Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ancient Egipt por desire nemesis

[Reviews - 223]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¿Acaso perro no te das cuenta de lo que me causas? ¡Pareces idiota!—dijo el ojos azules.

 

¡Hey! ¿Será por tu delicada forma de hablarme?—preguntó el irreverente rubio antes de que sus labios fueran sellados por los del otro de manera pasional.

 

¿Acaso perro no te das cuenta de lo que me causas? ¡Pareces idiota!—dijo el ojos azules.

 

¡Hey! ¿Será por tu delicada forma de hablarme?—preguntó el irreverente rubio antes de que sus labios fueran sellados por los del otro de manera pasional.

 

Seth se alejó para respirar, entonces el rubio dijo--¡Tú estabas dispuesto a perder tu trono por Tsukishiro! ¡Casi te matan por él! ¿En cambio a mí…--lleno de brutales celos.

 

El castaño por un momento lo miró sorprendido para luego darse cuenta de la realidad y sonriendo de lado le susurró pues estaban muy cerca--¿Acaso preferías que lo denunciara para que lo mataran?—El melado se sintió mal pues no era lo que quería. Solo que le era difícil aceptar que el otro demostrara cosas por alguien mas cuando por él jamás demostró nada que no fueran insultos y humillaciones. ¿Por qué entonces él…? Temblaba en la expectación de un beso, de sus manos circundando sus muslos, del calor que emitía su cuerpo--¿No decías apreciarlo?—dijo con una voz un poco lastimera el faraón como si se sintiera dolido porque el otro no apreciara a Yukito--¿Cómo es que no te afecta su muerte cuando él fue la única persona que te defendió y te dio cobijo? ¿Tanto lo odiabas por recibir mi cariño que ahora que ha muerto te sientes bien?—

 

¡No es cierto!—contestó Joey con lágrimas en los ojos--¡Él… era muy importante para mí y lo sabes!—alejando su mirada de la del otro continuó—Es solo que… ¡No puedo controlarlo! ¿Contento? ¡Yo te amo! ¡Te lo dije antes! ¡Soy un estúpido, lo sé! ¿Quién mierda amaría a una persona que me ha tratado como tú? Pero sigo con lo mismo. Aún cuando pasaron tantos años al llegar a puerto… al saber que iría a palacio… quería verte, que me vieras, que me reconocieras. Me sentí feliz de que lo hicieras y a la vez… a la vez fue terrible saber que no volvería a estar contigo—su cuerpo temblaba con cada frase mientras su cuerpo convulsionaba por los recuerdos y entonces sintió, como en aquel sitio donde su vida se vio en peligro por el ataque del dragón de Ra, los brazos del otro rodeando su torso.

 

La voz de Kaiba sonó casi tersa y muy grave al susurrar en su oído—Desde el momento que te ví decidí que no pararía hasta volverte a hacerte mío. ¡Tú eres mío, cachorro y jamás dejarás de serlo!—

 

Esas palabras eran propias de Seth pero a la vez no sonaban como siempre acostumbraba a decirlas, incluso su agarre ahora era distinto. Sus cabezas se separaron y lo único que el rubio quiso mirar fueron sus labios para luego apoderarse de ellos.

 

En su fuero interno admitía que estaba haciéndole feliz esa conversación, su mano viajó a la nuca del castaño para profundizar el beso mientras su lengua se apoderaba de la cavidad del otro, tan solo un momento porque al final Kaiba era Kaiba y su voluntad debía dominarlo todo porque sino no era él.

 

Asula que espiaba dentro vio de pronto el deseoso encuentro mientras su corazón comenzaba a latir rápido sintió pasos y medio alerta volteó para ver a un lloroso Mokuba aparecer--¡Mi padre! ¿Dónde está mi padre?—preguntó mientras planeaba entrar a la habitación que momentos antes el otro observaba pero entonces el pelinegro mayor le tapó los ojos lleno de brutal alarma porque una cosa de esas no era algo que debiera ver un niño.

 

De pronto Seth y Joey escucharon sus nombres viniendo de Asula y luego—¡Tenemos que hablar, rápido!—

 

¿Cómo se atreve ese ingrato?—preguntó furioso el faraón haciendo que un goce secreto inundara al melado al ver la molestia en su mirada. ¿Acaso el otro estaba celoso? Por supuesto antes había demostrado el desagrado que sentía por Asula pero él lo había tomado solo como desagrado hacia alguien que había agarrado algo que le pertenecía, como si lo hubiera ensuciado, pero… Ahora a sus ojos se aparecían como celos. ¿Era eso posible? ¿Había malentendido las actitudes del otro gracias a sus palabras cínicas y su comportamiento desagradable?

Notas finales:

Espero no les incomode este giro

ja ne y gracias jazmin

n.n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).