-Y durante ese tiempo no podrás hablar-Cuando su maestra termino por darle la orden, el pequeño Cáncer se alejo.
Debía pasar algún tiempo vestido de mujer, no entendía bien el por que , solo sabia que era por su armadura.
Se acomodo en el templo. Esperando la llegada del que seria su tutor.
El caballero de Géminis fue designado a esta misión. Llevaba consigo la mascara que debía portar el pequeño. Cuando se encontraron en el cuarto templo, el pequeño se puso la mascara.
se sentía sumamente extraño, pero lo soportaría, había tolerado cosas peores. Fingir que era una niña no iba a detenerlo.
Al poco rato bajaron al coliseo, los pequeños dorados que ya se encontraban reunidos, se alegraron al conocer a su nuevo camarada.
Comenzaron los entrenamientos todos destacaban a su modo, dando la impresión de que aquella generación de dorados estaría equilibrada en poder.
Cuando comían lo hacían juntos, exceptuando a Cáncer, que prefería comer solo en una parte alejada del santuario.
Pero una tarde, dos pequeños llegaron a hacerle compañía. Ninguno de los dos había sido invitado, y desconocían la presencia del otro.
El primero en ir al encuentro de "la niña", fue Aioria.
-Hola Dane-el león se acerco poco a poco a su compañera.
Cáncer se puso la mascara, no la ajusto bien debido a lo inesperado del saludo.
Levanto su cabeza a modo de saludo, el león se sentó muy cerca.
Le agradaba esa niña, era valiente y fuerte, de seguro seria una gran guerrera. Al poco tiempo otro pequeño se acerco, el que seria caballero de capricornio los acompaño el resto de la tarde.
A si pasaban sus días, a pesar de que DeathMask nunca hablaba Shura y Aioria se sentían muy cómodos en su presencia.
-¡No puedes hacer eso!- el león estaba exaltado- puede que a ella le guste otra persona.
-Puede que si...como también se le puede caer la mascara frente a alguien que no quiera, imagínate si un caballero de plata o bronce la ve. Es mejor que sea uno de su mismo rango.
-¿ Y por que tu?- pregunto leo algo celoso.
-Porque...pues, porque a mi me gusta.
-¡A mi también!- protesto el castaño claro.
-Pero tu eres muy pequeño Aioria.
Aioria se sonrojo-pero creceré, ya veras seré mas alto que ella.
Y así había sido, por unos cuantos centímetro, pero el león resulto ser mas alto.
Curiosa fue la forma en que todo termino, en una batalla de manos capricornio y leo terminaron por ver al mismo tiempo el rostro de la pequeña. Era un poco rudo, pero tenia unos ojos preciosos pensó el león, una boquita de muñeca...de muñeca guerrera pensó capricornio.
Y así, antes de lo permitido Cáncer desvelo la verdad. Sin saber que con ese acto sellaba su destino y el de aquellos niños que le habían visto.
Los pequeños se sintieron avergonzados y defraudados, tantas molestias que se tomaron para que aquella resultase hombre.
Poco a poco la maldición de la armadura de Cáncer consumía la bondad de su portador.
Si DeathMas hubiera portado la mascara el tiempo establecido, jamas habría perdido su humanidad.
Y cuando estuvo a punto de perderla en su totalidad uno de los hombres que lo vio por primera vez sin mascara se acerco a él. En secreto comenzó a llevar una relación con el apuesto Shura.
Debido a esto la maldad no lo domino por completo. Pero aun faltaba alguien, Cáncer sentía la ausencia de su león de ojos esmeralda.
Después de la batalla contra Hades los guerreros fueron revividos. En el caso de los dorados resurgieron en orden descendente a los doce templos. Después de revivir a Leo, Atena les contó a los presentes sobre lo difícil que resultaba para un hombre portar la armadura de Cáncer y en ese momento Shura y Aioria sintieron cierta responsabilidad. En una charla privada le comentaron a Saori lo acontecido hace tantos años. Y le aseguraron que ellos podrían ayudar a DeathMask.
El italiano despertó en un lecho, mucho mas grande que el propio, pero al ver el lugar supo que esa era su casa. ¿ Por que era tan grande?
-Que bueno que despertaste-La voz cálida de Shura lo alegro.
-Shura...-le sonrió con dulzura a capricornio, este se acerco a el y a su espalda un entusiasmado león entraba en escena.
-¿ Aioria?, ¿ Que haces aquí?-le pregunto.
-Pues veras, resulta que estoy atado a cierto cangrejo azulado- se sentó en el lado izquierdo de la enorme cama.
-¿ Atado?- esa respuesta no resolvió sus dudas.
-Si...veras Mask-el español respondía a la pregunta, acomodándose al lado derecho-recuerdas cuando eramos niños, que tu usabas mascara y todo eso-El moreno asintió.
-Entonces recuerdas que nos enseñaste tu rostro-siguió capricornio- a estas alturas ya debes saber a donde va todo esto, después de todo...es tu armadura. Tu la conoces mejor que nosotros.
-osea que me estarán acosando de nuevo.
Los hombres a su lado besaron sus mejillas-Solo un poco- respondieron al tiempo.
DeathMask se sorprendió, no se esperaba eso. Y mayor fue su sorpresa al sentir las manos de Aioria tomar su rostro para besarle.
-Sabes, pasare mucho tiempo contigo, para equilibrar el terreno que Shura a recorrido-lo beso de nuevo, haciendo que DeathMask quedara sentado frente a el, dándole la espalda a Shura.
Este opto por meterse mas en la cama, acoplando su pecho a la espalda del italiano.
A si se quedaron un rato, Aioria besaba a su compañero, mientras Shura le daba mimos. Y Cáncer no podía moverse, estaba atrapado entre la fuerza de aquellos hombres.
Ahora estaban juntos, como cuando eran aprendices, no fue necesaria una batalla entre leo y capricornio , ellos se habían ganado el corazón de su niña de Cáncer.