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Ancient Egipt por desire nemesis

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Notas del capitulo:

Sus labios eran la miel misma y el rubio no lograba despegarse de ellos, impulsivamente rodeó el cuello del otro con sus brazos mientras su lengua exploraba la cavidad. Tener a Seth así con él era el cielo mismo, se dijo un minuto antes de darse cuenta de lo que hacían.

 

Dando un pequeño empujón con su mano izquierda Joseph separó sus bocas y le dijo al faraón—No podemos, no ahora—aunque sus ojos no se separaban de la boca abandonada del otro.

Sus labios eran la miel misma y el rubio no lograba despegarse de ellos, impulsivamente rodeó el cuello del otro con sus brazos mientras su lengua exploraba la cavidad. Tener a Seth así con él era el cielo mismo, se dijo un minuto antes de darse cuenta de lo que hacían.

 

Dando un pequeño empujón con su mano izquierda Joseph separó sus bocas y le dijo al faraón—No podemos, no ahora—aunque sus ojos no se separaban de la boca abandonada del otro.

 

¡No te dejaré ir! ¡No volverás a escapar de mí!—dijo el ojos azules con su cara aun muy cerca mientras su cuerpo pesaba sobre el cuerpo del otro.

 

¿Por qué te empecinas tanto en mantenerme a tu lado?—preguntó Wheeler.

 

¿Sinceramente tienes que preguntar algo así en un momento como este?—preguntó Kaiba algo frustrado de que preguntara algo así en un momento como ese.

 

¡Si en verdad quieres que no vuelva a apartarme de ti vas a tener que escupir la sopa!—le advirtió el ojos mieles.

 

¡Primero dime donde está mi hijo!—preguntó el faraón con mirada intensa.

 

Joey miró a su amigo causando disgusto a Seth, aquel asintió dando su conforme para que le dijera y el rubio miró al otro ojos azules—Él escapó y se unió a unos guardias por el camino—admitió y el otro sonrió no pudiendo ocultar su orgullo por su hijo. Esa parte de Seth Kaiba le parecía más humana al ojimiel de las que siempre había visto. Le gustaba la forma en que el otro cambiaba cuando se refería a su hijo. Su mirada intensa se teñía de un color especial cuando se trataba de Mokuba—Ahora debe estar esperando por ti en el palacio—añadió.

 

El castaño cumplió su parte y le contestó mientras lo miraba a los ojos intensamente—Mi mente no deja de pensar en ti, mi cuerpo te desea. ¿Hay algo más que quieras?—estaba algo molesto por verse coaccionado a afirmar semejante cosa frente a un esclavo irreverente y a toda su tropa.

 

Eso no son más que simples patrañas. Tienes un montón de esclavos prontos para servir tus necesidades y un harem lleno de mujeres. ¡Necesitas mentir mucho mejor si planeas convencerme para que vuelva y me quede!—advirtió Joey.

 

¡Rayos, perro! ¡Realmente me llevas a mi límite! ¡A miles más hubiera descabezado por hablarme de semejante manera! ¿Tienes idea de lo afortunado que eres?—preguntó Kaiba.   ¡No! ¡Quizás porque siempre me estás llamando perro y cosas insultantes! ¡Quizás porque me mandaste lejos para casarte con otra! ¡Tal vez eso no me dio idea de lo afortunado que soy!—se burló el melado.     “De alguna manera creo que se desvaneció el ambiente de antes” pensó Asula mirándolos pelear con los ahora menos asolados y más intrigados soldados.   ¡Esos son solo motes! ¿Acaso no puedes soportar que te diga cosas? ¿Tú también me llamas por insultos y yo tengo que aguantarlos pero tu no? ¿Eso estás diciendo?—preguntó el castaño.   “La verdad ahora parecen una pareja de años” pensó el otro mirándolos.   En cuanto a lo de enviarte lejos fue por tu propio bien, idiota. ¿Crees que nadie más quería que me casara con Isis? Estabas poniéndote en el ojo de la tormenta. Atem estaba obsesionado con el control de las tribus y tu estabas en el medio. Si no te hubiera sacado de aquí hubieras acabado en un hoyo. ¿Acaso eres tan imbécil que no te das cuenta? ¡Él mismo lo dijo! Siempre te odió por meterse en sus planes. Aunque te usaba en mi contra en las reuniones del consejo. Por eso es que Tsukishiro te llevó con él. Para que no siguieras metiendo la pata. ¿Crees que no hubiera pasado nada si dejaba pasar tu exabrupto de ese día? ¡Eres un maldito imbécil!—lo insultó el castaño mientras Joey se debatía entre creerle o no.
Notas finales:

Tal vez lo siga pronto

no se me he quedado aqui

ja ne y gracias por leer

n.n


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