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Ancient Egipt por desire nemesis

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Notas del capitulo:

¡Yo no tengo nada que ver con esto! ¡Hagamos un trato! Nos dejan ir y no haremos mas problemas—ofreció el bandido.

 

Si tienen algo que ver con la desaparición de mi hijo desearán arder en llamas cuando los encuentre—dijo el faraón con sus zafiros disgustados.

 

El otro asintió y dio la orden a los demás de partir. Todos sabían quien tenía las de ganar en ese lugar. 

¡Yo no tengo nada que ver con esto! ¡Hagamos un trato! Nos dejan ir y no haremos mas problemas—ofreció el bandido.

 

Si tienen algo que ver con la desaparición de mi hijo desearán arder en llamas cuando los encuentre—dijo el faraón con sus zafiros disgustados.

 

El otro asintió y dio la orden a los demás de partir. Todos sabían quien tenía las de ganar en ese lugar.

 

Ahora dime perro donde has escondido a mi hijo—advirtió el castaño.

 

¿O que? ¿Desearé arder en llamas?—preguntó el otro como burlándose del más poderoso gobernador bajo el sol.

 

Asula miraba a los guardias,que se habían puesto inquietos, preguntándose si el sol no le había hecho mal a su amigo. Ellos dos contra cuarenta. No había necesidad de preguntarse quien ganaría por más diestros que fueran ellos. Aunque pensándolo bien… el idiota siempre había sido igual. Chocando la cabeza contra los muros.

 

¡Perro no agotes mi paciencia! ¡Esto es mas serio que lo de antes y lo sabes!—exclamó Seth espada en mano.

 

¿Crees que me vas a atemorizar como antes? ¡Tu siempre te has valido de tus guardias para aterrorizar a la gente! ¿Acaso temes que vean cuan flacucho se ha vuelto su dios viviente?—dijo el melado con su espada en mano también y bajándose del caballo en un claro reto al faraón.

 

¡Oye!—le gritó Asula Kin Omoto a su amigo sabiendo que ya eso era demasiado. La tropa podía dar cuenta de él ahí mismo por atreverse a insultar así el valor de su monarca pero para su sorpresa alguien le gritó.

 

¡Tú no te metas en esto!—era Kaiba mientras se bajaba del caballo aceptando así el reto de valor--¡Y cualquiera de ustedes que se atreva a interferir se las verá con el propio Osiris antes del amanecer!—amenazó a sus propios guardias apuntándoles con una mano mientras su mirada no se apartaba del rubio.

 

El desafío había sido lanzado y aceptado.

 

Ambos cruzaron espadas en más de una ocasión observándose el uno al otro. A Seth de nuevo la mirada del otro se le asemejó a la de aquel león salvaje que se atrevió a morderle, que casi logró arrebatarle la vida y sin embargo que le había capturado el corazón con su esencia.

 

Pero la lección más grande se la llevó Joseph porque pese a sus años de experiencia en el ejército y como gladiador no pudo superar a aquel que diariamente entrenaba con un patio lleno de sus soldados y a veces con prisioneros de guerra. Es cierto que el rubio había sido testigo de las horas de entrenamiento que llevaba a cabo el otro en sus años de servicio en el palacio pero nunca se imaginó que el otro fuera en serio con ellos y en su tiempo solo pensó que pasaba el rato pero ahora probó el mismo la fuerza y capacidad de Seth Kaiba quien no había pasado ni un día en paz desde que el otro se le escapara entre los dedos y lo volviera a cazar gracias a las múltiples heridas sufridas.

 

Desde entonces había intensificado ya su ardua sesión de prácticas volviendo más fuertes a sus rivales para necesitar más capacidad a la hora de derrotarlos y además todos conocían su habilidad para la estrategia por lo que siempre había sido reconocido y por lo que otras naciones se habían cuidado de llevar la guerra a su reino siendo ese puñado de rebeldes los únicos capaces gracias a sus conocimientos del terreno por ser de aquel inhóspito lugar.

 

Joey comprobó a la fuerza lo que nadie le había advertido antes y la destreza del castaño lo llevó a tenerlo contra las cuerdas y finalmente, cuando el ojos mieles se sentía más confiado en su retorno y superioridad, hacerlo caer para terminar con su espada sobre la garganta del caído rubio.

 

Los ojos de ambos se miraron fijamente, probado la valía del faraón.

 

¡Ahora dime dónde está mi hijo!—le ordenó el castaño.

 

¡Que Asula te lo diga!—le contestó el melado.

 

¿Y él por que?—preguntó algo confundido el ojos azules.

 

Esto no ha terminado aún. ¿O sí?—preguntó el impertérrito Wheeler mientras sus miradas severas todavía se encontraban.

 

Todos se dieron cuenta de las implicaciones de sus palabras.

 

¿Quieres que…?—preguntó el castaño.

 

¡Esto es una pelea a muerte! ¿Recuerdas?—preguntó el de ojos de miel mientras sus miradas aún no se despegaban, su rostro era serio sin asomo de duda o miedo.

 

¿En verdad quieres que hunda mi espada en tu garganta?—preguntó el faraón más como una amenaza que como una pregunta mientras afirmaba el filo con ambas manos a los lados del cuello del otro, sobre el lado romo de la espada, el filo se hundió un tanto haciendo sangrar la garganta del otro que no demostró dolor en su faz.

 

¡Como si te importara mi opinión!—se burló con amargura el rubio mientras Asula tenía el corazón en un hilo al pensar que perdería a su único amigo pero para entonces estaba rodeado de guardias y aunque intentara abrirse paso, era imposible llegar antes que… ¿Por qué diablos lo estás hostigando, Joey? Se preguntaba mentalmente furioso el pelinegro mientras su cuerpo vibraba de ira hacia su amigo que parecía buscar su muerte.

 

Seth miró a los ojos salvajes y sin dudas del otro quien había sido un tierno amante y un rebelde idiota, al verlos podía sentir el dolor tras su mirada y sus palabras, podía recordar aquellas palabras que mencionara en su habitación todo lloroso y que casi lo llevan a perder la compostura y decirle cosas que un faraón jamás debería decirle a un simple esclavo.

 

Y ahora, de nuevo sintió ese impulso, que siempre había logrado controlar con palabras amargas pero que en un momento como ese ya no surtirían efecto, podía sentir el calor del otro debajo suyo, sentía como un espasmo la proximidad de la piel dorada, sus manos temblaban de una cosa muy distinta a la furia.

 

El deseo que un día esos ojos despertaron en él se había hecho más fuerte con los años o él se había debilitado. Sea cual fuese la causa ya no pudo contenerse y dejando de presionar la espada besó esos labios que eran suyos para abrazar con sus brazos al otro y acercarlo todavía más a su cuerpo sin dejar que un centímetro los separara.

Notas finales:

Espero les parezca bien

Se que Seth no es el mejor en este fic

pero no puedo odiarlo

saben que si hay alguien que amo es a Seto

asi que perdon a los que lo ven con malos ojos

siempre lo vere con ojos de adoradora

atte

Desire

ja ne

n.n


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