Una pequeña niña de cabellos azabache, recostada en un árbol. Esta nevando, y cubre con las únicas que tiene mantas a una pequeña de tres años. Tiembla por el frío. A este paso, de morirá de neumonía. Pero, de la rama del árbol, baja un gato negro. La azabache, titiritea los dientes. Tiembla sin parar, mucho más que la pequeña de tres años. El gato las observa detenidamente.
- Si quieres salvar la vida de la más pequeña, pestañea dos veces. Si quieres salvarte tu, pestañea sólo una vez.
Le importó poco a la mayor si el gato hablo. Le cuesta pestañear, parece que pestañeo sólo una vez.. Pero no, aún si le costará, pestañeo dos veces.
- Hm -El felino sonríe satisfactorio. La Cruz blanca en su ojo comienza a brillar con intensidad.- Lo he decidido, las salvaré a las dos.
Hassan, despierta, sudando sin parar. Acaba de tener un mal sueño. O eso cree el. Acaricia su vientre. Los pequeños de Nasri, los hijos que tendrán. Escucha el crujir de la puerta. Ilusionado por que sea Nasri, pero no, es Allen con una almohada. En vez de fruncir el ceño, da un gran suspiro. Le alegra ver que el aspecto del regordete mejoró por las hierbas y brebajes.
- Anda. -Se hace a un lado, dejando un espacio en la cama. Allen se mete en la colcha, acomodándose. El silencio se forma.
- Hace mucho... Que no hablamos bien. -Dice Allen.
- ... Si. Aún recuerdo el día de la tormenta, corriste a mi habitación, chillando sin parar..
Hassan y Allen de pequeños nunca tuvieron una mala relación. Todo empeoró cuando Hassan se dio cuenta de que Nasri esta obsesionado con Allen. Y los sentimientos del rubio hacia el mayor se intensificaron. ¿Cuando empezó a odiar al regordete? Nunca.. No lo odia...
- Hassan ¿tanto me odias?
- Idiota. Como si pudiera odiarte. Me deje llevar por sentimientos egoístas en su momento pero lo único que me molesta, es que Nasri no pueda hacer las cosas bien..
- ¿A que te refieres? -Voltea, mirándolo fijamente a los ojos.
- De todos.. Tu eres el más quiero, incluso sobre Nasri. -Sonríe, sonrojado.
« Eres tan parecido a tu madre.. » Recordó aquel horripilante momento. Puede sentir que la misma Shahid esta observando con una sonrisa el peor acto cometido por un padre. Lágrimas acumuladas, de sólo pensar que en aquel instante, el pequeño Allen estaba al lado suyo.
- No quiero que salgas lastimado, Allen. Es mejor que no hagas preguntas, porque no obtendrás respuestas.
- Hassan.. -Acaricia el vientre de su hermano.- ¿Tu realmente amas a Nasri?
- Sobre todas las cosas. -Contesta sin dudar.
«Solo.. Cierra los ojos. Te haré olvidar todo. » De sólo recordar la primera vez que su interior sintió a Nasri, el corazón casi se le desboca. Las mejillas sonrojadas a mil.
- ¿Hassan?
- ¡Es..Es tiempo de dormir!
****
Allen esta en un gran laberinto. Mira a todas las direcciones posibles. Entonces, mira la cola de un gato negro.
- ¡Wiskas! -Comienza a seguirlo. Pero, se topa con una escena muy conmovedora.
Una mujer de cabellos rojizos, sosteniendo a dos mellizos. A ella, se acerca un enorme hombre de cabellos dorados. El ojo derecho.. ¿Ese hombre, tiene el ojo de Wiskas? No.. Ese hombre es, Wiskas.. ¿Quien es esa mujer y esos niños?
Nota que el gato negro sigue avanzando, y el regordete lo sigue. Se topa con otra escena. Dos infantes apunto de morir de hipotermia. Una de cabellos azabache, mientras que la menor de cabellos dorados. Son salvadas por.. Wiskas.
- ¿¡Que rayos me quieres decir?! -Grita con desespero. Nota que el gato negro retoma el camino.
Corre, intentando no perderlo de vista. Una escena de golpe lo detiene. Es.. Una joven de cabellos dorados sentada en un prado, junto con una de cabellos azabache. De la palma de su mano, se materializa una mariposa traslúcida. Y la de cabellos azabache, con solo rozar la ala de la mariposa, la convierte en cenizas.
Ve por donde se va Wiskas, y corre a seguirlo, pero el laberinto se va haciendo más estrecho, y cerrándose de golpe detrás de él. Más y más estrecho, Wiskas siguiendo su camino.
- ¡Espera! -Logra sacar un brazo, intentando salir de las paredes de hojas, del laberinto, que amenazan con tragarlo.- ¡Wiskaaas! ¡Wiskaaas! ¡ESPERA!
Y el laberinto desaparece. Ahora está.. En una extraña sala. Hay gente con capas blancas, e insignias de un gato con una cruz blanca en medio. Hay un altar.. Con un estatua dorada de un gato. En el altar, un sacerdote. Percinando a dos jóvenes, una de cabello azabache mientras que la otra de cabellos dorados. No puede verles bien el rostro a esas dos. Se acerca con cautela. Poco a poco, hasta quedar frente a ellas, al lado del sacerdote. La mirada desconcertada del regordete. Lágrimas acumuladas.
- Shahid, como el pilar de la destrucción tu deber será cubrir al pilar de la creación, Nerin, si es que falla la misión.
- Si, señor.
Cae al suelo sobre sus piernas. Es su madre de joven... Y la que está justo al lado de ella, es la mujer del cuadro que encontró en la bóveda. La madre de Nasri y sus demás hermanos mayores.
- Recuerden, no mezclen sentimientos innecesarios en la misión. Para poder iniciar con el control absoluto de Arabia, ustedes tendrán que dejar de lado el hecho de que son hermanas.
- ¡....! -Allen, con la mirada más desorbitada que se le haya visto nunca.
- Nerin, recuerda. Deberás hacer que el sultán te tome como esposa, y corromperlo. Pero si fallas, Shahid ira a eliminarte, y tomará tu lugar.
- .. -La rubia sabe a que se refiere el sacerdote con fallar. Enamorarse del objetivo, y olvidar la misión.- Entiendo, tenga por seguro que cumpliré con la misión.
La escena se destruye como vidrios, y se forma otra. En el jardín, bajo un frondoso árbol, Nerin siendo apuñalada por una daga en el corazón. Sonríe, acariciando la mejilla de su asesino..
- Shahid..-O mejor dicho, asesina. Los ojos turquesa de la azabache, cristalinos. Escurren lágrimas.
- Ngh.. Gh... -Intenta tragar el nudo en su garganta, pero es imposible.
- Hermana mía.. -La abraza, enterrándose más la daga.- Porfavor.. No dejes que.. Se lleven a Hassan.. El.. -Sangre escurriendo por su barbilla.- No permitas.. Que pase por lo que yo pasé.. Juramelo.. Lo atormentaras.. Y así.. Nunca despertara la «creación»...
- Nerin.. Yo..
- Juralo.. -Lágrimas escurriendo por las mejillas de la rubia.- Yo.. No deseo que mi pequeño Hassan pase.. El mismo infierno que yo pasé en la secta.. Juralo... -Retrocede, cayéndose de espalda por la gravedad.- Juralo...
- Nerin.. -Cae al césped, manchándolo con el color carmesí.- Yo.. Lo juro... No permitiré que se lleven a Hassan.
Allen abre los ojos de golpe. Esta sudando sin parar. Mira a su lado, es Hassan, durmiendo placenteramente. Todo lo que le enseñó Wiskas.. Shahid y Nerin, eran hermanas, y formaban parte de la secta.. Nasri no es sólo su hermano, si no también su primo..
- Madre.. -El ver cómo su madre sufrió cuando asesino a su hermana Nerin.. No puede ser el monstruo del todos hablan. Confrontará a Nasri, y no se irá sin saber la verdad sobre Nerin y Shahid.
//Bonus..//
- ¡Papa! ¡Papa! -La rubia, extendiéndole los brazos al hombre de cabellos dorados. Wiskas decidió criarlas como sus hijas.
- .. -La carga en brazos. Mientras que en su espalda esta colgada Shahid.- ¿Porque tengo que hacerla de cargadera?
- Porque papá es fuerte. -Responde Shahid.- Y eres mi lacayo personal. -Dice con la mirada entrecerrada.
- Aveces me arrepiento de haberlas recogido.. -Dice con una leve gota de sudor. Pero abre los ojos como platos al sentir un beso en ambas mejillas.
- Papá, te quiero. -Dice Nerin.
- Arre. -Dice Shahid.
El rostro de Wiskas se torna de un rojo tomate. Desvía la mirada.
- B..Bueno.. Pasearlas no es tan malo después de todo..
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