Capitulo 3: Charlas, clase de anatomía y sorpresa no muy grata.
- Como verán, el día de hoy estarán conmigo- Comentó alegre Tiago, viendo el enorme grupo frente a él- Primero, les quiero felicitar por el excelente trabajo en las montañas, todos bajaron sanos y ninguno se fue a La cueva- Les aplaudió sonoramente- Hoy les enseñare la anatomía de sus contraparte
- ¿Qué no enseñaba historia, solamente?- Fue una voz grave la que interrumpió su charla
- Enseñare eso, y cualquier otra cosa que se me ocurra, y que haga, obviamente, que ustedes se conozcan. Costumbre, historia, anatomía, y algo más se me ocurrirá- Sonrió- Bien comencemos, ¿Por cual ser, debería?
Fueron varios, lobos y vampiros, los que saltaron eligiendo su especie.
- Creo que debería elegir su líder- Propuso asustado de tantos gritos- ¿Qué dice, Princesa Abril?- Preguntó a una atenta vampiro
- Estaríamos contentos, con lo que eligiera usted- Contestó educadamente
- Bien, ¿Y usted, alfa Soledad?- Miró a un lobo, que observaba cualquier cosa, menos a él
Espero una respuesta que no llegó, Soledad no le había escuchado en lo más minimo. Fue Juan quien le codeó, para que saliera de su perdida mental
- ¿Eh?... ¿Qué pasa?- Le cuestionó, aun perdida
- Te pregunto algo- Susurró, apuntando al profesor con la mirada
- ¿Asi?... ¿Y que fue?- Desorientada, era la palabra que la definía mejor.
- ¿Qué especie elegiría, para aprender en estos momentos?- Repitió Tiago, ocultando su diversión. Soledad rompía cualquier ideal que tenía de ella, él pensaba, que como alfa y lobo, odiaría profundamente a los vampiros, motivo por el cual estaría todo el dia con cara de pocos amigos, pero no era así.
- No~ se- Se rascó la cabeza pensativa- Me gustaría aprender de los idiotas, dicen que están en peligro de extinción- Pidió
- ¿Idiotas?... Pero estamos hablando de vampiros o lobos- Le recordó algo confuso, el no conocía esa especie, ni siquiera sabia que existía, algo así
- Ah…. ¿Es que ahora le dicen vampiros?- Preguntó fingiendo sorpresa- Cuando paso eso, que no me entere
El salón en donde estaban, estalló en risas. Ningun lobo pudo resistir reírse, ante la innovadora idea de su líder, nadie esperaba que saliera con eso. Mientras los lobos se reían, los vampiros por su parte los insultaban, mayor fue la sorpresa al escuchar un fuerte ruido, un puño estrellándose contra la mesa
- ¡Preferimos ser idiotas, a unas bestias asesinas!- Saltó en defensa de los suyos, Abril- Porque eso es lo que son, unas bestias sin cerebro, que matan por gusto- En ningún momento apartó la vista de su objetivo, sus ojos azules cambiaron rápidamente a rojos sangre, sus colmillos sobrepasaban su labio inferior, estaba tan enojada que se había transformado sin pensarlo. Las palabras iban dirigidas a un lobo en particular, aquel que se había atrevido a decirles idiotas
- Seremos asesinos, pero al menos tenemos el coraje de atacar por el frente- Soledad se paró de su silla, su cola y orejas eran visibles, aun si sus colmillos estaban también al aire sus ojos seguían de ese hermoso color marrón- No somos cobardes que se ocultan en la oscuridad de la noche- Sonrió con arrogancia
Las auras que desprendían eran atemorizantes. Ambas poseían esa parte que le hacía ser más dominante ante cualquier vampiro o lobo que se atreviera a retarles, pero entre ellas eso costaba. Cada una sentía, un pequeño rastro de temor. Más Abril, que se volvia asentir intimidada por aquella loba, pero no dejaría que nadie viera esa parte suya. A ningún vampiro le daría miedo un lobo, y de eso ella estaba segura
- ¿Por qué… no nos tomamos un tiempo?- El aire, se estaba comenzando a poner pesado, una pesadez que estaba aplastando a Tiago
Cada ser, comenzó a salir lentamente. Fue Juan, el que agarró del brazo a Soledad para salir de ese lugar
- ¿Qué fue eso?- Cuestionó Roxana sin creérselo
- Nunca te enojas de ese modo- Prosiguió Agustina
Fue sorpresivo para ambas vampiros, que su mejor amiga se comportara de esa forma. En todos sus años de amistad, en ningún momento habían visto tanto enojo en ella.
- No se, solo me molesto- Tampoco se creía lo que había pasado. Ella, simplemente se enojó cuando escuchó ese comentario- Se que fue estúpido- Antes había escuchado cosas así, aun peor en varias ocasiones, pero en ese momento no pensaba con claridad las cosas.
- Claro que no- Saltó la pelirroja amiga- Solo fue genial- Sonrió ante el recuerdo- Claro que dabas miedo
- Es verdad Roxi, pero ese lobo también daba miedo- Comentó seria Agustina- Su aura cuando se convirtió, era la misma que Abril, y eso que realmente no se convirtió del todo, ¿Se acuerdan el primer día?
- Si, en ese momento sentía que me asfixiaba- La sonrisa de Roxana desapareció
- Es peligroso ser enemigo de seres así, por eso es mejor dejarlo pasar- Recomendó mirando a una concentrada Abril
- Los lobos son todos unos asesinos sin cerebro e idiotas sin remedio, no cambiaran por nada- Comentó Abril, pensando solo en un lobo. Odiándose por ser tan idiota, de pensar que había un lobo distinto, solo por el hecho que le había ayudado en la montaña esa vez, pero eso no era verdad, todos eran iguales.
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Un cansado Tiago, caminaba por un pasillo vacio. Solo sus pasos retumbaban en el inmenso pasillo, caminó hasta que a lo lejos, escuchó voces, seguidos de risas. Entró suspirando al salón, donde estaban charlando animadamente sus amigos.
- Eso fue rápido- Silvia, caminó hasta él, ofreciéndole una taza de café, que recién preparaba
- Más de lo que pensaba- Héctor lo miraba fijamente- ¿Qué paso?
- Se puso tensa la cosa- Tiago se tiró en la silla, dándole un largo trago a su café, importándole poco el ardor en su boca y garganta, debido al caliente liquido- Les di, un tiempo libre
- Cobarde y patético- Susana, sentada en el ultimo lugar de la mesa, levantó su mirada del libro que leía- Tipico de un búho- Volvió a prestarle atención a su lectura, ignorando la mirada de molestia por parte de su compañero
- Ya Sus- Silvia le acarició la cabeza, acción que formo un pequeño sonrojo en Susana, pero que disimuló escondiéndose en el libro- Cuéntanos, ¿Qué paso?- Interesada, puso toda su atención en su amigo
- Bueno yo, quería empezar contándoles la anotomía de cada uno de ellos- Comenzó Tiago, dándole otro trago a su café- Pero cuando les di a elegir de quien iba primero, comenzaron a pedir a gritos que su especie fuera la primera. Quería callarlos, por lo que pensé que lo ideal sería que eligieran sus lideres. Por parte de la princesa, fue bueno, ella me respondió educadamente, pero el alfa hizo una broma, que molesto de sobremanera al vampiro lider. Fue cuando la cosa seria empezó, cada una se trasformó, creando en el aire una pesadez difícil de respirar- Suspiró apoyando su cabeza, en los brazos cruzados sobre la mesa
- Eso suena horrible- Silvia, se acercó a él. Frotándole la espalda con cariño
- Eso suena común- Susana, se paró de su lugar. Cerrando su libro, caminó hasta la puerta
- ¿Cómo lo sabes? Ni siquiera te han tocado todavía- Tiago estaba furioso por la actitud de su compañera, ella no había vivido la presión en ese momento
- Porque eso es lo que pasa siempre- Se detuvo, con el pomo de la puerta en la mano- Estas trabajando con dos especies a las cuales le han enseñado odiar a la otra desde nacimiento, ambos seres son mucho más fuerte que nosotros- Abrió la puerta, sin moverse del lugar- Si no puedes con la presión que eso conlleva, entonces no deberías estar trabajando acá. Vuelve a tu tribu y vive tranquilo- Salió sin mirarlo a la cara, en ningún momento había juntado mirada con Tiago
Susana tenía razón, ellos estaban allí por elección no por obligación. Del principio se les dijo, que podían irse en cuanto quisieran, porque eso no sería fácil, pero se negaron a la opción. Todos hacían su esfuerzo por no ceder ante el miedo, de estar rodeados de depredadores naturales. Era por eso que le enfurecía que se comportara como un niño pequeño, quejándose de lo pesado del aire
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Soledad caminaba sola por el patio, había dejado a Juan hablando con una chica. Extrañaba su hogar, a su familia, su vida. Le molestaba la idea que habían tenido, pero también la agradecía, en el fondo apreciaba el gesto. Ella había sido testigo de innumerables muertes por parte de los vampiros, lobos que jamás tuvieron que pasar por ese momento. Por eso los odiaba a muerte, pero también sabía que lo que ocurría en ese lugar sería la solución más correcta, no quería que otro lobo muriera, no deseaba ser testigo de otra muerte sin poder hacer algo, ¿Pero que podía hacer? Solo tenía 19 años, recién estaba entrando en él gran círculo de la familia como Alfa, aun era joven y no poseía la sabiduría de su padre
Se detuvo, observando a lo lejos a alguien. Una mujer estaba acostada debajo de un enorme árbol, se la veía tranquila mientras pasaba las hojas de un libro.
Susana, había optado por salir al patio. El día estaba lindo, además no quería ser testigo de los cariños que le daba Silvia al cobarde de Tiago.
- Sabe hay una duda que me sigue- Soledad se presentó al lado suyo- ¿Qué hace una ardilla, en este lugar? Es raro en una ardilla ser curiosa o sociable, la mayoría pasa su vida encerrada en su cueva y solo salen en busca de comida. Por eso me sorprendió cuando sentí su olor en el escenario- Comentó sentándose a su lado.
Susana la ignoró, es verdad que era profesora, pero todavía no la tenía en su horario. El director le había dado permiso para hacer lo que quisieran mientras no estuvieran en horario, todo lo que quisieran menos golpear algún lobo o vampiro.
- Debe de ser algo especial- Prosiguió- Digo, para querer estar encerrada con, sus depredadores naturales, por valla a saber cuánto tiempo- Soledad sabía que el estar ahí era optativo- Entonces que sería- Miró el cielo, buscando respuestas- Amistad, no eso no es…. Familiar, tampoco…. ¡Ya se!- Chasqueó los dedos- ¡Es amor!- La incomodidad que se presentó en Susana le dio la razón- ¡Lo sabía!- Volvió a chasquear los dedos- Veamos…. Amor… No ama a un lobo ni un vampiro, eso es seguro
- ¿Cómo lo sabes?- Se había rendido en su intento de ignorarla
- Porque, para que se enamorara de un lobo o vampiro lo debió de conocer antes, y eso es imposible- Sonrió, había conseguido que le hablara
- ¿Por qué?
- Bueno, porque usted es de los bosques del sur, el que esta cerca de las grandes cascadas que tocan el cielo y nosotros somos del norte, cercanos a las montañas del sol
- Conoces mucho- Comentó, aparentando estar tranquila pero en realidad estaba sorprendida por dentro, era una distancia muy larga entre un lugar y otro.
- Fui algunas veces por esos lugares con mi padre, por problemas de ataques nocturnos- Suspiró entristecida
Una tristeza que no paso desapercibida por Susana. Ella levantó la cabeza de su lectura, viendo por primera vez al lobo, desde que había comenzado esa charla debajo del árbol.
- Lo que nos deja con los cuatro integrantes adultos- Siguió con su búsqueda de la verdad. Susana volvió su vista a las páginas de ese pequeño libro, pero no leía- Si es una ardilla, la especie en el que se fijo debe de ser todo lo contrario- Se rascó la cabeza, pensando una opción- Tiene que ser divertida, que este casi todo el día con una estupida sonrisa e irradiando felicidad, que se preocupe por los que le rodean, ser amable e inteligente, también protectora y confiable- Se quedó en silencio. Susana la observaba de reojo, le había sorprendido la forma en que sacaba las cosas, las características que había dado Soledad se acoplaban a la perfección con la clase de Ser que buscaban todos los de su especie- Es el perro- Dijo como algo obvio, suspirando por no haberlo sacado antes
- ¡Claro que no!- Saltó para contradecir lo dicho
- Claro que si, por eso ahora esta roja- Sonrió divertida, nunca había visto a una ardilla sonrojada, ella sabía muy bien que esa especie era un maestro en ocultar sus sentimientos
- No estoy roja, no me gusta el per… Silvia y punto final- La miraba enfadada, queriendo parecer autoritaria. Pero Soledad no le prestaba atención, se había quedado seria escuchando al viento
- Lástima- Se paro- Me tengo que ir, al parecer el idiota del búho volvió… ¡Ah!- Se dio cuenta que insulto a un profesor frente a otro- Sin ofender
- No lo haces- Realmente no le importaba, es más, le alegraba que ella no fuera la única al cual no le agradaba Tiago
Soledad sonrió complacida, le agradaba esa ardilla. Con esa alegría emprendió la vuelta. Por su parte Susana no entendía como esa joven podía ser la misma que había contado Tiago. Pero solo lo dejo pasar, seguro era tranquila cuando estaba sola, ya vería cuando estuviera mas tiempo con ella y como se comportaba frente a los vampiros. Volvió a retomar su lectura con un poco de emoción, era la primera vez que tenía un contacto directo con un lobo y le había agradado, no le preocupaba que le dijera a alguien sobre su causa en ese lugar, aunque le pareciera imposible, algo le decía que esa chica era de confianza
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- Espero que ahora no tengamos inconvenientes- Un mejorado Tiago hablaba seguro y demandante. Las palabras de Susana le había servido de mucho- Como el problema lo genero un lobo, lo ideal será hablar de los vampiros primero…. Y quien me proteste se va tres días a La cueva- Amenazó al ver que varios lobos iban a protestar
- El idiota vino seguro- Murmuró Soledad
- Eso parece- Su mejor amigo Juan estaba sentado a su lado- Por cierto, ¿Dónde estabas? Te fuiste todo el rato libre, dejándome con ella
- Descubriendo cosas- Levantó los hombros restándole importancia
- ¿Cómo que?- Curioso indagó
- Como el tipo en frente nuestro es un idiota, y que los vampiros apestan
- Eso ya se sabe- bufó divertido
- Los dos de alla- Tiago los llamó, captando la atención de ambos- Cállense y escuchen
- ¿Debo de tomar nota?- Bromeó Soledad- Porque seguro que me interesara tanto que no querré olvidarme- Una leve risilla se escuchó
- Solo escuche- Mandó- Tengo todo anotado en este libro. Se los leeré, por lo que escuchen con atención, una vez que termine abra acabado mi clase, alguna pregunta me la dicen
- ¿Solo escuchamos y ya?- Fue Roxana quien preguntó
- Si, solo eso. Ustedes tienen una gran capacidad para guardar datos, y aunque no lo crean esto se les quedara en la cabeza hasta que se mueran. Bien empezare
Los vampiros
La estructura del vampiro es sorprendente. Son los únicos seres que se pueden alimentar de sangre, de cualquier especie. La sangre que ellos ingieren se consigue gracias a sus afilados y largos colmillos, estos se clavan en la piel y perforan hasta llegar lo suficientemente hondo para que la sangre salga, sin dificultad. El consumo de este alimento, les brinda las energías necesarias para su existencia sin problemas.
Fue gracias al consumo excesivo de sangre, de especies diurnas, lo que le permitió al vampiro poder caminar bajo la radiante luz solar sin sufrir grandes heridas, pero esta acción gasta más energía de la que gastaría en la noche, por lo que debe de comer mucho más. Fue también por esta sangre, que el vampiro envejece como cualquier otro ser, la duración máxima de vida, ahora, llega a los cien años cuando antes duraban siglos. Otra parte buena de haber ingerido, durante generaciones de especies diurnas, fue el cambio en si mismo. Antes los vampiros eran los únicos seres, que portaban sangre fría, ahora es lo contrario, ellos también poseen sangre caliente.
Este ser tiene una capacidad de regeneración rápida. Cualquier herida tarda en sanarse días, no llegan a la semana. No importa la seriedad de la lastimadura, salvo en casos extremos, de heridas en todo el cuerpo y la pérdida de sangre en gran escala. Tambien poseen una velocidad incomparable, gracias a la fuerza en sus piernas, lo que le permite también poder hacer grandes saltos
Los vampiros, no tienen un buen olfato. Ellos se rigen por su vista a gran distancia, y un poco con sus oídos sensibles. Pero cualquiera que pasara por su lado, sin ser visto y con el mayor silencio posible, es capaz de sobrevivir
El lugar favorito del vampiro para la extracción de alimento es el cuello, la piel en ese lugar es suave y fina. Por eso, cuando un vampiro, señala a su pareja de por vida lo hace mordiéndole el cuello, dejando leves marcas que se notaran toda la vida. Esas marcas le avisaran a los demás, que ese vampiro ya tiene una pareja, lo que hará que cualquiera pierda el interés romántico en él/ella, pero no las ganas de tener una amistad
Lobos
Los lobos, así como muchas otras especies, son capaces de cambiar de forma. Ocultar su lobo completo, cambiándolo por una forma idéntica a la de un humano. Pueden controlar su trasformación, a gusto, pero eso implica muchas cosas. Al tener esta nueva posibilidad los lobos empezaron a perder control sobre ellos mismos.
Si pasan mucho tiempo, como lobos completos, comienzan a comportarse como bestias. Todo y a todos los encuentran enemigos, son capaces de matarse entre ellos sin medir la amistad o el amor. Por eso son peligrosos los días de luna llena, cuando no controlan su transformación y se dejan llevar por el instinto. Motivo por el cual, esta la mayor parte del tiempo, con la forma parecida a la de un humano
El lobo también posee una capacidad de regeneración rápida. Cuando esta a la mitad de su trasformación le cuesta algunos días, pero si es un lobo completo solo tarda horas. Su velocidad y fuerza no es igual, cuando esta completo sobrepasa cualquier ser, hasta los mismísimos vampiros, pero si es mitad lobo solo tienen la mitad, lo que les deja vulnerable ante un ataque de seres más fuertes.
Esta especie no es delicada a la hora de comer, suelen devorar todo lo que sea comestible, carnes, vegetales, bichos. Tienen un instinto de supervivencia mayor a cualquier otro
Cuando un lobo esta excitado se convierte, no en lobo completo, sino en mitad lobo. Aun si sus orejas y cola aparecen no lo hacen de forma protectora, lo que indica que su aura, no es atemorizante, como lo es cuando busca defenderse, sino todo lo contrario es excitante, cautivadora, enloquecedora, te hace dejar de pensar y solo querer ahogarte en ese sentimiento que te llena completamente
Los lobos poseen, una habilidad que no es superada por ninguno. Las hembras, pueden procrear, aun si no hay un mancho en medio. Cuando es una pareja de dos hembras, la que tiene más control de la relación, es la encargada de actuar como el macho, logrando así, tener cachorros
- Bien chicos- Tiago terminó de leer en voz alta- ¿Algo que no entiendan? O ¿Alguna duda con respectó a algo que eh dicho?- El silenció reino la habitación- Si no la tienen, entonces vayan afuera. Hay algo que les tienen que decir- Cerró su libro, en donde estaba todo escrito
Tantos lobos como vampiros, fueron juntados en el patio, donde los estaban esperando todos los adultos presentes. Ninguno tenía dudas, pero si estaban sorprendidos. Había cosas que podían hacer sus enemigos que ellos no sabían. En el interior de cada uno, empezó a crecer algo más que odio, una curiosidad por saber más del otro
- Esto es la segunda etapa del plan- Comenzó a hablar el director- Hemos pensado que sería mejor si pasaran también la noche juntos, por lo que creamos esto- Señalo aun costado suyo. A pocos metros del lugar en donde estaban todos parados, un edificio se hacía presente, grande en altura y anchura. Con varias ventanas.
- Esperábamos que la construcción estuviera para cuando volviéramos de las montañas, pero se demoró un poco, por eso estaban durmiendo todos juntos- Héctor tomo la palabra
- La idea de este “Cuarto” es el siguiente. Por cada habitación va a ver una pareja conformada por un lobo y un vampiro, cada pareja será del mismo generó. Todos deben de aceptar la oferta o serán enviados a la cueva el tiempo que decida yo- Susana, hablaba claro y cortante- Como verán esto es “Una clase mía”. Las parejas serán las mismas que en la montaña, no hay cambios en eso- Terminó
Todos esperaban que alguno replicara algo, más que nada Soledad que era la “Vocera” en su especie. Pero ella se quedó callada, escuchando atentamente, por primera vez, lo que decían.
- Si no hay nada por decir- Miró al lobo que había descubierto, algo que nadie sabía. Pero este solo negó suave con la cabeza- Entonces, vayan a su nuevo cuarto. Yo estaré rondando algunas noches para comprobar que todos estén bien- Al terminar su orden se retiró, no quería ser molestada de nuevo.
Todo el camino estuvo en silencio, sus amigas sabían la causa, pero decidieron callarse. En esos momentos irradiaba un aura no muy amistosa. Las puertas de los cuartos estaban bien acomodadas, arriba en una placa tenía el nombre de los integrantes. Por eso no fue difícil hallar cada habitación correspondiente.
Abril y Soledad
Decía una placa, ubicada en una puerta blanca, blanca como todas las demás. Entró, era la última en encontrar su cuarto, sus amigas ya lo habían hecho metros antes. Observó la habitación. Dos camas, cada una contra la pared, separada por un pequeño pasillo. Un enorme placar que ya contenía la ropa, seguro obra de algún profesor. Su compañera no estaba allí todavía, pero no tardaría en llegar.
Lo último que esperaba era tener que compartir habitación, con la chica cuyo aroma le hacía perder el sentido de todo. No era que quisiera hacerlo pero ocurría, cada vez que estaban encerradas en un lugar, su aroma llegaba a su nariz como una brisa suave. Por eso se había quebrado el pie la otra vez, por eso se había enojado con tal intensidad esa tarde. Ese odio que sentía hacía ese lobo, seguro estaba ligado a su capacidad de poder percibir su olor. Porque, sino era eso ¿Qué más sería?