Un joven aprendiz descendía con temor por las doce casas, tenía que entregarle una carta al custodio de Cáncer, la carta era de Atena así que quisiera o no tenía que entregarla, al llegar al templo elevo ligeramente su cosmos para que Cáncer le permitiera entrar, al no recibir respuesta asumió que aquel hombre no se encontraba.
Entro, no estaba mal hacerlo, si solo dejaba la carta y se iba, no debía de haber ningún problema, entro al templo y como en ese lugar no se encontraba ningún tipo de mesa la dejo en el suelo, esperando que el caballero no lo tomase como un insulto.
El joven miro a su alrededor-¡Vaya! Me imaginaba este lugar algo diferente.
-y yo me imaginaba que los educaban mejor-El joven vio como el santo de Cáncer aparecía ante el , rodeado por el brillo dorado característico de los Caballeros de ese rango.
-Lo lamento- el aprendiz hizo una reverencia-pedí permiso para ingresar, y como no recibí respuesta, asumí que no se encontraba en el Santuario- se inclinó y recogió la carta se la entregó al hombre frente a él, hizo nuevamente una venía a modo de despedida- disculpe por la molestia.
Cuando el joven se retiró, Deathmask comenzó a leer la carta, en ella se le indicaba al joven que debía presentarse a primera hora en la entrada de la casa de Aries, para emprender una misión en compañía del santo de Capricornio.
-No comprendo, ¿Por qué Atena envió una carta?, podía llamarme y decírmelo en persona-el caballero leyó nuevamente la carta y se percató que en ella se encontraba dibujada una pequeña Atena que con una sonrisa señalaba una pequeña parte de la carta en la que se podía leer:
Posdata
Lamento no decírtelo en persona pero la papelería, envió mis nuevas hojas para cartas y tenía ganas de probarlas.
Att: Atena.
El caballero suspiro-¿Qué vamos a hacer con esta mujer?-la pregunta fue realizada con un tono de burla.Al día siguiente tal y como su diosa lo había pedido Cáncer se encontraba en el templo de Aries., un tanto impaciente por no tener señales del décimo custodio.
Chasqueo la lengua y expreso con fastidio-Si no llega en cinco minutos me largo.
-Tan impaciente como siempre-el español descendía rápidamente-Aunque me alegra ver que me esperaste.
-No te creas tan especial.
-no lo hacía, ahora que tú lo mencionaste creo que debo comenzar a pensarlo.
La verdad era que Capricornio, había llegado tarde porque había despertado con cierto malestar, aunque su compañero no lo notara comenzaba a sufrir los primeros síntomas de un resfriado, no considero necesario abortar la misión, pues esta era una revisión , le sorprendía que Atena enviara a dos caballeros para realizarla.
-Creo que este es el último sector que queda por revisar, ahora podemos dirigirnos al pueblo-Dijo Cáncer, mientras posaba su mirada al fondo de ese pequeño acantilado.
-Tienes razón-Shura se acercó un poco a su compañero. Pero ese día al español no lo acompañaba la suerte, pues al pararse al lado de su compañero la tierra sobre la que esteban se desprendió, haciéndolos caer.
El golpe los aturdió un poco, sumado a la cercanía en la que sus cuerpos estaban. El español había quedado sobre el italiano y este a su vez estaba con la espalda en el suelo. La proximidad de los escombros no les permitía moverse o al menos no les dejaba separarse.
-¿Estas bien?-Capricornio trato de levantarse un poco, pero solo logro posar sus manos al lado de la cabeza de cáncer.
-No me quejo, ¿Tu estas bien?
-Sí, pero creo que no puedo moverme.
-Creo que yo si-Cáncer trato de impulsarse unos centímetros pero no pudo moverse mucho-¿Qué haremos ahora?
-Simple, utilizare mi energía, para quitar las piedras, y tú puedes usar la tuya para protegernos-mientras comentaba su idea Shura movió sus manos, para ponerlas sobre la capa de piedra que hacía de techo, cuando comenzó a elevar su energía Deathmask lo detuvo jalándolo de los brazos, y por la fuerza que este hizo sumada al reducido espacio llevo al español, a quedar muy cerca de su rostro.
-Esto...shura-el de cabello azulado giro su rostro, un poco avergonzado por exceder su fuerza.-recuerda que estamos cerca de una zona verde, no podemos arriesgarnos a arruinar la vegetación.
-Tienes razón, ¿Cómo haremos para salir?
-Pues, podemos vernos, eso indica que la luz se está filtrando, y si la luz se filtra debe haber algún agujero por el que podamos salir, o al menos separar desde hay un poco la tierra.
-Creo que ya lo vi.
-¿Donde?
-Enfrente mío.
-¿Cómo no lo viste antes?-Deathmask regreso su vista al frente seguro de que shura ya se había retirado algunos centímetros, pero este no se había movido en lo absoluto.
-El polvo no ha terminado de dispersarse, eso bloqueo de cierta forma mi visión, ahora necesito que te aferres a mí para salir de aquí.
-¿Cómo?
-Si me abrazas, podre ir a gatas hasta la salida, será más fácil.
-No estoy muy seguro.
-No es para tanto, no te preocupes no le diré a nadie que me abrasaste o que estuviste debajo de mí-respondió, sonriéndole de manera picara.
Después de escuchar un suspiro, Capricornio sintió como el otro se aferraba a él, pasándole los brazos por detrás del cuello y entrelazando las piernas a su cadera.
-Date prisa-El de ojos azulados se acercó más a su camarada, percatándose del olor tan particular que el otro poseía.
Con cautela Capricornio comenzó a avanzar.
-Vaya, no pensé que quedara tan lejos.
-¿Qué dijiste?-Cáncer movió su cabeza-disculpa-Deathmask, regreso a la posición anterior, un tanto avergonzada por casi haber besado el español.
-No hay problema, decía que no pensé que la distancia fuera tan larga.
-¿En verdad no te importa?
-¿Qué?-el español ahora veía a cáncer a los ojos, pues este, se alejó un poco para poder hablar frente a frente-Lo dices por lo de hace rato.
Deathmask asintió.
-Para nada-Capricornio dejo de avanzar-¿Te molesta a ti?
-No lo hice apropósito.
-¿Seguro?
-Totalmente
-¿Seguro?, quizás ese fue un reflejo de algo que deseas-Se inclinó, recostándose un poco sobre Cáncer.
-¡Por supuesto!, olvide que los lugares estrechos me obligan a confesar mis sentimientos reprimidos-respondió con sarcasmo.
Shura tomo nuevamente al moreno, acercándose a la salida, deslizó su mano hasta el trasero del otro y le dijo-a mi ,lo lugares estrechos me generan muchas otras cosas.
-¡Deja de tocarme y muévete!-le ordeno molesto.
Salieron de aquel lugar, el español sentía el fino pasto entre sus dedos y las manos de Cáncer aun rodeándolo.
-¡Hey!, mask, ya puedes soltarme- pero el no deseaba eso.
-¿ Cuando cambio?-el italiano libero el cuello del español, recostándose en aquel prado.
- ¿ Que cambio?- pregunto, aun sentía las piernas de Cáncer en su cadera.
-Nuestra relación, antes podíamos decir lo que sentíamos sin escudarnos detrás de bromas.
-Tienes razón, pero recuerda que lo que decíamos antes y ahora es muy diferente.
-Si pero... siguen guardando los mismos sentimientos.
-¿Aun me amas?- el corazón de capricornio se lleno de esperanza.
El Italiano asintió, dirijo su mirada al Español-¿ Y tu?
Shura se inclino para besar a DeathMask, lo amaba, con sincera locura.
Se quedaron ahí, besándose, acariciando los cabellos del otro, se separaron un momento, para saber si el otro quería seguir o detenerse.
Al mirarse decidieron ir al pueblo y continuar aquella charla en una habitación. Shura ya se había sentado en la cama y DeathMask lo observaba recostado en una pared.
-Te alejaste de mi, me dejaste solo...-menciono el italiano.
-Cambiaste mucho, no podía encontrar en tus ojos el brillo que conocí.
-Tu te lo llevaste Shura, te obsequie todo lo que tenia-cerro sus ojos aquella charla lo deprimía.
- Y ese es mi mayor tesoro- se levanto de la cama asercándose al menor. Este se dio la vuelta recostando su frente en la pared, tomando la palabra nuevamente.
-Me pesan tanto los recuerdos, las lagrimas se aferran a mi cuerpo...como cadenas, haciendo mas profunda la llaga de la melancolía.
Shura se aferro al italiano- Yo estoy aquí, para alejarte de ellas. A mi... me consume el miedo de fracasar...de destruir lo que queda de nuestra unión.
- Yo enfrento constantemente a la oscuridad- dejo la pared acomodándose en Shura- y si se destruye lo que un día fue, tendremos que construir lo que esperamos que sea.
Los brazos de capricornio abrazaron con mas fuerza las caderas de Cáncer.
-Solo prométeme algo Shura.
-Lo que deces.
-Quédate, no me dejes nunca mas, quiero escuchar tu voz a cada instante.
-No tengo que prometerte eso. Estaré eternamente a tu lado, eso es seguro.
Shura hizo que su camarada lo mirara.
-Nunca estarás solo, estoy aquí...Y nunca te dejare- Los ojos de Cáncer brillaron de asombro ante aquellas palabras,¿ Seria posible que Shura aun lo recordara?
-Como la lluvia que se lleva el color de las hojas...-continuo el italiano.
-Como el viento que fluye eterno...
-Como las hadas con su mística mirada...
-Como las sirenas y su trágica canción...
Se miraron de nuevo, con los ojos cristalinos.
- Con el brillo de mi espada...
- y lo oscuro de mis ondas...
-Te protejere...
-incluso de ti mismo.
Shura acaricio la mejilla de Cáncer.
- Estaré a tu lado...
- Y te amare...
Se besaron, al separarse en un suspiro proclamaron.
-Por toda la eternidad.