Shura y Dane, dos jóvenes que descansaba plácidamente uno junto al otro. Al día siguiente se cumplirían tres años de estar juntos.
Se conocieron cuando Aioria mejor amigo de Shura, comenzó un noviazgo con la hermana de Dane, se veían una que otra vez. Y en la fiesta de compromiso pasaron todo la velada juntos.
Comenzaron a salir como amigos, no buscando ni esperando algo mas que una amistad.
Pero Shura comenzó a notar ciertas cosas extrañas; todo lo que hacia Dane parecía tener la intención de seducir. Como hablaba, como lo miraba, incluso la forma de caminar. Parecía que aquel italiano solo deseaba llamar su atención.
En cambio Dane notaba que Shura era algo posesivo sobre su amistad. Como si no deseara que se alejara.
Es por eso que una tarde en la que compartían una agradable charla, Dane decidió dar el primer paso.
Se acerco a Shura, este un poco extrañado por aquella acción se acomodo, recostando su espalda en la silla en la que se encontraba sentado. Dane se sentó en las piernas de Shura, tomo las manos de este y las poso sobre sus caderas. Mientras el ponía las suyas sobre el cuello de Shura.
Le regalo una sonrisa ladina al español, que se encontraba totalmente sorprendido.
-Eres muy atractivo Shura-acaricio las mejillas, casi tocando el cabello oscuro-me gustas mucho.
-Que bien-tomo la mano que lo acariciaba para entrelazar sus dedos-tu también me gustas.
Dane, le sonrió al de cabellos oscuros, acercándose para besarle. Shura subió sus manos de la cadera a la espalda, acariciándola. Después de unos minutos, Shura decidió levantarse...llevándose con sigo al Italiano.Se encerraron en la recamara y ahí se quedarían hasta el amanecer.
Al pasar los días, se sentían felices de poder compartir sus días con otra persona, para ellos era lo mejor. a la mitad de su segundo año como pareja. decidieron vender sus respectivos departamentos y comprar uno en conjunto.El resto del dinero, lo usaron para amueblar su nuevo hogar.
-Me alegra que todo este saliendo bien-Aioria charlaba con su amigo.
-Sí, creo que al fin encontré a esa persona especial.
-Shura, se que te sientes feliz pero, no te ilusiones demasiado, siempre tienes mala mano para tus parejas.
-¿Que insinúas?
-No insinuó nada, solo se cuidadoso,cierta personita a estado llamando.
-¡¿Le contaste sobre Dane?!
-¡Cielos, no!, no expondría a mi cuñado de esa forma.
-No le digas nada, recuerda tu no sabes donde estoy.
El sol se poso en el rostro del español, que lentamente abría los ojos. Al hacerlo pudo ver a su novio, viéndolo con los ojos adormilados.
-Buenos días.- pronuncio el de ojos azules.
Obteniendo un beso en la frente como respuesta, se levantaron, tomaron una ducha y aun sin vestirse, desayunaron.
-¿Que haremos hoy?- pregunto Shura, el día de su aniversario debía ser especial.
-No se, cualquier cosa- respondió el Italiano mientras le daba un sorbo a su café.
-Cualquier cosa no es una respuesta apropiada...no por hoy.
-¿Por que no?- pregunto.
-Porque es un día especial.
¿Especial?, no es un día común y corriente.
El Español rió- que gracioso, ya en serio, ¿ Que haremos hoy?
-Estoy hablando en serio- se levanto tomando la loza.
Shura frunció el entrecejo, cuando Dane se retiro, aprovecho para vestirse. Minutos después el Italiano regreso a la recamara. Al no ver a Shura poso su atención en la cama, comenzó a tenderla, cuando estaba por acabar escucho que la puerta se cerro, se dio la vuelta encontrándose con Shura.
El de cabellos oscuros empujo a la cama a Dane, que aun permanecía desnudo, se poso sobre él. Y comenzó a besarle, las mejillas, el cuello...entre pausas le preguntaba.
-¿En verdad no recuerdas que día es hoy?
-No...- respondió, mentira si recordaba que día era pero estaba cansado de preparar todo siempre. Le tocaba a Shura hacer algo hoy.
-Comprendo, voy a recordarlo- comenzó a tocar a su pareja, besando dulcemente él pecho. En las anteriores celebraciones de sus aniversarios siempre se daban caricias diferentes a las que acostumbraban, pero Shura estaba orgulloso especialmente de tres. Y serian esas caricias las que le harían recordar a Dane que ese era él día de su aniversario.
Horas después, se encontraban recostados nuevamente, como en aquella mañana, Dane reposaba su cabeza en el pecho de Shura, mientras este le acariciaba los cabellos.
-¿Ahora si recuerdas que día es hoy?
-Claro que lo se, tonto.Solo quería que estaba vez fueras tu el que me sorprendiera.
-¿Y lo hice?
-Casi-respondió mientras se acomodaba.
-Casi.
Se quedaron dormiros, esta ves Shura despertó primero, se aseo, se vistió y salio de la casa. Camino algunas calles, buscando algún regalo para Dane. En un barrio Sueco vio un lindo perro, a simple vista no parecía estar echo de peluche. le pareció un regalo apropiado, era de color rojo, y su cabeza parecía un circulo.
Con su nueva adquisición, se dirijo a su casa, un camión de mudanza se encontraba frente al edificio, al parecer un nuevo inquilino había aparecido.
Le entrego el regalo a Dane, el Italiano se sentía feliz, coloco aquel curioso perrito en una estantería. Donde se encontraban otros curiosos peluches,uno era de un yeti con patines, otro parecía un león vestido de cirquero, una cabra con una campana, y un cangrejo con sombrero de playa.
Dane, comenzó a dirigirse a la habitación, sonriendo ; miro a Shura de manera seductora y este se pego instantáneamente a su espalda.
El cuerpo moreno azotó la pared:
-Shura...¡ah!-el Italiano tomo con fuerza los cabellos oscuros, Shura siempre era tan dedicado en su relación...que a él no le importaba que fuera un poco rudo en la intimidad-¡Oh, Shura!
-Te amo-beso ferozmente al Italiano, para luego arrojarlo al lecho y posarse nuevamente sobre él.
La cama comenzó a moverse chocando contra la pared, acompañada de los sonoros gemidos del Italiano.
A la mañana siguiente, Shura salio temprano al trabajo, Dane, saldría a las doce de la tarde. Arreglo un poco la casa, de vez en cuando se tocaba el cuello, era la primera vez que Shura le dejaba marcas, el timbre sonó, el moreno fue a abrirle a su visitante. Encontrándose con un...¿Hombre?, de cabellos celeste.
Se trataba del nuevo inquilino, Afrodita.Lo que Dane no sabia era que ese hombre había sido pareja de Shura .Pasaron un buen tiempo hablando, hasta que Dane, despidió a su nuevo vecino, porque debía ir a trabajar.
Cuando el de cabellos largos regreso a su departamento pateo una mesa, ¡Maldito!, Shura era un maldito, paso mucho buscándolo, no se imagino que ya estaba con oro...Lo sospecho ligeramente, lo que escucho la noche de su llegada, le dejo en claro que Shura aun tenia gusto por los hombres, pero no pensó que ya estuviera viviendo con otro.
Con él jamas había echo eso, ¡Hasta se habían casado!, pudo ver perfectamente una foto en la sala.Pero lo que mas lo enojaba era ver por quien lo habían cambiado, Shura no tenia buen gusto, él era mas atractivo, que ese moreno desalineado.
Lo odiaba, y lo haría pagar por robarle el amor de Shura.
Horas después un nuevo auto se encontraba frente al edificio, uno de policías. Shura se apresuro a entrar, para saber si alguno de sus vecinos estaba herido,pero el Español pronto descubriría que hubiese sido mejor no hacerlo.
Los cristales de la ventana de su piso aun permanecían en el piso, ahogándose en la sangre de su amado Italiano, el llanto de Shura atrajo la tormenta. Como si la naturaleza se apegara a su luto, desde arriba los cabellos celestes sonreían con satisfacción sin saber que detrás de él unos unos cabellos mas largos y oscuros lo observaban. Y estos cabellos oscuros compartían el dolor del Español; puede que él también estuviera dolido por la ruptura con su pareja,pero jamas habría echo algo así.
Se mudo hace meses a un piso mas abajo, solo para asegurarse de que Dane estaría bien, y ahora que conocía el rostro del asesino, no lo dejaría descansar...Haría que la culpa lo atormentara,que el dolor devorara su alma y finalmente había que su desesperación llegara a tal punto, que solo encontrara paz al lanzarse por la ventana desde la que arrojo a Dane.