Yifan maldijo a su suerte mientras bajaba escaleras a toda prisa. En cuanto regresó del viaje renunció a sus dos días restantes de vacaciones, ya no los necesitaba ahora que dio por terminada la aventura por Chanyeol, pero el general se mostró inflexible en admitirlo en el trabajo. Incluso le dio un día extra.
"¿Cuántos turnos dobles has tomado en el último año? Sé un buen chico y descansa, te hace falta" esas fueron las palabras con las que justificó su decisión.
Si tanto creía conocerlo ¿por qué no era capaz de entender que lo que en verdad necesitaba era mantenerse ocupado y no estar encerrado en su casa pensando? Por lo visto su intención de volverse un miembro indispensable había fallado o de lo contrario lo hubieran aceptado de regreso sin problemas.
Resignado a lo inevitable se encaminó a los vestidores para llevarse un poco de la ropa sucia que tenía guardado en su casillero. Lavar su ropa sucia era algo completamente diferente a lo que pensó que haría en aquellos días, pero algo era mejor que nada.
Estaba a unos pasos de los vestidores cuando percibió con facilidad los gritos ahogados que salían del lugar. Curioso por lo que estuviera pasando se apresuró a entrar para encontrarse con un escenario un tanto surrealista: un grupo de veinte compañeros estaban en círculo alentando con gritos de 'Pelea, pelea' a dos individuos que forcejeaban en el suelo. Se acercó para ver mejor quienes eran los implicados y su quijada casi de dislocó de la impresión al reconocer ni más ni menos que a Jongin y Suho.
Furioso porque sus amigos se hubieran convertido en el centro de un espectáculo que nadie parecía tener intenciones de parar, se abrió paso para llegar hasta ellos y tomando a Suho por el cuello de la playera los separó. Al principio Suho forcejeó por verse separado de su presa, pero Yifan lo remedió estrellándolo contra los casilleros
-Yifan…-murmuró Suho en cuanto reconoció a su amigo
-¿Qué demonios está pasando?-preguntó mientras intercalaba la mirada entre ambos
-Es muy problemático para mi explicártelo cuando no sé la razón-respondió Jongin con desgana mientras se sentaba en una de las bancas y se llevaba una mano a su labio abierto-Me atacó de improviso.
-Joder-maldijo con frustración al ver la situación.
Suho lo miraba fijamente, con aquella expresión neutral que tanto crispaba sus nervios en algunos momentos. Era difícil entender, viéndolo tan frío, que hubiera atacado tan furiosamente a un compañero sin alguna razón.
Pensaba interrogarlo al respecto, pero no lo haría delante de una bola de curiosos, así que lo sujetó por la playera y lo jaló hacia el pasillo y luego a la sala de descanso de los comandantes. Ellos no tenían autorización para entrar ahí, pero a él le importaba un pepino. Lo aventó contra una silla y se paró frente a él con los brazos en jarras para encararlo
-¿Qué demonios acaba de pasar? Jongin dice que tú lo atacaste primero y por raro que suene…le creo
-¿Lo estás defendiendo?-preguntó Suho más con curiosidad que con molestia
-Claro que no, él puede defenderse solo. Pero quiero saber qué demonios te ha llevado a actuar de una forma tan distinta a como eres
-¿Cómo soy?
-¡Joder, que no voy a hacerte un análisis de tu personalidad a estas alturas! Bastante bien te has de conocer como para que yo tenga que dar mi veredicto-Suho se mantuvo en silencio, lo cual no ayudaba a los nervios de Yifan, que ya empezaba a frotarse la cara con la mano con frustración-Mira Suho, no es mi mejor día así que quiero saber ¿qué carajo pasa contigo?
Yifan esperó la respuesta, pero ésta tardaba en llegar. El silencio de su amigo, que simplemente lo observaba fijamente, comenzaba a impacientarlo enormemente y se sentía a punto de explotar. Ese día no se sentía muy comprensivo o tolerante. Cuando pensaba que tendría que arrancarle la respuesta a golpes, Suho susurró
-Él lo engaña
-¿Él? ¿Jongin? No te entiendo ¿a quién engaña?
-Lo vi comprar un anillo de compromiso con Kyungsoo pero hace rato lo escuché hacer planes con Yixing. Lo está engañando y yo no…podía quedarme de brazos cruzados al ver cómo le faltaba el respeto de esa manera
Su respuesta dejó descolocado al rubio. Suho se comportaba la mayoría del tiempo con una frialdad y carencia de emociones que lo ponía nervioso, pero tan sólo unos minutos antes había golpeado a un compañero por celos y para defender el honor de un chico.
-¿Y qué con que lo engañe? Eso no es asunto tuyo
-No quiero que le haga daño
-¿Más del que tú le hiciste?-De acuerdo, no era la mejor frase que un amigo le diría a otro, pero era la verdad y Yifan también apreciaba a Kyungsoo. Suho se encogió ligeramente por la acusación-Kyungsoo es un adulto Suho. Y sabes tan bien como yo, y como muchos de por aquí, que ellos tienen una relación abierta, saben a qué reglas atenerse
-¿Por eso le compra un anillo de compromiso y luego lo engaña?
-Mira Suho, tú lo echaste de tu lado, así que si decide rehacer su vida con alguien más y él lo lastima, estoy completamente seguro que él se basta para hacerse cargo. Terminaste la relación que tenían, así que no tienes ningún derecho de ejercer de novio celoso porque es un papel que no te queda ¿lo entiendes?
-….
-Y si tienes un problema con eso pues es tu maldita culpa por dejar fuera al hombre que amas-a esas alturas de la conversación el tono de voz de Yifan era todo menos discreto. Para él problema estaba clarísimo y le enfurecía que su amigo se estuviera jodiendo solito-Entiendo por qué terminaste con él pero…
-No. No entiendes nada-aseguró con una rotundidad que hasta entonces le desconocía, pero eso no hizo más que sulfurarlo aún más
-Claro que entiendo cómo te sientes, simplemente no comparto tus emociones, pero entiendo lo que las motiva: el miedo. Te educaron para ser frío y eliminar tus sentimientos, para controlar cada uno de tus actos y pensamientos…algo que es imposible estando al lado de Kyungsoo ¿no? puedes controlar la amistad porque eliges libremente con quien convivir y riges cómo te cae otra persona, pero eso no cuenta con el amor. El amor es una fuerza de la naturaleza imposible de controlar o analizar. Ocurre y ya. No lo puedes crear o extinguir a voluntad, simplemente existe y muchas de tus acciones dejan de obedecer a cuestiones racionales y sólo responden al afectivo. Eso es lo que te aterroriza. Estás que te cagas de miedo.
-…
-¿No dices nada? Bien porque aún no termino. Déjame una cosa muy importante, Suho. Cuando amas a alguien y ese alguien te corresponde y ambos tienen la fortuna de estar libres, tienes el tesoro más importante. Cásate con él. Tú y yo somos huérfanos ¿no anhelas formar una familia? Lazos familiares como los que nunca tuvimos ¿No quieres pertenecer a ese círculo?-Suho se limitó a desviar la mirada, suficiente respuesta para Yifan que hizo una mueca burlona y dijo-Entonces no lo jodas todo sólo por ser un maldito miedica.
∞
…Siete. Ocho. Nueve. Diez. Colgó
La llamada se cortó después del décimo timbrazo y obtuvo una maldición por parte de Chanyeol. Ésa era la cuarta vez que marcaba al departamento de Yifan y la cuarta vez que nadie le contestaba. No tenía ninguna duda de que él estaba en su departamento…y de que lo estaba evitando. A final de cuentas para evitar contestarle sólo tenía que revisar su identificador de llamadas.
-Maldito Yifan ¿por qué te estás comportando como un cobarde? Yo soy el que debería tener miedo, no tú-masculló con mal humor mientras se dejaba caer contra el sillón y aventaba el teléfono al otro lado del mismo
La imposibilidad para comunicarse con él era algo que pasaba desde que Yifan dio por terminada la aventura. A partir de ese momento se cerró por completo a él, casi pensó que iría a pedir otra habitación para pasar la noche; no lo hizo pero sí durmió en el sofá. Al día siguiente ni siquiera caminó a su lado en el aeropuerto y durante el trayecto se colocó sus audífonos para concentrarse en la película que la aerolínea les proyectó. En cuanto aterrizaron él se limitó a tomar sus maletas, buscarle un taxi y desaparecer.
Algo que lo tenía furioso. Asustado, confundido y temeroso del futuro, pero principalmente furioso. Lo patearía gustosamente si lo tuviera enfrente.
Le tomó toda la noche, sumido en el más absoluto insomnio, pero finalmente había logrado ordenar sus pensamientos y ponerle nombre a sus sentimientos. Amor.
-Lo amo. Lo amo-se repitió por centésima vez
Todavía sonaban extrañas a sus propios oídos esas palabras, aún y cuando eran ciertas. Sin embargo no terminaba de acostumbrarse al concepto, no se acostumbraba a la idea de cómo habían cambiado sus sentimientos, pero era algo que no podía seguir negando
"Ese maldito de Kyungsoo nunca me permitirá olvidar que tenía razón. Se jactará de esto toda mi vida"
Pero Kyungsoo era el menor de sus problemas, con quien necesitaba hablar era con cierto rubio idiota que se negaba a tomarle el teléfono.
Era cierto que sentía muy recientes esos sentimientos, pero estaba convencido de que no eran nada frágiles ni endebles, no necesitaba verse con Yifan para confirmarlo…simplemente necesitaba verlo para decírselo. Para ponerlo en palabras frente a él.
No le temía al rechazo, a no ser correspondido, porque se negaba a considerar la posibilidad de que él no le correspondiera. Era cierto nunca le había dicho algo…que tuviera sentimientos amorosos por él, pero él tampoco lo había hecho y sin embargo lo amaba. La noche en la playa debió significar lo mismo para él que para Chanyeol ¿no?
Aquella mágica noche, con sola la luna como testigo, había sentido como todas sus barreras se derrumbaron sin control. Por eso estaba tan asustado momentos después. Algo pasó esa noche, algo tan extraordinario que cuando se miró en los ojos de Yifan…lo supo. Supo que lo amaba y que Yifan lo amaba a él. O al menos eso creía.
No hubo una sola palabra al respecto, ambos trataron de restarle emocionalidad al encuentro, pero negar que los verdaderos sentimientos de ambos salieron a flote, era como negar que el sol salía cada mañana. Trató de hacerlo, vaya que trató, pero al final sólo pudo darse por vencido y reconocer lo que en el fondo llevaba días sospechando.
Estaba seguro de que él estaba al tanto de que lo amaba, a final de cuentas si los sentimientos de él le parecieron tan claros, era imposible pensar que no hubiera pasado lo mismo con los suyos. Fue un momento tan mágico, tan poderoso y revelador, que de no saber que era imposible, hubiera jurado que se quedó embarazado.
Pero el problema, una vez aceptados y asimilados los sentimientos, era saber qué hacer al respecto. Ese era el otro asunto importante a tratar con Yifan. No sólo quería declararle que lo amaba, también necesitaba escuchar las mismas palabras de su boca; por eso lo estaba poniendo tan nervioso el que él lo estuviera evitando.
"Quizá esté preocupado por lo que haremos. Si todo sale a la luz ya no habrá forma de ocultarle a Baekhyun lo que hay entre él y yo y entonces perderá su amistad"
Aunque él también estaba preocupado por eso, era obvio que Yifan era quién más tenía que perder. Baekhyun nunca perdonaría que lo dejara para estar con su mejor amigo ¿Qué hacer?
Claro que él tenía una idea, pero no estaba del todo seguro que funcionaría y necesitaba tratarlo con 'el otro involucrado', necesitaba su opinión. Pero él no le estaba facilitándole las cosas
"No, no debo seguir tratando de hablar con él por teléfono. Esto es un asunto verdaderamente importante, lo mejor es que vaya a verlo a su departamento para que podamos hablar en persona, sin aparatos ni distancias entre nosotros. Además…necesito verlo"
Pensó con determinación salía en dirección al hogar del rubio.
∞
Si alguno de sus compañeros se enteraba de que la jardinería siempre lograba calmarlo, no se lo creerían; nadie podría creer que una actividad tan simple y que requiriera de calma y paciencia pudiera gustarle a alguien tan hiperactivo y enérgico como él. Pero así era.
Un poco más animado de lo que llevaba horas sintiéndose, aunque tampoco era mucho el cambio, se dispuso a guardar sus instrumentos de jardinería mientras acomodaba las pequeñas macetas en su lugar cuando su mirada aterrizó en el teléfono.
Ya había transcurrido un rato desde la última llamada de Chanyeol y por enésima vez se preguntó si estaba siendo un cobarde por negarse a contestar sus llamadas. Que idiota. ¡Claro que era un cobarde! La cosa era…que se sentía completamente inseguro y perdido sobre lo que iba a pasar.
El timbre de la puerta lo sacó de golpe de su ensueño. No esperaba ninguna visita, así que sólo veía dos opciones probables: Chanyeol o Suho. Curiosamente no estaba seguro de cuál de los preferiría encontrarse; pero cuando abrió la puerta se llevó la enorme sorpresa de encontrarse a alguien totalmente inesperado
-Tao-Él joven estaba de pie frente a su puerta, con las mejillas sonrojadas y sus dedos moviéndose nerviosamente. Eso no era nada raro, lo raro es que lo estuviera visitando en su casa, ni siquiera sabía que él conociera su dirección-¿Pasa algo Tao?
-No yo…
Dándose cuenta de que no estaba siendo muy caballeroso al dejarlo en la puerta, se hizo a un lado para indicarle que entrara, caminó por delante para guiarlo hacia uno de los sillones y que se sentara, pero él se quedó estático en el pasillo.
-Tao si tienes un problema puedes decírmelo, si puedo te ayudaré-ofreció con amabilidad al ver el nerviosismo del chico.
Repentinamente ese nerviosismo pareció menguar un poco porque él joven alzó el rostro y lo miró con una especie de determinación. Aunque seguía pareciendo nerviosa y frágil, ese gesto determinado lo intrigó
-Me sorprendió verte en la Estación, pensé que seguirías de vacaciones un par de días extras
-Si bueno…hubo un problema en mi viaje y regresé antes-dijo vagamente. Al general le explicó algo para justificar su regreso anticipado, pero no podía recordar el pretexto que usó y no quería arriesgarse a caer en contradicciones
-Ese problema fue con Chanyeol ¿verdad?
Yifan se enderezó en cuanto escuchó el nombre. Acababa de recordar que Chanyeol le alertó sobre el hecho de que Tao sabía lo suyo, pero lo había olvidado y nunca pensó que él rubio hiciera algún comentario directo.
-Eso no es importante
-Lo es para mí porque…quiero saber…espero que sea porque todo ha terminado entre ustedes
-No quiero ser grosero Tao, pero eso no es asunto tuyo. Es algo privado.
-Comprendo pero…tengo que decirte algo
Probablemente fue el tono de voz que usó, pero supo exactamente de qué iba lo que quería decirle.
-Creo sé lo que vas a decirme Tao y créeme que es mejor que no lo hagas
-No. Claro que estoy nervioso por esto, pero sé que es lo correcto. Ya ni quiero seguir ocultándome, no quiero seguir fingiendo que no pasa nada, que no me duele cuando sales con alguien más. Cuando estás con él.
-No lo digas-repitió con lentitud, como si le estuviera explicando a un niño terco que se resistía a obedecer
-Te amo Yifan. Sé que tú no sientes lo mismo, pero estoy seguro de que si me das una oportunidad…
-Eso nunca va a pasar Tao, por eso te dije que no pronunciaras esas palabras. Acabas de cambiar las cosas y no hay vuelta atrás, pero lo que no cambia es que no te correspondo ni podré hacerlo
-¿Por qué no? Estoy seguro que puedo hacerte feliz si me lo permites, si me dejas probártelo yo…
Yifan no podía seguir escuchando más. No necesitaba tiempo para saber que nunca podría corresponder los sentimientos de Tao y que no podía permitir que esa conversación continuara o terminaría por lastimarlo aún más. Estaba intentando pensar la forma más educada para pedirle que se fuera, pero Tao lo sorprendió llevando su mano a uno de los botones de aquella camisa de vestir que portaba y tras un segundo de titubeo, los desabotono por completo. Quitando aquella prenda por completo quedando semi desnudo ante él
-Tao yo…
Estaba a punto de pedirle que se vistiera cuando la puerta del apartamento se abrió dando paso a un sonriente Chanyeol. La sonrisa se esfumó de golpe en cuanto vio la escena que se desarrollaba ante sus ojos y que parecía tener sólo una explicación.
El tiempo pareció detenerse en aquella habitación, hasta que Chanyeol rompió el momento dándose la vuelta y echando a correr. A Yifan le tomó un segundo entero reaccionar y salir a toda carrera tras él. Lo alcanzó en el elevador cuando presionaba repetidamente el botón de llamada
-Chanyeol. Espera-jadeó cuando logró alcanzarlo, pero él ni siquiera se dignó a voltearse para verlo, en lugar de ello continuó presionando el botón-No es lo que parece, Tao…
Ésas cuatro palabras fueron suficientes para acabar con la aparente frialdad de la que Chanyeol estaba haciendo gala. Se giró violentamente para enfrentarlo mientras en sus ojos brillaban lágrimas y rabia por igual.
-¡¿Qué no es lo que parece?! ¿Entonces no acabo de ver a Tao, semi desnudo ofreciéndosete en tu sala? ¿Fue una alucinación?
-¿Acaso me viste aceptarlo?-le preguntó en el mismo tono imperioso que él joven usaba, entendía que estuviera molesto, pero no estaba dispuesto a dejarlo marchar sin que pudiera explicarse
-No hace falta, hay cosas que están absolutamente claras sin necesidad de ver más. ¡Eres un maldito mentiroso! Me dijiste que no habría más, que yo sería el único ¡eres igual a él!
-¡No te atrevas a compararme con Baekhyun!-gritó sintiéndose ofendido y desesperado por igual. A esas alturas todos sus vecinos podrían escucharlos sin problemas, pero era lo último que le importaba en aquel momento-Tú me conoces, Chanyeol; sabes que sí, tú mismo lo dijiste en la playa ¿recuerdas?
-Con lo que acabo de ver se me hace imposible creerte
La campanilla del ascensor sonó en ese momento, indicando la llegada del mismo. Las puertas del aparato se abrieron pero antes de que Chanyeol pudiera entrar en él, Yifan lo jaló con fuerza por el brazo para impedirle que se fuera
-Por favor Chanyeol, no puedes echar a perder lo que hay entre nosotros por un maldito malentendido
-¿Nosotros? No hay un “nosotros” como lo que insinúas; lo único que ha habido es que, durante unas semanas, nos hemos dedicado a follar como conejos ¡pero nada más! ¡¿Me oyes?¡ Pero hasta eso se acabó porque no quiero volver a verte ¡y no quiero que me toques!-lo empujó con fuerza por el pecho, con tal suerte que logró separarlo lo suficiente como para soltarse y entrar en el ascensor justo a tiempo para que se cerraran las puertas.
Una vez aislado en aquel cuarto de acero, su rabia desapareció de golpe, dejando al descubierto el dolor que sentía. Las lágrimas no pudieron seguir siendo contenidas y de sus labios escapó un sollozo ahogado. Cuando las puertas se abrieron en la planta baja, una sorprendida pareja de ancianos observó a un joven recargad contra el panel de controles, llorando desconsoladamente.