Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Feliz cumpleaños DeathMask por alliaries

[Reviews - 39]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Debido a una inprudencia, DeathMask termina metido en un lio, y para solucionarlo pide ayuda de la luna.

El guardián de Cáncer ingresaba con sigilo al quinto templo cuyo custodio no se encontraba en el santuario. Pues este cumplía una misión de reconocimiento junto a Marín, este tipo de misiones se hacían constantes, demasiado si se lo preguntaban al italiano, pero lo que se debía resaltar realmente era la insistencia del griego en ser acompañado por la joven de plata. 

Se recostó en el lecho, tomo la almohada y la abrazo inhalando el cálido aroma del felino. Extraño a si se sentía el joven de cabellos azulados, no era la primera vez que se colaba al templo de leo para dormir rodeado por la cálida aura de Aioria, claro que este no lo sabía, Deathmask llevaba una clara cuenta de cuanto tardaría Aioria en cada misión debido a esto el joven castaño nunca se enteró de las visitas de su vecino.

Pero Deathmask ignoraba un pequeño detalle, que en ese lecho no solo reposaba el aroma de Aioria pues este ahora se mezclaba con el aroma de una joven pelirroja.

El destino se encapricha con hacernos pasar por situaciones incomodas, y ahora Deathmask sería la victima de esa desventura.

Lentamente el león se dirigía a su templo llevando consigo a la joven de Águila, cobijados por la noche eran imperceptibles, debido a esto el italiano no se percató de que el león había regresado.

Una escena entre cómica y extraña sorprendió al caballero dorado y a la joven de plata, ninguna lograba entender por qué el custodio de Cáncer se encontraba reposando en el lecho de Aioria.

-Tal vez, se embriago de nuevo y se confundió de templo-La voz de Aioria salió con rapidez, tratando de impedir que la guerrera dijera lo que rondaba por su mente.

-Despiértalo entonces- así de simple fue la respuesta de la joven.

Aioria lo dudo por un momento, se acercó a su compañero y le toco levemente el hombro, pronuncio su nombre con el fin de hacerlo despertar, pero nada parecía funcionar, se acercó más y escucho un leve sonido, proveniente del hombre que reposaba en su cama.

-Aioria-el león escucho con asombro las palabras de su compañero, pero lo que más llamo su atención fue la acción que llevaba a cabo el mayor mientras repetía su nombre, el italiano hundía su rostro en la almohada como si temiera olvidar el aroma del griego.

El castaño, movió con algo de brusquedad al otro, para hacerlo despertar y esta vez tuvo éxito. Una revelación pareció abrirse paso ante Aioria, la mirada de su compañero al despertar, nunca la había visto en nadie conocido y menos en los ojos del italiano, era inesperado y tan fugaz, como la contracción de la pupila al ser expuesta al sol, después de estar en oscuridad.

-¡Aioria!-exclamo con sorpresa el santo de Cáncer-No esperaba que regresaras tan pronto.

-Sí, hicimos un buen trabajo, nos adelantamos algunos días.

-Me alegra-respondió con sinceridad, víctima de la confusión al despertarse, su rostro se  contrajo levemente al divisar la figura del águila.

-¿Que haces aquí?- pregunto el dueño del templo.

-Hem...yo- tenia que inventar algo y rápido- algo extraño ronda mi templo, y tu eres el único entre los dorados capas de ayudarme.

-Comprendo, ¿Podemos dejarlo para mañana?

-Si, no hay prisa- se levanto, cuando estaba a punto de cruzar la puerta escucho-¡DeathMask!- se giro ante el sorpresivo llamado.

-Eso es mio- menciono él león, señalando la almohada que DeathMask llebava.

-A si-  se la entrego a la amazona- que tengan linda noche- su voz sonó molesta al momento de encontrarse con Marin.  Se marcho dejando algo confundida a la guerrera.

-¿ Estaba enojado?- pregunto la pelirroja, acercándose a Aioria.

-Pues siempre esta molesto, no te lo tomes como algo personal.

-¿Duermes con el todas las noches?- pregunto de manera burlona.

-No es divertido Marin, claro que no...- frunció el entrecejo, imaginarse en una situación así; ridículo.

-Bueno, no es para tanto. Solo debes añadir un nombre mas a la lista de tus admiradoras...aunque ahora deberás decir admiradores.

El león rodó los ojos, aquel comentario no le genero gracia.

Mientras tanto en Cáncer DeathMask trataba de dar veracidad a su mentira.

-En que lió me metí- paso sus manos por el cabello, en señal de desesperación. No se le ocurría nada que pudiera encajar con la descripción que le dio a Aioria. Aunque existía algo que lo ayudaría.

Se aproximo a una estantería, busca do un libro que no llego a utilizar.

- a ver, criaturas , criaturas- leía con atención buscado el hechizo que lo sacara de aquel apuro-arañas telequineticas, perros radioactivos...no eso seria demasiado. Conejos lunares...- su dedo se poso bajo aquel enunciado.

-Los conejos  pueden ser invocados en cualquier lugar desde él que se pueda ver la luna. Se alimentan del carácter de quienes los rodean, retrocediendo el proceso de evolución en la personalidad-se salto un poco, buscando la información que necesitaba- al ser seres nocturnos, solo pueden ser detenidos por energías llenas de luz.

-¡Perfecto!-eso encajaba perfectamente...incluso podía justificar sus visitas, al templo de leo, ahora leía atentamente la forma de invocarlos. Abrió una ventana que se encontraba en la parte superior de la ventana; en su recamara.

Las instrucciones eran extrañamente simples... licuar algunas flores azules, con agua de un estanque. Debía mezclarse  con un cosmos espectral, uno de los últimos pasos era añadir chocolate liquido.

Una vez que la infusión estuvo lista, DeathMask la llevo hasta su recamara. Tomo una Zanahoria y la sumergió en la mezcla. Después de eso comenzó a dibujar un conejo en el piso, justo donde caían los rayos lunares.

Pero para que aparecieran los conejos se debía inventar un hechizo. Para convocar a la criatura que se acoplara mas a quien la necesitaba.

Con su tez  levemente sonrojada DeathMask proclamo.
-Hace mucho tiempo un conejo se perdió, entre el brillo de las estrellas y su reflejo en el lago. A aquel conejito le gustaba mucho saltar, salta sobre la oveja, salta sobre la casa, pero no salta sobre el león-¡Tenia que estar pensando siempre en  leones,pensó el italiano; siguió con la lectura- El pequeño conejito a un estanque se acerco. ¡Que hermosa perla adorna tu hogar! ¡ Ninfa de los mares permiteme sobre tu corazón saltar!; eso proclamo aquel extraño conejo. El conejito muy alto salto, y de bruces contra el lago  su final encontró. Su colita esponjadita no volvió a saltar, ni sobre la oveja, ni sobre la casa, ¡Pobre conejito ingenuo!¿ No hubiera sido mejor saltar sobre el león?

Cuando termino el dibujo se torno azul, la luz se levanto formando poco a poco una balito de color marrón.
La luz se extinguió y la bolita tomo forma de conejo.

-Funciono...- al parecer aquello de los hechizos se le daba bien.

El conejo meneo su nariz acercándose al cuarto custodio- Tremenda historia que me inventas- dijo de repente.

Los ojos de Cáncer se abrieron,     ¡ Aquel engendro hablaba!

-Bueno, vamos a ver que te causa tantos problemas.

-No tienes que ir a ningún lado...- ¿No se suponía que aquella criatura era malvada?

-Ya veo...¿ Esperabas algo diferente?

El Italiano asintió, el conejo suspiro y dijo- Nosotros nos adaptamos a las necesidades de quienes nos invocan, cualquier otra cosa que leyeras o escucharas con anterioridad esta mal.

-Ya veo...entonces ¿ Sabes por que te invoque?

-¡Claro!, me llamaste porque no  eres capas de decirle a otro hombre que lo amas.

-¿¡Que!?...¡ Yo no amo a Aioria!

-Con que a si se llama- el conejo  se paro en sus patas traseras y poso su mano debajo de su boca.

-¡Que no lo amo!-expreso molesto, el conejo lo miro y comenzó a decir, mas bien a cantar- Aioria,  Aioria, te gusta Aioria. Lo amas... quieres darle besitos.

-¡Que no me gusta!- el conejo, paro su risa miro a la puerta y su rostro cambio a asombro- Ese...¿Ese es Aioria?

Un poco nervioso Cáncer dirijo su mirada al lugar que él conejo veía, encontrándose con oscuridad.

El conejo rió- ¿ No , que no?-  El moreno rodó los ojos, dirijéndose a su cama. Aquella había sido una idea terrible.

Ese y varios días después él conejo siguió de cerca a DeathMask tratando de ayudarlo para que se confesara con leo...pero la actitud de Cáncer, no ayudaba mucho. En una ocasión había conseguido que se acercaran lo suficiente para besarse, pero el cangrejo golpeo ( por accidente)   la frente del griego con la suya.

El conejito suspiro con resignación- Este tipo es la persona mas Tsundere del mundo- Solo me queda una opción-  el conejito se levanto dio un salto y se transformo en el caballero de Cáncer- Es momento de acabar con el drama- se dirigio al templo de Leo, llamando a gritos a su guardián-¡Aioria!...¡Aioria!- el griego fue  a su  encuentro, no muy feliz por los grites.

-¿Que te pasa ahora?,DeathMask-El Canceriano se acerco a él lo tomo de la camisa y  le dijo antes de besarlo- Esto- el beso fue profundo, el conejo debía simular la personalidad que DeathMask mostraba ante los demás, para que Aioria se sorprendiera cuando lo conociera en realidad, se alejo del guerrero de leo. Corriendo al  cuarto templo; Aioria lo siguió, cruzo el cuarto templo en el momento exacto para encontrarse con el verdadero DeathMask, lo azoto contra un pilar, arrinconandolo , su puño fue a dar cerca del rostro del otro, que enfadado dijo.
-¿ Y a ti que mosca te pico?.
- ¡¿A mi?!,  tu fuiste hasta mi templo a besarme, y ahora resulta que al que le pasa algo es a mi.

-¿ Besarte?- rió- en ninguna de tus siete vidas.

El león beso a Cáncer, le devolvería aquel detallito, DeathMask no se resistió...ni siquiera cuando el griego introdujo su lengua.

Al separarse DeathMask se sonrojo, se aferro a Aioria inclinando su cabeza para esconderla en el pecho del otro.

-Aioria...- murmuro- Yo no te bese- subió la cabeza nuevamente. Encontrándose con la boca de Aioria sobre su cuello.

Cáncer rodó su cabeza, en una esquina el conejo lo observaba, aunque no ludiera hacerlo DeathMask sabia que él conejo sonreía. Aioria comenzó a acariciar su pierna, subiéndola hasta su cadera. El italiano lo ayudo enroscando ambas piernas en las caderas.

-Ya Aioria...es...suficiente- le dijo con su voz acalorada.

-No lo creo, entraste gritando a mi templo, me besas...y escapas. Eres un cangrejito travieso.

-¿ Y que harás al respecto?- miro al menor con superioridad.

-No lo se...intentare varia cosas-dejo que el hombre tocara el suelo, lo beso de manera tierna y lo abrazo, después de unos segundos alguien mas se unió al abrazo.
-Que bonito es el amor- se escucho, los hombres se separaron. Y Aioria vio sobre él hombro de Cáncer a un pequeño conejo.

-Que bonito es el amor apropósito,Hola...yo fui el que te beso.
El león miro al cangrejo preguntándole con sus ojos    ¿ Quien era ese ser?

-Es una historia...graciosa- respondió el de Italia.

Aquel conejo había logrado su misión unir al temeroso cangrejo con el león

Notas finales:

-Creo que hoy los dorados cenaran conejo :v.

que tengan lindo día :) 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).