No… Kakashi—dijo el pelinegro mientras trataba de parar las inquietas manos de quien lo agarraba por detrás, una mano en su estómago y la otra más abajo mientras sus labios rozaban el cuello por un lado—Es… estamos en un local—añadió mientras dentro suyo el susto y la emoción competían pues estaban metidos en un probador de un local de ropa en esa aldea desconocida para ellos hasta hace poco.
¿Qué importa?—preguntó el abogado dándole vuelta de a poco para llegar a sus labios.
¡Pervertido!—trató de avergonzarlo Uchiha.
Lo dices como si te disgustara pero yo sé que no—dijo el peligris con una sonrisa lasciva en los labios antes de tragar la boca del otro con la propia y llevar la espalda del otro a la pared del probador.
Obito se sentía hundirse en los labios de su amado Hatake, tan fuerte seguía siendo su atracción por él—Espera… el bebé—trató de objetar nervioso.
Sabes de sobra que no le hará nada. Nos lo dijo el médico y además el chico es mas fuerte que el resto. ¿No? Además acostúmbrate porque no se que harás cuando vengan los otros—dijo Kakashi.
¿Los otros? Pero si tu no querias…--dijo el asombrado Uchiha.
Pero gracias a ti esa idea me empezó a gustar…--dijo el peligris rozando sus labios y entonces se puso serio—Cuando estuve por perderlos… yo…--
El corazón de Obito se encogió al sentir ahora muy fuerte las emociones que le transmitía hasta hace poco “el frío Kakashi”, sus labios recomenzaron a tocar los propios y Obito sintió la necesidad de entregarse, de sanar con ese acto la tristeza del otro aunque fuera justificada y merecida después de las cosas que le hiciera mientras se decidía a volverse una persona confiable--¡Olvida eso!—le dijo tomando con sus manos la cara del otro.
Los ojos de Kakashi relucieron cuando arrebatando de sus manos la cara para pegarla a la de su amado lo besó con pasión desenfrenada mientras sus manos encadenaban los pantalones y calzoncillos del otro para bajarlos.
Las bocas se ansiaban y se buscaban, la de Obito un poco más abajo que la del peligris, el pelinegro la alzaba hacia arriba y la bajaba para hacer mas poderosas las embestidas de sus besos mientras las manos del otro lograban que llegara al siguiente nivel al deslizarse con sus palmas por sobre las nalgas redondeadas ahora expuestas al frío de la habitación con aire acondicionado y haciendo que se apretara contra la incipiente erección del otro.
Kakaghhh!—la forma en que lo apretaba contra el muro lo estaba enloqueciendo mientras sus manos se retorcían contra la tela del pecho de Hatake buscando contener su emoción incontenible.
Entonces el peligris lo levantó en el aire poniendo sus piernas para arriba mientras le decía junto a sus labios—Lo siento, no puedo esperar—placer y dolor se aunaron cuando el abogado entró dentro del pelinegro que ahogó su grito en la boca del otro.
Aghhh ha.. ha…--jadeaba Kakashi mientras trataba de respirar por la boca recién descubierta pues su espina solo pujaba para estar más adentro de su ser querido. Su trasero también expuesto echaba ganas, el interior cálido y apretado de su amante le llamaba a ser más desmedido, casi cruel con sus ansias de poseerlo por completo, por lo que dijo también—Prepárate porque voy a llenarte de hijos. No voy a dejarle la oportunidad a nadie más de arrebatarte. ¡Serás solo para mí!—añadió acariciando la mejilla del asolado Uchiha antes de darle otro intenso beso.
Los labios, las manos, todos sus cuerpos necesitaban con desespero el contacto del otro, sus sonidos, su fuerza, su deseo. Kakashi no pudo evitarlo y lamió lascivamente su cuello. Eso produjo ese efecto en Obito que sintió deseos de algo más y con lujuria mordió el cuello de su amado seme.
Kakashi sintió la mordida pero en lugar de reprimirlo el dolor hizo que sus movimientos se crisparan haciendo que llegara al orgasmo más rápido junto con su amado Obito.