoy es el cumpleaños de masamune? – pregunto un poco avergonzado el joven al no conocer esa fecha tan importante con anterioridad.
- sí, fue por eso que cambiamos la fecha de la boda para que ustedes pudieran asiastir despues de todo su padre se niega a cambiar la fecha y bueno las responsabilidades de un príncipe deben de cumplirse, le informamos al padre de Masamune pero supongo no se los dijo – dijo el peliplata al ver la cara de preocupación del menor.
-discúlpenme pero debo irme –dijo el castaño saliendo del castillo a toda prisa en busca de su caballo para regresar al lado del azabache.
“que idiota, como es que no me dijo algo tan importante con anterioridad” – pensaba el castaño mientras aceleraba al caballo para llegar cuanto antes al palacio. En el camino una serpiente asusto al caballo haciendo caer al castaño quien solo sufrió la caída ya que el caballo mato a la serpiente al aplastarla con sus patas, monto el caballo y emprendió el viaje de regreso. –soy Ritsu – grito a los guardias de la puerta para que abrieran.
-buenas noches queridos invitados – decía el rey frente a las personas presentes en el salón del baile mientras detrás de la puerta que da paso al palacio se encontraba un desanimado azabache quien debería inventar una excusa para la ausencia del castaño.
-hoy no solo se conmemora el fin de las estaciones, y la espera por la nueva primavera, un periodo en el que el frio nos une aún más a las personas que amamos, hoy también es el cumpleaños de mi hijo y heredero al trono, pero – el azache sabía que su padre anunciaría su compromiso, solo esperaba con una triste mirada a que las puertas se abrieran para anunciar que su prometido estaba indispuesto. –hoy en esta noche tan especial, la misma noche en que mi hijo nació se compromete en matrimonio con la promesa de una alianza con nuestros vecinos y al ser un milagro andante nos asegura el nacimiento de un heredero y de mi futuro nieto – el azabache suspiro profundo en espera de que las puertas se abrieran – les presento a su futuro rey y a su futuro esposo – en ese momento las puertas se abrieron y el azabache sin desviar la vista del frente entro al salón recibido por una ola de aplausos.
-hijos por favor suban a mi lado - dijo el hombre indicando se acercara al trono junto a él.
-¿hijos? – dijo el azabache para sí mismo.
-claro, vamos masamune no debemos hacer esperar a tu padre – dijo el castaño intentando regular su respiración sosteniéndose del brazo del azabache al cual le robo una sonrisa de alegría y felicidad pura.
-te amo – dijo el azabache mientras el castaño pasaba un trago de saliva intentando recuperar su aliento y refrescar su garganta.
-lo sé – dijo el menor, sonrojándose un poco y terminando de abrochar uno de los botones del cuello de su saco blanco el cual las ayudantes del sastre pusieron en tiempo record al menor junto con un lujoso traje de color platinado. –disculpa por irme hoy y dejarte yo no sabía que era tu cumpleaños – dijo el menor avergonzado.
- estas aquí ahora eso es lo que importa – respondió con una sonrisa el mayor.
Una velada tranquila y llena de recuerdos que ambos atesorarían, el azabache observaba como el menor bailaba acompañado de los niños presentes en el lugar y solo podía imaginar el cómo se vería pronto con un niño propio a quien al igual que a su castaño le daría todo el amor que le fuera posible.
Una hora antes de media noche el castaño junto al azabache abandonaron el salón dirigiéndose esta vez después de tres meses a su habitación la cual compartirían a partir de esa noche.
Al abrir la puerta de la habitación la luz de la luna ilumino la cama que los acogería esa noche siendo el lugar en el que no solo se entregarían al amor sino que concebirían a su futuro heredero, el azabache guio hasta la cama al nervioso castaño que le era nueva la situación en la que se encontraba a pesar de saber de qué se trataba y lo que pasaría a pesar de ese nerviosismo ambos ansiaban llegar.
-te amo – dijo el azabache antes de recostar al ojiverde en la cama y observarle fijamente guardando cada momento y cada expresión del menor en ese momento comenzó a besarle tiernamente, primero besos ligeros en los que solo unían sus labios el castaño respondió a la acción del mayor rodeando su cuello con sus manos y correspondiendo sus besos, los cuales poco apoco fueron cobrando intensidad. Sus lengua creaban danza de amor y pasión dentro de sus bocas, sus lenguas y sus pieles se apegaban más cada vez, la temperatura de sus cuerpo se intensificaba produciendo que esa sesión de besos que al principio eran solo muestra de amor se transformaran en una adicción imposible de detener y necesaria para ambos.
Poco a poco se fuimos despojando de sus ropas, frente al sonrojado e inexperto castaño estaba se encontraba el pecho desnudo de Masamune mismo que comenzó a besar el cuello, pecho y ombligo del castaño que solo apretaba sus ojos ante la confusión de cual era la manera correcta de responder ante las acciones del hombre que tomaba su cuerpo.
-te amo – dijo el azabache a su pequeño de manera casi inaudible, acto seguido regreso a sus labios para devorarlos otra vez, el miembro del castaño comenzaba a despertar entre toques y besos que lo llenaba de una extraña sensación la cual le comenzaba a llenar de placer y de clamar por más.
- gracias por estar hoy conmigo, por un momento creí que este día no lo pasaría contigo – le dijo al oído el azabache a su castaño recostándolo en la cama, comenzó a besar su cuello dejando una marca de que solo él puede tocarlo, recorrió el pecho perlado del menor con su lengua hasta llegar a sus pezones provocándole un escalofríos que recorrió todo el cuerpo del menor una sensación nueva en la cual él no tenía ninguna experiencia y su única respuesta era el apretar los ojos y cubrir su rostro con su mano. Comenzó a morder uno de los pezones del castaño y a chuparlo –aaah…… - un leve gemido de placer salió de la boca del menor provocando que una sonrisa se formara en el rostro del azabache mientras el menor bajo su mano a su boca para acallar los sonidos que producía el placer que comenzaba a sentir.
- no te contengas, solo yo puedo escuchar – dijo el mayor regresando a su labor pellizcaba y lamia los pezones del castaño hasta dejarlos duros, poco a poco fue bajando hasta las piernas del asustado castaño, el ojimiel comenzó a besarlas suavemente y recorrerlas con sus manos, cada toque producía un espasmo cada parte del cuerpo del menor produciendo necesidad de que lo tocara más y más.
-masamune, por..favor yo no sé qué es – dijo el menor mientras azabache retiraba lenta el pantalón del menor el cual ya dejaba visible la erección que el mayor le había provocado, mientras el castaño dirigía su mirada al creciente miembro de su prometido, asustado de lo que vendría después.
El azabache poco a poco comenzó a lamer el pene del menor desde la base hacia la punta haciendo que este se sostuviera fuertemente de las sabanas de la cama mientras una sensación de calor quemaba al castaño en su abdomen - yo… no… hagas eso…. – dijo el menor con una voz cansaba, el azabache solo ignoro sus palabras y continuo lamiendo y succionando el miembro del castaño una y otra vez, comenzó a simular envestidas con su boca cada vez más rápidas, sin previo aviso el castaño se vino en su boca y el azabache sin ninguna vergüenza trago todo su semen.
-no te vayas a asustar si en algún momento quieres que me detenga dímelo– proclamo el azabache mientras el castaño intentaba recuperar el amiento de la liberación de estrés que causaba en él la reciente eyaculación.
El azabache llevo su mano derecha hasta la boca del menor colocando tres de sus dedos en ella lámelos – ordeno, el ojiverde obedeció de inmediato una vez el mayor sintió estaba lo suficientemente mojados los saco de la boca del menor y los llevo hasta la entrada de este puso uno de su dedos dentro del menor provocando un sobresalto en él.
-ah… - gimió el menor al sentir el dedo de masamune entrando en él.
-no te asustes y tranquilízate el dolor es pasajer – le dijo con una sonrisa tierna al castaño mientras metía un segundo dedo, comenzó a moverlos en círculo y en forma de tijera, seguido de envestidas con sus dedos –aaah se siente raro… y duele pero es… – no podía hablar el dolor r y el place que comenzaba a sentía leimpedian pensar con claridad al castaño que solo podía saber que deseaba más del azabache -aaaah …..ahah – gimió Ritsu al sentir una oleada de placer ante el toque en la parte que más le hacía sentir un éxtasis que solo el azabache conocería y podría darle – masamune…. Por favor ……yo te … necesito – dijo suplicante el menor, ese calor esa necesidad de tenerlo dentro él se estaba haciendo presente por primera vez y como seria a partir de ese momento. El azabache escucho las suplicas del menor y saco sus dedos colocando su pene en la entrada del castaño empujando lentamente para intentar no lastimarlo
-quiero…. Que después de hoy siempre estemos juntos….y nuestro hijo – dijo el menor tocando la mejilla del ojiavellana, los ojos del castaño se cristalizaban al sentir la intromisión del azabache en su cuerpo, al escuchar al menor Masamune perdió su autocontrol aunque aún era muy gentil, comenzó a envestir lentamente provocándole al castaño un estremecimiento en todo el cuerpo, él menor solo lo abrazo fuertemente clavando sus uñas en la espalda del mayor mientras con más intensidad el azabache daba estocadas fuertes y certeras en el interior del ojiverde – … hay…. Se .siente bien.ahaaah- dijo el menor cuando una vez más el azabache tocaba ese punto que enloquecía al menor, sus envestidas eran cada vez más fuertes y Ritsu ya no podía contenerse por más tiempo –Masamune yo…… ya no puedo –
- ya casi….Ritsu– respondió el mayor aumentando las estocadas hasta que se vino en el interior del castaño llenándolo con su semilla, en ese momento el castaño se vino en el vientre de ambos manchando su pecho y el de Masamune quien lentamente salía del menor, dando un último beso en sus labios antes de salir completamente de él.
-feliz cumpleaños – dijo el castaño después de corresponder al beso del mayor.
-te amo – le respondió el mayor acariciando el cabello de su futuro esposo.
-gracias por estar conmigo – dijo dando un beso en la frente del menor – su alteza- dijo con un tono de gracia mientras entre sus brazos sostenía a su más grande tesoro el cual guardaría por el resto de sus días sin importar lo que les deparara el futuro.