Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Todo terminara por Ikaros Sakamaki

[Reviews - 33]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 
 
Por fin la campana sonaba y marcaba el fin de las clases, Sasuke suspiró, ese día fue muy pesado y solo quería irse de una vez, había quedado de ir a dormir a la casa de su amigo. No hiso más que recoger sus cosas y caminar fuera de la salida, allí lo esperaba el rubio, saludando a lo lejos. Se seguía preguntando si podía ser verdad, porque ya llevaban un mes de amistad y Naruto  no se cansaba de él, quizá era muy terco o quien sabe, pero aunque jamás lo admitiría, estaba feliz de tener un amigo como él. Fue hasta donde estaba.
 
-Hola Sasuke ¿Listo para irnos?
 
-Sí, seguro… ¿Tu madre sabe que iré?
 
-Claro, además sabes que ella dice que siempre eres bienvenido- Agregó feliz, y era verdad. Mei, la madre o madrastra de Naruto era muy cariñosa, se había apegado rápido al pelinegro, además parecía ser una mujer comprensiva a diferencia de los demás, ella no tuvo problema en la orientación sexual de su hijo, es más, ella lo había animado a que lo admitiera así no sentiría más pesar. Y su padre era alguien muy suave, cálido incluso, Minato, así se llamaba. Y el menor de la familia era Menma, el hermano menor de 10 años de Naruto, un niño travieso, que parecía tener una muy buena relación con su hermano mayor. Sin dudas a Sasuke le agradaría tener una familia así… pero no. De todos modos las cosas mejoraron desde que era su amigo, pues Itachi se había conseguido una novia y no molestaba más, estaba libre de sus abusos. Dejó de pensar en eso.
 
-Que bien ¿Vamos?
 
Mi madre nos vendrá a buscar, pero aquí no, ven- Se puso a caminar junto al chico, había silencio, pero no era incomodo, solía ser así siempre. El rubio miró de reojo al pelinegro, con algo de curiosidad incuso, cosa que él había notado.
 
-¿Qué?
 
-Hace más de 25 grados y tienes puesta una camisa mangas largas ¿Cómo diablos soportas eso?
 
Su mente comenzó a hacerse un desbaratado total, tenía que buscar una excusa creíble, una buena excusa para no decirle la verdad "Me corto los brazos y uso esto para cubrirme" ¡Nunca! En sus sueños le revelaría semejante secreto, oscuro y doloroso. No quería ni ver su reacción.
 
-Yo… es lo único que encontré para usar- Se maldecía a sí mismo, porque se estaba sofocando del calor con eso, y tenía que fingir bien.
 
-¿Enserio? Te prestaré algo cuando lleguemos- Una bofetada mental para Sasuke, señoras y señores.
 
-No hace falta, estoy bien.
 
-Ajá si, amigo, tú por lo general te ves pálido, pero tu cara parece una fresa viviente ahora mismo.
 
-¡¿Qué?!- Se tocó la cara, era verdad, estaba hirviendo, literalmente, sentía que se iba a desmayar en cualquier momento, se tambaleó un poco cuando todo empezó a dar vueltas, estaba por caer de no ser porque su amigo lo atrapó en el momento justo.
 
-¿Lo ves? Te vas a morir si sigues así, tengo una idea, hay algo que queda de paso a donde vamos que podría funcionar- Cargó como solía hacer al chico, salvo que esta vez él no oponía nada de resistencia por escaparse, estaba débil para hacer eso, además de la sangre que había perdido el día anterior después de un ataque de depresión. Sus pensamientos se esfumaron al sentir frío, mucho frío, casi como… ¡¿AGUA?! Ya estando en sí se dio cuenta de que Naruot lo había dejado caer a un lago que estaba allí cerca, le dieron unas tremendas ganas de matarlo, ahí, sonriéndole como si nada ¡Y LO HABÍA TIRADO AL AGUA! ¡QUE DESCARO!
 
-¡¿TE VOLVISTE LOCO?!
 
-Necesitabas eso, ya te ibas a morir.
 
-¡No iba a morir! ¡Sácame de aquí, desgraciado!
 
-Como ordene su majestad, pero antes… ¡YO QUIERO HACER ESO TAMBIÉN!- Y todo lo que vio Sasuke fue al chico lanzarse al agua, terminando por salpicarlo a tal grado que después estaba escupiendo el agua que había tragado.
 
-Eres un…
 
-Vamos viejo, diviértete un rato- Le dijo mientras de hundía sin dejar rastros.
 
-Naruto, esto no es para nada divertido, vámonos de una buena vez… ¿Estás ahí?... Hey…-Miró al agua unos momentos, empezaba a creer que se había ahogado o algo, estaba por ir a ver, pero fue entonces cuando el rubio salió sorpresivamente de ahí, lanzándose contra él y que los dos acabaran bajo el agua. En un instante se vio salir de nuevo al menor, inhalando como si no hubiera respirado hace mucho, saliendo seguido de su amigo.
 
-¡Eso fue divertido!... ¿Estás bien?
 
-Si… estoy bien.
 
-Lo siento ¿Te asusté?
 
-No, es que allá abajo es oscuro… me da pánico… y no soy bueno nadando- Segundos después sintió como lo abrazaban.
 
-Perdón, no sabía ¿Te sientes mejor?
 
-Perfectamente…-Recién daba cuanta de la cercanía que había entre ambos, lo más vergonzoso de todos los hechos pasó al verlo, con la camisa mojada se traslucía su torso y demás. Comenzaba a ponerse más nervioso, fue un involuntario sonrojo de vergüenza el que apareció en su rostro, debía admitir, que el mayor no estaba mal formado… espera… ¡¿QUÉ MIERDA ESTABA PENSANDO?! Lo empujó enseguida, no comprendía lo que estaba sintiendo o pensando, quizá eran efectos de lo que pasó hace rato… sí, solo eso.
 
-Jeje, olvidé que no te gustan los abrazos ¿Nos vamos ahora? Mi mamá debe estar en camino.
 
-Claro, no hay problema….-Seguía algo distante, batallaba con su mente para saber que carajos fue lo que sucedió, pero no lo entendía. Salieron de ahí, seguramente Mei los regañaría pero no era nada de qué preocuparse. Al rato la mujer llegó en el auto a la parada, con una sonrisa y varías risas mirando de arriba abajo a los dos chicos.
 
-¿Qué les pasó?
 
-Nos caímos al lago.
 
-Sí… "caímos"- Agregó Sasuke con la mirada más sarcástica que podía existir. Menma quien estaba en el asiento de atrás saludaba a su hermano y miraba al pelinegro con curiosidad.
 
-Mamá ¿Por qué Naruto trajo a su novio?
 
La mujer rio como si nada junto a su hijo, mientras que Sasuke parecía querer morir de vergüenza ¡¿NOVIO?! ¡¿NOVIO?! ¡¿Qué clases de cosas pensaba ese mocoso?! Lo mataría de no ser porque ellos se lo tomaban de broma, por lo que prefirió reír disimuladamente con ellos y hacer que nada había pasado… ¿Pero porque diablos se había sonrojado?
 
Un rato más tarde todos estaban en la casa de los Uzumaki, muy acogedora a decir verdad. El cuarto de Naruto quedaba en la planta de arriba, y la de su hermano menor estaba al lado y enfrente a la de sus padres. Directamente al llegar subieron hasta la habitación y Sasuke dejó su mochila a un costado de la cama que le tocaba, como si no tuviera importancia. La tarde pasó rápido, hablando de temas sin sentido pero divertidos, seguía sin entender lo de hoy, o porque de pronto se sentía tan feliz de estar con el oji avellano, no debería ser nada…
 
Cuando la noche había caído, los dos se estaban preparando para dormir… bueno, solo el que pertenecía a la casa, Sasuke todavía no tenía que ponerse, seguía con la misma ropa de ese día y el calor estaba regresando. Naruto regresó al rato ya estando cambiado de ropa, la que parecía ser para dormir según él. Se quedó mirando al menor unos momentos y preguntó.
 
-¿No te vas a pones otra cosa?
 
-No gracias.
 
-Oye, eso está sucio, no puedes dormir con él, quítatelo, además hace calor.
 
-Ya dije que no, estaré bien.
 
-No seas terco, quítatelo.
 
-No.
 
-Que te lo quites.
 
-No.
 
-¡QUE TE LO QUITES!
 
-¡QUE NO!
 
Solo se miraban, de forma bastante desafiante a decir verdad. Era obvio que el pelinegro no dejaría ver nada de sus cortes, no quería que los viera nadie, mucho menos Naruto que quien sabe cómo reaccionaría. Estuvieron por así decirlo, unos tres minutos, lo suficiente para que Sasuke bajara la guardia y le diera oportunidad a su amigo de lanzarse contra él y tratar de quitarle la camisa.
 
-¡QUE TE LA QUITES!
 
-¡NO WEY! ¡DÉJAME EN PAZ! ¡YO DECIDO QUE USAR Y QUE NO!
 
-¡NO TE VAS A MORIR POR CAMBIARTE LA ROPA! ¡QUITATELA!
 
-¡NO!
 
-¡QUITATELAAAAAAAAAA!- Ya de haber estado tironeando tanto, el rubio cayó de la cama con la camisa del pelinegro terminando por caer cerca de la puerta. Pero se levantó riéndose un poco.
 
-¿Lo ves? No fue difícil ¿Verda-….- Allí fue cuando no supo que decir.
 
Ahora el oji negro estaba entrando en pánico, no tenía algo que cubriera sus heridas o lesiones que él mismo había hecho, además de las del día anterior que continuaban rojas por la sangre. Su amigo estaba perplejo, en su vida nunca había pensado que eso era lo que hacía el pelinegro, estaba indignado, porque era una de esas personas que veía el lado feliz de la vida, y lo que estaba viendo lo enfadaba. Cortes por doquier, más presentes en los brazos, otros en los hombros, hasta algunos más cerca del pecho y caderas, algunos profundos, otros no tanto… que espanto. Sasuke quiso calmar la situación.
 
-N-no quería que vieras esto…
 
-No puedo creerlo…-El mayor por fin recuperaba la compostura, más un todo bastante molesto- ¿Esto me querías ocultar?
 
-Tú insististe.
 
-¿Esto es lo que haces?
 
-T-te juro que lo puedo explicar.
 
-Me mentiste.
 
-No te mentí, jamás lo hice, nunca dije nada.
 
-¡ES EQUIVALENTE A QUE ME MIENTAS!
 
-¡Puedo explicarlo!
 
-¡¿EXPLICAR QUÉ?! ¡¿Qué no valoras tu vida?! ¡¿Cómo demonios tienes las agallas de hacerle estas cosas a tu cuerpo?! ¡A ti mismo! ¡¿No tienes ni un gramo de respeto en ti mismo?! ¡¿POR QUÉ NO PUEDES PENSAR POSITIVO?! ¡¿ODIAS LA VIDA?! ¡¿CÚAL ES TU PROBLEMA?!- Respiraba profundo, quería calmarse, no era de las personas que se solían enojar, pero estaba histérico. Por el contrario de Sasuke, el cual no hacía más que mirar abajo avergonzado de todo lo que escuchaba.
 
-Tengo mis razones…
 
-¡¿RAZONES?!... No… no perderé el tiempo con esto- Se dio la vuelta y caminó a la puerta levantando la camisa, después le lanzó una de su talla, pero era mangas cortas- Llevaré esto a lavar… solo… cámbiate- Dio un suspiro y desapareció por la puerta.
 
Solo en la habitación no hiso más que ponerse la camisa nueva que le había dado su amigo, esperando pacientemente que regresara. Ahora que él sabía de los cortes… no tenía escapatoria, tenía que explicarle su situación. Cuando lo vio volver esperaba que preguntara algo, pero no, solo se recostó en su cama sin siquiera verlo, mirando a la pared.
 
-¿Naruto?...
 
-Buenas noches.
 
-Yo… puedo explicarlo.
 
-Dije Buenas noches.
 
-…Buenas noches…
 
Se recostó, mirando también hacia el otro lado. Estaba asustado de lo que fuera a pasar, quizá ya se había quedado sin amigo… quizá regresaría a su soledad. No pensó más eso y trató de dormirse.
 
Al día siguiente ni se hablaron, los padres de Naruto se habían ido al trabajo por lo que solo quedaban en la casa el dormido de Menma y los dos chicos que desayunaban en silencio sin dirigirse la mirada o la palabra. Era un silencio incómodo, no se contuvo en intentar romperlo.
 
-Lo siento- Sin embargo la única respuesta que obtuvo fue un bufido. Ya estaba claro que necesitaba que el rubio lo olvidara, sería mejor irse a su casa y verlo después- Gracias por dejar que me quede… mejor… mejor me voy a casa- Sin respuesta de nuevo tomó sus cosas y se fue de la casa. Naruto soltó un suspiro resignado, necesitaría pensar bien las cosas, pero hasta entonces no pensaba hablarle, ni siquiera acercarse hasta que su amigo aprendiera la lección.
 
Pero no pasaría pronto… ya pasaban tres días que no se hablaban. Eso comenzaba a desesperar al pelinegro, pensar que ya estaba solo de nuevo, solo otra vez por ser tan estúpido. Y a pesar de su tristeza no tocó la navaja durante los días, con la esperanza de dejar lo que hacía con tal de conservar a su amigo. El día número cinco llegaba… y nada, estaba sentado en la puerta que daba a la salida de la casa, mirando nada más que la calle, esperando que él pasara y así hablarle, eso hacía desde lo ocurrido. Cuando ya lo vio, se levantó y se acercó a saludar.
 
-Hey, hola… ¿Cómo estás?- Seguía sin responderle, solo le daba una mirada fría- Vamos, no puedes estar molesto toda tu vida- Y como siempre ocurría, se iba sin darle una respuesta.
 
El menor suspiró, quizá debía rendirse ya, casi pasaba una semana, no podía estar así tanto tiempo. Debería resignarse, resignarse y llorar… Se quedó toda la tarde sentado allí. No saludó a sus padres cuando se iban a su reunión, ni tampoco le dio palabra a su hermano que le insultó al entrar a la casa. Cuando comenzaba a hacerse de noche entró en la casa, desanimado y sin ganas de nada. Itachi que estaba sentado en el sofá de la sala lo vio caminar.
 
-Hey ¿A dónde vas?
 
Él contestó con desprecio- A mi cuarto ¿A dónde crees que voy?
 
-Tranquilo renacuajo ¿Esa es tu forma de hablarle a tu hermano?
 
-No eres mi hermano, eres un bastardo.
 
-Un bastardo que tienes de hermano… ¿Qué pasa niño? ¿Tu amigo ese te abandonó?
 
-Cállate.
 
-Sabía que le hartarías tarde o temprano, eres un inútil después de todo y por tu forma de ser no podrías conservar un amigo- Sasuke dejó de caminar, eso había dado en su punto débil, comenzaba a arrepentirse. Itachi notó eso y se levantó para acercársele- Ow… ¿Qué pasa niño? ¿Vas a llorar?- No quería escucharlo y subió las escaleras hasta su cuarto- ¡Oye! ¡No me puedes ignorar así!- El chico subió tras él, lo encontró llorando tras la puerta de su habitación. Completamente débil, tanto emocionalmente como físicamente, y podría sacar provecho de ello.
 
-Vete… déjame solo.
 
-Owww, eres todo un marica ¿Por qué no pasamos un rato de hermanos tu y yo? Como en los viejos tiempos-
 

Notas finales:

Reviews para la coti :p


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).