¡Oye, tú! ¿Qué rayos quieres, datebayo?—preguntó el rubio ante la celda de Kabuto y este sonrió.
Doce minutos antes.
Naruto estaba frente a Tsunade sama.
¡Tengo un desagradable favor que pedirte, Naruto!—dijo la rubia con cara de molestia.
¡NO! ¡LOS PANTALONES NO!—gritó Kurama desde el interior del ojos azules.
¡Cállate de una vez!—gritó Naru sin poderse controlar.
¿Nani?—preguntó la hokage con un ojo saltando.
¡Jejejeje! ¡Oba san!—trató de calmarla levantando las manos Uzumaki con cara de susto, después de todo ella era uno de los tres senins.
¡LA VIEJA TE APORREARÁ!—gritó el zorro tratando de desquisiarlo.
Naruto se contuvo.
Tsunade dijo—Quiero que…--
El Kyubi terminó—…TE COMAS MI CHORIZO—
El rubio la miró muy confundido porque gracias a las palabras del zorro no oyó lo que dijo y a su mente solo acudían las palabras del biju.
¿Puedes repetírmelo, oba san?—preguntó el ojos azules.
¿Qué te sucede Naruto? Dije que quiero…--decía la hokage…
…TE COMAS MI CHORIZO—el biju.
A Naruto le saltaba la misma venita que a Sasuke--¡Venga, la última vez y si no la escucho me tomaré un laxante, datebayo!—dijo muy enfadado.
¿Y eso que tiene que ver con no oírme?—preguntó sorprendida la rubia.
Uzumaki puso su mirada astuta—Verá como ahora la escucho con claridad—dijo con una sonrisa perversa además.
¡ESTA BIEN! ¡TU GANAS! ¡TODOS MENOS OLER TUS ASQUEROSOS GASES! TOMAR TANTA LECHE ESTÁ SOBREVALUADO. ¿SABES?—exclamó Kurama rindiéndose ante la idea de oler los gases de Naruto.
Kabuto ha pedido verte—dijo la hokage.
¿Kabuto? ¿A mí?—preguntó sorprendido Uzumaki.
¡Hai! ¡Sé que puede ser una trampa del discípulo de Orochimaru pero…!—dijo Tsunade.
¡Ja! ¡Ese desgraciado no puede conmigo! ¡No le daré ninguna oportunidad! ¡Tiraré de su lengua hasta que mida un kilómetro y después lo ataré con ella, datebayo!—dijo el siempre confiado Naru haciendo sonreír a la senin.
Luces como siempre muy confiado como siempre, Uzumaki Naruto—dijo el de lentes sonriente mientras los apretaba contra su ceño.
¡Y tú luces como una rata traidora como siempre!—lo insultó el rubio.
¡Oye, que quiero hablar contigo con calma!—dijo el peligris.
Hazlo rápido o me iré—dijo el gruñón rubio.
Te haces el muy fuerte pero esto debe doler—dijo el ojinegro golpeando su sien con un dedo, indicando donde tenía Naruto la maldición.
¡Maldito! Así que si fuiste tú—dijo el ojos azules llenándose de rencor.
Me reconforta saber que has estado pensando en mí—dijo Yakushi.
¡Idiota! Si no estuvieran estas rejas absorbe chacra…--dejó la amenaza en el aire mientras daba un paso hacia el otro.
¡TRANQUILO CHICO! NO ME GUSTA NADA ESTE TIPO. ¡ÁNDATE CON CUIDADO!—advirtió el Kyubi y Naruto se detuvo.
Después de lo que parecía un gruñido de perro Naru dijo--¡Oye! Dí lo que ibas a decir de una vez—
¿Sabes? Orochimaru siempre estuvo embelesado con Sasuke. Yo fui el primero en tomarte en cuenta—dijo el peligris parándose de su camastro y estirándose para luego clavar su vista en el otro.
¿Acaso crees que voy a agradecerte por eso?—preguntó el combativo Uzumaki.
¡Sé que no pero al menos deberías escucharme más atentamente!—dijo acercándose a las rejas y tomando con una mano una de las barras absorbe chacra mientras Naruto lo miró impresionado--¿Crees que esta patética prisión logrará encerrarme?—
Si sales de ahí yo…--le trató de advertir el rubio mientras el otro soltaba la barra.
¡Jejeje! ¿Olvidas que tengo un as en la manga?—preguntó el ojinegro.
¿Qué?—preguntó Uzumaki—luego recordó--¿Qué piensas hacer HDP?—
Eso es muy ofensivo. Lo que yo piense hacer depende de ti—dijo el peligris.
¿De que hablas? ¡Sé claro!—gritó el rubio que era malo para los enigmas.
¿Sabes porque lucho en esta guerra incesante? ¿Por qué intento destruir tu preciada Konoha? ¿Qué es lo que quiero?—preguntó el peligris.
Naruto tuvo que admitir—No. No lo sé—
Kabuto sonrió—Quiero destruir al que me derrotó pero como no podré lograrlo me vengaré de la persona más preciada para él—
¿Qué dices? ¿De que hablas?—preguntó confundido Naruto hasta que un nombre se le vino a la mente--¡Sasuke!—
¡Así es! Y para hacerlo destruiré lo más preciado para él, volverá a sentir el dolor de la pérdida—contestó el ojos negros.
¡Yo evitaré que eso pase!—dijo el ojos azules muy combativo.
…a menos—dijo el médico.
¿A menos?—preguntó Naru.
A menos que me compenses con algo—soltó el peligris.