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Ancient Egipt por desire nemesis

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Notas del capitulo:

Estaba por contestar cuando al levantar el rostro distinguió a lo lejos por un lado la polvareda de un grupo de caballos al cabalgar y su piel se puso tensa. Asula al verlo así miró en la misma dirección y con el mismo mal presentimiento esperó pues era imposible escapar en tan descampado lugar.

 

Estaba por contestar cuando al levantar el rostro distinguió a lo lejos por un lado la polvareda de un grupo de caballos al cabalgar y su piel se puso tensa. Asula al verlo así miró en la misma dirección y con el mismo mal presentimiento esperó pues era imposible escapar en tan descampado lugar.

 

Ellos temían que el Faraón hubiera salido tras ellos antes de lo esperado pues esperaban que saliera después de saber a salvo a su hijo por lo que le daría unas horas de ventaja pero al parecer había salido antes aunque cuando vieron acercarse a los mal encarados árabes supieron que no se trataba de una expedición de Kaiba.

 

Los que lo rodearon rondarían los veinte hombres. Todos con los rostros velados. Uno de ellos habló diciendo—Lo reconozco. Ese de ahí es Asula Kin Omoto. Es el primo del jeque Toya Kin Omoto. No le he visto en largo tiempo pero lo se. Según sé fue expulsado pero aún así si quieres te dejaremos partir, solo nos basta con el otro. Podremos adquirir cosas buenas con él y si da buena pelea tal vez sirva para otros fines—

 

Joseph sopesó la condición de ambos y la diferencia numérica antes de decir a su compañero—Es mejor que te vayas—

 

El ojos azules lo miró un segundo, luego--¿A dónde? Este es el lugar en que debo estar. Además… no me agradan esos idiotas—dijo.

 

¡Tsk! Que voy a hacer con tanto idiota—dijo el ojos melados sonriendo mientras tanto él como Asula ponían la mano en la empuñadura de sus espadas cortas.

 

¿Así que así lo quieren? No pueden negar que les di su oportunidad—dijo el tipo que hablara antes y luego sacó como sus compañeros su cimitarra.

 

De pronto los caballos enemigos empezaron a correr alrededor de ellos formando un círculo mientras los caballos de ambos se ponían nerviosos. Ambos miraban a ambos lados esperando ver quien atacaría primero.

 

Tan ensimismados estaban todos en el mortal juego que no escucharon ni vieron a los recién llegados hasta que una voz dijo--¿Qué es lo que planean hacer con mi propiedad?—

 

Todos se detuvieron y miraron al punto del que provenía la voz y sorprendidos vieron a un grupo de no menos cuarenta hombres montados y armados.

 

¿Quiénes son ustedes y porque dicen que estos son su propiedad?—dijo a la defensiva el líder porque ver al jefe de los que ahora aparecieran lo intimidaba interiormente. La mirada severa del otro no era como la de los hombres que conociera hasta entonces. No solo intimidaba sino que tenía un aire opresor en los ojos de cielo. El cabello castaño se esparcía con el viento después de salir del casco y su porte regio  no dejaba lugar a dudas de su autoridad.

 

¡Yo soy Seto Kaiba, hijo de Nefer Kaiba y descendiente del mismo Ra! Y ese hombre es mi esclavo—contestó apuntando al rubio que frunció el ceño.

 

El hombre y sus seguidores retrocedieron al punto cuando escucharon semejante nombre. No eran tan idiotas como para desconocer el nombre del dueño de todo Egipto. La pregunta era que hacía en medio del desierto reclamando un simple esclavo.

 

¡No admitiré que nadie ponga las manos en algo que es mío!—añadió el Faraón disgustando a Joey.

 

¡Hijito de Ra, da vuelta y vuelve al lugar de donde viniste! ¿Quién dice que soy tuyo?—dijo el furioso melado directamente al regidor supremo del Nilo--¡Desgraciado idiota!—lo insultó después. Se sentía extrañamente perturbado de verlo en ese lugar, parado ante él y reclamándolo ante todos. De alguna manera no quería escuchar más aquellas palabras. De alguna manera lo herían porque demostraban que nada había cambiado. De alguna manera lo molestaban porque en su interior algo que no comprendía se había sentido feliz de verlo de nuevo.

 

Todos los de allí, excepto Asula, se quedaron admirados de su parlamento y más porque sabían con quien hablaba. Los ojos del castaño no advirtieron cambio, después de todo estaba bastante acostumbrado a ser tratado así por el otro aunque el público era algo diferente, para el hijo de Ra eso no era problema porque nunca le habían molestado los pensamientos que el vulgo pudiera tener.

 

Si quieres quedarte ahí—dijo con tranquilidad y tiró las riendas para que su caballo volteara ante las atónitas miradas de todos. Joey estaba más que impresionado de que el otro lo dejara en medio de semejante situación. También su pecho dolió al darse cuenta de que por segunda ver era abandonado.

 

Entonces Kaiba paró de golpe su caballo después de que este diera dos trancos y volteándolo de nuevo dijo—Aunque según recuerdo tú tienes a mi hijo—

 

Entonces el líder tribal entendió porque el faraón mismo perseguía a ese esclavo.

Notas finales:

ESPERO LES GUSTE

n.n


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