23 de diciembre 6:00 p.m.
Masamune regreso a Japón hace ya dos semanas, por mi trabajo no pude acompañarlo al acercarse la navidad estas fechas exigen mayor rendimiento en la edición de nuestra revista y por ello no pude regresar a mi país, he de admitir que extraño un poco mi antigua ciudad hace ya dos años que no estoy en Japón lo peor de todo es que tengo ya dos días sin poder comunicarme con mi novio, aaaaaahh mi novio, pasaron doce años para poder llamarlo así y ahora estoy agradecido con la vida de poder haberme reunido con la única persona a la que he amado.
-señor Onodera, el presidente quiere que le muestre la portada del nuevo tomo de la revista y dar la última revisión para su publicación – todo el día trabajando todo el día tratando de localizar a Masamune, comprendo que fue empacar el resto de sus pertenecías ya tenemos tres meses viviendo juntos y es inútil seguir pagando una renta en el extranjero si no vive ahí, hoy es 23 de diciembre, mañana es el cumpleaños de Masamune, desde lo conocí siempre he deseado el poder pasar este día juntos, una cita, un pastel, un regalo y un “feliz cumpleaños” seguido de un beso, durante mucho tiempo fue solo una ilusión que no creí fuera posible nunca, siempre lo pasaba con su familia o con su novia en turno, solo era capaz de poder enviarle un mensaje de texto con un “feliz cumpleaños Masamune” , nunca recibía respuesta ni comentábamos sobre la pobre felicitación pero a pesar de ello estaba feliz de poder al menos hacerle saber que recordaba esa fecha tan importante, incluso más de una vez incluso olvide la navidad por permanecer pendiente del reloj y justo a media noche enviar un estúpido mensaje.
-está perfecto su trabajo de este mes es igual de impecable que siempre aunque debo decir que esta vez parece más como decirlo, acorde a la fecha, su antiguo trabajo en esta época era simplemente por cumplir esta vez parece que realmente siente el espíritu navideño –fueron las palabras de mi jefe al terminar de revisar la próxima edición de la revista.
-gracias, ahora si me disculpa me retiro – dije dando la mano a mi jefe y bueno amigo.
- que disfrute sus vacaciones y que tenga una feliz navidad y año nuevo – me dijo como despedida solo le regrese una sonrisa y salí de la oficina, por fin libre de trabajo para estar junto a mi pareja, aunque este se olvidara de comunicarse conmigo ya por dos días.
Mi celular comenzó a sonar conteste con la esperanza de que fuera mi amado azabache que me hace tanta falta –hola ¿Masamune? –respondí esperanzado.
-no lo siento, soy Misaki – respondió mi amigo un tanto burlón de mi manera de responder.
-Misaki, que gusto escucharte ¿Qué tal París? –pregunte más animado.
-increíble, usagi-san no me deja salir de la habitación durante el día y en la noche me lleva a los mejores lugares, museos, restaurantes y galerías me molesta que malgaste tanto su dinero pero, también me hace inmensamente feliz el poder estar junto a él, siempre que sonríe ilumina mi existencia aunque las mujeres siempre se quedan observándolo es muy molesto tener que estar protegiendo a mi … esposo de todas las personas que le coquetean – me causo mucha gracia como la luna de miel se convierto en la lucha de misaki por proteger a su esposo.
-bueno me da gusto que disfrutes de tu luna de miel, misaki – ya no puedo estar con la incertidumbre de saber si masamune está bien o no -¿sabes si Masamune ha hablado con Akihiko? – le pregunte lo más natural que pude para que no notara que estoy preocupado.
-he? Bueno si, ayer estaban hablando con él no sé de qué pero les llevo más de dos horas ¿Por qué preguntas? – ¡ha hablado con Akihiko y no conmigo que demonios le pasa!
-ha sí, me alegra que sigan en contacto, espero que les vaya bien debo irme – antes de que misaki pudiera responder le colgué, y sin pensarlo lance mi portafolios a la nieve.
Las calles adornadas, luces y hermosas decoraciones de la época en una noche previa a la noche buena y yo muriendo de coraje al no poder saber nada de mi supuesto novio, era lógico ya pasaron tres meses en algún momento se aburriría después de todo él siempre me vio solo como un amigo debe de estar buscando la manera de terminar conmigo.
23 de diciembre 9:00 p.m.
Llegue a casa y como era de esperarse no tenía mensajes en la contestadora ni en mi celular o mi correo - eres un idiota Masamune – pensé en voz alta mientras entraba al baño para darme una ducha e ir a dormir cuanto antes pero, mi noche previa a la navidad fue horrible, mi calefacción estaba descompuesta y el frio no me dejaba dormir una noche en vela pensando en todas las posibilidades de “¿y si?”
24 de diciembre 9:00 a.m.
Por fin estaba quedándome dormido cuando un incesante golpeteo en la puerta de entrada me obligo a levantarme, tal vez sea Masamune – ya voy - al abrir la puerta estaba feliz y decepcionado al mismo tiempo -¡Misaki! – dije mientras mi amigo se abalanzaba sobre mí.
-que gusto verte Ritsu te extrañe tanto tiempo sin verte, tengo mucho que contarte – me decía mientras sin ningún permiso entraba a mi casa.
- usagi-san te envía saludos y dice que debes de acompañarnos esta noche iremos a cenar en el restaurante que tú y usagi-san eligieron para la propuesta – fue su respuesta siempre tan animado fue muy tierno y romántico ver su rostro lleno de lágrimas y una gran sonrisa sin poder responder y solo movía la cabeza en afirmación. No pude evitar reírme de recordar aquel día.
- no te rías Ritsu que sé de qué te estar riendo, mejor vístete que hoy iremos de compras, no creas que olvide el día tan especial que es hoy y supongo querrás comprar un obsequio para Masamune – me dijo mi querido amigo aunque solo hizo que me molestara al recordar que mi NOVIO me tenía incomunicado ya desde hace tres días.
- está bien, quiero despejar mi mente no tengo ánimos de estar solo hoy y no sé cuando regrese Takano – rayos Misaki sabe que llamo así a Masamune cuando estoy molesto con él.
-entonces anda te esperare mientras te alistas que hoy será una salida de amigos y solos nosotros hasta la noche.
Y así fue, un día de diversión y distracción aunque un poco complicado al ser 24 de diciembre todos los lugares estaban llenos, Misaki me animo mucho mi primer día sin preocuparme por el cumpleaños de mi amado azabache, los dos años anteriores solo pensaba en él y en la necesidad de estar juntos, supón que tener la seguridad de que aun cuando el idiota de Masamune este evadiendo mis llamadas y me evite sé que está conmigo y en algún momento del día después de tanto tiempo podremos pasar este día juntos o, al menos eso espero.
24 de diciembre 7:30 p.m.
-Ritsu, vamos a comer algo antes de encontrarnos con Usagi-san – me dijo mi amigo, esto es un poco decepcionante esperaba al menos un “feliz navidad o un te extraño” de Masamune pero nada, nada no dejo rastro y yo llevando un traje negro junto a misaki solo porque el restaurante al que se supone iremos es demasiado formal.
-Misaki, ¿no se supone que cenaremos con Akihiko? ¿Por qué comer antes de encontramos con él? – le dije, se supone que debemos de encontrarnos con él enserio este chico es demasiado distraído.
- está bien, vamos por algo ligero – dicho ello me tomo de la mano y me llevo a un sencillo pero elegante restaurante, decorado con luces navideñas noche buenas por todos lados y manteles blancos sin duda la ciudad se adapta increíblemente a la época de sembrina.
Una tarde divertida, paso entre recuerdos y risas, sin duda debo salir más seguido con mi querido amigo, solo espero poder encontrarme con Masamune antes de que termine el día.
9:00 p.m.
-misaki quiero ir a casa si Masamune llega no quiero que este solo – le dije a mi amigo mientras entrabamos en el restaurante.
-deja de quejarte prometiste cenar con nosotros, si él llega que nos alcance en el aquí. Buenas noches reservación a nombre de usami Akihiko. –pedía mi amigo nuestra mesa mi8entras la encargada nos llevaba hasta ella.
-disfruten su velada - dijo la empleada dejándonos entrar al privado que mis amigos reservaron.
-Misaki ¿Quién hizo la reservación? – pregunte un poco molesto al ver una mesa para dos.
- he? Pues yo – respondió alegremente.
- entonces ¿Por qué no pediste una mesa para tres personas? O esperas que este de pie todo el tiempo – estaba un poco molesto el día ya término y no he podido estar con masamune .
-no te molestes por cosas sin importancia – escuche la voz de AKihiko quien de inmediato se dirigió a besar a Misaki.
-amigos, disculpen pero me iré a casa no tengo ánimos de estar festejando si no está aquí masamune, muchas gracias por lo de hoy misaki, feliz navidad amigos – dije con una sonrisa para poder irme de ahí.
- feliz navidad Ritsu – escuche claramente como la voz que jamás confundiría en ningún lugar del mundo.
-Masamune – dije mientras me daba la vuelta y ahí estaba él, un traje negro con corbata azul oscuro, una rosa en su mano y una sonrisa perfecta, añore tanto el poder encontrar esa mirada, dos semanas fueron eternas para mí.
-te eche de menos –dijo caminando y abrazándome depositando un suave beso en mi frente.
-¿Por qué no contestaste mis llamadas en estos tres días me tenías preocupado? – fue mi recibimiento, estaba muy molesto y feliz.
-bueno si quieres culpar a alguien que sea a Misaki fue tu amigo el de la idea – dijo Masamune, yo dirigí la mirada a mi amigo quien sostenía la mano de su esposo mientras una sonrisa se formaba en sus labios.
-¿Por qué le dijiste eso, en verdad estaba muy preocupado? – pregunte más tranquilo a mi amigo.
- un desquite y una sorpresa – fue su respuesta – espero te guste nuestro regalo de navidad – no entendía lo que pasaba cuando volví la vista sobre masamune, él estaba de rodillas con la rosa frente a mí y en el centro de ella se encontraba un destellante anillo de oro blanco con un diseño delicado y un cinturón de diamantes incrustados a su alrededor.
-¿Qué estas….? – en verdad estaba confundido, sabía lo que estaba pasando pero no podía asimilarlo.
- este pobre tonto que ignoro a su corazón durante doce años hoy le pide mejor amigo y dueño de su corazón que comparta su vida conmigo, para amarlo por lo que me quede por vivir – no podía creerlo él en verdad yo, no sé qué, sin darme cuenta lagrimas escaparon de mis ojos y una sonrisa trataba de formarse en mí, ni siquiera podía hablar.
- Onodera Ritsu ¿quieres compartir tu vida conmigo? – dijo mientras una sonrisa nerviosa se formaba en él.
-si…- le dije, él se puso de pie y me beso mientras nuestros amigos observaban, hoy dedo agradecer a Misaki por la foto que tomo en ese momento tan especial de nuestras vidas.
-Masamune – dije separándonos.
- ¿sí? – respondió sin deshacer el abrazo.
- feliz cumpleaños – le dije dándole un fuerte abrazo, mientras el acariciaba mi cabello.
-gracias, Ritsu – dijo mientras se separaba para que nuestras miradas se cruzaran.
- feliz navidad – me dijo mientras me besaba.
-alto, alto – dijo misaki mientras nos separaba, amo a ese chico pero en este momento en verdad lo quería golpear, ponerse entre nosotros es un poco exagerado que no puede leer el ambiente.
- usagi-san el regalo – dijo estirando su mano, observe a Akihiko quien sacaba una pequeña caja y se la entregaba a masamune.
-¿Qué es? - Pregunto mi ahora prometido.
-ábrela – respondió misaki, orden que mi azabache siguió en cuanto vio el contenido una lasciva sonrisa se formó en su rostro.
-gracias – dijo acariciando el cabello de misaki, tomo mi mano y salimos del lugar a toda prisa, en dirección desconocida para mí.
-¿A dónde vamos?-fue inevitable preguntar a mi azabache, pero el simplemente sonrió y dijo
-es una sorpresa -después de abordar el coche no volvió a mencionar palabra, ¿A dónde diablos iremos?, supongo que en realidad no importa siempre y cuando sea él, roso mi mano y las entrelazo .por fin llegamos a lo que parece…un hotel, pero antes de que pudiera decir cualquier cosa mi prometido bajo del coche y abrió la puerta para extender su mano para ayudarme a bajar, hemos hecho muchas veces esto y a pesar de ello hoy mi corazón late intensamente ¿será por la necesidad que tengo de estar en este momento con la única persona que de verdad amo.
-¿esta es tu sorpresita?-tome su mano cálida y comenzamos a caminar. En ese momento Takano saco nuevamente la caja de regalo y la coloco en mis manos él se dirigió a la recepción y después volvió por mí.
-¿ya abriste el regalo?-no sé cómo diablos no dedujo mi respuesta, mis mejillas estaban rojas como tomates, y a él se le ocurría preguntar si ya sabía del debo admitir lindo y en verdad detallista regalo navideño de nuestros amigos.
-vamos –cogió mi mano y abordamos el ascensor, se escuchó un ruido al presionar los botones, dirigiéndonos a las habitaciones de lujo.
-¿me extrañaste mucho?- me pregunto, con una situación tan común me tiene tan nervioso es sin duda alguna amor, tantas dificultades que pasamos y a pesar de ello ahora estamos juntos en una noche tan especial.
Al abrir la puerta de la habitación Masamune me tomo en brazos cual príncipe carga a su princesa, la decoración era hermosa rosas por todos lados velas que iluminaban la habitación y nos guiaban hasta la cama, la cual estaba cubierta por una colcha roja adornada de pétalos blancos que formaban un gran corazón, me parece una ridiculez pero en este momento en esta situación lo veía como la más hermosa escena, sobre todo cuando mi amado Masamune me recostó sobre la cama.
-te amo – dijo antes de recostarme en la cama y observarme fijamente como su deseara guardar cada una de mis expresiones en su mente para mí sus ojos encendían cada vez más la pasión que sentía por él, comenzó a besarme tiernamente, primero besos dulces llenos de amor en los que solo uníamos nuestros labios yo en busca de mayor profundidad de nuestro contacto rodee su cuello con mis manos para sentir como él me correspondía esa necesidad de cercanía causándome un estremecimiento en mi alma y cuerpo que me provocaban una adición a sus besos los cuales poco apoco fueron cobrando intensidad. Se abrió paso en mi cavidad para introducir su lengua en busca de la mía para enredarlas dándome la impresión que quería ahogarme con sus adictivos besos , la necesidad de aire nos separa dejándonos unidos aun por un fino hilo de saliva que nos unió por unos segundos más sentí que moriría de un paro cardiaco en cualquier momento al sentir cada vez más la necesidad de Masamune en mi…-ahhh takano –san mmn –era imposible contener mi voz que se agudizaba por culpa del azabache quien se empeñaba en tocar mi cuello y mu pecho sin avanzar más y en una danza de amor entre nuestros labios, nuestras lenguas y nuestras pieles las cuales se apegaban más cada vez la temperatura de mi cuerpo se intensificaba.
Poco a poco nos fuimos despojando de nuestras ropas las cuales solo eran lanzadas por cualquier lugar de la habitación lo que comenzó como una sesión de besos amorosos se convirtió en una expresión de pasión desenfrenada, ante mi estaba el pecho desnudo de Masamune, me arrodille en la cama coloque frente a él comencé a besar su cuello, su pecho repartía besos por cada parte de su pecho buscando el devolver un poco de tantas cosas que él me ha dado y de expresarle ese amor que se será eterno.
-te amo – le dije regresando a sus labios, mi miembro comenzaba a despertar entre toques y besos que encendían nuestra temperatura.
- te extrañe – le dije cuando me recostó en la cama, comenzó a besar mi cuello dejando una marca de que solo él puede tocarme, recorrió mi pecho con su lengua hasta llegar a mis pezones provocando un escalofríos que recorrió todo cuerpo. Comenzó a morder uno de ellos y a chuparlo –aaah…… - un leve gemido de placer salió de mi boca provocando que una sonrisa se formara en su rostro.
- no te contengas – dijo regresando a su labor pellizcaba y lamia mis pezones hasta dejarlos duros, poco a poco fue bajando hasta mis piernas, comenzó a besarlas suavemente y recorrerlas con sus manos, cada toque producía en mí que mi temperatura subiera sentía que en cada parte de mi cuerpo donde él tocaba ardía con necesidad de que me tocara más y más.
-masamune, por..favor – le dije mientras él retiraba de manera tortuosamente lenta mis bóxer los cuales apenas podían ocultar mi erección, mientras yo dirigía mi mirada a su creciente miembro el cual ansiaba tener dentro de mí.
Poco a poco comenzó a lamer mi pene desde la base hacia la punta un calor inundo que quemaba mi abdomen comenzó a recorrerme, - yo… ya te necesito – le dije un con una voz cansaba, el solo ignoro mis palabras y continuo lamiendo y succionando mi miembro una y otra vez hasta que comenzó a simular envestidas con su boca cada vez más rápidas, hasta obligarme a tomar su cabello para marcar el ritmo que yo deseaba, sin previo aviso me vine en su boca y el muy sin vergüenza trago todo mi semen.
-es mi turno –dijo mientras yo intentaba recuperar el amiento de la liberación del estrés que causaba en mi la reciente eyaculación.
De la cómoda al lado de la cama el saco un frasco pequeño, que puso casi dentro de mi entrada, estaba fría y cuando la presiono un líquido que al principio me provocó un sobresalto después de que sus dedos comenzaron a esparcirla se calentó demasiado.
-ah… - gemí al sentir uno de los dedos de masamune entrando en mí.
-te gusta – me dijo con una sonrisa mientras metía un segundo dedo, comenzó a moverlos en círculo y en forma de tijera, comenzó a envestirme con sus dedos –aaah por favor …ya – no podía hablar el placer y el dolor que sentía eran en verdad deleitantes, -aaaah hay – le dije al sentir que toco la parte que me hacía sentir un éxtasis que solo él podía darme – masamune…. Porfavor ya deja de jugar – le dije suplicando entrara en mí, ese calor esa necesidad de tenerlo dentro de mí. Por fin escucho mis suplicas y saco sus dedos colocando su pene en mi entrada empujando lentamente para intentar no lastimarme, su consideración me torturaba en verdad necesitaba que estuviera en mí ya.
-no tienes, que limitarte – le dije tocando su mejilla sentía como mis ojos se cristalizaban, al escuchar mis palabras mi querido Masamune perdió su autocontrol aunque aún era muy gentil, me comenzó a envestir lentamente provocándome un estremecimiento en todo el cuerpo, yo solo lo abrace fuertemente clavando mis uñas en su espalda mientras con mayor intensidad el daba estocadas fuertes y certeras en mi interior –más … hay..- dije cuando una vez más sentí que tocaba ese punto que me volvía loco, sus envestidas eran cada vez más fuertes y yo ya no podía contenerme por más tiempo –Masamune yo, me vengo – le pedía que fuera más rápido
- yo también – respondió aumentando las estocadas hasta que sentí como mi interior era llenado por una cálida sensación, en ese momento libere todo el estrés acumulado en nuestros vientres manchando su pecho y el mío, el lentamente salió de mi interior dando un último beso en mis labios antes de salir completamente de mí.
-feliz cumpleaños – le dije una vez más.
-feliz navidad – me respondió abrazándome a su pecho para disfrutar de ese preciado momento.
25 de diciembre 9:30 a.m.
La luz del sol entro por la ventana, nos quedamos dormidos sin darnos una ducha antes, al sentir un líquido espeso en mi interior, rayos en verdad no limpiamos nada de anoche.
-buenos días mi querido prometido – me dijo besando mi mano justo sobre el anillo que la noche anterior me dio.
-te amo – le respondí y lo bese un beso que solo es el primero de esta nueva etapa de nuestra vida juntos.