P.V kou
En cuanto llegó Takato al hospital me sentí complementado, mi soledad disminuyo mientras que la seguridad aumentaba, lo primero que le pedí fue que me sustituyera con Aki, mientras yo corrí al colegio de Ryui para sacarlo, me seguía preocupando el que no hubiese podido ver a Akihito en el centro médico, ese niño, a veces pienso que es frio, pero sé, no, estoy seguro que esta sufrido en silencio, así es él.
Desafortunadamente al llegar a la institución me topé con que Ryui no había asistido a la escuela…
¿En dónde se había metido?, ¿Por qué huyó? ¿Fue culpa mía? no quise especular, pero inevitablemente lo hice, perdido, herido, triste, secuestrado, tantos peligros que existen, oh no.
Apenas puse pie fuera de la primaria y llamé a Takato, sentí la garganta seca, pero no había, ni sabía que más hacer.
-…Takato, tenemos un problema…-digo como parte de la noticia a punto del colapso, Ryui ¿En dónde estás?
….
-pero Kou ¿Cómo fue que se te perdió?, estamos hablando de un niño como así de alto- señalaba por arriba de su propia estatura haciendo hincapié a la altura anormal de Ryui que tiene para su edad.
-ya lo sé, yo quería irme con él, pero si lo hacía, Aki se quedaría solo y tú no aparecías, es mi culpa ¿verdad?-admito, porque en el fondo uno siempre es consciente de sus responsabilidades, debí haberle insistido a Fushimoto, discutido si era necesario, Ryui tenía derecho de al menos ver de fuera a Akihito y permanecer en el hospital.
-tranquilo, no lo fue, yo… lo siento Kou, perdóname-animó Takato abrazándome con fuerza, pues comprendió mejor que para mí todo fue demasiado repentino y forzado.
-¿Qué haré si Akihito despierta y me pregunta por Ryui? ¿Qué? – cuestiono consiente de que para mi amigo lo más importante es ese diablillo con disfraz de ángel.
-…Aki estará bien créeme, si despierta y se entera que su hijo no esta es capaz de escaparse, así que si abre los ojos, lo mantendremos en secreto- propuso fingiendo tranquilidad y carisma, eso era otra cosa que me preocupaba… que Aki no despertara.
-¿En dónde puede estar? Ryui está allá fuera, en el mundo real solo ¿Por qué se fue dejando a Akihito así?... –continuo preguntándole como si realmente poseyera las repuestas, él solo me ve y poniendo su mano en mi hombro dice.
-Kou, estamos hablando de “nuestro sobrino”, yo estaría más preocupado por el mundo que por Ryui, es un niño muy inteligente, regresará, pero de cualquier manera es mejor reportarlo como desaparecido, y repartir volantes, Ryui es de esos críos que piensa un año en el futuro, seguramente debe estar buscando su propia manera de ayudar a Aki. Preocupándonos no ganaremos nada, ya verás que lo encontraremos y castigaremos- dijo ofreciéndome una sonrisa, mientras que de reojo por la ventana de uno de los vitrales del hospital vi como su mano izquierda temblaba, Takato no confiaba en sus palabras, y yo no podía hacer nada, a acepción de exclamar una petición al cielo, cuida de nuestro Ryuichi.
P.V Ryui
Una calle vacía, fría, con el cielo nublado y un sentimiento tipo los DVD gore de Okāsan se podía percibir en el aire helándome los huesos, cuando de la nada apareció Todoroki tomándome del brazo.
-suéltame.
-oh mi Ryui, ahora nadie podrá salvarte.
-te equivocas-pienso en papá quien aparece a lo lejos- ¡Otōsan!-grito en espera de que asista en mi ayuda, pero en cambio se volvió y desapareció entre una densa cortina de humo.
-lo ves-rió lamiendo mi mejilla.
-qué asco, déjame, suéltame depravado…
…
Abro los ojos con temor y desesperación dándome cuenta que es Dango quien intenta comerse mi rostro.
-…Dan…-se humedecen mis ojos, era solo una pesadilla, que horror, bueno, no demasiado, de hecho creo que debí saber que se trataba de una, ya que mi papá jamás me dejaría solo ¿o sí?
De inmediato vuelve a mi cabeza la manera en la que me invitó cordialmente a que abandonara su departamento, ¿Cordialmente? Lo repaso-prácticamente me lanzó fuera, aunque eso me hace reaccionar ¿En dónde estoy?
La habitación es lujosa, y estoy sobre una cama lo doble de grande que la mía, incluso más cómoda.
Dango me mira con duda, por lo que me dejo de tonterías y pongo en pie, mis zapatos desaparecieron al igual que mi mochila. Lo que quiere decir que, o fui robado, o los policías ya me trajeron a un albergue, un lujoso y espacioso albergue.
Camino hasta una mesita céntrica de cristal en la cual al reflejarme, notó que mis ojos carecen de los lentes de contacto, lo había olvidado, después de que papá me pidió que esperara afuera, me los quite y guardé en… mi mochila. Tenía que encontrarla y salir de aquí.
-Dango…-puse en alerta y suavemente abrí la puerta del cuarto, voltee a la izquierda, derecha, el pasillo a la vista estaba solo, Salí a gatas con Dango detrás de mí.
-ni se te ocurra ladrar, eh-pedí en un susurro previniendo la presencia de los captores, cuando escuché una voz, era un timbre conocido…era mi papá hablando por teléfono y detrás de él a un costado suyo un sofá en el cual vislumbré mi mochila.
Es su departamento, sabía que solo necesitaba tiempo para aceptarme, fiuss, y aun paso de presentarme con él, dijo.
-no tengo nada que pensar Kuroda…-hablando molesto a la persona del otro lado de la línea, realmente parecía frustrado-Akihito pagará por lo que me hizo, tengo a su hijo en mi poder, y no me importa tomar las medidas que sean necesarias, no le va a alcanzar la vida para arrepentirse lo suficiente por haberme engañado y escapado.
…
Otōsan… cierro mis palmas y una mirada fulminante a Dango le hizo entender que iría por la maleta y que él tenía que esperar, silenciosamente y arriesgando mi pellejo me dirigí a donde estaba mi mochila, papá estaba callado, probablemente era la otra persona quien hablaba y él escuchaba con atención.
Tomé la mochila y gracias a Kami-sama él no volteó, me puse detrás del sillón y Dango vino a mí, la abrí y saque los lentes de contacto para colocármelos. Por cómo se escuchaban las cosas Otōsan no parecía muy contento, y tenía que pensar muy bien lo que diría.
-no Kuroda, tú lo dijiste claramente, ¿por qué debería confiar en alguien que ya me engaño una vez?, y te juro que si lo vuelvo a ver… lo mato.
… ¿matar? Él dijo matar, ¿matar a mi Okāsan?...
De la nada Dango emitió un sonoro ladrido mostrando sus afilados colmillos, enseguida cerré su hocico aunque fue inútil, nuestra presencia ya había sido detectada.
-te llamaré después-fue lo último que dijo mientras escuchaba sus pasos aproximándose a nosotros.
-estas despierto-afirmó viéndome desde arriba con poca simpatía.
-…
- Otōsan…-digo con intenciones de indagar en sus planes ¿Qué fue lo que quiso decir con “matar”?
-yo no soy tu padre, así que no me llames de esa manera-advirtió con una mirada de pocos, que digo pocos, de ningún amigo-vas a decirme en donde esta Takaba Akihito, y lo harás ahora-ordenó tomándome de la camisa, haciendo que mi cuerpo se abalanzara al de él, deteniéndome firmemente mientras continuaba apretando la prenda con fuerza.
Realmente no puedo hacer más que verlo a los ojos preguntándome…si sigo dormido, porque de serlo, me moría por despertar.
-…
-suéltame –pido tomando su mano para poner distancia mientras Dango se queda viendo a la pared como ido.
-si no respondes te puede ir peor-dice como amenaza encaminándose al sofá para tomar asiento.
…Asami Ryuichi, mi padre, un hombre Cariñoso, inteligente, solidario, amable y comprensivo, recordé el álbum de Okāsan… se suponía que era a quien vine a buscar pero, él no está… ¡No está aquí!
-te lo diré, si tú me dices en donde esta Asami Ryuichi.
A lo que él frunció el ceño y cruzó los brazos.
-yo soy Asami Ryuichi, así que dímelo- aseguró poniéndose de pie.
-si como no y yo soy box bony…- digo con tremenda ironía que no podía sónar más descarado, es que no me termina por caber en la cabeza que él fuera Asami, él…él es diferente, debe tener un hermano gemelo o algo sí -mientes- refiero tan espontaneo que le provoco una semi-risa.
-no tengo porque hacerlo niño.
-Quiero ver una identificación- por supuesto, es que en estos días ya no se puede confiar en nadie, y yo sigo en lo mismo, este Asami no es el de mi Okāsan.
-Estás jugando-comenta con una seriedad de funeral presente en su rostro.
-lo digo enserio, si no me muestras una credencia dejaré de hablar y aunque me golpes no me sacaras ni una palabra-él abre los ojos con sorpresa pero, ¿Qué esperaba que dijera?, después de escuchar que quiere lastimar a mi Aki, antes muerto que equivocarme.
-tienes valor, eh- dice introduciendo la mano en su saco, mostrándome su cartera de la cual toma la tarjeta solicitada enseñándomela-lo ves, yo soy Asami Ryuichi, así que responde a mi pregunta.
Si, allí lo decía, y la verdad es que se me hizo inútil discutirle que fuera falsa, pero de cualquier manara -no, no lo haré.
-¿A qué te refieres con que no lo harás?- se nota enojado, igual o más que ayer, al grado de causarme un poco de miedo, aunque debería esforzarse más.
-No voy a decirte donde esta Okāsan, y no te preocupes, conozco la salida-no debo afligirme, además no necesito ser un genio para saber que si llevo a donde este intento de Asami quiere, Okāsan puede ponerse peor, y si ya por mi culpa esta como esta, no continuaría dañándolo, yo no-Dango- llamo su atención para irnos cuando él se adelanta y me arrebata la bolsa.
-no te iras tan fácilmente, me debes muchas respuestas.
Oh oh, el no parece muy comprensivo a dejarme ir.
-pero, si fuiste tú quien me sacó ayer pap, digo… ¿Cómo debería llamarte?- entro en duda, ya que como es mi papá lo quiera o no, debo obedecerle, es lo que Okāsandiría creo, y si no quiere que lo llame papá, pues…no sé qué hacer.
-no lo sé, ¿por qué me lo preguntas a mí?-¿Eh?, quizás porque tú me dijiste que no te dijera papá, ¿Quién lo entiende?
-…de acuerdo Asami-sama, responderé algunas de sus preguntas y me dejara ir –que remedio si quiere jugar al detective, de cualquier manera “no dijo que respondiera con la verdad” ¿o sí?
-lo pensaré-dice haciéndome una señal indicándome que tomara asiento frente a él en otro sillón.
-bien pero, entonces me parece justo y siguiendo el protocolo de reciprocidad ciudadana en socialización, yo también tengo derecho a preguntarle algunas cosas- ¿Me pregunto si existe lo que acabo de decir? La verdad es que hace un año tuve clases de introducción al derecho legal pero, no recuerdo que exista una como esa.
-como sea, yo comenzare, ¿Akihito te envió?-pregunta estirando su mano cogiendo una caja de cigarros, no sabía que mi papá fuera fumador.
-no… ¿Con quién estabas hablando por teléfono?-fuera quien fuera parecía importante, además siento que aunque ayer estaba histérico, por así decirlo, hoy esta como odiándome.
-un amigo, ¿Dónde está?
-¿cómo voy a saberlo si es tu amigo?-me hago el desentendido mientras el enciende su cigarro a la vez que me muestra una mueca, era obvio que se refería a Okāsan- ya te dije que no te lo diré, cambia la pregunta o pierde tu turno.
-bien, ¿él se…? ¿Qué hace?-su incógnita me toma por sorpresa, aunque me parece que es una de las más comunes, ¿Cómo está? ¿Bien o mal?...
-…está dando, lo mejor- pero solo con su ayuda será capaza de despertar, aunque creo que de llevarlo en lugar de decirle un suave te amo, es capaz de cachetearlo hasta que reaccione.
-… ¿sabe que tu estas aquí?
-…pues así como saberlo, saberlo… ¡oye era mi turno de preguntar!- él quiere saber si saben que me escape, ¿por qué?
-si no vas a hacer tu pregunta responde a la mía -ordena expulsando humo con un fuerte olor a nicotina molesto por mi tardío cuestionamiento causado tras una pausa reflexiva.
P.V Akihito.
Estos dos son extremadamente cuidadosos con sus respuestas, no esperaba menos de Ryui, lo que me molesta es que Asami siga siendo un idiota.
-sí, si lo sabe –¿Ehhhhh? Ryui, no es cierto no lo sé, bueno si lo sé pero no cuenta ni siquiera me pediste permiso, y no me salgas con que el que calla otorga, porque no es cierto.
-¿Y tienes novia?- …Ryui ya basta, no preguntes intimidades… ¿a quién engaño? yo también quiero saber.
-no, ¿Akihito si?-…Asami ¿de verdad no tienes novia en turno?, já no lo creoadmito tomando asiento a un lado de Ryui.
-no, ¿lo sigues queriendo?
Un inaudible suspiro se me escapa, ya sabía la respuesta, siempre la he sabido, lo mío con Asami no fue más que una aventura que terminó mal, pero con Ryui de por medio espero que sepa manejar una respuesta madura.
-No te importa- ¿Cómo que no te importa, idiota? Un no era más que suficiente- regaño poniéndome de pie.
-eso quiere decir que ¿sí o que no?- continua Ryui con su tono de desagrado, ya que a él no le gusta que le digan verdades a medias, y con la respuesta de Asami era justo lo que dije.
-No tengo por qué tratar eso contigo- Asami por amor de Dios, solo dile que no y ya, al fin que no es nada nuevo para mí, y es mejor que Ryui tenga clara la situación y se olvide de…
-Tú fuiste el que dijo que podía preguntarte y responderías-reclama levantándose viéndolo fijamente con un rostro serio, Asami no responde nada y continua fumando a lo que Ryui arquea la ceja, por alguna razón ya se lo que continua -…de acuerdo, no importa si no quieres decirme, pero espero de corazón que no porque… él se casó hace un año.
¡¿Qué yo qué?! Este hijo de… mis centradas, ¿Cuándo me casé que no me invitaron? ¿Qué digo invitaron? no me avisaron.
Obviamente ante la bien interpretada mentira de Ryui Asami palideció cual hoja de papel, demonios Ryui ahora menos te creerá que es tu padre-me dejo caer de rodillas.
-y si ya no tienes más preguntas, me voy.
Declara tomando su mochila dando la vuelta para irse.
-dijiste que tenías ocho años, pero pareces mayor ¿Cómo te llamas?
Interroga Asami poniéndose de pie aproximándose a Ryui.
-Ryui…a secas, y no intentes echarle agua porque no florecerá.
Claro, seguramente piensa que de revelar su identidad Asami podría investigarlo y dar conmigo, esas series de criminales y detectives al menos lo salvaron hoy.
-¿Ryui? ¿De qué nombre es diminutivo?
Oh no, será que Asami se imagina que pude ser de Ryuichi, genial soy tan obvio y eso que yo no elegí su nombre, ¡Te lo agradezco Kou!-grito con todas mis fuerzas al fin que estos están muy lejos de escucharme.
En cambio dango me mira y deja sonar un profundo aullido que hace reaccionar a Ryui y Asami.
-¿así es siempre tu perro?
Juzga por mi culpa, ahora piensa que Dango es un perro loco o algo parecido.
-en realidad me lo encontré en la calle de camino a aquí-dice acariciando la cabeza de Dango para calmarlo- y respecto a mi nombre… es Ryuipoldo, Italiano pero, todos me llaman Ryui… ahora si ya me voy.
-no lo creo.
Detiene otra vez Asami,
-dijiste que si contestaba tus preguntas me dejarías ir.
-dije que “lo pensaría”, y sabes que, ya lo hice, y tú vas a quedarte conmigo hasta que Takaba venga con su maridito por ti.
Esto está muy mal, ahora los dos están de pésimo humor, dos Dragones enojados.
-eres, en otras palabras peor de lo que pensé, no eres amable, eres chantajista, no eres comprensivo, solo egoísta, ni solidario, y tienes de cariñoso lo que los países de medio oriente tienen de paz, aunque admito que eres inteligente, mira que engañarme, con la palabra de un hombre no se juega, lo dice Kotori-san.
Bueno, supongo que ya está conociendo a Asami tal cual.
-no me importa lo que pienses de mí, o quien sea Kotori-regaña sosteniéndolo del brazo a lo que Ryui forcejea y patea- ¡ya basta!, deja de moverte-sostiene con mayor fuerza mientras Dango comienza a ladrar a su alrededor sin agredir a ninguno- Además no soy el único mentiroso, ¿Ryupoldo?, ¿quién se crearía que ese es un nombre real?
Bueno, dale crédito pensar en un nombre falso que incluya su alias no es fácil, yo no podría contigo clavándome los cuchillos que tienes por ojos.
- no soy nadie para criticar los gustos de Okāsan, aunque si quisiera cambiármelo, y dije que me sueltes- sin más opciones Ryui hace el rol de Dango y muerde con fuerza la mano de Asami quien al instante lo suelta impactado por la conducta defensiva y un tanto salvaje de mi pequeño.
¡AY NO!
-eres más rebelde que Akihito cuando lo conocí-comunica Asami majeando su adolorida mano, oigan ¿Qué todo mundo aprovecha hablar mal de mí cuando no estoy?
-ajá, y seré tu peor dolor de cabeza si no me dejas ir-amenaza Ryui con una mirada feroz…creo que este es un lado suyo que nunca había visto.
-ya lo eres niño, así que si no te comportas tendré que encerrarte-contra amenaza negándole por completo la salida, algo que de alguna maderera agradezco, ya que prefiero que Ryui este con él que solo.
-no te atreverías-¿eh?, no, no Asami, no lo decía enserio, es un niño, inocente y tonto así que.
Veo como Asami esboza esa mirada autoritaria y sonrisa de poder.
-estas subestimándome niño, y te digo una cosa tu aún no me conoces por completo- dice intentando intimidarlo, pero Ryui no se doblega en cambio, intenta huir a la salida, pero Asami sostiene sus manos por detrás de su espalda cuidándose de no volver a ser mordido, después levanta su cuerpo para llevarlo a la misma habitación y Junto a Dango encerrarlos.
-déjame, suéltame, esto va en contra de mis derechos legales, estás violando mi libertad, conozco abogados… ¡Abre la maldita puertaaaaa!
Reclama desde dentro del cuarto mientras Asami acomoda sus despeinados cabellos y guarda la llave en su bolsillo.
Pobre Ryui… eso te pasa por decir que era casado…
P.V Asami.
Todo esto es una maldita estupidez, desde anoche no pude dormir pensando en Akihito y su hijo, para colmo después de la llamada de Kuroda todo empeoró… me explicó el termino doncel y cuando le dije sobre el niño me aconsejó no confiarme, que no creyera en sus palabras, que recordara los términos en que había concluido mi relación, Akihito me había engañado, existían pruebas de ello, y posiblemente lo de su accidente en el atentado terrorista no había sido más que una pantalla para fugarse con su amante ¿podría ser? Me lo sigo preguntando, y todo parece coincidir.
Pero de solo pensar que Akihito logró su sueño de tener un hijo, quien sabe cómo, con otro hombre me hace querer ir a buscarlo y acabar con el tipo que este a su lado, entonces sin querer me puse a decir estupideces sin saber que el mocoso estaba oculto, y claro después de escuchar semejantes tonterías era natural su negación.
Ahora mismo solo quiero que Takaba se dé prisa en venir por “Ryui” para deshacerme de su marido.
Se casó, su hijo lo dijo, pero entonces ¿por qué Akihito le diría que es hijo mío y no de su pareja?, demonios todo es tan confuso que no se ni que pensar.
Kotori, ese debe ser su nombre, estoy seguro.
Daría todo lo que tengo porque ese crío fuera mío y no de su amante, Carajo Akihito tuvo un hijo con otro- reflexiono mientras me sirvo un trago de whisky y lo ingiero.
No tengo ánimos ni planes de ir a trabajar, pero pendientes hay muchos por lo que llamo a Kirishima para que me traiga los documentos a tratar al departamento.
#-buenos días Asami-sama ¿en qué puedo ayudarlo?-responde servicial y disponible a cualquier orden.
-Kirishima necesito que me traigas los pendientes de hoy y mañana para trabajarlos.
#-¿no piensa presentarse en la oficina?
-no, también trae a Draco, que consiga un correa de perro con una cadena. Oh y necesito ropa para niño, de entre ocho a diez años, trae tallas al azar.
#-¿señor?- pregunta desconcertado por la petición, pero yo no le debo ninguna explicación por lo que concluyo.
-es todo.
Dejo de escuchar reclamos por parte del pequeño rufián por lo que me acerco a la puerta en donde se encuentra, ni un solo ruido se percibe y al abrirla lo veo con un libro abierto en mano y al perro a su lado, parecía como si le estuviese leyendo.
-¿Qué quieres ahora?-dice con disgusto.
-¿tienes hambre?-cruza mirada con el canino
-yo no pero…
-Ven, el perro también comerá-invito y salgo dejando la puerta abierta, llego a la sala, cojo el teléfono, llamo al servicio de habitación y solicito una orden del mejor Sushí, suponiendo que tiene los mismos gustos que Aki en la comida.
-¿siempre que te visitan acostumbras encerrarlos? Porque creo que si es así tienes un grave problema, pero no debe apenarte el sentirte solo, tengo un amigo psiquiatra que puede ayudarte, si quieres puedo ir y buscarlo para que venga y platique contigo- conversa como todo un adulto, más tarde entra una camarera con la comida cérvida.
-…oye, llama a la policía esto es un secuestro -murmura a la mujer que lo deja en una broma y ríe acariciando sus cabellos.
-qué lindo es su hijo señor-comenta la mujer, pero enseguida desmiento.
-él no es mi hijo.
La empleada se disculpa y Ryui guarda cualquier reclamo, mientras tomo asiento en la mesa para acompañarlo a comer.
Pero al momento que muestro el menú él hace una mueca de rechazo.
-no me gusta el pescado crudo- toma su plato y lo pone en el suelo para que el perro lo coma.
-eres bastante delicado, pero esa era tu comida, no esperes que mande traerte más- él me ignora y se levanta para ver por la ventana.
Hace un momento no se callaba y de pronto se vuelve reservado ¿Quién rayos lo entiende? Por eso me molestan los niños, no los comprendo.
-tengo que volver a mi casa, están esperando por mí-dice con algo de nostalgia.
-yo no te obligué a venir, ni siquiera sabía que existías.
-tengo una pregunta más que hacer, ¿puedo?-dice con seriedad volteando a verme y yo accedo, en espera de la interrogativa
-¿por qué no estás con Okāsan?
…de todas las preguntas que él me podía haber hecho ¿por qué precisamente algo cómo eso? En lo cual la respuesta era…por mi culpa.
Pero antes de poder formular una contestación el timbre de la puerta suena impidiéndomelo.
Sin más me dirijo a ella con un sentimiento de culpa a causa de los recuerdos que me invadían al lado de Akihito, y cómo por mi culpa él se apartó de mi lado. Lo perdí.
-señor aquí están sus encargos-saluda Draco y Kirishima con una reverencia quienes de repente ponen tremenda cara de sorpresa.
-se, señor detrás de usted…-dice Kirishima entre tartamudeos señalando a Ryui.
-traes la ropa que te pedí.
-si señor- afirma mostrándomela sin dejar de contemplar al menor.
-¿Nunca habías visto a un crío, Kirishima?
-tengo dos hijos Asami-sama, pero él se parece mucho a usted.
Si, como no, ignoro sus tonterías y le sedo las bolsas de ropa al niño.
-es ropa limpia- él se queda viéndome como si fuera un milagro y deja sonar un gracias-Draco, ata ese perro y llévatelo, es callejero, sabes que hacer.
-¿Disculpa? ¿Llevárselo a dónde?-reclama Ryui corriendo a donde estaba el animal como intentando impedir que Draco lo capture.
-déjate de tonterías niño, ese animal no es tuyo-le dejo en claro acercándome a él con intenciones de que se aparte del Dóberman.
-ni tuyo, no puedes quitármelo, yo me lo encontré, es mío.
Responde con fuego en la mirada, no del tipo que Akihito revelaba en sus pupilas, esta era una chispa distinta que incluso me recordó a mi cuando era joven.
-¿sí? Pues esta es mi casa y yo decido quien y en qué condiciones la habita.
-entonces deja que a mí también me lleven-exige apretando con más fuerza al perro.
-Draco-llamo para su inmediata intervención en la ejecución de la orden impuesta, pero Ryui lo suelta e intenta detenerlo -Kirishima sostenlo, y cuidado porque muerde.
-¿el perro?-cuestiona Draco con cautela.
-también-ya que me refería a Ryui.
Y así a duras penas y gritos Draco consiguió sacar fuera al animal, que a diferencia de Ryui no se opuso demasiado, aunque si ladró y gruñó al final se sometió.
-suélteme-golpeó la rodilla de Kirishima con fuerza consiguiendo su libertad-es mi perro, no pueden llevárselo, regrésenmelo, ¡diles que me lo devuelvan!- discute sosteniéndome del brazo.
-eso no es posible, ese animal es peligroso, ni tú mismo llevas mucho de tratarlo.
-¿es broma?, en ese caso a ti es a quien deberían llevarse, Dango me ha protegido y acompañado a diferencia de ti que solo…
-ya cállate quieres, ese animal se quedará afuera y se acabó.
El suelta lentamente la manga de mi traje para regalarme una mirada propia de un asesino.
-ya sé porque Okāsan no está contigo, eres de lo peor, ojalá nunca te hubiera encontrado-grita encerrándose en el cuarto que le había asignado azotando la puerta con violencia.
Admitir que sus palabras me lastimaron sería una tontería, pero de alguna manera…lo consiguieron.
-Asami-sama ¿quiere hablar?-se ofrece Kirishima y yo simplemente tomo asiento y comienzo a desahogarme como si de un terapeuta se tratara.
La postura de Kirishima es totalmente opuesta a la de Kuroda, él dice que debería sentirme feliz de saber que Takaba está vivo y tiene un hijo, el cree que es mío, asegura un parecido excepcional, yo en realidad no lo noto.
-se lo digo no como un subordinado Asami-sama, sino como hombre, cuando la vaca es suya, también lo es el becerro- ¿Qué?
-no vea en el pequeño a un rival, sino a una parte del joven Takaba que, si lo quiso aunque sea un poco, ahora debe proteger.
Después de eso Kirishima se despidió de mí para volver a las oficinas, no sin antes aconsejarme ser más comprensión con Ryui, ya que los niños, según su experiencia como padre tienden a resentirse con facilidad.
¿Niño, por qué tenías que aparecer justo ahora?…Akihito ¿En dónde estás? ¿Qué es lo que quieres de mí?
Por alguna razón siento una punzada en la nuca bastante potente además de percibir un descenso de temperatura, y un escalofrió me ataca por la espalda, por lo que al terminar mi vigésimo cigarrillo me pongo de pie y no muy seguro abro la puerta del cuarto en donde esta Ryui, de inmediato vislumbró el bulto sobre la cómoda envuelto en cobijas y me acerco a él acomodándome sobre la cama.
-…escucha niño, esto no es fácil para mí, tu, tu mamá o papá lo que sea para ti Akihito, es para mí alguien importante que yo… ¿estas escuchando?- harto por la ausencia de caso en el mocoso descubro el bulto topándome con un montón de almohadas.
-¡¿En dónde carajos se metió?!
Continuará.