Radamanthys paso algunos días en el calabozo, pues hades asegura que un poco de frio no le vendría mal al espectro, Deathmask iba a visitarlo a diario, charlaban por horas, y en una conversación que tuvo con Deathmask, descubrió algo muy particular, estaba ansioso por el Día en el que se casaran, porque había descubierto exactamente que regalarle al joven Italiano.
Escucho como entraban a la prisión, pensó que se trataba del joven de ojos azules, pero se encontró con sus camaradas, que estaban listos para ayudarlo a arreglarse para la boda.
-¿Estás listo?-Minos agitaba una bolsa, debido a su forma, se podía asumir que él era quien traía el traje de novio.
-Aiacos- Radamanthys, quería pedirle algo a su compañero-¿puedes comprar algo por mí?
-Claro-el espectro respondió con rapidez-¿Qué deseas?
Radamanthys sonrió, una idea comenzó a formarse en su mente.
Mientras tanto Deathmask se encontraba en su templo, Atena, había llegado muy temprano a su casa para arreglarle el cabello, y un montón de cosas que a ojos del italiano eran simples banalidades.
-Te vez tan lindo-Atena terminaba de decorar el cabello del joven con algunas flores.
-Te falta mucho-Deathmask se sentía avergonzado, pero si eso hacia feliz a Atena, no se opondría más.
-No, ya termine-Saori tomo un espejo-Mira-puso el espejo enfrente del rostro del Canceriano-quedaste lindo.
Deathmaska sintió, aunque no estaba de acuerdo-Si tú lo dices.
-Vamos levántate, quiero ver cómo te vez-Saori cerró los ojos, esperando a que el caballero estuviera listo-No olvides ponerte el velo.
Deathmask tomo el objeto que su Diosa había mencionado anterior mente y lo puso sobre su cabeza, este no era como los velos tradicionales este tenía hebillas en sus extremos para adherirlo a diferentes alturas del cabello. El Canceriano lo coloco de tal forma que parecía que se unía con el arreglo de flores que hizo Saori.
-Ya estoy listo.
La Diosa abrió sus ojos y con mirada tierna se acercó al joven de Italia-Te lo agradezco Deathmask, de verdad, no sabes cuánto quería poder compartir un momento así con alguien.
La boda se llevaría a cabo en el templo principal, todos se encontraban emocionados por la tierna y extraña situación que estaban viviendo, Shion le dijo a Radamanthys y a Deathmask, que no haría una boda de verdad, que el entendía que ellos hacían eso para complacer a sus respectivos Dioses, que si querían en un futuro, después de conocerse mejor harían una de verdad.
Saori se encontraba sentada enfrenté del Piano y fu ella quien dio inicio a la ceremonia, la puerta se abrió dejando ver al caballero de Cáncer quien era escoltado por Saga, al entrar Deathmask sintió la mirada de sus compañeros y se sintió un poco tonto, de modo que tapo su rostro con el ramo de flores que llevaba en las manos, para que no notaran su sonrojo. Saga sentía cierta nostalgia, aun recordaba cuando fue a Italia en busca del futuro caballero de Cáncer, Deathmask era como un hermano para él y le alago el hecho de que Cáncer lo escogiera para acompañarlo, en el momento en que el Geminiano le entrego la mano de Deathmask a Radamanthys una sensación se apodero de él y se preguntó si así se sentía los padres cuando llevaban a sus hijas al altar.
Un hermoso momento se vivió en esa maña, al no ser una boda real, al menos no para shion esta fue relativamente corta, almorzaron todos juntos como en una gran familia, después de eso Radamanthys le pidió a Aiacos que trajera lo que él le había mandado a comprar.
El espectro se retiró, en poco tiempo regreso trayendo consigo una cajita con algunas perforaciones y un listón. Radamanthys la recibió y se giró hacia su pareja.
-Gracias a la conversación que tuvimos hace unos días, se me ocurrió el regalo perfecto para ti, espero que te guste-le entrego la caja al italiano.
Este la recibió con cierta curiosidad, la abrió y sonrió al ver lo que contenía. Una pequeña criaturita negra que tímidamente saco su cabecita de la caja, dejando a todos asombrados, pues ninguno sabía que a Deathmask le gustaran los gatos- Radamanthys, no debiste molestarte-Deathmask levantaba con cariño al pequeño minino.
-No es molestia, la verdad ese gato me recuerda a ti, no es la raza en sí, son los misterios que cobija, muchos piensas que son de mala suerte por eso no se acercan a ellos, lo mismo pensaba de ti, me alegra a verme arriesgo, porque gracias a eso descubrí a una persona increíble.
-A mí también me alegra, haberte escogido.
Después de Cenar y de participar en el Tradicional baile, los presentes se retiraron a sus respectivos templos.
Deathmask se encontraba sentado en la cama, retirando las flores de su cabello, mientras la ponía en la cajita en la que habían traído al gato. Radamanthys se encontraba sentado detrás de él besando su cuello.
-he pensado que deberíamos apartarnos del santuario por unos días-Cuando Deathmask termino de quitarse las flores se giró, para quedar frente al rubio, utilizo su peso para hacer que se recostara-¿Qué opinas?
-Creo que sería perfecto-Radamanthys invirtió las posiciones-¿Cuándo nos vamos?
Deathmask que disfrutaba la forma en que Radamanthys trataba su cuerpo le sonrió-Si lo deseas podemos irnos ahora-Sabia que el espectro no accedería, pero deseaba aplazar lo que venía a continuación, solo para hacer que el deseo del inglés creciera más.
-Creo que eso no será posible-Radamanthys desvestía con ansiedad al cangrejo-Tú y yo tenemos algo pendiente.
Sin más Radamanthys retomo lo que habían dejado aquella noche en la prisión, el espectro se sorprendió por la actitud del cangrejo, no había esperado esa delicadeza por parte de él.
-¿Estás cansado?-Radamanthys sorprendió a Deathmask con esa pregunta.
-No, ¿Por qué lo dices?
-Me sorprende la docilidad con la que llevas las cosas-Radamanthys preparaba al cangrejo para finalizar su encuentro, tomo sus piernas y las poso sobre sus caderas, para tener un mayor acceso al interior del Canceriano.
-Me gusta la forma en la que tu fuerza presiona mi cosmos-Deathmask enredo sus piernas, para que el juez pudiera iniciar con la penetración. Los suspiros inundaron la habitación ahogando los sentidos de ambos, hablan con dificultad.
-Rada… ¿Puedes ir mas adentro?-Cáncer estaba dispuesto a sentir al espectro invadiéndolo en su totalidad.
-¿Así?-el espectro dejo de lamer el pecho del italiano para preguntarle si le gustaba lo que sucedía.
-¡Sí!, es magnífico-Cáncer sintió como el rubio entrelazo sus manos, y se sorprendió con lo que le dijo a continuación.
-y esa no es la mejor parte-Después de eso Radamanthys comenzó a aumentar la velocidad
-¡Radamanthys!...eso es…eres…me encanta-soltó un gemido y sintió como se desvaneció terminando entre el vientre del rubio.
-¡Vamos!-expreso con voz sensualidad el espectro-sé que puedes resistir un poco más
-Yo-un suspiro se interpuso-lo lamento eres demasiado bueno.
-No…no te quedaras dormido verdad-Radamanthys aún se encontraba dentro del italiano pero sin moverse.
-Claro que no deseo estar despierto para escuchar tu voz en el momento en que termines en mi interior, ¿Puedo ayudarte en algo?
El espectro sonrió-Dime tu nombre-le ordeno mientras retomada el vaivén pero esta vez de una manera más sugestiva, haciendo círculos en lugar de ir de atrás asía delante.
Deathmask gimo de nuevo, dándole a entender al espectro que iba por buen camino-An…gelo-suspiro.
Radamanthys sonrió eso era lo que necesitaba para terminar, dio una última estocada, inundando la habitación con el nombre de su amado. Deathmask cerró los ojos al sentir como su interior era llenado con la esencia del de ojos miel. Cuando su respiración se regulo, radamanthys abandono el cuerpo dl italiano se recostó en lecho y con dificultad atrajo al de cabellos azules a su pecho.
Deathmask lo miro tratando de decirle algo, pero simplemente no pudo, no podía expresar todo lo que había experimentado, aunque le avergonzó un poco su falta de aguante, debía aguantar un poco más, para complacer a Radamanthys.
-Creo que deberíamos irnos mañana-el rubio beso la frente de su acompañante.
-Eso sería magnífico.
Se miraron a los ojos por un largo tiempo, para después caer profundamente dormidos.