Capitulo VII
Milo meneo la cabeza Y no era la primera vez que Lo hacía pero el molesto sonido que hacia ese ser no deja de atormentar sus oídos, cerró los ojos por un instante; reunido... no. canalizando En todo su interior la poca paz, calma Y tranquilidad que aun contenía su espíritu. Estaba seguro de que si las cosas seguían así no Se tomaría acritudes al desenvainar su espada Y llenar la tersa piel con motivos suficientes para que chillara de verdad.
Los animales terrestres como las ardillas se iban lejos pero no era por lo que pensarian que interrumpían sus labores y huían a esconderse porque los pensaran peligros.
No precisamente era de ellos de quienes huían
Un grito aterrador ahuyento a los pajaritos quienes volaron alejándose del peligro
— Mendigo caballo de los huevos – No aguanto, y protesto haciendo énfasis en sus palabras. A su propia manera exigiéndole aunque no Lo pareciera al parisino que Lo dejara matar al semental.
Dicho animal protesto meneando igualmente que el griego su cabeza pero de un modo más frenético moviendo sus pesuñas de manera descontrolada meciéndose de un lado al otro mostrando así su desconforme posición
Camus ejercía fuerza pero sin hacer daño en las cadenas que Lo unían al animal a su lado y no, no era a milo precisamente aquí se refería quien justo en ese momento; mostrando sus dientes Y sosteniendo el mando de su espada aun envainada, estaba en una posición que delataba sus deseos de darle muerte al caballo.
– Milo calma – hizo una pausa – solo está asustado – prosiguió con deseos de bajarlo los humos al griego
– Joder; que si va a estar asustado pero de mi coño – vocifero entre dientes
El caballo dispuesto a huir y llevarse a quien se impusiera en su camino incluso a ese humano que lo había sacado del encierro entre paredes en donde el mismo - el caballo - busco refugio del clima gélido pero al paso de la tormenta quedo atrapado.
Sus pisadas guiaron al francés a girar en círculos y obligándolo a apoyarse bruscamente en el suelo dando giros y giros en su mismo eje
Milo por su parte en una batalla inútil y moviendo sus piernas persiguiendo la cola del animal intentando darle alcanza para detenerlo pero solo lograba caer de sentón al suelo
Camus ya arto de girar soltó las cadenas del caballo mientras milo se movió; lanzándose salvajemente contra él.
Lo que no tenía previsto el griego fue que el animal usara sus reflejos felinos, y en una veloz carrera logró esquivarlo. Lo último que detallaron sus ojos fue a un francés horrorizado que antepuso sus manos mientras el heleno le caía encima.
-M...Milo. Quítate - abrió su boca para recolectar todo el aire que se Le había escapado.
- maldición. Yo esto lo cuento y nadie se lo creo — resoplo moviendo con su aliento el flequillo aguamarino
— deja de decir groserías. Se ve muy feo — Le comento mientras empujaba con sus manos en pecho ajeno impulsando a levantarse
Sus miradas se encontraron por un instante.
Un destello azul y mar.
Fue el dueño de orbes oscuro pero brillante, quien viro la mirada a un punto aparentemente 'entretenido' alejando su cuerpo del contrario y ayudándolo a levantarse
Un momento raro se instaló entre ambos. Milo ya no miro a Camus y parecía que de un momento a otro, ya no quería hablar.
— Estoy de malas... — Fue el sonido quedo de su voz que llego a los oídos de Camus — eso es todo.
La brisa cálida movió sus melenas Camus ya no detallo la expresión de Milo ahora era esa espalda griega y su cabello ondeante Lo único que miro del griego
.O.O.O - C - O.O.O.
El llegar a la aldea resulto pesado. Milo ya no me hablo después del accidente de hecho me dejo atrás en más de una ocasión. Se cuidarme solo y tengo un orgullo que quiero dejar bien en alto. Pero después de tanto tiempo solo, la plática y charla de un 'amigo' no me desagradaba aunque milo y yo no somos amigos.
Camine solo a mi casa en la aldea soy un guardián de gran confianza de shion, el me vio crecer y fue como un padre para mí. Camine entre gentes, las calles estaban concurridas supongo que es normal olvide que estamos en época de festival. Mujeres con cajas en manos y hombre cargando barriles de cerveza mientras los más pequeños juegan entre ellos, ya me tocara a Mi ayudar en algún momento, el olor a vino y pan acaricia mi nariz recordándome que no he comido nada.
Mi mala maña de mirar el suelo mientras camino para entretenerme me cuesta caro; No Lo hago por falta de seguridad simplemente detesto cuando las miradas Se posan en mí, como para posarla yo en la gente.
Escucho un ruido que me distrae de contar las grietas en el suelo.
Un chico con apariencia informal Se acerca a mi dirección o yo a la suya ya que ambos estamos caminando en dirección contraria.
Lleva en brazos cajas de gran tamaño almenes Lo suficiente para obstruir su visión a mi parecer supongo que la llevara vacías porque se mueven mucho irónicamente Le tapan la cara - y este como ve por donde va - no seré tan indiscreto de preguntar...
Pasa por mi lado y un olor natural desprende de él, más seguro de sus cabellos azules atados en una coleta alta Lo observo de reojo la inestabilidad de estas cajas tenían toda mi atención. Se alejó de mí un par de pasos y yo ya solo enfoco Mi vista en Mi casa a solo unos metros.
Cu - CUIDADO — escucho decir a un volumen Lo suficiente alto que capto mi atención y es justo Lo que pensé que pasaría pero aun grado más alto.
Unas de las cajas; la que estaba más lejos de sus manos y más cerca del cielo por así decirlo Le ha ganado la batallas y quizás. - No - y 'POR NO VER' el camino, está seguro Le dará a un niño en su cabeza, seguro tropezó con el niño O este se interpuso en su camino a su edad los niños son muy inquietos.
Obligo a mis piernas a moverse y corro con rapidez y llego a su nivel tropecé un poco con el joven quizás mayor que yo o igual, pero justo a tiempo evito el impacto de la caja contra la cabeza del niño.
Ambos suspiramos en alivio el aun lleva entre sus manos dos cajas más. Su cara Se asoma por el lado izquierdo mirándome a mí a su derecha y al niño entre nuestras piernas porque nuestra cercanía es mucha.
Llevo la caja a un nivel más bajo e enderezo mi postura y 'el' hace Lo mismo mientras en niño corre lejos de nosotros ni un gracias ni nada.
— Fuera dejado que Lo aplastara la caja — suelto sin pensar que fui oído
— Si opino Lo mismo — escucho esa voz pero que voz es tan... presentable y ... atrayente me ha llamado a virar y mirarlo con su sonrisa Blanca este seguro ya tiene a medio pueblo detrás de él.
Miro a nuestro alrededor No, no veo a un club de fans por ningún lado o alguna jovenzuela con corazones en sus ojos.
Lo miro mover sus cajas, esta vez a su brazo izquierdo de una manera muy rápida - y Lo hace sin que se le caiga ninguna; no me Lo espera - estiro su brazo libre para que estrecháramos nuestras manos yo acedo es algo normal lo ayude a evitar a una madre furiosa por un hijo metiche e incompetente.
— Gracias— declaro aun con su sonrisa. Su mirada clavo, clavo en mi daga unida a mi muslo aunque ese es un dato que no Lo sabría, no parece ser alguien experto en ese conocimiento.
— Bonita daga — esta sonrisa no se borra y como sabe eso. — entrecierro los ojos su porte y su observación no van con la pinta que lleva son imágenes muy distintas
Le hago un gesto con mi cara para darle entender que no tiene importancia soy un guerrero y por la ropa que llevo sé que él se habrá dado cuenta de eso pero hay algo que no me cuadra el me parece estar 'relajado' con mi presencia y no es por ego o algo similar pero ver a alguien armado aquí da escalofríos y con mi ropa la gente suele tensarse y hablan con tanto respeto que me resulta profundamente incomodo, si así son conmigo con un dorado,... Prefiero no pensarlo
Mi pantalón es sencillo de tela firme pero ligera así me permite moverme con más facilidad de una tonalidad verde militar una chaqueta entre rojo y marrón en donde en mis hombres tanto izquierda como derecha descansan unas hombreras negras con aros de plata.
La chaqueta deja en visto mi protección interna como es corte "V" bajo se ve esta protección que Se afianza en mi hombro izquierda así en batalla una espada no podría dañarme tan fácilmente, la chaqueta la uso para evitar las apariencias y me cubre más el cuerpo aunque sigue llamando la atención por unirse con hebillas negras aunque pequeñas.
Lo más delatante es que en mi cintura nace un cinturón donde parten cadenas negras que se enrollan cual serpiente hasta mi rodilla claro permitiéndome mi agilidad aunque eso no evita el que pese, en ella pongo mis cuchillas al final de todos uso botas negras con un poco de tacón porque aunque no lo crean ayuda a mantener el equilibro aunque no siempre en otras circunstancias me han dejado mal
No ha apartado sus ojos de los míos y aun así sé que me ha hecho un escrutinio esta sensación la reconozco aunque como lo ha hecho lo desconozco. Su cara no me resulta familiar y si, sé que he estados dos meses fuera de la cuidad pero algo que se es que las cosas no cambian 'AQUI' tan abruptamente.
/aún estoy tenso, si fuera un invasor los demás generales lo habrían notado/
Me incline y cargue nuevamente la caja tengo unas ganas terribles de bañarme, mi olor no es de rosas precisamente aunque también me muro de hambre. Hay ese 'algo' de mí que no me deja
Camino dejándolo atrás ya sé a dónde va la caja tiene el sello de los envíos para el patriarca y por la dirección donde va y de donde Yo venía sé que es justo hay a donde se dirige.
— ¡¡OYE!! - me llama claramente no ha llamado a mi nombre por obvias razones. Su paso se hace a la par del mío, me sonríe nuevamente con ese brillito en sus dientes - Me llamo Saga
No le digo nada y sigo mi camino en otro caso le habría respondido pero él no me genera esta confianza o quizás sea que la genera de esta manera avasallante que resulta ser tan grande que me aturde. Si algo si se es que la gente normal.
NO ES ASI.
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El agua cálidamente recorría su piel en la tina de gran tamaño
Su baño ese confidente igual que su cama era uno de sus aposento que acallaban sus pensamientos.
El agua de tonalidad rosa se mecía al movimiento del cuerpo sumergido en ella y los pétalos de rosas daban vida a ese océano celestial.
No todos tienen la suerte de regresar vivos al abandonar la cuidad y recompensarte a ti mismo por ese éxito no es pecado aunque haya sobrevivido en una parte por milo
Abrió los ojos dentro del agua mirando el techo y algún pétalo que bailaban en la superficie.
Sabía que saga no era alguien normal y milo es demasía. ..- pensó - tenso, pero verlos a ambos establecer un dialogo activo sus sensores ese '@lgo' seguía hay se hacía presente con la presencia de eso dos aunque de maneras distintas saga con sus sonrisas al hablar decía cosas ilógicas para alguien sin conocimientos de jerarquía no era general ni guerrero o un guardián pero aun así....
Milo por otra parte le parecía un trastornado. Muy alerta cual felino tenso y parecía repartir un aura de que con el moriría gente. -meneo la cabeza-. No era cómodo andar con alguien como él.
Y esta corriente tenía que chocar, para otros chocarían pero en ellos, no fue así.
...Flash Back...
Dejar las cajas en despacho de Dohko fue fácil ser uno de los lideres le daba por un lado la ventaja de permitirse relajos
— enhorabuena Saga pensé que te perderías — le dijo con su muy común y siempre sonrisa contagiosa al señor sonrisa a mi lado lo que me faltaba dos payasos junto - y no lo digo porque hagan chistes o bobería pero son los payasos los que se tatúan las sonrisas hasta en las mascara. Obviando al guasón de Batman - moví mis cejas ante mi lógico pensamiento si alguien a parte de mí y de ellos que no fueran 'ellos' lo oyera seguro y se ríe. Ha
En esta ocasión no participe yo solo observe; ya antes milo y yo tuvimos nuestro recibimiento por lo cual no me extraña que me ignoren olímpicamente.
Dispuesto a marcharme me encamino Asia la puerta, vine aquí con intenciones de averiguar y solo consigo a alguien parlanchín y ser ignorado. Yo me largo.
Tomo la manija y abro la puerta con toda la intención de salir.
Pero sin contar toparte con la figura de milo que me miro igual de sorprendido ambos por la misma razón 'ninguno se espera al otro aquí' yo porque dije que iría a descansa la última vez que nos vimos y el... vaya a hacer quien porque
Enfoco -el- sobre mi hombre
— Saga puedes venir un momento — se conocen. Este no tardo en obedecer e interrumpió su conversación 'de que; ni pendiente.
Ambos se alejaron poco a poco ya no oigo sus voces solo el constante movimiento de sus bocas.
Y yo me marche. Antes de que a Dohko le dé por hablar conmigo. Solo cuando lleva su armadura es ese hombre protocolo que muchos admiran.
Fin del Flash Back
Su caminar era lento disfrutando del aire que golpeaba su cuerpo como caricias invisible, disfrutando el placer del movimiento se su pelo. Estaba aburrido no tenía con quien conversar Aioria ya estaba más que integrado resuelta que viajo dos días por uvas. UVAS ni que fueran tan importantes no le preocupaba él sabía lo que así. Entonces pensó en Saga, para al poco tiempo después descubrir que este ya hace de uno más de ellos y no es estuviese mal pero él no estaba integrado tanto como saga y verlo al moverse que aquí para allá cansa.
Ayudar, fue una idea que paso por su mente pero no. la descarto.
Está cansado y aunque solo afuera media día solo esperaba la hora de almuerzo y así charlar con alguien.
Después lo lógico sería descansar, y tomar una ducha que le quitara el olor a zorrillo.
Pero no.
No quería; cansado o no su mente no lo dejaba en paz, y quería eso PAZ.
Llegar aquí fue con la idea de empezar a vivir.
Al salir y ver eso cadáveres que aunque no quisiera reconocer ´deberían´ ser sus compañeros de legado, de sangre; pero no. Él no era como ellos y nunca lo seria por eso se marchó.
El que quisiera dominar a eso barbaros que lo haga. El no.
— Quizás deba olvidarte por un momento — se cuestionó, miro su espada llevándola a la altura de la cara su vaina negra con detalles en oro y en su interior esa espada.
Cuando era niño y nadie cuido de, él iba a morir por las imprudencias de un hombre borracho que se acercaba a él manejando un cuchillo como si fuera una hoja de papel o alguna pluma mientras él se hallaba arrinconado en la pared ya cansado de correr sucio y rasposo. Sudando a choros y temblando por el frio.
Pero el tajo nunca llegó solo un grito. Y delante de él la figura alta de su salvador. Que amablemente lo salvo, lo cargo y lo llevo a un lugar seguro dejándole como recuerdo esta espada y esa vaina a las cuales Les tenía mucho amor y que habían salvado su vida en más de una ocasión. Una fiel amiga.
— Yo si tengo corazón.
Quizás por ese gesto de humildad y amor desinteresado, fue que miro Asia otro lado.
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La hora del almuerzo llego pero Saga nunca llego al comedor sin Aioria que era el chef de ambos; a comer al aire libre
Camino resonando sus suelas, guiándose por las voces que al preguntar Le decían "esta por allá" pero cuando llegaba el griego ya se encontraba en una dirección distinta.
Resoplo. Era peor que el escondite sin saberlo el griego le veía la cara de burro.
Sus pasos lo guiaron al centro de la cuidad y vio desde lejos esta alta construcción similar a un castillo donde estaban todos los de la elite.
Diviso desde lejos una melena familiar. 'HAY ESTA' quien buscaba
y corrió Asia el sin escatimar en alguien más.
Nunca pensó hallar ahí a Camus y con Saga no le digo mucha importancia
Saga siempre ha sido el gran estratega de los tres no es necesario pedirle prudencia para con Camus y no solo con todos.
'ellos' eran un secreto.
De camino a casa fue una conversación un tanto particular.
— y como te fue — fue lo primero que dijo.
— Bien es lo que se suele decir — Le dijo con una sonrisa Saga lo conocía con él era, de la manera en que Le gustaría ser con todos los demás.
Una carcajada contagiosa llego a sus oídos y el no tardo en replicar la misma tonada.
— y porque damisela fuiste — con su sonrisa de príncipe Saga era así siempre seria así.
Milo entrecerró sus ojos con malicia. Embozando su sonrisa socarrona — con la misma con quien tú estaba hace unos minutos — dejo de mirarlo para mirar el camino. y prosiguió — aunque no es precisamente una damisela — se rasco la cabeza
— umm está bien — llevando su dedo a su boca. — espera ¿QUE? — ESTUVO su andar para mirar mejor al otro griego.
Este se encogió de hombre y siguió, obligando a saga a moverse también.
— mm no parece ser una persona dependiente mucho menos débil, no sabía quién era pero entre mis andanzas Puede escuchar que shion Le tenía de gran confidente por eso imagine a un chico pequeño y ágil.
— supongo que salió por información privilegia — saga tiene razón el sabia los datos básicos y permisos por mano de shion y los documente que Le dio, y a pesar de eso estaba seguro que esta movilización del francés se debía a causa de los turcos pero que era exactamente lo que querían averiguar. ¿?
Saga ni lento y perezoso palmo la espalda de milo era una preocupación ser expulsados por ser turcos o llevar sangre de un turcos.
— ellos no lo sabrán al menos no aun.
Milo lo miro. Saga ya no llevaba esta sonrisa si no la mira que usa cuando empuñaba una espada con esta fiereza miraba.
— Shion es alguien dispuesto al progreso solo Hay que mostrar que podemos serle de confianza — relajo su mirar y emboza su bella sonrisa, teniendo toda la atención de milo — pensaba en alistarme en la guardia nadie notara mis capacidades, ya sabes vigilar en la noche, transportar cosas, ayudar en cosas ligera y luego subir de posición. No te gustaría? — convirtió su sonrisa en orgullo el podía con eso y más. Incluso una armadura dorada no estaría mal ese respeto. Pensó
— no. — Meneo la cabeza para acentuar su negativa — no gracias.
— sabes quién si se arriesga aquí — dispuesto a contar su chisme mientras milo espera como vieja chismosa lo que estaba a punto de decir. negó esperando su respuesta — Aioria ya es un general de 3 rango, Como el otro muchacho - refiriéndose a Camus - aunque para su mala suerte este es superior — se rasco la nariz — tiene jerarquía por años.
— Vaya — exclamo sorprendido, esta sí que no se la esperaba
— quien Sabe quizás; y terminen siendo compañeros - analizo mientras buscaba en sus bolsillos las llaves, puesto que ya habían llego a casa
Milo permaneció en silencio. Pensando en lo dicho.
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El alma fue el despertar de aquel cuerpo en el lecho, se removió inquieto huyendo de la luz.
Tapo su cabeza con la almohada y la apretó para darse oscuridad. Pero al minuto se dii cuenta que Le faltaba el aire. Se estaba asfixiando
Aventó la almohada y se levantó sobresaltado que paso hace unos segundos.
— ah Camus la falta de descanso hace daño - suspiro y se relajo
Ayer después de su baño, fue a hablar con shion, quien lo recibió con mucho cariño, Le comento todos lo que paso que al salir de la cuidan encontró muchos muertos por batallas pero no al causante de dichos asesinatos, a personas que Le comentaron de un supuesto susodicho de sangre pura, que aniquilaba a los turcos pero sus método eran demasiado sangrientos, quitar las cabezas de sus víctimas o sacar órganos y hacer adornos con ellos. Lo demás fueron complicaciones hasta la llegada del griego.
No Le pregunto nada a su señor con respecto a él si le abrió las puertas tuvo buenas razones.
También le comento sobre ese hombre de cabellos blancos y piel clara
Shion permaneció callado, atento a lo que llegaba a sus oídos. Le dijo a Camus que se quedara en su habitación -la de shion- un momento, al rato regresar con un montón de carpetas con documentos de personas y Le dijo a Camus que intentara identificar a ese desconocido
Y justo eso había hecho durante horas y horas pasando fotos de personas la mayoría descartadas para acelerar la búsqueda leía las características y todas las que hallaba de con cabellos blancos eran apiladas en una montañita Misma montañita descansa a su lado sobre la mesita de noche.
Se levantó de la cama no tenía hambre así que solo lavo su boca y regreso al rato. Abrió la cortina y permitió la entrada del aire fresco
Se siento en su cama con las fotos sobre sus piernas pasando una a una ya esto era aburrido y tedioso.
y una venita de enfado ya se marcaba en su cara
Abrió los ojos en sorpresa, mientras se detenía en una carpeta en particular
- No puedes ser. - no lo espero y se vistió lo más rápido que Le fue posible y salió de su casa con la carpeta
Pero después de correr no espero lo que encontró
Dos hombres que con fervor se golpeaban con las manos en puños
Observo a Saga desde lejos; alejando a milo mientras este profetizaba un millardo de groserías e insultos
Pero la ira de milo al parecer fue más fuerte que Saga al mandarlo Asia atrás lejos de el para luego insertar un puñetazo en su cara -la del sujeto-
— Vaya — esta sí que no se la esperaba — el mundo sí que es pequeño
Por alguna razón el sujeto no Le devolvía los golpes a Milo solo una sonrisa de superioridad que calaban los huesos del griego y más al no poder insertar ningún golpe nuevamente.
Camus permaneció atrás. En silencio. Como no lo noto antes esos movimientos impregnados de agilidad tan diferentes a los del griego que eran con descarada fuerza. Milo estaba cabreado. Un golpe certero al suelo causo una pequeña brecha y su mano sangro abundantemente. El otro lo evadió con un salto en el aire
Se escuchó un grito que invadió el lugar de manera autoritaria y logro lo que saga no hizo mantener a milo en régimen
Era Dohko y no solo Shion: con el Dohko como caballero vestido de su armadura se antepuso en la pelea como brecha de separación
Camus se acercó al lado de milo pero este no lo note con sus ojos aun clavados en el cuerpo que antes y aun ahora deseaba moler a golpes
— ¿Que está pasando aquí? — fue directo el patriarca en su interrogación
— ¡¡EL!! Que hace aquí — lo apunto con su mano sana. Shion entrecerró los ojos dispuesto a explicar algo que para el era evidente
— Se llama Minos — hablo una voz pero no fue shion, Milo miro a Camus quien hablo a su lado — era un nuevo recluta de expediciones se supone que salía por alimentos. Pero según me entere salió a prueba para convertirse en general
Milo miro incrédulo a Camus que igual que él no parecía complacido.
Por primera vez el rostro de milo mostro una expresión desencajada guiada de la mano del terror. Ese hombre que los había atacado a ambos, que casi lo mata.
"Minos" ¿un aliado? No imposible…
Amor Yaoi
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