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Feliz cumpleaños DeathMask por alliaries

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Notas del capitulo:

Regulus

DeathMask debe cuidar al cachorrro de su amado leon.

 

Después de la guerra contra Hades. Atena revivió a sus caballeros, pero esto no resulto como espera pues los anteriores caballeros dorados también regresaron. Algunos fueron enviados a distintos países para mantener el orden en él mundo. Otros se quedaron en el santuario; este era el caso del joven Leo. Que pasaba mucho tiempo cerca de Aioria. 

Pero en una ocasión  Aioria tuvo que salir a una misión y , aunque Regulus era extraordinariamente fuerte no creyó conveniente dejarlo solo.

El león bajo hasta él cuarto tiempo, hace poco había comenzado una amistad con el italiano. A si que no vio con malos ojos pedírselo.

-¿Podrías cuidarlo?-Aioria esperaba que DeathMask no se negara a su petición.

-¿ Que gano con eso?- aceptaría le petición de su camarada, en parte se lo debía... pero también quería fastidiarlo un poco.

-El placer de complacerme- respondió dándose cuenta del juego del otro, ahora que lo conocía mejor se había dado cuenta que DeathMask no resultaba tan difícil de leer.

-¿ Y por que debería complacerte?

-No se, ¿ Quieres que comencemos a ser formales desde ahora?

-Cuidare al mocoso- ladeo él rostro, sonrojado por lo que creía Aioria insinuaba.

-Que bueno, no tardare mucho...no lo conviertas en un Mei castaño.

DeathMask chasqueo su lengua, ante el comparativo con su discípulo. Guió al pequeño a su recamara, el día no tenia buena pinta.

-y bien pequeño cachorro, ¿ Que te gusta hacer?

-Pues entreno mucho junto con el señor Aioria- Respondió, haciendo una comparación mental de la diferencia entre las recamaras de Leo y Cáncer-Su habitación esta casi vacía.

-Si, nunca he sido muy apegado a las cosas materiales- se recostó, desde su habitación se podía escuchar la lluvia pero no se sentía el frió de la tormenta.

El pequeño  se recostó-¡ Vaya! su cama es mas suave que la de Aioria.

-¿ Aun sigue teniendo ese mugre colchón en su templo?- frunció el ceño, aun recordaba lo incomodo del lecho de leo.

-¿ Usted se ha sentado ahí?

-Si, a veces...me quedo en él templo de Aioria.

-Entonces son muy buenos amigos- respondió entusiasta.

-Amigos...si es eso somos, amigos- solo eran eso amigos, amigos que de vez en cuando se mimaban.

- No parece muy convencido- el pequeño se levanto. Comenzando a explorar aquel lugar.

-¿ Por que lo dices?

-Parece como si lo desilusionara, como si ser amigos no fuera suficiente.

No, desde hace mucho que la "amistad de Aioria" no  era suficiente él quería mas- Es suficiente, Aioria es empalagoso,  él tiempo que paso con él es suficiente.

-¿Empalagoso?, no comprendo.

-Olvídalo- le respondió al pequeño. Ese Aioria era muy empalagoso. Cuando comenzaron a darle ciertos beneficios a su amistad. Aioria lo abrazaba todo el tiempo, lo besaba, le acariciaba el cabello. DeathMask suspiro. Para seguir con sus pensamiento. 
Le hacia cosquillas, lo sorprendía, le decía tantas cosas dulces...¿¡ Quien se creía que era!?. 
Se puso las manos sobre él rostro, iba a terminar loco, todas esas cosas que hacia Aioria le gustaban mucho. Pero le molestaba que él león tuviera tanto poder sobre él.

-¿ Le duele algo?-Cáncer sonrió ese niño se parecía tanto a Aioria.

-No, solo pensaba...

-¿ En que?

 

-Me gustaría hacer por algo por Aioria.

 

-¿ Como que?- pregunto, asercandoce al italiano.

-Aioria llegara esta noche, lo mas probable es que llegue cansado...¡vamos!, tenemos mucho que hacer.

Esa noche el guerrero de leo se encontraba realmente agotado. Entro a su templo  y se tumbo sobre la cama. Pero se sintió extraño, su cama le resulto sumamente cómoda. Tal vez estaba mas cansado de lo que pensaba. Cuando se dispuso a dormir noto algo extraño. El lugar en el que reposaba poseía un calor único, un calor que solo poseía el caballero de Cáncer.

Y pensar que por un momento ese calor estuvo a punto de desaparecer. Aun lo recordaba era un día tranquilo, tomo una ruta distinta a la que acostumbraba y a lo lejos entre grandes y afiladas rocas diviso el cuerpo de Cáncer. Se dirigió a él con rapidez , y cuando lo tubo entre sus brazos se sintió terrible por como se veía. No comprendía como había terminado tan lastimado, le acaricio el rostro y comenzó a curarlo con su cosmos.

Lo llevo a su templo, para terminar de curar sus heridas. Después de algunas horas el caballero de Cancera despertó.

-Hola- Saludo el león.

-A si que tu me trajiste de regreso- respondió.

Aioria no quería preguntar que pasaba, lo intuía y siendo así lo mejor seria pasar mucho tiempo junto a DeathMask, esperando que mejorara.

Y así fue gracias a los cuidados del león. Cáncer se recupero en poco tiempo.

Un abrazo inesperado saco de sus cavilaciones al castaño.

-¿ Como te fue en la misión?- DeathMask había ingreso en silencio al quinto templo, para hacerle compañía al menor.

-Bien, fue algo difícil...¿ Como te fue con Regulus?

-Es un gato latoso...como tu.

-Eso quiere decir que  te agrado, ¿Verdad?

-Eso creo- cerro los ojos, cuando sintió la mano de Aioria acariciar su espalda.

-Me gusta ver que me extrañaste, ¿ Te quedaras?

-Si, me quedare esta y mucha noches.

-Que bien. Osea que te tomaste en serio lo de las formalidades.

-No, solo que tu cama ahora es mas cómoda que la mía.

-Pues yo si lo quiero.

-¿Que quieres?- pregunto, recostándose de lado para poder ver el rostro de Aioria.

-Formalizar nuestra relacion- tomo el rostro del italiano y lo beso- ahora eres mio.

-Y a mi  que me gustaba tanto ser tu amigo- respondió, con falsa desilusión.

-Ya veras que te gusta mas ser mi pareja, ahora ya no puedes quejarte de esto- comenzó a darle pequeños becitos por todas partes.

-¿ Vas a ser mas cariñoso que de costumbre?

-Si y no quiero escuchar que te quejas.

-No volveré a quejarme. Me gusta como me tratas- sus ojos se cruzaron , por un momento los hermosos pastizales se entrelazaron con el mar, Aioria se disponía a besar de nuevo a DeathMask. Pero este se giro dándole la espalda al león.

-Pero no te pases, no creas que ahora puedes estar manoseándome a cada rato.

El león pego su cuerpo al mayor.

-¿ Entonces como sabrán los otros que tu solo eres mio?

-Francamente ese no es mi problema, ya encontraras el modo.

-Esta bien prometo no tocarte...demasiado- paso su brazo por encima de Cáncer- ahora, por lo mas sagrado que tengas déjame dormir.

El italiano sonrió, si Aioria pensaba que podía estarlo tocando a cada rato, él no perdería la oportunidad de molestarlo, porque la actitud gentil de Aioria era agradable, pero el griego se veía mejor cuando estaba molesto.

 

Notas finales:

-Pobre Aioria, si es tierno malo si no es peor.

Que tengan lindo diía.


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