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Ancient Egipt por desire nemesis

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Notas del capitulo:

Mi señor—dijo uno de los ex sacerdotes de Isis que era esclavo ahora bajo el mando de Toya pero que no olvidaba sus deberes con su legítimo amo—Los días van pasando y…--

 

¡Lo sé!—le contestó el aturdido peligris que tenia que lidiar con lo sucedido en su tienda la noche anterior además de eso y luego le contaron que ese hombre se llevó a Joseph. No podía hablar con el jeque luego de aquel momento en que sintió sus brazos rodearle.

Mi señor—dijo uno de los ex sacerdotes de Isis que era esclavo ahora bajo el mando de Toya pero que no olvidaba sus deberes con su legítimo amo—Los días van pasando y…--

 

¡Lo sé!—le contestó el aturdido peligris que tenia que lidiar con lo sucedido en su tienda la noche anterior además de eso y luego le contaron que ese hombre se llevó a Joseph. No podía hablar con el jeque luego de aquel momento en que sintió sus brazos rodearle.

 

Mi señor…--dijo el hombre de nuevo logrando la atención de Yukito—Lo hemos preparado todo para su escape. Es prioridad que llegue a Mibes antes de la decimotercer luna llena o sino…--todos entendían la importancia de aquello pues Tsukishiro estaba rodeado de verdaderos colaboradores que ansiaban liberarlo para cometer ese propósito.

 

Los guardias fueron seducidos por el alcohol que gentilmente algunos esclavos les proveyeron ya que no eran gente muy disciplinada. Cuando cayeron dormidos Yukito y los suyos escaparon subrepticiamente. Unos caballos habían sido amañados muy cerca y los esperaban otros colaboradores. Pronto se alejaron rumbo al sur, rumbo a Mibes.

 

Un hombre que pasaba dio la alarma y el jeque Kin recibió la noticia para luego con urgencia mandar en la búsqueda de esas personas que el mismo lideró.

 

Llegaron a un paraje y les dieron alcance gracias a las habilidades de rastreo tan reconocidas de los tuareg.

 

Los hombres de Yukito le dijeron--¡Escape amo! Nosotros los distraeremos lo suficiente para que logre escapar—pero miraban al cielo rendidos pues la decimotercer luna acababa de surgir.

 

Toya vio su figura perderse tras una duna y entre los esclavos que ofrecieron poca resistencia ante sus habilidades y sus hombres pretendió trasvasarla también encontrando del otro lado un brillo que lo cegó.

 

De pronto al abrir sus ojos se vio ante algo inesperado.

 

Unos ojos frios tras un arco, una melena plateada y dos alas del mismo albo color. Un ser extraordinario estaba ante él.

 

¡No!—gritó uno de los esclavos--¡Se ha despertado! ¡Lo destruirá todo!—

 

Dime que sucede—le dijo con superioridad Toya a ese hombre.

 

¡Esto es su culpa! Si no hubiera evitado que llegaramos a Mibes. Ahora todos seremos destruidos por él—dijo apuntando al ser.

 

¿Quién es él?—preguntó Kin Omoto con furia.

 

El castigo divino. El viene a depurarnos. Odia a los humanos. Siempre logramos contenerlo en Mibes—respondió el hombre.

 

¿Siempre?—preguntó mientras una de las llameantes flechas del llamado castigo divino impactaba contra la tierra como un meteoro llameante, su fuego era pálido y azul pero su fuerza era devastadora—Te refieres a que…--luego miró a todos lados y preguntó--¿Dónde está el sumo sacerdote?—

 

Él… está ahí—dijo el hombre apuntando a un lugar donde Toya miró, apuntaba a ese ser--¡El sacerdote es al que se le otorga el poder divino para destruir la tierra. Es el juez de los humanos como Osiris de las almas—le contó el hombre mientras el jeque miraba de nuevo aquel rostro y hallaba la similitud entre ambos. Era su rostro pero sus ojos lo miraban como al resto. Tan fríamente que su pecho dolía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Habían pasado apenas unas horas desde que dejaran el campamento antes de que la tormenta de arena les encontrara. Como todo tuareg sabe hacer en esa situación colocó su caballo de costado y tapando su cara colocó una pieza de tela que también cubría el resto mientras ellos se ponían a un lado, debajo de la tela como una tienda improvisada. Afuera el viento soplaba y la arena podría ahogar a cualquiera. Joey no estaba acostumbrado a eso así que en su interior debió agradecer estar con ese tipo.

 

Pero solo en su interior.

 

Estaban recostados muy juntos con la tela pegada a sus cuerpos porque tenían que estar lo mas horizontal posible.

 

Entonces Asula se acercó a él de pronto—¿Tendremos que pasar aquí un buen rato así que porque no haces algo productivo? Sé que tu amo te trató bien. Debes estar acostumbrado a que te traten bien pero eso va a cambiar. Tendremos tiempo de ocio con esta tormenta por lo que te voy a enseñar una o dos cosas acerca de satisfacer a un hombre—

 

Deslizó una mano bajo la falda y empezó a tocar raudamente las zonas bajas del melado mientras este se estremecía. Sus gemidos se alzaron cuando el otro que era más fuerte insertó dos de sus dedos en su interior. Joseph no podía hacer nada más que satisfacer la lujuria enojada de ese hombre. Sus manos fuertes le recordaron a aquel por el que se había estado desvelando y cerrando sus ojos no pudo evitar pensar en él, imaginar que era él quien lo tocaba y corresponder tanto como si aquel ojos azules lo hubiera hecho.

 

Parece que te ha gustado más de lo que creí. Pensé que el siervo de aquel sacerdote sería igual de moderado que este pero veo que me he equivocado—dijo sonriendo el pelinegro.

 

El rubio sonrió—Si crees que vas a ser el primero o algo así déjame decirte que te robaron el puesto hace mucho idiota—dijo y el otro se sintió algo insatisfecho.

 

Así que tu amo no es tan puro como aludía y…--decía Asula algo indignado.

 

No metas a Tsukishiro en tu puesto. Él es un hombre amable pero él no es mi amo—dijo el rubio odiando que hablaran mal de su gentil maestro.

 

¿No es tu amo?—preguntó sorprendido el tuareg.

 

¡No lo es! Mi amo me envió con él para deshacerse de mí—recordó con voz contenida el rubio.

 

Así que no has sido tan deseado—dijo Asula agarrando su cara y acariciando sus labios con la yema de su pulgar—Pasemosla bien un rato, mientras acaba la tormenta. Como dije hay mucho tiempo libre mientras tanto—dijo levantando las piernas de Joey y entrando en él. Joseph hizo su cabeza hacia atrás y lanzó un sorprendido gemido mientras su nuevo amo inesperado entraba en él y comenzaba a embestirlo con fuerza.

Notas finales:

Bueno ahi se los dejo

tengo mucho sueño

espero les guste mucho

aunque de seguro que no

gracias por leer mi fic

mata ne

n.n


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