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Ancient Egipt por desire nemesis

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Notas del capitulo:

¿Qué era eso tan necesario que tuviste que discutir con ese Asula?—preguntó el ojiazul encarando al melado ni bien estuvieron solos. La pregunta le carcomía las entrañas desde que los viera despedirse con semblante serio.

 

Joey supo que ya no podía dar rodeos, era hora de decirlo todo.

¿Qué era eso tan necesario que tuviste que discutir con ese Asula?—preguntó el ojiazul encarando al melado ni bien estuvieron solos. La pregunta le carcomía las entrañas desde que los viera despedirse con semblante serio.

 

Joey supo que ya no podía dar rodeos, era hora de decirlo todo.

 

¿Recuerdas lo que te dije sobre tener una familia en Roma esperando por mí?—le dijo Wheeler sorprendiendo al otro.

 

Pensé que solo hablabas al azar—dijo con tono serio el faraón.

 

¡Pues no era así! Si tengo una familia en Roma—le reveló el rubio—Más bien en una de sus provincias—añadió luego.

 

¿Y qué? ¿Le pediste a tu “amigo” que les llevara un mensaje?—dijo Kaiba conteniendo a duras penas la ira que le agobiaba. Nadie dijo nunca que él no aceptara ser egoísta y aunque a veces no se medía en ciertas ocasiones como lo había hecho con Yukito lo hacía. La idea de que Wheeler tuviera gente con la que hubiera convivido todo ese tiempo aparte de ese compañero suyo, que pudiera llamar su propia familia lo enojaba vilmente. El melado se volteó y lo miró a los ojos lo que hizo crecer en el castaño una sospecha--¿No te habrás atrevido a…?—como el otro no negara lo que él estaba sugiriendo le advirtió--¡Ni en sueños creas que dejaré entrar a esa gente!—

 

¿Ni siquiera… si se trata de tu hijo?—preguntó el rubio helando el corazón del castaño.

 

¿De qué…? ¿De qué hablas, perro?—preguntó totalmente sorprendido Kaiba sentándose en la cama con cara de anonadado—Tú… tú dijiste que en realidad no eras doncel, y todos esos años que estuvimos juntos—

 

Sé que eso dije pero mentía. Todos esos años estuve tomando un brebaje que evita la preñez. Pero un día no tuve el tiempo y pensé que no sería nada que al tomar tanto tiempo el brebaje las posibilidades de quedar en cinta serían escazas—contestó el rubio—Fue unos meses antes de que me enviaras lejos—

 

¿Entonces…?—preguntó Seth aun sorprendido y deduciendo.

 

El otro asintió dando veracidad a sus dudas—El embarazo causa cambios hormonales, pone al embarazado más sensible e incluso histérico. Ni yo mismo lo sabía entonces pero estaba en esa situación cuando me enteré de tu compromiso. Supe del bebé cuando estaba de viaje con el maestro pero para entonces me daba igual por todo aquello que habías dicho—

 

El corazón de Seto estaba en un hilo—Eso quiere decir que ese niño es mayor...—

 

¡Ajá! Es mayor que Moki—contestó a la no dicha pregunta del castaño.

 

¡Un nuevo hijo! ¡Un nuevo primogénito! Si bien le preocupaba un poco los detalles de como se llevaría con su otro hijo un extraño escozor de júbilo creció en el ojos azules mientras en su cabeza pasaban ideas de como podía ser. Miró al que estaba frente a él y le preguntó--¿Por qué antes…?—

 

Digamos que tú y yo no hemos estado en las mejores circunstancias. Además debo decirte que yo tampoco he convivido con él—reveló el melado.

 

¿De que…?—preguntó sorprendido Seth Kaiba.

 

Cuando me fui no estaba en las mejores situaciones para criar a un niño. ¿Sabes? Vida errante, con riesgo de que nos mataran bandidos o un enemigo. Yo debí decirle a Asula mi secreto y una vez estuvimos en terreno de una tribu que conocía fuimos con una familia de esa tribu. Para entonces mi barriga estaba grande y faltaba poco para dar a luz. Asula no era un gran candidato para ser de ayuda y una vieja de ahí me dijo que se quedarían con el bebé y lo criarían como uno suyo, pues hacía poco un bebé había muerto y mi llegada era como un alivio para esa familia. Yo acepté y después del parto me marché sin el niño—le relató Joseph.

 

¿Y crees que ellos no opondrán a que tu “amigo” vaya a sacarle al niño que criaron como suyo?—preguntó indignado el faraón de saber que un hijo suyo estaba en semejante situación. Estaba presto a ir por su ejército y recuperar a su hijo por la fuerza. Joseph sonrió sabiendo eso.

 

Cuando sepan que el niño que guardan es tu hijo de seguro que sí. Odiarían echarse al faraón en su contra—expuso el rubio con media sonrisa—En esta situación ganamos ambos—concluyó.

 

¡Maldita sea perro!—dijo el ojos azules acercándosele hasta quedar a milímetros del ojos mieles y perdiéndose en su mirada agregó--¡Siempre traes sorpresas bajo ese mentado gorro tuyo!—entonces con una mano aferró el pelo de la nuca del otro para evitar que la cabeza retrocediera y lo besó apasionadamente.

 

Las manos de Joey se deslizaron por su torso mientras el otro brazo de Kaiba rodeaba su figura apresando uno de sus brazos en el proceso. Los cuerpos tan juntos comenzaron a emanar un ascendente calor mientras las manos ansiosas buscaban nuevos recovecos.

 

Mientras el ropaje del rubio caía a sus pies este era  deslizado a la cama por un castaño que pronto abandonó su boca para atacar su cuello mientras una mano se deslizaba a cierto punto del rubio donde dos dedos pronto hallaron cobijo y el melado comenzó a emitir esos gorjeos que amaba en la cama y que nunca hallara iguales por más voces que hubiera probado.

 

Joey se agarró a las sábanas más allá de su cabeza y disfrutó de las lamidas y mordidas de Seth en sus pezones pero lo tomó por sorpresa una lamida…

 

En la punta de su erecto miembro.

 

Miró con sorpresa bajo su cintura mientras su cuerpo estremecido se inclinaba y las manos se agarrotaban de pronto a cada lado de sus caderas apretando las sábanas.

 

¡Qué haghhh! ¡Deja de aghhhh! ¡Escuchaaaaaghhhh!—trataba de hablar el melado mientras su cuerpo se estremecía de placer con cada atención que la mano y la lengua de Seth le prodigaban. Además la mirada de esos ojos azules llenos de deseo directa a los suyos proporcionaba ese exquisito placer que siempre había proporcionado. Casi se desmayó de placer cuando el ojos azules engulló su falo mientras tres dedos corrían impetuosos en su entrada. Se entregó a él como tantas veces había hecho. El faraón levantó sus piernas para poder poseerlo, embistió como siempre de manera brutal y concisa, como ambos estaban acostumbrados, debido a su temperamento. Por la siguiente media hora fue una lucha por llegar al placer más supremo, sin poder arrebatar el premio el uno al otro pues alcanzaron la cima juntos para luego caer en las profundidades de la inconsciencia arropados juntos en los aposentos del faraón.

 

 

 

 

 

 

 

 

Doce días más tarde fue el día seleccionado por el destino para que los padres se encontraran con su hijo y Mokuba con su hermano. Ni bien lo vieron bajar acompañado de un beduino que lo había criado al niño espigado del caballo blanco se dieron perfecta cuenta de quien podía ser. Si bien su llegada fue anunciada por el guardia de la puerta quien acudió con el inverosímil recado de que un hijo del faraón había llegado, era evidente quien podía ser. Ataviado con un traje tuareg blanco con un lazo negro en el cinto y con la tela blanca que coronaba su cabeza cayendo por alrededor de su cabeza y ceñida de una cinta a tono con el cinturón los mechones verdes solo diferían con las facciones de su progenitor.

 

El nombre dado a este muchachito por su familia de crianza era Noah y pronto fue anunciado como Noah Kaiba a toda la sociedad de Egipto. Cuentan que se llevaba amorosamente con su hermano y que se aceptaron con ternura pues ambos siempre habían deseado hermanos y que le costó un poco aceptar a sus intípicos padres y sus inusuales procederes pero pasados unos meses se convirtió en uno de los orgullos de la dinastía Kaiba claro que condimentado con cierta rebeldía natural hacia lo que le ordenaba su castaño padre.

 

También cuentan que desde su llegada el faraón pareció asentarse y dejar la vida libertina que acostumbrara hasta unos meses antes de su arribo. Algunos adjudicaron el hecho a la llegada del niño. Otros lo adjudicaron a la reaparición de cierto esclavo con derechos del faraón. Aunque ninguna mala lengua se atrevió a hablar mal de ellos pues era bien sabido el destino de quienes se habían enfrentado al faraón.

 

 

 

 

 

 

 

                                              FIN

Notas finales:

espero les gustara este final lleno de amor

y perdon a todas las que hice sufrir

Si, Seto es un malvado

pero tiene una debilidad como yo

la de el es su deseo por Joey, por acapararlo

la mía

pues Seto

asi que no puedo castigarlo

recuerden que ya lo he hecho pasar por malos momentos en mis otros fics

ja ne y espero sus revs

saludos a Fleir, Jazmin, Eris y Perséphone, Kshi y a Maly quien sigue aguantandome

 

n.n


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