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Sonrisas por kobatohanatodesu

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Makoto

Caminamos un rato y por fin llegamos al lugar donde subiríamos a la cosa que Haru llamaba tren. Era la segunda vez que lo abordaba pero no recordaba bien ya que la primera vez que lo había hecho aun era un cachorro y la mayor parte del viaje me la pase durmiendo.

Emocionado por saber que se sentiría subí corriendo halando a Haru entrando casi chocando con una pequeña niña -lo siento- Haru se disculpo por mis imprudencias pero aun así no se molesto conmigo -ahí Makoto- Haru señalo unos asientos y caminamos hacia ese lugar.

El tren comenzó a avanzar, el viaje iba a ser increíble o eso pensé porque después de un rato comencé a sentirme mareado -Haru-chan no me siento bien-

Haru

Así como Makoto yo también estaba emocionado por nuestro viaje en tren además de que aprovecharía el tiempo para enseñarle a usar el nuevo teléfono celular que le había comprado.

Makoto aprendía rápido y no tardo mucho en comprender el funcionamiento básico del celular sin embargo después de un rato note como se comenzaba a ver algo extraño -Haru-chan no me siento bien- se había mareado, tenía que darme prisa y llevarlo al baño o terminaría vomitándome

-¡por aquí Makoto!- rápidamente me levante y hale para guiarlo hasta el sanitario

-Haru-chan...- susurro expulsando todo el desayuno en el lavabo

Cuando termino limpie su boca, estaba preocupado ya que aun faltaban un par de horas para llegar -¿cómo te sientes?-

-ya me siento mucho mejor- intento sonreír pero se veía bastante pálido y no había traído conmigo alguna medicina para los mareos

-espérame aquí. Iré a conseguir un poco de agua y unas pastillas- no quería dejarlo solo pero era inevitable ya que me arriesgaba a que vomitara otra vez manchando el pasillo.

Con suerte en el botiquín del tren traían medicina para el mareo así que rápidamente una empleada me la dio junto con una botella de agua -Makoto- entre al baño y note a Makoto sentado en el retrete con la cabeza agachada -¿cómo te sientes?-

Toque su hombro para que me mirara -Haru-chan no me siento bien- no me gustaba verlo así

Me hinque junto a él -toma Makoto- extendí una de las pastillas y la botella de agua -con esto te sentirás mejor-

Makoto agarro la pastilla de mi mano pero solo se le quedo mirando -¿qué hago con esto?- era cierto que Makoto no sabía cómo tomar una pastilla, siempre que debía tomar la pastilla para desparasitarlo la introducía en su garganta obligándolo a tragarla y en esta ocasión no era la mejor forma de hacerlo

-cómela pero no la mastiques- si lo hacía le sabría feo y terminaría por vomitar otra vez -solo pásatela- y así como indique lo hizo para después beber un poco de agua

Nos quedamos en el baño hasta que la pastilla hizo efecto y entonces regresamos a nuestros asientos

-tengo sueño Haru-chan- se quejo y antes de que pidiera una almohada para el se acomodó en mi regazo

-¡Makoto!- su acto me sorprendió ya que había gente a nuestro alrededor pero aunque era vergonzosos no quería quitarlo por lo mal que se sentía así que rojo como un tomate acaricie su cabeza para que descansara restándole importancia a los murmullos y miradas que nos brindaban los demás

-Makoto...- susurre para despertarlo -ya vamos a llegar- sentí como se movió e inmediatamente abrió sus ojos, sus ojos eran hermoso

-Haru-chan- me sonrió al darse cuenta que lo miraba, su sonrisa al igual que sus ojos era tan hermosa que termino por contagiarme

-ya llegamos, Makoto- definitivamente estaba completamente enamorado de el

 

Llegamos hasta la casa de mi abuela y estaba indeciso de llamar a la puerta o no. En realidad no sabía como reaccionarían con la visita de Makoto y aunque ya había pensando en una mentira que decir sabía muy bien que era muy malo para mentirle a mi abuela y a mi madre -¿qué ocurre Haru-chan?-

-¿eh?- enseguida me gire a Makoto quien me miraba confundido ya que llevaba un largo rato pensando si llamar a la puerta o no -no ocurre nada-

Tomando algo de valor toque el timbre dos veces y espere a que abrieran -¡aquí viene Haru-chan!- Makoto se veía bastante emocionado a igual que yo, quería ver a mi abuela y a mi madre

Entonces la puerta se abrió y ahí estaba ella -¡Haru-chan!- estaba igual de hermosa que siempre y me sonreía de la misma forma que hace un tiempo, abrió sus brazos para recibirme con un abrazo que inmediatamente acepte -mi pequeño Haru-chan- ella era la única que tenía el derecho de llamarme así, era la única que durante toda mi vida había entendido completamente mi forma de pensar y actuar sin juzgarme. Mi abuela, la persona más hermosa y cariñosa a quien amaba tanto -bienvenido a casa Haru-chan- esas palabras de bienvenida acompañadas por su fuerte abrazo me hicieron sentir tan melancólico e idiota por no haberla visitado antes que sin poder evitarlo hicieron que comenzara a llorar sin control

-estoy en casa, oba-chan- intente responderle entre sollozos pero no supe si me escucho ya que ella intentaba callarlos con caricias en mi espalda y mi cabeza pero solo provocaban que siguiera llorando como un niño

-te extrañe tanto mi pequeño- hace mucho tiempo que anhelaba un abrazo de ella pero no había tenido el valor de venir y hacerlo porque no quería que me viera en el estado tan deplorable en que me encontraba ya que podría decepcionarla y eso era imperdonable

Durante varios minutos permanecí abrazado a ella mientras intentaba apaciguar mi llanto que poco a poco cesaba

-Haru-chan...- escuche a Makoto a mi espalda, lo había olvidado por completo ya que hasta ahora permaneció en silencio.

Limpiando mis ojos me separe de mi abuela quien inmediatamente se le quedo mirando fijamente a Makoto.

Casi paso un minuto en que Makoto y mi abuela se miraban directamente a los ojos sin decir nada y yo solo esperaba lo peor sin embargo paso algo que realmente nunca hubiera imaginado -¡mi pequeño Mako-chan!- no supe como lo había averiguado

-¡oba-chan!- Makoto grito igual de emocionado que ella y ambos se abrazaron

-has crecido mucho, Mako-chan- pero siempre supe que mi abuela era extraña y en realidad no me importaba como lo había descubierto porque eso me haría las cosas mas fáciles -siempre supe que crecerías para convertirte en un joven muy apuesto- los dos se veía felices y aunque la situación era rara la imagen de mi abuela acariciando la cabeza de Makoto me dio la sensación de que seguía siendo un perro y no un humano

-tú sigues igual de bonita, oba-chan- Makoto sonrió a mi abuela haciéndola reír -y sigues oliendo igual de bien...- aspiro profundamente el aroma de ella -dulce- susurro besando su frente como yo lo hacía con él y nuevamente la escuche reír

-bueno no se queden aquí afuera. Pasen, pasen- ambos entramos siguiéndola y note inmediatamente que la casa estaba mas silenciosa de lo normal

-¿donde está mamá?- ella había dicho que llegara a tiempo para el almuerzo pero se nos había hecho tarde

-se fue y dejo esto para ti- recibí una pequeña nota de mi abuela y la comencé a leer

 

De mamá: hola mi pequeño Haruka, perdona el no haberte esperado pero al parecer se te hizo tarde porque tenía planeado verte antes de irme pero en fin las cosas no fueron así.

Aprovechare esta semana que estarás con tu abuela para ir con tu padre ya que como sabrás a veces es bastante torpe con las labores caseras y necesita que limpien un poco su departamento, laven su ropa y que le cocinen algo de comida casera de vez en cuando

Volveré el jueves para pasar aunque sea un día contigo. Cuídate y cuida a tu abuela

Te ama mamá

PD. No le des a tu abuela más de un chocolate por día

 

Entonces era ahí donde estaba, con papá -se fue a la casa de papá- pero al parecer a mi abuela no le importaba porque ella seguía riendo con las tonterías que Makoto le contaba

-Haru-chan, porque no suben y dejan sus maletas en tu habitación mientras les preparo algo de comer-

-está bien- estaba algo cansado además de que tenía hambre y la comida de mi abuela era la mejor -vamos Makoto-

Ambos subimos a mi antigua habitación y sorprendentemente esta seguía igual -Makoto ¿cómo supo que eras tú?- aun tenia curiosidad por saber cómo mi abuela había descubierto su identidad pero sabía que Makoto era un idiota y que tal vez no obtendría una respuesta de él pero aun así me atreví a preguntarle

-no lo sé- y como esperaba no obtuve una respuesta satisfactoria y me quedaría con la duda ya que no sabría como preguntarle eso a mi abuela sin tocar el tema del porque Makoto estaba aquí, no quería que ella supiera que estaba deprimido ya que la preocuparía y era lo que no quería hacer 

-bien, solo deja la mochila aquí y vamos con oba-chan-

Bajamos y encontramos a mi abuela cocinando -huele muy bien oba-chan ¿qué cocinas?- pregunte acercándome junto a Makoto

-nuestra comida favorita- sonreí al saber lo que era -saba asada con piña- ella era la culpable por mi fascinación con ese platillo, ella fue la primera persona que me dio a probar la saba haciéndola mi comida favorita

-genial- estaba feliz de estar ahí con ellos dos, junto a los dos seres que me hacían tan feliz y con los únicos con quienes podía ser yo mismo

-preparen la mesa- nos ordenó a Makoto y a mi

Después de preparar la mesa entro al comedor -la comida esta lista- anunció acercándose hacia Makoto quien ya estaba sentado esperándola

-¡huele riquísimo oba-chan!- grito emocionado Makoto al ver como llegaba mi abuela con la comida y era verdad olía realmente deliciosos

Una vez que termine de ayudarle a mi abuela a servir la comida nos dispusimos a comer

-¡esta delicioso!- volvió a gritar Makoto quien se veía bastante feliz degustando su comida casera

-por cierto Haru-chan necesito que vayas al mercado y compres algunas cosas para mí- estaba cansado por el viaje y no quería ir

-¿es muy urgente?- si lo era iría de inmediato pero si no lo era lo haría mañana

-sí, no queda saba para el desayuno de mañana- definitivamente era una emergencia así que después de comer iría al mercado 

Cuando terminamos de comer la abuela me dio una lista de cosas que debía comprar -¿de cuales flores quieres que compre?- pregunte al ver en la lista solo la palabra flores sin ninguna especificación de cuales debía comprar

-solo ve a la florería de la señora Touko y dile que las flores son para mí, ella ya sabe de cuales-

-está bien, Makoto ¿tienes tú celular?-

-¡sí!- grito mostrándomelo

-cualquier cosa me llamas- ya que mi abuela no se podía quedar sola, Makoto se quedaría a cuidarla

-¡ho Mako-chan, tu teléfono es igual al mío y al de Haru-chan!- grito emocionada mi abuela sacando su teléfono color rosa -¡pásame tu numero!- y ambos intercambiaron números

Aun no podía creer lo rápido que Makoto aprendió a usarlo y la rapidez con que ambos se adaptaron el uno con el otro, como si siempre hubieran estado juntos

-me voy- me despedí de ellos y salí de casa 

Makoto

Después de intercambiar números oba-chan preparo una bebida para mí y para ella guiándome al patio trasero sentándonos en la entrada, me encantaba estar con ella

-Mako-chan necesitamos hablar- a ella no podía mentirle como lo hice con Haru, debía decirle la verdad

-¿por qué estas aquí?- en realidad no sabía cómo empezar -que estés aquí significa que algo muy grave ocurrió con Haruka- y era justo así como ella decía

-si- ordene mis ideas y comencé a relatar a oba-chan -después de que morí y cuando ustedes se fueron Haru solo aparento estar bien, en realidad el estaba muy triste. No comía ni bebía nada y todos los días lloraba sin salir de su cama- recordar la situación en la que había estado Haru me deprimía ya que era mi culpa -creí que con el tiempo mejoraría pero empeoraba cada vez mas, parecía que había perdido las ganas de vivir y que poco a poco terminaba con su vida- y es que realmente eso parecía. Parecía que había perdido el interés en la vida y que realmente quería eso, quería morir -hasta que un día después de pensarlo mucho decidió suicidarse- vi como oba-chan comenzaba a llorar pero aun así no me interrumpió -¡yo no sabía qué hacer!- el solo recordar eso me hizo sentir tan mal -¡el no debía pensar en esas cosas! ¡El debía vivir!- limpie mis ojos viendo como las lagrimas no dejaban de salir de los de oba-chan -pero esos pensamientos seguían y seguían acumulándose en su cabeza. Yo le falle al dejarlo pero no iba a permitir que muriera por mi culpa, yo debía hacer algo y entonces hice lo único que podía hacer. Pedí y suplique tantas veces hasta quedarme sin voz para que me dejaran volver junto a él y evitar que lo hiciera y aunque tuve que pagar un precio muy alto...- no me importo, todo era por el -finalmente me dejaron regresar sin embargo no me dejaron junto a Haru. Me dijeron que si en verdad merecía ser salvado tenía que encontrarlo por mí mismo. Tenía que hacerlo rápido porque Haru ya había pensado la forma y el día en que lo haría- recordé los días que pase buscándolo desesperadamente y la angustia que sentí de saber si aun estaba a tiempo -perdí la cuenta de los días que pase buscándolo y aunque me estaba muriendo de cansancio y de hambre aun así no me daría por vencido- en esos momentos la falta de alimento y los días enteros que pase corriendo de un lado a otro sin descanso poco a poco me habían debilitado sintiendo que no lo lograría pero el pensar que podría volver a ver a Haru me daba fuerzas para continuar -y de la nada logre percibir levemente su aroma- cuando sentí su aroma supe que Haru había salido a comprar lo que usaría para terminar con todo -corrí tras el rastro lo mas rápido que pude encontrando nuestra casa al fin- por la forma en que estaba mi nariz perdió algo de sensibilidad, ya no era lo mismo y por momentos perdía su olor entre los distintos aromas de la cuidad agustiandome pero al final y después de casi un día completo volví a encontrar el rastro del aroma de Haru guiándome a mi hogar -Toque con fuerza la puerta esperando que no fuera demasiado tarde y entonces me abrió, ahí estaba el. Mi Haru-chan- y en ese momento mi voz se quebró al recordar lo feliz que estaba al saber que Haru estaba vivo, que no había llegado tarde y que podría volver a ver su hermosa sonrisa

-mi Haru-chan...- finalmente hablo en un susurro -nunca imagine que estaba así de mal- se veía realmente arrepentida -si hubiera sabido que estaba así hubiera dejado todo e ido con él. Soy una tonta por no haberme dado cuenta- pero aunque se culpara, ella definitivamente no tenía la culpa de nada -gracias Makoto- sentí como me abrazo y como nuestros llantos aumentaron. Sabía que ella amaba a Haru tanto como yo lo hacia y era por eso que le dolía de esa forma porque a mi también me dolía 

-pero el ya está bien ahora oba-chan- sonreí para que dejara de sentirse mal, verla llorar definitivamente no me gustaba -así que ya no llores- intente calmarla pero realmente lo que le conté le tomaría tiempo asimilar

-gracias Mako-chan, te debo mucho- ella no me debía nada

-tú me salvaste la vida y sé que también intentaste salvar a mis hermanos además de que es mi deber proteger y cuidar a Haru así que no me debes nada oba-chan- aun con los ojos llorosos ella me abrazo aun mas fuerte, estar en sus brazos era una sensación increíble que me hacia sentir seguro como cuando estaba con mamá

Después de un rato oba-chan dejo de llorar y me dejo recostar en su regazo para comenzar a contarle los momentos felices que hasta ahora había pasado con Haru, realmente esperaba que con eso ella se sintiera mejor al saber que Haru ya no estaba deprimido sin embargo comencé a sentirme algo cansado, el viaje en tren no había sido tan bueno como yo suponía que seria y aunque mi estomago ya estaba mejor aun me sentía raro así que mientras oba-chan pasaba su mano en mi cabeza acariciando mi cabello comenzó a cantar un canción, su dulce voz termino arrullándome y me quede dormido   

 

Notas finales:

Que puedo decir... extraño a mi abuela T-T Gracias por leer


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