Pov Hiroki
Siento un gran dolor en mi corazón.
Es absurdo.
Pero la simple idea de ver que amastes alguien más...
-Te contaré –susurro
Me duele.
-La primera vez que lo vi fue a los ocho años –mascullo -...Cuando vino al orfanato junto a su madre.
Apreté con fuerza mis brazos.
-En ese tiempo yo... no estaba pasando por un buen momento –continuo
Podía sentir una gran aflicción en sus palabras.
-Continua –dije
No quería seguir con esta agonía que me carcomía por eso necesitaba saberlo todo.
-Acababa de enterarme que los Kusamas no eran mis padres –cerré los ojos -Yo... no lo tome bien en ese entonces.
Mis lágrimas salían sin poder evitarlo. Podía sentir en cada palabra tristeza.
-Ya no me importaba nada. Deje de hablar con mis amigos y... -se quedo en silencio
Enterré con mas fuerza mis uñas en mis brazos al sentir mi corazón congojarse.
-Hiro-san –susurro con pesar
Sentía que si decía algo rompería en llanto. Jamás dejaría verme en ese estado.
-Ritsu fue como un ángel caído que llego para darle rumbo a mi vida –declaró con cierta melancolía
Mi interior era un mar de emociones confusas, no podía pensar con claridad.
-Hiro-san –golpeo la puerta
Pero yo no sabía que decir.
Mi cabeza era un caos.
No sabía qué hacer ni decir.
Estaba en una encrucijada imposible de salir.
-¿Aun lo amas? –pregunte con la voz entrecortada
Tenía miedo de oír su respuesta.
Pero... no podía seguir con esta tortura.
-Hiro... -lo interrumpí
-RESPONDE –dije eufórico
Necesito saberlo.
Necesito oírlo de tus labios.
Y que esta incertidumbre acabe.
-....
No pude soportarlo más, me levante del piso y abrí la puerta.
-Hiro... -no deje que terminara
-Dímelo mirándome a los ojos –declare aun con mis lágrimas en mi rostro
-Yo ame Ritsu con todo mi corazón –decía, mientras unas cuantas lagrimas se asoman en sus bellos orbes zafiro –Lo ame tanto, tanto... –escuchar esas palabras eran como un puñal dentro de mi corazón
-Cuando él me dijo que se iba ir yo... no pude hacer nada. Solo lo deje ir –agrego con tristeza
El dolor que sentía era tan grande que no me explicaba porque aún seguia acá...
Escuchándolo... decir que amo a alguien.
-¿Por qué no fuis-te tras de él? –le pregunte, sintiendo un nudo en mi garganta
Seguir con esto me lastima. Lo sé.
Pero necesito saberlo todo.
-No pude –susurro sin mirarme
Cerré mis ojos, dejando que mis lágrimas siguieran saliendo.
-¿Po-rque nunca se lo dijistes? –exclame con la respiración agitación
-Porque no quería que sufriera –pronuncio débilmente –Se que él jamás se hubiera perdonado al ser la causa de mi dolor aunque ahora el...
¿Tanto lo amabas?
Para evitarle ese sufrimiento.
-Aun no respondes a mi pregunta –susurre con cierta angustia
-El siempre será muy importante para mí –mascullo, aún sin mirarme
Para, por favor...
Sé que yo también ame alguien más. Eso creía porque después de conocerte supe que Akihiko, solo fue un amor sin amor.
-Respóndeme –suplique
Termina con esta agonía que llevo en mi corazón.
Pov Normal
Todos seguían en la entrada de Marukawa, consternados por lo sucedido. Excepto Misaki y Shinobu que estaban preocupados por su amigo.
-¡Demonios! –grito el azabache
-Para, Yokozawa –mascullo molesto el rubio –Este asunto no tiene nada ver contigo.
El de ojos azules lo miraba sorprendido. Era la primera vez que él le hablaba así.
Por unos minutos se quedaron mirando fijamente hasta que el menor arto de ese incomodo momento decidió ir tras de su amigo.
-Tu no vas a ningún lado –exclamo Zen, mientras le sujetaba del brazo
-Suéltame –exigió
-Esto es entre ellos. No interfieras –intervino el albino con un notable molestia
El escritor estaba preocupado por su amigo de la infancia y por Onodera, que también lo consideraba un amigo.
Yokozawa iba a responder pero al ver de quien se trataba, no tuvo más opción que callarse y bajar la mirada. No es que le tuviera miedo sino que era un importante escritor de Marukawa.
-Usagi-san.. ¿no sabía que conocías a Kamijyou-sensei? –pregunto el pequeño castaño, al recordar como el albino lo llamo y verlo junto a su profesor la noche anterior
-No te pongas celoso –le dijo más tranquilo
Misaki no pudo evitar sonrojarse por el comentario de pareja.
-Yo-o no es-toy ce-loso –pronuncio nervioso, al notar las miradas de los otros
-Es un amigo de la infancia –respondió, sin darle importancia a los demás –No entiendo, ¿cómo llego acá?
-Shinobu –alguien grito
El profesor venia corriendo.
-Miyagi –bufo sorprendido el casi rubio -¿Por qué est...? –el pelinegro no dejo que terminara
-¿Qué paso? –le pregunto con respiración entrecortada
-El ya se fue –contesto, sin mirarlo
-¿Tu le dijistes que Nowaki estaba acá? –pregunto Akihiko molesto
-Buen... -el pelinegro no sabía que decir
-Tenía que saberlo –respondió Shinobu al ver a su amante nervioso
-No ves lo que ocasionastes –exclamo enojado el escritor
Kisa y Misaki empezaron a temblar ante la mirada de enojo del albino. Aunque este último no era la primera vez que lo veía así. Hasta Yokozawa dio unos pasos hacia atrás.
-Lo hice para que se llevara a ese tipo que no dejaba de molestar a Ritsu –declaró
-No tenías porque meterte –continuo el mayor
-Si no lo hubiera hecho, quien sabe lo que habría pasado –proclamó el casi rubio
-¿Crees que hicistes bien? –hablo irónico el albino
-Mejor que cierto viejo idi... -el profesor le tapo la boca
-Nosotros nos retiramos –sentencio, mientras se llevaba a su pareja
Todos estaban sorprendidos al ver como Takatsuki no se atemorizo ante las palabras de Usami.
-Ese mocoso...
-U-sagi-san –el castaño tomo la mano del escritor –Tienes que cambiarte la ropa mojada por una seca –pronuncio nervioso
El joven de ojos esmeralda sabía perfectamente que si no se llevaba al escritor sería capaz de ir tras su amigo.
-Misaki...
-Usagi-san –suplico
Akihiko odiaba ver a su pequeño preocupado.
Suspiro -Esta bien
Termino de decir eso y se fue junto a su castaño.
-¿No piensas volver a trabajar? –le pregunto el pelinegro
-Si -salió corriendo
-Kirishima –lo llamo pero el rubio ya no estaba
En la oficina:
Un hombre de cabellos castaño oscuro estaba mirando fijamente por el gran ventanal de su oficina.
-Ryuuichiro-sama tranquilícese –le dijo
-¿Qué me tranquilice? –pregunto con cierta ironía –Esos buitres están esperando una equivocación mía para quitarme del puesto de director ejecutivo de Marukawa -exclamó mientras apretaba sus puños
-Lo sé.
Isaka sentía tanto enojo que no pensaba con claridad.
-Si lo sabes... -se detuvo al ver la mirada de impotencia de su pareja
-Asahina –susurro
En todos los años que Isaka estuvo con Kaoru, era la primera vez que lo veía así.
Ring... ring
El de ojos morados agarró su teléfono con la única idea de arrojarlo a cualquier parte de la habitación pero al ver de quien se trataba, no tuvo más opción que contestar.
-Dime.. papá.
En el Departamento de Esmeralda:
Como el editor en jefe no estaba, Hattori tuvo que tomar el mando como subjefe del departamento de doncellas.
-Ya termine con los folletos –decía Mino
-Déjalos con los demás –dijo el castaño mayor
-¿Qué hacemos con el trabajo de Rit-chan? –pregunto el azabache
-Repartirnos entre los tres -contestó
-¿Eh? –grito Kisa
-Sigamos con el trabajo –declaro con pesadez
Las horas pasaron y Takano ni Onodera regresaron.
-Me retiro –decía Shouta, saliendo del lugar
-Buen trabajo –mascullo Hattori, mientras guardaba sus cosas
-¿A dónde irá? –pregunto Mino, con su habitual sonrisa
-Ni idea –murmuro, aunque se hacia una idea de donde podría ir, con tanta prisa
En la entrada:
-¿Yukina qué haces acá? –pregunto
El mayor había recibido un mensaje de Kou, diciéndole que estaba afuera.
-Se que es inesperado pero quería ir al cine contigo –exclamó con una sonrisa
Shouta se sentía muy cansado por el trabajo pero no pudo negarse al verlo sonreír.
-Está bien –contestó
El castaño se acercó a besarlo pero el mayor lo detuvo.
-Yu-kina estamos en la calle –bufo nervioso y algo sonrojado
-Lo siento, Kisa-san –pronunció antes de irse junto a su pareja
En el transcurso de la caminata, ninguno decía nada. Ya solo estaban a unas cuantas cuadras pero el menor de repente tomó la mano de su amante y se lo llevó a un callejón oscuro.
-¿Qué ha-ces? –pregunto
Kou hizo omiso a sus reclamos y lo beso. El más bajo intento alejarlo pero Yukina le agarro con más fuerza de la cintura.
El azabache sin poder resistirse abrió su boca para intensificar el beso. Se besaban con fervor y con deseo.
Luego de unos minutos tuvieron que separarse por la falta aire. Aunque eso no impidió que el castaño siguiera repartiendo besos en el cuello del mayor.
-Yu-kina –decía entrecortado
-Kisa-san... –susurro algo sonrojado
Shouta no soporto más el calor que lo consumía, acomodo sus ropas y se fue junto a su pareja rumbo al departamento del menor.
Pov Ritsu
Dormía plácidamente cuando el despertador empezó a sonar. Estire mi mano para apagarlo pero no lo encontré. El ruido era muy incesante asique me levante y vi que no estaba en mi departamento.
Inmediatamente salí de la cama y agarre mis cosas. Al momento de salir de la habitación escuche el agua caer de la ducha, me apresure y camine silenciosamente hasta la puerta.
Cuando llegue, no pude abrirlo. Intente varias veces pero no funciono.
La puerta estaba con llave.
-¡Demonios! –comente para mi
Busque la llave por todos lados pero no lo encontraba.
-¿Qué estas buscando?
Di un brinco al escuchar de repente su voz.
-Esto es lo que buscas –pronunció divertido
-Ta-kano-san –estaba nervioso al verlo con solo una toalla en la cintura
-Pensabas irte sin avisarme –decía con el seño fruncido, mientras se acercaba hacia a mi
-N-o... -intente escapar hacia a la habitación pero Takano, me abrazo por atrás
-¿Qué pasa? –susurro en mi oreja
-Na-da... -me dio vuelta
-¿Entonces por qué estas tan rojo? –me dijo y la vez levanto mi mentón
Iba a reclamarle pero él me sujeto más fuerte y me beso. Trate de empujarlo pero el mordió mi labio provocándome un gemido de dolor. El aprovecho ese momento y volvió a besarme con más fuerza y devoción.
Sentía la sangre subir en mi cabeza y sin pensarlo correspondí el beso. Nuestras bocas iban al compás de la otra en una perfecta sincronía. Y sus manos recorrían todo mi cuerpo.
Mi cabeza era un caos.
No podía pensar con claridad.
Seguimos así hasta que la falta de aire se hiso presente.
-Ta-kano-san tu he-rida... –pronuncie con la respiración agitada
-Ritsu –volvió a besarme
Al intentar alejarme, la toalla que llevaba Takano se engancho con el cierre de mi campera ocasionando que cayera al suelo.
-Cu-brete –le dije, sintiendo mi cara arder
-No es como si no me hayas visto así, antes –exclamó
-C-ALLATE –dije antes de encerrarme en el baño
¡Esto no es amor!
No sé por cuánto tiempo estuve en el baño pero al salir no lo vi por ningún lado.
-Onodera –me llamo
El salía de la habitación junto a su bolso.
-¿Qué? –pregunte
-Tengo que ir al trabajo –me dijo y la vez se ponía su abrigo
-Ah, yo tam... -me interrumpió
-No hace falta, tomate el día –mascullo serio –El desayuno está servido.
-Pero... -me dio un beso en la frente
-Es una orden –exclamó
Antes de irse me dejo las llaves del departamento.
Lo odiaba cuando abusaba de su poder pero esta vez no. No tenía ganas de ser el centro de atención.
Ring... ring
Mi teléfono empezó a sonar.
-Hola -conteste
-Ritsu –era la voz de Nowaki
Por unos momentos me quede inmóvil.
-¿Cómo conseguistes mi numero? –pregunte
-Llame a tu trabajo y me lo dieron –me explico
-Nowaki... -susurre
-Necesitamos hablar –exclamó
No me sentía preparado.
-Está bien –mis nervios me traicionaron
-¿Estás ocupado ahora? –me pregunto
-No
Mi cuerpo empezó a temblar
-Te parece si nos encontramos en un café –continuo
-N-o, mejor ven a mi casa –masculle
Pov Takano
-Diga
-Soy Asahina, necesito que tu Onodera vengan a la oficina –decía del otro lado
-Está bien –conteste antes de colgar
-¿Qué demonios quiere? –murmuro sin dejar de conducir
Pov Normal
Ding... Dong
-Pasa –decía Onodera
-Permiso –bufo nervioso el azabache
Una vez adentro, el castaño tomó asiento en unos de los sillones del departamento y el pelinegro delante de él.
-Lle-gastes rápido –agregó el menor
-Estaba cerca –contestó
Onodera suspiro.
-¿A que vinistes? –le pregunto
-Necesito explicarte sobre lo de ayer y... –respondió firme
El castaño no pudo evitar sentir una opresión en el pecho.
-¿Y?
-Ritsu yo...
Continuará....