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Ancient Egipt por desire nemesis

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Notas del capitulo:

¡Padre! ¡Padre!—entró el menor en la sala en que el monarca de Egipto se encontraba reunido con los 5 grandes, los sumos sacerdotes de las más poderosas religiones, Amon Ra, Isis, Horus, Osiris y Anubis.

 

Los ojos azules del mayor se dirigieron con plena presencia a la figura que se acercaba y con sorpresa vislumbró algo que nunca viera en su hijo desde que era pequeño. Surcos de lágrimas en sus mejillas.

¡Padre! ¡Padre!—entró el menor en la sala en que el monarca de Egipto se encontraba reunido con los 5 grandes, los sumos sacerdotes de las más poderosas religiones, Amon Ra, Isis, Horus, Osiris y Anubis.

 

Los ojos azules del mayor se dirigieron con plena presencia a la figura que se acercaba y con sorpresa vislumbró algo que nunca viera en su hijo desde que era pequeño. Surcos de lágrimas en sus mejillas.

 

¿Es cierto eso? ¿Por qué? ¡Dime porque, padre!—dijo el niño que ya estaba a un lado del imperial asiento del que su padre se había levantado y le miraba desde lo alto de su estatura.

 

¡Cálmate y dime que sucede!—habló firmemente no sin una nota de recelo y preocupación en su voz imperceptible para quien no lo conociera. Como el sacerdote de Isis si lo conocía sabía cuan fácil afectaba al faraón las cosas relacionadas con su hijo. Por otro lado el sacerdote de Amon Ra era un ser astuto que observaba atento al supremo regidor.

 

¿Es cierto? ¿Es cierto que tú mandaste matar a Joey?—preguntó el chico lleno de preocupación mientras su mejor amigo llegaba a su lado y le agarraba del brazo en señal de quererlo contener de su propio enojo.

 

El Faraón liquidó con la mirada a Yugi mas no dijo nada al respecto y fijó su vista en su hijo de nuevo--¿Quién rayos te ha dicho eso?—preguntó el castaño con evidente enojo pero actitud calmada.

 

Los he visto, los cuerpos de Joey y otro más, acribillados de flechas—dijo el niño mientras el sacerdote de Isis se levantaba y hacía una exclamación.

 

La mirada de Seth estaba congelada, la imagen del rubio exánime en su mente con miles de flechas clavadas en su cuerpo se le apareció, había enojo en su ser por no ser obedecido, eso era cierto, pero también había algo más, algo por largo tiempo olvidado y que había retornado a él de pronto y sin previo aviso.

 

Levantó la vista de pronto sin dudas de lo que haría pues él era el monarca de los dos Egiptos.

 

Entonces entró el brutal soldado que el mandara para detener a sus camaradas y sin dudas había fallado, iba a descargar su ira en él cuando este habló sin previo aviso y contra todas las normas de etiqueta antes que su amo—Mi faraón, el joven príncipe se fue antes de que pudiera informarse adecuadamente, los prisioneros aún viven—

 

En otro tiempo Seth lo hubiera mandado flagelar por su osadía pero en ese momento el tipo corrió con suerte.

 

¡Llévame con ellos!—le dijo Kaiba al hombre—Pues tu vida depende de mi voluntad ahora—agregó con tono oscuro el faraón.

 

Yo también iré—dijo Yukito alcanzando a ambos y el castaño dio su consentimiento con un asentimiento.

 

¿Esta bien eso?—preguntó una voz oscura—¿Dejar olvidados los asuntos de estado por dos simples esclavos que escaparon y han sido heridos a causa de ello?—

 

Seth volteó mientras su hijo y los demás lo observaban. Mokuba se dio real cuenta de lo que había interrumpido por ese asunto y se sintió mal por entrometerse en las cosas de su padre. El siempre había procurado molestar lo menos posible a su progenitor desde que le habían dicho cuantos destinos dirigía. El consejo de los 5 grandes era el que siempre lo apoyaba y era la segunda cabeza de ese gobierno. Sin su apoyo muchas cosas podían malograrse.

 

¿Acaso he dicho que no pienso volver?—preguntó el ojos azules con tranquilidad.

 

Volveremos en cuanto nos aseguremos de que nuestros asuntos están en orden. Mientras pueden beber algo y relajarse para después terminar nuestros asuntos. ¿Acaso es mucho para ustedes?—dijo Seth.

 

¡Por supuesto que no, nuestro Faraón!—dijo con voz repentinamente humilde el enmascarado que a todas luces fingía sumisión pero por regla de etiqueta nadie dijo que no era así, y luego hizo una pequeña inclinación estando aun sentado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Yukito los revisó, habían sido llevados a habitaciones del palacio por orden del Faraón. Habitaciones distintas por supuesto. Asula estaba vigilado por un sacerdote de Yukito mientras este y el regidor de Egipto estaban con Joey.

 

Tsukishiro se levantó de la cama luego de colocar un trapo empapado en la frente—Haré que mis siervos me traigan una mezcla que de seguro ayudará a que baje la fiebre—dijo a Seth.

 

Este parado a unos pasos de la cama miraba casi con rabia al ojos mieles—¡No deberías! Ese idiota se lo merece por creer que puede ir contra mis deseos cuando le place—dijo arrebatado pero con voz tranquila, solo una mano apretada acompañada de su ceño traslucía su verdadera emoción.

 

¡Alguna vez debería dejar ver lo que realmente piensa!—dijo el peliplateado al hijo de Ra.

 

¡No sé a que te refieres!—contestó el otro dispuesto a irse.

 

¿Sabe que Joseph está celoso de nosotros?—preguntó el ojos café y el otro lo miró de hito en hito.

 

¿Celoso?—preguntó el ojos azules.

 

Él siempre vio nuestro trato como demasiado poco formal. Creo que son sus celos lo que lo hicieron alejarse esta vez—dijo el devoto de Isis.

 

El castaño miró al que descansaba todo vendado en la cama e hizo un mohín de hastío y exhaló fuerte--¡Que inmaduro! Francamente pensé que sería más adulto después de ocho años—

 

¡Sé que usted no cree que alguien tenga derechos sobre su persona después de la muerte de sus padres pero…! Usted sabe perfectamente el sentir de este esclavo. Tal vez no sea lo habitual o adecuado, pero si hay alguien que lo ama de todo corazón es él—dijo Yukito.

 

¿Y por eso se acostaba con ese otro tipo? No me hagas reír Tsukishiro—dijo volviéndose y yéndose el supremo monarca de Egipto dejando a un pensativo sacerdote.

 

¿Acaso tú…?—pensó en voz alta el peliplateado, pues tuteaba al castaño en su mente aunque nunca en la realidad, luego miró a Joey y de nuevo por donde Kaiba se había ido—Llegará el momento en que deberás ser sincero con tus sentimientos y no podrás evitarlo—miró a Joey—Y me temo que ese día está muy próximo—

Notas finales:

Les gustó el cap?

que piensan de Seth ahora?

será que no es tan duro como parece?

quizas hay un corazon tras la coraza

un saludo a Fleir

ja ne

n.n

gracias por leer mi fic


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