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La vida es aburrida por CrystalPM

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Notas del capitulo:

Le dedico el cap  a @MyDecisionsforever por haberse preocupado por mi y haberme dado sus ánimos <3

 

—¿En serio te acabas de saltar la salida de nuevo? —Nay no me miró, aunque desde mi posición pude observar como fruncía levemente el entrecejo.

—Por supuesto que no.

—A mi casa se va por ahí — dije mientras señalaba inútilmente hacia atrás, a la salida que el peliazul había ignorado completamente.

—¿Quién te ha dicho que vamos a tu casa? —Ahora me tocaba a mi fruncir el entrecejo, confuso.

—Ya nos hemos despedido de Annie ¿no era para eso para lo que me has venido a buscar? — El chico bufó y me miró divertido.

—No me habría despertado a las 7 de mañana para verte si solo fuese a llevarte a despedir a mi hermana, me merezco disfrutar de ti un poco también ¿no? — Aquellas palabras me hicieron guardar silencio sorprendido. Una sensación cálida invadió mi estómago y tuve que desviar la mirada para que no se notase mi repentino sonrojo. Nay no pareció alterado por lo que acababa de decir y mantuvo una sonrisa serena. Tras unos segundos en los que tuve que ordenarme a mi mismo que dejase de sonreír como un tonto conseguí recuperar el habla. Carraspeé ligeramente para evitar que se me quebrase la voz.

—Entonces ¿A dónde vamos? — El peliazul se encogió de hombros.

—No lo se, nunca he estado ahí— El chico ignoró la mirada confusa que le mandé y con gesto distraído sacó un papel doblado de mil maneras de su bolsillo y tendió la mano hacia mi para dejarlo caer en mis manos —Ahí están las indicaciones.

Sin molestarme en ocultar mi curiosidad desdoble el trozo de papel y lo leí. En él, con una letra desordenada y casi garabateada alguien había escrito las indicaciones para llegar a un lugar que ni siquiera se había molestado en mencionar. Fruncí el ceño al observar que en vez las indicaciones comunes que cualquier persona normal daría para mostrar un camino ( Calles, giros, salidas que tomar). En su lugar era más bien como si un niño se hubiese dedicado a marcar el camino fijándose en elementos curiosos del paisaje que veía a su al rededor desde el coche de sus padres.

—"Toma la salida después de ver la gasolinera que tiene una estatua de un pollo verde en la puerta" —Leí una de las frases y miré a Nay incrédulo —. Será una broma ¿Verdad?

—No me mires a mi. Yo no lo he escrito.

—¡¿Quién te ha dado esto?! — El chico sonrió y movió la mano quitándole impotencia.

—Una amiga de la facultad—volví a fijar mi atención en la letra infantil y cursiva de las notas.

—Los psicólogos estáis de la olla. 

Tardamos aproximadamente una hora en lograr guiarnos con aquellas instrucciones y poder llegar al lugar indicado y cuando lo hicimos no pude evitar sentirme orgulloso por haber resuelto esa especie de puzzle endemoniado que suponía aquellas indicaciones. Nos habíamos alejado de la ciudad para adentrarnos en la sierra y ya apenas se podía ver otra cosa que no fuesen montañas verdes. Nay y yo sonreímos al unísono cuando vimos el monasterio que marcaba la llegada a nuestro destino según la letra desordenada de la nota. Nay aparcó el coche en un pequeño aparcamiento y yo salí mientras él cogía una mochila del maletero. 

Mi atención quedó rápidamente absorbida por el edificio de piedra blanca. Parecía más un castillo con aquel campanario y la cantidad de diferentes niveles, tejados y ventanas que le daban un aire caótico y fantasioso. El peliazul no pareció mostrar tanto interés en el edificio ya que simplemente se dedicó a mirar a su alrededor mientras releía la nota. 

Cuando noté como una mano tomaba la mía y tiraba de ella para atraer mi atención aparté la vista del monasterio para contemplar el rostro de Nay sonriente. La sensación de calidez volvió a invadir mi estómago y como si el chico fuese consciente de eso su sonrisa se ensanchó y entrelazó sus dedos con los míos para volver a darme un suave tirón.

— Es por aquí— Señaló con la cabeza el otro lado de la carretera, donde se podía ver un puente de piedra blanca (La misma de la que etapa hecha el monasterio a su lado). Seguí a Nay aún sin soltar su mano y juntos cruzamos el puente.

Nay parecía estar muy seguro de a donde iba, pero yo sospechaba que seguramente no tenía idea y simplemente le importaba poco donde acabásemos. Al cruzar el río el peliazul se dirigió a la izquierda, a una pequeña valla de hierro con una puerta baja, apartándose la zarandeó con cuidado, pero esta no cedió.

—¿Estás seguro de que es aquí? —Al otro lado de la puerta se podía contemplar un sendero rodeado a ambos lados por árboles, pero no había ni una sola indicación ni cartel " Aunque qué estupidez, si no sabes a dónde estás yendo no te sirven de nada los carteles" Nay se encogió de hombros.

—Quién sabe— Sin decir nada más escaló con facilidad la puerta y saltó al otro lado, luego se volvió a mi con un disimulado mohín de burla— ¿Puedes? 

Fruncí el ceño y me tragué para mi mismo un par de improperios. Agarrándome con fuerza a la puerta la escalé, tal vez no con la misma elegancia que el peliazul, pero al menos no parecí el típico pato mareado que suelo aparentar. Juntos volvimos a caminar por el sendero. Tras poco tiempo estábamos completamente rodeados de bosque y ya no quedaba resto del puente o el monasterio de piedra, aislándonos por completado de la civilización. Me sentía como si me hubiesen transportado mágicamente a un libro de leyendas.

—Podría al menos habernos puesto el nombre del sitio al que íbamos— Mis palabras pareció hacerle gracia al mayor.

—Definitivamente tienes un fetiche con los nombres.

—Y tú claramente tienes un miedo irracional a estos— Adopté una falsa postura pensativa y me llevé una mano al mentón—, déjame adivinar. Un trauma de la infancia, de pequeño te castigaron obligándote a aprenderte todos los nombres de todos los alumnos de la escuela y te ha quedado marca— El chico encarnó una ceja, aunque juraría que la comisura de sus labios se elevó unos instantes.

—¿Estás intentando analizar psicológicamente a un psicólogo? —Sonreí inocentemente.

—Alguien lo tiene que hacer.

—No creo que un loco sea el mejor para juzgar.

—Si es juzgar a otro loco, es legal— El peliazul negó con la cabeza, dándome por un caso perdido. En aquel momento la mirada del muchacho se desvió de la mía y mostró una expresión de asombro, haciéndome volver la vista también con curiosidad. Estaba claro que habíamos llegado a nuestro destino. Frente a nosotros el camino cesaba, para dar paso a un lago rodeado de una inmensa arboleda. A un lado había una pequeña caseta de madera justo al borde del lago y junto a un pequeño embarcadero de madera. Mirases a donde mirases veías aquella áurea de diferentes tonalidades de verde que reflejada en el agua del lago parecía completamente sacado de cuento. 

Los dos avanzamos hasta el embarcadero, unas simples tablas de madera que se adentraban en el agua. Nay anduvo por él mientras giraba sobre sí mismo, sin apartar la mirada de las copas de los arboles, que ondeaban por la brisa. Por un momento todo pareció perder importancia y solo podía fijarme en aquella figura de pelo azul y de postura elegante. Sacudí la cabeza intentando despejar la mente cuando empecé a sentir las cosquillas recorrer todo mi cuerpo, definitivamente hoy iba a ser un día raro. 

—¡Novato! — El peliazul se había sentado al borde del embarcadero y me hacía señas para que le acompañase. Intentando mostrar una expresión neutral en el rostro anduve hasta él y le imité, sentando con los pies al borde del lago. El chico soltó un enorme suspiró y se tumbó sobre las tablas de madera, usando ambas manos para apoyar la cabeza—. Ha merecido la pena venir.

Asentí, aunque no estaba muy seguro de si él podía verme hacerlo y añadí en tono de burla.

—Supongo que ya tienes un sitio nuevo al que no ir nunca más— Nay se rió débilmente.

—Así cuando piense en este sitio este será el único recuerdo que me venga a la cabeza. Solo un recuerdo perfecto, así no hay posibilidad de echarlo a perder ¿No crees? 

—Hablas como si estuvieses convencido de que el día no se va a echar a perder por alguna catástrofe — El chico se volvió a reír.

—La única catástrofe que podría ocurrir aquí sería que con tu torpeza te cayeses al lago y eso solo lo haría más divertido para mi.

Fruncí el ceño molesto por su tono de burla, aunque tuve que admitir que tenía gran parte de razón.

— Este sitio me recuerda a mis padres —murmuré inconscientemente y no fue hasta que noté la mirada inquisitiva de Nay puesta en mi que me di cuenta de que estaba hablando en voz alta. Sintiéndome estúpido enrojecí y tuve que clavar la vista en el lago incapaz de mirar al peliazul a la cara.

—¿Por qué? —Su pregunta me pilló desprevenido y solté un sonido de exclamación. ¿Nay mostrando interés en mi? 

—De pequeños nos solían llevar a la sierra— Me encogí de hombros—. Uno de esos típicos en familia... el picnic en las rocas, las carreras con los hermanos... Ya sabes..

—No— Nay se incorporó, quedando sentado a mi lado, hombro con hombro— No lo se. 

Tardé unos segundos en darme cuenta de mi metedura de pata. El tono del chico no había sido de enfado, pero aún así sentí unas ganas enormes de golpear la cabeza contra uno de los troncos del bosque por bocazas e idiota. Antes de poder decir nada Nay ya había continuado hablando, con voz calmada y sosegada.

—Aunque... cuando Annie nació nos llevaron a una feria— la mirada del peliazul parecía perdida entre los árboles—. Estaba lleno de gente, luces y música, nos tiramos todo el día ahí, mi padre se montó en todas las atracciones conmigo y mi madre nos trajo comida que había preparado. Tiene que ser una sensación parecida ¿No?— el chico se volvió a mirarme con curiosidad, sin saber muy bien que decir me limité a asentir con la cabeza y una sonrisa se formó en sus labios. Fue entonces cuando caí en la cuenta. Cuando volví a sentir esa sensación de puro fuego recorrer mi interior y me di cuenta de que no sentía por Nay una mera atracción, ni curiosidad o intriga. Realmente le quería. "¿Esto es a lo que llaman estar enamorado?"

—¿Novato? — Nay se había percatado de mi expresión extraña, porque me miraba con preocupación marcada en el rostro—. ¿Estás bien?

No respondí, en un impulso repentino acerqué mi rostro al suyo para juntar nuestros labios y le besé. Le besé consciente de que no era capaz de poner en palabras aquello de lo que me acababa de dar cuenta e intentando mostrárselo con actos. Nay pareció sorprendido por el repentino contacto, pero no se apartó. Dejó que le besase y cuando avergonzado intenté apartarme fue él quién me lo impidió, agarrando mi rostro entre sus manos con delicadeza, pero sin dudar. De nuevo me obligó a acercarme a él y esta vez fue el peliazul el que inició el beso, mucho más demandante que el anterior. Dejé escapas un gruñido al sentir su lengua recorrer mis labios y casi pude imaginar como la comisura de sus labios se alzaban por mi reacción. Los dedos de Nay se entrelazaron con mis cabellos y los míos se aferraron a su sudadera.

Fue la falta de aire la que decidió el momento de separarse, pero aún así el peliazul mantuvo las manos en mi rostro, impidiéndome poner mucha distancia entre nosotros. Boqueé dejando que el oxigeno pasase por mis pulmones y sintiendo el aliento de Nay contra mi boca. Gracias a la parada mi mente se permitió pensar con racionalidad.

— Hay un monasterio lleno de turistas a menos de 20 pasos— El peliazul soltó un gruñido y apoyó su frente contra la mía.

—Tú eres el que me ha provocado, ahora no te eches atrás— Solté una carcajada dulce y clavé mi mirada en sus ojos grises.

—¿Alguna queja?

—Muchas—El chico cerró los ojos unos instantes y suspiró antes de apartarse de mi.

Comimos ahí, la comida que Tarón le había lanzado a Nay antes de que saliese de su casa. (Estoy bastante seguro de que Tarón tiene una bola mágica en la tienda y por eso siempre se entera antes de los planes de su ahijado). No volvimos a mencionar recuerdos de la infancia ni de su familia. Aunque sabía que Nay estaba haciendo un esfuerzo por compartir esas cosas conmigo y pensar aquello me producía más felicidad de la que debería. 

—¿Cuántos años tienes?—Me había dedicado la mayor parte de la comida ha hacer preguntas como aquella, que siempre había querido saber, pero con Nay eran tan difíciles de saber. El chico parecía divertido por mi repentina curiosidad ( Ja! sí... repentina) y las contestaba a todas con tranquilidad, siempre exigiendo información mía a cambio.

— Hice 21 en mayo— Hice los cálculos con rapidez en mi mente.

—¿Entonces estás en... cuarto? —El chico asintió.

—O al menos intentaré estarlo— por un momento la sonrisa de sus labios se tensó—. Lo estuve hablando con mis tíos. Dejarán de pagar mis estudios —Abrí los ojos con alarma, pero el chico se apresuró a tranquilizarme—. Lo prefiero así. No soportaba estar en deuda con ellos. Además, dándome dinero consideraban que tenían derecho a juzgarme. Nunca era bueno para ellos... supongo que siempre he sido la oveja negra.

Aquello me sonó a un déjà vu y en mi mente recordé la frase que Lily me dijo "No entiendes lo que es ser la oveja negra de la familia, perder a tus seres queridos y que te separen de los pocos que te quedan porque no te consideran lo suficientemente bueno " La boca se me secó al darme cuenta de que la chica había dado de lleno con los pensamientos de Nay y un repentino malestar me invadió. Llevaba semanas intentando comprender al peliazul y de la noche a la mañana esa chica le había entendido mucho mejor de lo que tal vez yo podré hacer. Nay malinterpretó mi expresión porque siguió insistiendo.

—No hay de que preocupares Novato, a fin de cuentas tengo mi propio trabajo. Podré sobrevivir— Entonces recordé la escena de Crystal en la tienda de tatuajes.

—Nay— Intenté ocultar el tono de nerviosismo en mis palabras—. ¿Hace cuánto que no vas a la tienda? — El chico se encogió de hombros.

— Puede que una semana. Mike me dio unos días de vacaciones y no me ha llamado para que vuelva de momento— Aquella fue otra patada en el estómago. Un sudor frío me recorrió la espalda " No lo sabe" Me llevé la botella de agua que Nay había traído a los labios para ocultar mi expresión preocupada "No sabe que puede que dentro de unos días ya no haya tienda a la que ir a trabajar"—. Sinceramente, me apetecería empezar cuanto antes. Empiezo a echar de menos a Crystal merodeando por ahí parloteando sobre sus nuevas ideas sobre tatuajes.

Se que debería habérselo dicho, pero no lo hice. Solo tenía en mente la imagen que vi de Nay el primer día que fui a la tienda de tatuajes, sonriente, como si fuese el único sitio donde pudiese ser él mismo. También recordé la tarjeta que permanecía oculta en el bolsillo de mi pantalón, con el número de la prima de Crystal y sus palabras volvieron a mi mente. "Si necesitas que haga algo avísame" 

Entonces decidí que no hacía falta contarle nada. Bastaba con asegurarme de que aquella posibilidad de que la tienda cerrase desapareciese por completo.

Notas finales:

Ya lo se, ya lo se, me queréis matar. Toooodos me quieren matar pero es que la falta de inspiración... y la beta del overwatch...(OK. Dejemos al overwatch, él no tiene la culpa), pero la conti ya está aquí. He sufrido un mes de falta de inspiración enorme y me ha constado horrores escribir esto (Y por ello el capítulo es más corto de lo que tenía pensado, pero bueh...) 


Quería ir avisando que he empezado a hacer cuenta y quedan pocos capítulos para el final. No voy a decir números, porque yo soy de esas que dice 5 y al final escribe 10, pero... no queda tanto para el fin de la historia XDD Así que os quería preguntar ¿Os apetece que haya un especial al final de la historia? Yo se que probablemente tenga que hacer un cap extra al final( Un epílogo que no es epílogo tal ves(?)), pero a lo mejor os apetece algo coceo lo de las preguntas y respuestas no se. Si tenéis sugerencias comentarlas XDDD


Sobre la recomendación de hoy... voy a hacer dos. La primera no es yaoi,  ( Aunque la prote es fujoshi si no recuerdo mal XDDD) se llama Behind de cris_h9c7. Hace un tiempo que la leí, pero lo que sobretodo recuerdo de ella es reírme a carcajadas a todas horas, no me había reído tanto con una historia desde hace mucho. 


La segunda sí es yaoi (Y es una de las razones de que haya tardado jejeje) Se llama "Hijos del verdugo"  por HijoMalditoDeDios. Me la recomendaron en los comentarios( Miles de gracias por recomendarmela XD) Solo está en Amor yaoi y aún no la he terminado, pero es que OMG!!! Presiento que me va a hacer sufrir, pero es que está TAAAAN BIEN ESCRITA! UF. Recomendada, totalmente recomendada. 


Bueno, eso es todo por hoy XD Buenas noches.


 


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