Once, convivo con once hombres de manera cercana, algo así como blancanieves y sus mineros enanos. Aunque... yo soy de los mas bajitos de la orden. El sexto en altura, creo... A veces me da por pensar en mis camaradas, y lo extraño que soy con ellos.
Pero bueno, creo que debería atribuirle este aspecto a mi signo, aunque siempre me pareció un poco tonto pensar, que un conjunto de estrellas dictaminan tu personalidad, pero mi relación con algunos de los dorados me llevan a replantearme esa idea. No suelo hablar con todos, incluso con los que suelo hablar no siempre es por razones amistosas...
Tres caballeros conforman mi triangulo de relacionares, o al menos así solía ser ; comencemos por mi mejor amigo...Afrodita.
¿Hace cuanto somo amigos?... bastantes años debo decir, toda una vida juntos, contrario a lo que se pueda esperar y parecido a un encuentro poético, Afrodita se hizo mi amigo cuando lo salve de unos chicos que lo molestaban, el sentimiento que despertó en mi al verlo por primera vez, sentimiento que aun guardo y que de echo jamas le he contado es verdaderamente extraño; me recordó a mi hermana.Si, alguna vez tuve una hermana, una pequeña muy parecida a Afrodita.Me pregunto ¿que pensara si se lo cuento?
Tal vez no se lo tomaría en serio, o se sentiría extrañamente alagado.
También hablo con Shura...o así solía ser, pase mucho tiempo junto a él, de manera mas intima que con Afrodita.Pero cuando Aioros regreso Shura simplemente me dejo... En ocasiones suelo despertar recordando su voz, o sintiendo su oscura mirada sobre mi. Por orgullo no puedo permitirme aceptar que lo ame alguna vez, que mi corazón saltaba inquieto con solo verlo, con abrasarlo...con que él me besara.
No comprendo por que se alejo de ese modo, ¿Temerá acaso lo que pueda decir?, ¿Me creerá capas de comprometerlo?,seria bastante ridículo e infantil, alguna acción de ese tipo. ¿Se lo imaginan?. Yo acercándome al castaño y diciéndole todo lo que Shura y yo hacíamos, en el coliseo, en mi templo, o en él de el...Incluso una vez tuvimos un encuentro en la novena casa, aquella petición de Shura me pareció extraña. Ahora entiendo el porque, el aroma de Aioros se sentía en su templo aun después de su muerte...
Y ahora siento el frió nuevamente, la soledad intensa, y me pregunto ¿Porque ahora me duele la soledad?, sí Afrodita y Shura me acompañaron por mucho tiempo pero...fue justamente el sentimiento que Shura despertó en mi lo que extraño. Sentir una mano acariciar mis cabellos, un abrazo que corte la melancolía, la simple y reconfortante presencia de alguien a mi lado, alejando la oscuridad.
Y eso me hace pensar en él, en ese caballero que sin darme cuenta paso mucho tiempo conmigo,Aioria... el joven y valiente león. Peleábamos, peleábamos demasiado, pero esas peleas llenaban de luz mi corazón, discutir con el Griego ilumino por mucho tiempos mis días, existía cierta satisfacción al hacer enojar a ese noble guerrero. Pero mas haya de eso, algo verdaderamente nos une, una comprensión por la soledad...
Puede que Shura me dejara a mi, y que a simple vista esto no sea relevante...y no lo es, no si lo comparo con Aioria. Pobre niño, toda su vida defendiendo la honra de su hermano, tratando de levantar el orgullo que se mancho falsamente, para que una vez revividos, Aioros lo dejara de lado...por Shura. Irónico, no puedo imaginar algo mas absurdo, o quizás sí...
Nuestra nueva unión sin lugar a duda es mas extraña, una noche juntos, cansados de todo lo que significa esta nueva vida, buscando una pelea, un insulto o un golpe que jamas llego...porque era momento de comprender, de aceptar que nuestras vidas no debían ser llevadas con odio.
Aioria...¿Que tan diferente pudo ser nuestro camino?, si yo desde el principio hubiera aceptado lo que su mirada me hace sentir, o si él hubieras escuchado de manera mas atenta lo que mi sarcasmo escondía. Estaríamos juntos, mas unidos que cualquier otro ser del universo, y ahora que percibo como mi constelación se acerca mas a la suya se que debo buscarlo, porque en él encontré lo que Shura se llevo, aumentado infinitamente...fui muy siego por mucho tiempo, pero no puedo seguir negándome a la verdad ,que Aioria se a vuelto el dueño absoluto de mi sentir y de mi destino.