Capítulo 13
Ya no puedo más…
Al día siguiente el pelirrojo decidió no ir a clases, no tenía el ánimo suficiente, el peliblanco le mando un mensaje asegurándole que iría a verlo al salir del instituto, seguramente su amigo terminaría olvidándolo pero agradecía su buena intención, se quedó en cama la mayor parte de la mañana meditando cuál sería su siguiente paso, estaba muy preocupado por el rubio, pero no podía perdonarle lo de la castaña.
Además sus nervios no podrían seguir con todo eso, tenían tan poco tiempo “saliendo y ya era necesario un ultimátum, realmente tenía que ser masoquista para seguir empecinado con Nath, a eso del medio día salió de la cama y se fue a bañar, debía ponerse algo para ir a ver si el rubio ya había despertado, al fin había tomado una decisión, tal vez no sería agradable pero ¡Basta! Las cosas no podían seguir igual.
Se arregló y se miró en el espejo un segundo, ya necesitaba pintarse el cabello de nuevo, suspiro, tal vez se lo dejaría negro un tiempo, no tenía ni siquiera el ánimo suficiente para ir por el tinte y hacer todo el proceso, salió del baño y comió algo antes de tomar el casco e ir por la moto, se estaba poniendo un poco ansioso pero tomó camino a ver al delegado.
Se registró en la recepción del hospital y subió directo a la habitación sin preguntar, no quería acabar contestando preguntas estúpidas, entró sin llamar y se encontró con el rubio que lo miró sorprendido por la repentina intromisión en la habitación, pero pudo ver como la mirada dorada del joven se iluminaba, suspiró, eso sería doloroso para ambos.
-Castiel…- el otro le ganó la palabra, ya se veía un poco mejor, tenía al menos algo de color en el rostro y al parecer ya podía respirar sin apoyo
-Nath…- se acercó a la cama sin saber cómo empezar, se mordió el labio inferior antes de hablar de nuevo -¿Qué vas a hacer?- lo miro expectante
-¿Con qué…?- el otro había desviado la mirada, mala señal
-Con todo… ¿A quién vas a pedir que llamen? ¿Denunciarás a tu padre?- ¿Qué pasará con nosotros? Esa última pregunta prefirió guardársela para sí mismo un poco más
-No tengo más familia… Al final tendrán que llamar a mis padres, aún soy menor de edad Castiel, no puedo hacer mucho por mi cuenta…- frunció un poco el ceño, eso significaba que no lo denunciaría.
-Por favor dime que estoy entendiendo mal y que no pretendes volver como si esto no estuviera pasando…- sus nervios no podían sostener esa situación
-Castiel, es complicado…
-¿¡Complicado!?- tuvo que recordarse a sí mismo que estaba en un hospital y lo podían echar por armar jaleo –No me vengas con estupideces Nathaniel, esto no tiene nada de complicado, sólo tienes que denunciarlo a servicios sociales y se acabó….-
-Ya te lo había dicho… Yo no quiero destruir a mi familia…
-Y también me dijiste que nunca te haría tanto daño, que si sentías que era demasiado te irías… Si esto no es demasiado no sé qué es los que estas esperando que suceda- lo vio ponerse nervioso, esto iba a acabar mal
-Es distinto….
-¿Por qué lo es? ¿Solo por qué estaba molesto de escuchar sobre “lo nuestro”?- marcó unas claras comillas –Solo se está desquitando contigo y mis nervios no pueden seguir con esto…-la mirada de clara confusión en los ojos dorados del delegado no tardó en hacerse presente.
-¿A qué te refieres con eso?- suspiró
-No puedo seguir así, créeme que de relaciones malas me basta y me sobra con Debrah- se cruzó de brazos, sabía que lo iba a lastimar –Está visto que estar con Melody te es mucho más fácil y que no te interesa recibir ninguna clase de ayuda con tu “querida” familia…- se quedó callado un segundo meditando sus próximas palabras –Si todo esto pasa en un mes, no quiero ni me interesa continuar con esto, sea lo que sea que tengamos para este punto- desvió la mirada.
El otro se quedó callado, eso no le gustaba ni un poco, al final tendría que dejarlo, por la paz, por su salud mental, aunque tuviera que romperse un poco en el proceso, lo prefería a acabar destrozado si continuaban por el mismo camino, el rubio delegado había bajado la mirada, al final resultaba tan cobarde… Tan cobarde que lo enfurecía….
Al parecer el otro se había quedado mudo así que no se molestó en decir otra cosa se dio la media vuelta y se despidió con un leve movimiento de la mano al aire, de todas formas si llamaban a los padres del contrario no era prudente que él siguiera por ahí, salió de ahí lo más rápido que le fue posible, al final el rubio era todo lo que siempre pensó, un cobarde, un imbécil, y no estaba seguro cuál de las dos era peor.
Envió un mensaje a Lysandro, algo sencillo, simplemente le pedía que fuera a su departamento para ensayar un poco ahí, normalmente usarían el sótano pero por el momento quería no salir de casa, tal vez se estaba escondiendo pero quería evitar preguntas innecesarias, muchos habían visto que él había quedado en medio del enfrentamiento entre Nath y su padre.
Se encerró en el departamento y se metió en la cama, sabía que ese era el resultado más probable, era el resultado que había esperado desde el principio pero dolía aún más de lo que había estado preparado para recibir, suspiró, maldito, mil veces maldito día, su celular sonó un par de veces, eran mensajes se estiró un poco para mirar la pantalla, uno era de su madre, puso los ojos en blanco, seguro quería alguna estupidez, lo eliminó sin leerlo siquiera, si fuera importante lo llamaría, tenía otro de Lys y uno de ¿Debrah?.
Se quedó mirando la pantalla fijamente como si el hacer eso solucionará todas sus dudas ¿¡Qué se supone que significaba eso!? ¿¡Por qué mierda le estaba mandando un mensaje!? ¡Ella lo había terminado! ¡Ella se había largado! Dudo un segundo más antes de abrir el dichoso mensaje, un texto sencillo “Hola gatito, necesitamos hablar… Tengo una propuesta para ti…” ¿una propuesta? No estaba seguro de querer saber de qué hablaba la chica pero aun así contesto.
En ese momento dudaba que algo de lo que ella dijera pudiese afectarle, una respuesta igualmente concisa “¿Cuándo?” después de enviarlo se quedó mirando el aparato antes de leer el mensaje de su amigo “Cast, llevaré a alguien… Espero que no te moleste pero estamos en un equipo para un trabajo de ciencias” ¿un trabajo? ¿Otro? Al menos el peliblanco se había tomado la molestia de incluirlo en su equipo, dejó el aparato a un lado de nuevo aún tenía un par de horas para atormentarse con sus pensamientos en soledad.
Por supuesto que ni bien dejó el celular en la mesita de noche comenzó a sonar de nuevo, gruñó y se sentó en la cama para leer el nuevo mensaje “Iré al instituto en dos semanas gatito, nos vemos entonces” no se molestó en responder, como siempre ella no le estaba preguntando así que o tenía caso molestarse e confirmar, se levantó, lo mejor era medio arreglar el departamento ya que Lysandro llevaría a alguien más y francamente el lugar era una porquería, además de que podría ocupar su mente, entre Nathaniel y Debrah sin duda un día iba a explotar.