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Sweet Revenge por Luckysixteen

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Notas del capitulo:

aquí el cap, es tarde lo se, perdonenme u.u

nos vemos en las notas finales n.n

Chanyeol se movió entre sueños, intentando inconscientemente acercarse aún más al calor que le proporcionaba el cuerpo que estaba a su lado. Pero el contacto con el otro cuerpo no se concretó, así que extendió su mano, intentando encontrarlo, al no conseguirlo abrió los ojos. Tuvo que parpadear un par de veces para despejar por completo los vestigios de sueño y poder enfocar correctamente la vista.

Al darse cuenta de que estaba completamente solo en la habitación, pensó que había soñado la visita de Yifan o que fue alguna alucinación provocada por la fiebre, aunque aquello era dudoso porque no tenía mucha fiebre, lo cual sólo dejaba la posibilidad del sueño. Decepcionado por esa posibilidad dejó caer la cabeza contra los cojines, permaneció mirando el techo por unos instantes y luego rodó sobre el colchón para cambiarse de lado, fue en ese momento cuando pudo captar un aroma muy familiar. Enterró su rostro en el cojín para comprobar que estaba impregnado del aroma de Yifan. No había sido un sueño.

Apretó el cojín contra su cuerpo y aspiró con fuerza para impregnarse de aquel delicioso aroma. Era una fragancia que coincidía completamente con la personalidad de Yifan, vibrante, enérgico y que afectaba a sus sentidos.

Inmediatamente se vio invadido por la urgencia de verlo, de cerciorase de si él también logró descansar como lo merecía y si le dolía su herida del costado. De un salto se puso de pie, provocando que de inmediato sintiera una cierta debilidad en las piernas que lo hizo tambalearse un poco antes de lograr recuperar el equilibrio, su estómago eligió precisamente ese momento para gruñir, recordándole que su malestar le impidió desayunar satisfactoriamente por la mañana.

-Pues ¿qué hora es?-dijo para sí mismo, volteando a ver el reloj despertador que estaba sobre su mesilla de noche-¿Las tres de la tarde?

¿Sólo había dormido un par de horas? Pues se sentía mucho más descansado que para sólo haber descansado tan poco tiempo, incluso el malestar de su garganta y el cuerpo cortado habían desaparecido. Distraídamente se giró hacia la ventana y lo que vio le hizo comprender algunas cosas.

Sí eran las tres…pero de la mañana. Había dormido más de doce horas de un tirón, lo que explicaba por qué se sentía tan descansado e incluso mucho más recuperado de su resfriado.

Darse cuenta de la hora real lo confundió aún más con respecto a Yifan. ¿Dónde estaba? ¿Por qué se había levantado?

Pensando que quizá estuviera en la cocina, se puso de pie y luego de ponerse una bata para que lo calentara un poco más, salió de la recámara en dirección a la cocina. No sólo no lo encontró en la cocina, sino que no había rastro de él por ninguna parte del departamento.

"¿Dónde está? ¿Por qué se fue?" pensaba con profunda decepción mientras se dejaba caer en el sillón.

Cuando más preocupado estaba, escuchó la puerta del departamento abrirse y de inmediato se levantó para ir a verificar.

En cuanto lo vio entrar en su departamento, no pudo contener la sonrisa ni el impulso de correr hacia él y arrojarse a sus brazos

-Ey-exclamó Yifan cuando sintió el choque contra el cuerpo de Chanyeol, provocando que soltara las bolsas que carga, las cuales se estrellaron contra el suelo y su contenido se volcó, sin alguno de los dos hiciera algo por evitarlo-¿Por qué tengo este recibimiento? No es que me queje, claro

-¿Dónde estabas?

-Pues…me desperté con hambre, pero como no tienes nada en el refrigerador tuve que ir a comprar algunas cosas para poder prepararnos algo ligero

-Es de madrugada ¿a dónde encontraste abierto?

-Pues en una tienda de 24 horas. ¿Estabas preocupado por mí?

-Un poco-reconoció desviando ligeramente la mirada-Pero más que nada estaba confundido porque no te veía por ninguna parte, me hubiera gustado que me avisaras

-Lo lamento, pero estabas dormido y no deseaba interrumpir tu descanso

Permanecieron abrazos unos instantes, hasta que el ambiente cambió de golpe, cargándose de una inequívoca electricidad que vibraba con su atracción sexual. A pesar de que sus manos no se movieron, ni sus cuerpos cambiaron de posición, el abrazo perdió completo su inocencia para convertirse en el preludio de algo.

-¿Te llevaste el arma a la calle o estás muy feliz de verme?-Chanyeol nunca se imaginó a si mismo decir un comentario tan estúpido como ese, pero no pudo contenerse para decirlo

-¿Tú que crees?-a pesar de tener su rostro enterrado en el torso de Yifan, lo que impedía verlo a la cara, supo sin lugar a dudas que su comentario le había hecho mucha gracia. Pero él no deseaba hacerlo reír, sino provocar otro tipo de reacciones en él

-Apuesto a que te alegras de verme casi tanto como yo. Estos días sin ti fueron horribles.

Levantó el rostro hasta posar sus labios en el cuello de su amante, el cual recorrió con sus labios al tiempo que metía sus manos bajo su playera y comenzaba a acariciarlo con la punta de los dedos, hasta que él lo tomó por la muñeca para detenerlo

-Basta Chanyeol, aún estás convaleciente, debes volver a la cama

-Eso de la cama es una gran idea. Déjame decirte que ya me siento perfectamente bien, la prueba de eso es que el sonrojo de mi cara definitivamente no es por fiebre. O al menos no por ese tipo de fiebre.

Las pupilas de Yifan se dilataron al entender lo que él menor quería decirle, entonces miró atentamente los labios del joven, provocando que él los entreabriera instintivamente. Aunque en aquellos momentos ambos se murieran de ganas violar la regla de no besarse, lograron resistir la tentación, en cambio sus manos vagaron con entusiasmo por el cuerpo del otro.

Igual que la noche anterior, lo tomó en brazos, pero aquella vez lo impulsaba una necesidad diferente a la de cuidarlo.

-¿No vas a guardar tus cosas en el refrigerador?-preguntó Chanyeol, a pesar de que no sentía el menor deseo de que se separaran

-Bah. Pueden esperar, yo no

En lo que parecieron un par de pasos llegaron a la recámara, donde lo colocó nuevamente en el piso al pie de la cama. Le quitó la bata y le siguió camisa del pijama, o mejor dicho su camisa, por la cabeza. Lo empujó con suavidad para recostarlo y de inmediato lo imitó, poniéndose encima de él, pero apoyándose firmemente en sus manos para no aplastarlo.

Inclinó la cabeza para dejar un rastro húmedo con la lengua sobre su pecho. Cuando capturo un pezón y lo introdujo en su boca, él menor no fue capaz de hacer otra cosa que no fuera gemir y clavarle los dedos en el pelo a medida que era succionado hacia un torbellino de placer. Cuando pasó a su otro pezón, sintió como si su sangre hirviera dentro de él, al tiempo que el corazón martilleaba con fuerza contra su pecho.

Yifan le quitó el pantalón del pijama y con la barba de un día frotó la parte sensible del interior de sus muslos. Era la primera vez que Chanyeol experimentaba la sensación de la barba contra su piel, y le encantó. De hecho cuando fueron sus pezones quienes recibieron aquellos roces contra la barba, le encantó mucho más. Lo agarró del pelo, de los hombros, se agarró a las sábanas a medida que lo llevaba de una cumbre a otra, sin detenerse hasta que ya no pudo más.

-Basta -gimió.

La risita ronca de él vibró sobre su vientre como el ronroneo de un gato.

-Oh, pero si apenas hemos comenzado. Desvísteme.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que Yifan seguía completamente vestido. Sintió un momento de vergüenza por su desnudez, pero por otro lado tenía cierto…”encanto” estar completamente desnudo mientras él continuaba vestido.

Para poder cumplir con lo que le había pedido, tuvo que sentarse en la cama, por lo que Yifan se sentó sobre sus talones para facilitarle la tarea. Lo primero que hizo fue quitarle la camisa, la cual arrojó por encima de sus cabezas, sin importarle a dónde iría a parar la prenda. Enseguida llevó sus manos a su cinturón del pantalón, pero él le puso las manos encima de las suyas para detenerlo

-Las botas-dijo al ver la mirada interrogante que el menor le dirigió

-Quítatelas

Él se sentó en el borde de la cama y levantó un pie.

-Hazlo tú por mí.

-Muy bien-aceptó él. Agarró la bota por el tacón y tiró, sin éxito.

-Date la vuelta-dijo él.

-¿Qué?

Él le indicó con la mano que se girara y se sentara a horcajadas sobre sus piernas. Chanyeol obedeció, y casi dio un respingo cuando él le tocó el trasero. Si quería quitarle las botas, tendría que inclinarse hacia delante…y él podría fácilmente acariciarlo donde más necesitaba que lo tocase.

Tras unos momentos de duda, finalmente se inclinó para agarrar su bota y él aprovechó para acariciarle las nalgas, acercándose peligrosamente a la fuente de calor. Él tiró de la bota, pero ésta no cedió, y entonces supuso que Yifan había tensado el tobillo para mantenerlo en esa posición.

-Lo tenías todo pensado, ¿verdad?

Él se rió suavemente.

-¿Yo? No entiendo en qué te basas para suponerlo-lo miró con la misma inocencia con que lo haría un niño de tres años que acabara de romper el jarrón de su madre

Lentamente, le trazó círculos seductores en el interior de los muslos. Chanyeol tuvo que contenerse para no ordenarle que se diera prisa, no estaba muy seguro de que quería sonar tan exigente y desesperado. En lugar de eso se arqueó hacia atrás para incitarlo, pero él parecía decido a llevar su propio ritmo sin tomar en cuenta sus deseos

-Yifan…tócame… por favor.

-Te estoy tocando.

-No… no en el sitio exacto…

Él le puso la mano entre las piernas y apretó.

-¿Y ahora?

-Mejor-dijo él, pero la presión era demasiado débil. En vez de ejercer más fuerza para aliviarlo, Yifan sólo había aumentado la tensión, y eso resultaba demasiado frustrante-Ahora inclínate y tira-casi gimió de alivio por lo que aquella orden implicaba, pero prefirió limitarse a hacerlo

En aquella ocasión las botas salieron sin problemas, le siguieron los calcetines. Mientras tanto él la besaba una y otra vez a lo largo de la espalda; entonces se separó de él, lo suficiente para quitarse los pantalones y la ropa interior, quedando completamente desnudo. Sin perder tiempo se colocó un condón que sacó de uno de los bolsillos de su pantalón, entonces se sentó atrayéndolo hacia él y le abrió las piernas. Rápida e inesperadamente, la erección lo llenó, dejándolo sin aliento y pensamientos.

-Móntame, Chanyeol

Esas palabras roncas, gemidas sobre su espalda, le transmitieron una descarga de electricidad hasta las entrañas. Se ruborizó. Él tenía los ojos cerrados y la boca apretada. Como si sentir su posesión no fuera lo bastante erótico, podía verlo todo en el espejo de cuerpo entero que ocupaba una de las esquinas de la habitación. Observó las manos bronceadas frotándole los pezones contraídos. Las manos descendieron y le abrieron más los muslos pálidos, entonces sus bíceps realizaron una exhibición de poder cuando lo alzó y lo bajó. Se vio abierta y vulnerable a la posesión.

Pero no le importaba en lo absoluto

Con los pies plantados en el suelo, Chanyeol subía y bajaba, siguiendo el ritmo que Yifan imponía con las manos en su cintura. Una de esas manos grandes y callosas lo rodeo para agarrarlo desde la punta de su miembro y acariciarlo con la yema de los dedos. Los latidos de su corazón eran potentes que le resultaban ensordecedores.

En aquellos momentos, aparte de excitado, se sentía absolutamente fascinado por la demostración de fuerza que exhibía el cuerpo de Yifan, desde la forma en mordisqueaba su hombro, hasta la forma en los músculos de sus brazos se contraían cada vez que lo levantaban.

Volvió a arquear su cuerpo y a punto estuvo de hacer que se saliera, pero de inmediato lo embistió con más fuerza y velocidad. Y juntos observaron cómo lo penetraba, una y otra vez.

El hormigueo comenzó en los dedos de los pies y ascendió en un torrente de chispas. Se sacudió contra él con la espalda arqueada. Yifan lo rodeó con los brazos y lo oyó gemir su nombre a la vez que sentía como una enorme explosión lo dominaba. Y entonces todo fue quietud salvo por el sonido de su respiración entrecortada.

Despacio, el corazón de Chanyeol se aproximó a la normalidad. Los muslos le palpitaban y tenía el cuerpo sensibilizado. No habría sido capaz de soportar su propio peso. Se hundió contra el calor de Yifan y observó a los dos en el espejo. Sus cuerpos estaban entrelazados, con el mentón del rubio descansando sobre su hombro y mirándolo a los ojos a través del espejo, aquella imagen lo perturbó poderosamente y de una forma que no podía explicar.

Cuando la respiración de él empezó a retomar su ritmo normal, le apartó un mechón de cabello sudoroso y dijo con tono ligero

-¡Esa sí que fue una bienvenida!

-¿Cómo?

-Mientras venía para acá, pensaba en la recepción que me darías. Debo admitir que fue mejor de lo que esperaba

Chanyeol sonrió de manera perezosa pero satisfecho por ¿cómo no sentirse satisfecho después del encuentro que acababan de tener?

Permanecieron unidos unos segundos más, hasta que Yifan pareció decidir que ya era suficiente para él y lo separó para inmediatamente recostarlo y disponerse a recoger su pijama del suelo para volver a ponérselo

-¡Ey! No quiero acostarme nuevamente-replicó de mala gana, aunque sin resistirse a que le metiera nuevamente la playera

-No me importa lo que quieres, sino que lo debes. Aún estás resfriado, así que no es bueno que estés desnudo. Mejor se un buen chico, acuéstate y duerme otro poco

-Pero no quiero-a pesar de sus protestas empezaba a sentirse adormilado. El cansancio propio del resfriado, sumado con el relajamiento que lo inundaba después de su reciente encuentro, empezaba a ser una mezcla que llevaba al traste sus intenciones.

-Insisto, para ser un doctor eres un muy mal paciente

-¿Pues qué esperabas? Odio estar en cama…sobre todo cuando tú no estás en la ecuación-terminó con coquetería, consiguiendo arrancarle una carcajada al rubio.

-Entonces hagamos un trato. Descansa, duerme otro rato para recuperes fuerzas…y entonces le sacaremos provecho a tus nuevas energías ¿te parece?

-Seguro, pero sólo si me prometes que tú también te acostarás

-¿Yo? No lo necesito

-No estoy de acuerdo. Tienes una herida reciente, vienes llegando de un viaje desde quién sabe dónde y no parecías haber dormido mucho en las últimas horas, así que tú también debes recostarte

La indecisión de Yifan estaba claro en su rostro, al final pareció rendirse ante los argumentos de Chanyeol, y probablemente ante su propio cansancio, y se dejó caer sobre el colchón. De inmediato se vio rodeado por los brazos de Chanyeol, apretándolo contra él

Comenzaban a relajarse y a sumergirse en un agradable sopor, cuando el inconfundible timbre del celular de Yifan resonó con fuerza en el silencio de la habitación. Sin poder contener una maldición por aquella molesta interrupción; otra persona quizá lo hubiera hecho, pero probablemente él pensaba que podía ser algo urgente de la estación y no podía arriesgarse a no recibir la llamada. Con desgana pero también con rapidez, se incorporó para levantar su pantalón del suelo y poder sacar el dichoso aparato de uno de los bolsillos.

Desde su lugar en la cama, Chanyeol lo escuchó contestar con un insulto, pero en lugar de escucharlo hablar por teléfono, toda su atención estaba puesta en el hecho de que estaba parado de perfil frente a él, dándole una magnífica visión de su desnudez. El vendaje en su torso ejercía un curioso contraste con su piel, al igual que las líneas rojizas que surcaban su muslo, pero lo que en verdad atraía su atención fue la visión de su imponente masculinidad, la cual mantenía atrapada su mirada cual si de un imán se tratara

-Estoy bien, carajo-decía con rabia a quien fuera que le estuviera regañando

Se dejó caer en el borde de la cama, quitándole a el menor la oportunidad de continuar observándolo, pero a cambio obtuvo una maravillosa vista de sus nalgas. Sin poder reprimirse, extendió una mano y se las acarició con dedos titubeantes. Al momento Yifan retiró el teléfono de su oído, lo tapó con la mano y le lanzó una desafiante sonrisa por encima de su hombro

-Tienes total libertad-no sólo era su sonrisa, aquellas palabras escondían un reto que pensaba que él eludiría. Pues se llevaría una sorpresa

Se incorporó e hincó sobre el colchón, en aquella posición se acercó hasta quedar a unos centímetros de su espalda. Su espalda era otra maravilla, igual que su torso, pensó de manera soñadora. Estaba constituida por músculos compactos, dividida por la profunda hendidura de la columna vertebral, y descendía formando una cuña desde los anchos hombros hasta la firme cintura.

-Ya te dije que estoy bien. La misión había concluido, Woohyun se ocupó del papeleo, así que no tenía ninguna razón para quedarme-continuaba hablando con su interlocutor. La tensión que inundaba su espalda era suficiente señal de lo que le parecía aquella llamada, así que pensó en ayudarlo para relajarse.

Lo rodeó con sus brazos por detrás, enterrando su barbilla en el hueco de su hombro y pegándose a su espalda. Con sus labios recorrió la longitud de su cuello mientras sus manos se encargaban de abarcar su torso. Sorprendido por sus avances, Yifan alejó el teléfono de su oído y estaba a punto de girarse, pero él volvió a colocarle el aparato, indicándole que siguiera su conversación.

-En verdad no entiendo por qué estás jodiendo con éste asunto, Baekhyun.

Al escuchar aquel nombre Chanyeol se quedó congelado. Al principio pensó que era una broma de Yifan, pero se pegó a su oído y escuchó con claridad la voz de su novio.

Su primer impulso fue alejarse de Yifan, como si el moreno pudiera hacerse adivinar con quién y qué estaba haciendo; pero en cuanto se dio cuenta de lo ridículo de sus temores, una idea mucho más atrayente cobró forma en su mente.

Cambiando un poco su posición, para estar más cómodo, pasó una de sus manos frente a Yifan y sin perder tiempo rodeó su miembro. El rubio contuvo el aliento e incluso pareció estar a punto de dejar caer el teléfono, pero logró recuperarse rápidamente.

-No, no. Estoy bien-su voz sonó más ronca que momento antes, por lo que Yifan tuvo que carraspear un poco para volver su voz a la normalidad.

Yifan  trató de continuar con la conversación, pero Chanyeol dejó de conformarse con sólo tenerlo rodeado con la mano y empezó a recorrer su miembro de la base a la punta. Sus atenciones no tardaron en desembocar en una erección, facilitando su trabajo.

La voz de Yifan se había convertido en un susurro, aunque trataba con todas sus fuerzas de mantener su atención en la conversación. Fallando miserablemente

-Sí adiós-dijo con prisa a la vez que cerraba el teléfono. Gimió entre dientes, permitiéndose disfrutar de las atenciones que la mano de Chanyeol le proporcionaban, pero en cuanto recuperó un poco de control le dijo-Sabe que estoy en la cama con alguien-dijo con tono acusador

-¿Sospecha de mí?-lo vio fruncir el ceño con desconcierto, pero casi de inmediato le respondió

-No

-Entonces no es importante

El teléfono volvió a sonar y en aquella ocasión fueron ambos los que maldijeron por aquella nueva interrupción. Pero no por eso Chanyeol  se detuvo

-¿Tú también? ¡Estoy bien, Tao!-exclamó su amante, con claro mal humor.

Tao

Aquel nombre lo golpeó con fuerza, haciéndolo detenerse. ¿Qué tenía que estarle hablando a Yifan por teléfono? ¿Se creía con derecho a interrumpirlo? Suponía que aquel hombre no tenía por qué saber que Yifan estaba acompañado, ¡Pero joder! Eran las cuatro de la mañana

Bueno, pues lo que fuera que estuviera diciéndole a Yifan, él no iba a perder la atención de su amante. Probablemente fuera una competencia estúpida, de la cual Tao no estaba enterado, pero él no pensaba perder.

Con rapidez se bajó de la cama e inmediatamente se arrodilló entre las piernas de Yifan, tomando su pene nuevamente, pero en aquella ocasión con los labios. Escucharlo contener el aliento le provocó una indudable satisfacción, pero no era suficiente para él.

-Sería mejor para los dos que colgaras de prisa-dijo con suavidad contra su muslo, esperando distorsionar un poco su voz, aunque no pensaba que pudiera oírsele a través del teléfono. Rió con picardía antes de acomodarse nuevamente en su posición.

Ya había hecho aquello en un par de ocasiones con Yifan, de modo que conocía exactamente cómo y de qué manera le gustaba ser acariciado, e iba a demostrar ser un alumno excelente.

Su voz le llegaba desde lejos, tratando de ponerle atención el joven con quien estaba enfrascado en una conversación, lo que lo enfureció y lo animó a ponerle un mayor empeño a sus caricias.

Cuando tomó uno de sus testículos y lo presionó con suavidad, él no pudo continuar fingiendo interés en aquella llamada, colgando el teléfono sin despedirse y dejando a su amigo a mitad de una frase. Al día siguiente pensaba disculparse por su comportamiento, pero aquellos momentos tenía cosas mucho más importantes, como las deliciosas sensaciones que Chanyeol provocaba en él.

Aventó el teléfono, sin importarle en lo absoluto si se rompía a causa de ello, y enterró sus dedos en los cabellos de Chanyeol para impedirle que se retirara y se entregó al placer.

Notas finales:

Yaaaaap.

Nos leemos mañana n.n

- AAL


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