¿Desde cuando te incomoda que hablen mal de tu padre?—preguntó Kabuto 2 sin prestar atención al niño—Tú eres el primero en despreciarlo todo el tiempo después de todo—
Todos se sorprendieron ante la mención de que su hijo no quería a Sasuke y los Sasukes que no le despegaban de encima la vista esperaron su respuesta que no los dejó más calmos.
Una cosa es lo que yo diga de él pero que estos monigotes salidos de la n…--dijo con furia el Uchiha de ojos verdes antes de percatarse de la alarmante cantidad de Narutos que poblaban la mesa, de que también había por los menos dos de sus padres y su madre y que ese méndigo de Kakashi sensei también se encontraba duplicado--¿Qué es esto?—dijo al ver a varios Uchiha que no reconocía uno de ellos duplicado.
¡Ja! Por fin un evento que calla al enano sangrón—dijo el peligris de su misma edad sin mirarlo muy cruzado de piernas mientras disfrutaba una comida que no era suya.
Sakura repentinamente se molestó, ese era su sueño hecho realidad, un hijo de Sasuke y ella lo que daba a entender que su relación había florecido en esa dimensión y que no siempre esos dos terminaban juntos tal vez ella…, miró a Kitsune con ganas de matarlo.
Los ojos verdes cambiaron a rojo mostrando a todos que poseía el poder más sagrado de los Uchihas y que sabía usarlo.
¡Oye enano!—le dijo el Yakushi 2 al niño mirándolo fijamente—Recuerda que estás a prueba. Ni pienses usar eso aquí. Recuerda que ellos también poseen el sharingan—añadió apuntando al grupo de Uchihas.
¡No me asustan esos clones!—dijo el muchacho.
¡No son clones!—aseguró Kabuto 2 mientras todos miraban al niño.
¡No trates de engañarme!—dijo fríamente el niño con mirada asesina--¡Sé perfectamente que mi padre real salió de misión ayer y no ha vuelto! Mi madre lo está esperando y estoy seguro de que de haber llegado no estaría tan tranquilo conversando con ustedes. ¡El le debe muchas a mi madre! No creo que de encontrarlo aquí le quedara un hueso sano—
Sakura se puso roja de la vergüenza. Estaban hablando de ella como si se tratara de King Kong. ¿Por qué tenía tal fama de violenta? ¡Incluso ahí!
En eso tienes razón. Ellos no son tu padre, pero tampoco son clones—dijo el peligris buscando tener tranquilidad pues desde que estaba con ese rubio infernal los momentos tranquilos eran muy pocos. Era un imán de líos y para colmo ahí tenía tres de esos—Son personas de otra dimensión—ni bien lo dijo se arrepintió de sus palabras. ¿Acaso la idiotez de Naruto era contagiosa?
¿Personas de otra dimensión? ¿Acaso eres idiota?—le preguntó muy serio el Uchiha de 14 años sin creerle mientras los demás pensaban en lo poco convincente de sus palabras y que veían en el cierta influencia de un rubio que dos pelinegros entendían muy bien.
¿Cuánto puede doler un cazo de madera, moviéndose a 200 km por segundo?
Solo Uchiha Ishin podía responder esa pregunta después de recibir el ataque de cierto Yakushi de la misma edad.
Todos descubrieron el punto débil de Kitsune, su debilidad era Kabuto.
A los diez segundos el pie del peligris estaba sobre el cuello del ojos verdes y su propia mirada relucía roja--¿Cómo te atreves?—
¡Kitsune! ¡Comportate! Estamos en medio de…--para entonces ambos chicos tenían miradas rojas y amenazantes.
Obito 3 estaba impresionado con ese mundo alterno en que finalmente podía ver la descendencia de dos hombres. Kitsune parecía casi todo el tiempo frio y centrado como su padre pero perdía el control de improviso como la Narutoko que el conocía.
Sasuke 2 estaba intrigado y algo molesto de concebir por primera vez que él no era la única pareja para su Naru, miraba a este tratar de calmar a los chicos con ahinco mientras su hijo forcejeaba en sus brazos diciendo que iba a aplastar la cabeza de ese Uchiha. Kabuto 2 parecía ajeno a la escena mientras él abrazaba a su Naruto que estaba inquieto ante la violencia por el bebé.
Sasuke 1 cansado de esas peleas se acercó a ayudar a ese Naruto a poner en orden a su hijo y cuando estaba a punto de tocarlo para ayudarlo a apartar a Kitsune de su casi hijo una voz se sintió.
¿Acaso quieres volver a ver a tu abuela?—preguntó Yakushi 2 a su hijo. El griterío del chico se transformó en silencio, se relajó y su oka san lo soltó al ver que no pretendía nada más mientras Ishin lo miraba atento y se levantaba con ganas de pelear.
El muchacho de ojos azules dejó de prestarle atención—Lo siento oto san—dijo inclinándose muy profundamente, luego se levantó y arreglándose los lentes carraspeó. Parecía un niño bien enseñado en esos momentos. Era casi milagroso lo que papá Yakushi podía lograr con solo una pequeña amenaza.
¡No es justo!—se quejó Naru 3—Yo hago todo esto y ni me escucha y a ti…--
¡Deja de hacer escándalo y siéntate aquí a comer de una vez!—dijo el otro apuntando con un pulgar al asiento vacío a su lado.
Sasuke vio al otro ir con paso de elefante hacia su pareja y sentarse a su lado.
Una cosa sorprendió al Uchiha. La mirada que le lanzó a él Yakushi mientras Naru se sentaba ajeno a lo que pasaba. Fue una mirada relámpago que solo el que lo estuviera viendo hubiera advertido y era una clara señal.
“¡No te acerques a mi Naruto!”