Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Todo terminara por Ikaros Sakamaki

[Reviews - 33]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este capi tiene harto flash black e.e esten preparados

 

Capitulo largo

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
 
 
 
 
 
Como todos los días de su vida, aquel azabache de ojos negro regresaba de su tormento, digo, su escuela. Hoy sin ganas, agotado. Se la había pasado como siempre, estaba arrastrando literalmente su mochila por el suelo mientras trataba de mantenerse de pie y no caerse al suelo para dormirse sobre este… Que ya le había pasado lo mismo unas cuantas veces.
 
-Otro día pudriéndome en la escuela… ¡Ya llegué!... No sé ni para que grito- Declaró dejándose caer en el sofá de la casa. No lo despertarían en unas horas o alguien acabaría muerto en la alfombra.
 
Por la puerta estaba entrando el mayordomo personal de la familia, Kaiza, pero estaba acompañado de un niño. Un desesperante niño por lo que se veía en la cara del hombre. Castaño de ojos cafes.
 
-¡Papá! ¡Estoy aburrido!- Gritaba berrinchudo el niñito, volviendo loco al adulto.
 
-¿Y qué quieres que haga?
 
-¿Crees que soy desesperante?
 
-Nunca dije eso en voz alta…
 
Sasuke, curioso como solía ser, miró de reojo a los dos, y después a su padre que se masajeaba las sienes como si buscase calmarse- ¿Kaiza trajo a un niño?
 
-Es su hijo…
 
-Ah, que interesante, sí- Se levantó sin un gramo de interés y se dirigió a la cocina. Kaiza vio esa oportunidad y le dio unos empujoncitos al niño- ¿Por qué no vas a la cocina con él y comes unas galletas?
 
-¡YEY!- Y el niño se fue detrás del azabache. Ante ello, el mayordomo suspiró y se sentó agotadísimo en una silla- Jeje… ahhh… Es una lata, ese niño es un error desde que nació. Y justo hoy mi esposa tuvo que ir a ver a su padre que se está muriendo… Mujer egoísta.
 
Fugaku asintió ante ello y le ofreció un vaso de agua al pobre- Te comprendo.
 
-¿Lo dice por Itachi?
 
-Lo digo por Sasuke. Le dejé en claro a mi esposa que no quería más hijos después de Itachi. Solo desearía que se esfumara de una vez.
 
En la cocina, el niño y Sasuke (Quien ya entendía porque el niño era desesperante) estaban "entablando una conversación" o como yo le llamo a estos casos: El niño molesta al adulto hablando sin parar. Él chiquillo estaba sentado en la silla comiendo unas galletas mientras Sasuke buscaba algo en la nevera, después de todo no quería hacer trabajar a Sakura.
 
-Me llamo Inari, ¿Tú cómo te llamas?
 
El pobre adolecente solo quería cerrarle la boca al niño- Soy Sasuke Uchiha.
 
-Sasuke...  ¿Sabes? Es la primera vez que mi papá me trae a su trabajo.
 
-Ajá, lo noté, te felicito, yuju…
 
(…)
 
-Ese niño me dan ganas de arrancarme el cabello- Kaiza seguía tirado en el sofá, súper cansado, una idea se le cruzó en la mente a Fugaku.
 
-Puedo hacer que se lo lleven lejos.
 
-Me encantaría, pero mi esposa llamaría a la policía.
 
-No me refería a eso, hoy es la feria, pueden llevárselo todo el día.
 
-Sí así lo tienen lejos está bien ¿Pero quién? Sakura ya se fue con la ama Mikoto y dudo que el amo Itachi quiera.
 
-Mh… ¡SASUKE, VEN ACÁ!
 
De mala gana llegó el adolecente acompañado del saltarín Inari.
 
-¿Qué?
 
-¿Por qué no llevas a Inari a la feria que hay hoy?
 
Los ojos del pequeño se iluminaron- ¡SÍ, FERIA! ¡YEY!
 
-¡Ni de chiste! Tengo tarea, no voy a ser niñero.
 
-¿Para qué sigues yendo si no irás a la universidad? Irás a vivir con tu hermano. Ahora lleva al niño, es una orden.
 
De forma directa, el azabache se fue a la cocina y regresó con un cuchillo de cocina, estaba tan iracundo que no dudaría en desmembrar a su padre, pero Inari le hizo guardarlo.
 
-¡Agh! ¡Bien! Vamos niño, te llevo a la maldita feria.
 
-¡Yey!- En el camino, el niño se puso a saltar como loco- ¡Vamos a la feria! ¡Vamos a la feria! ¡Vamos a la feria!
 
-Niño… No me pongas de los nervios o te dejaré con el primer extraño que se me cruce…- El pequeñín guardó silencio, bah, se puso a susurrar.
 
-Vamos a la feria, vamos a la feria…
 
(…)
 
Inari miró entusiasmado el lugar, al contrario del mayor que le acompañaba, y solo tenía ganas de dejarlo ahí y salir corriendo, pero no tenía tanto valor para dejar solo a un niño.
 
-¡Mira todas esas luces de colores!
 
-Wácala, colores vivos…
 
-¿No te agradan? ¡Son muy bonitos! ¡Como la vida!
 
-El único color que veo es el gris… y el rojo, el rojo puede pasar.
 
-Es usted un poco gótico ¿Cierto?
 
Sip, en definitiva si no fuera tan buena persona ya habría matado al chiquillo.
 
-¡Quiero subir a la montaña rusa, al toro mecánico, al bonjie…!
 
-¡Bueno, pero cállate! Aish… Niños, como los odio… ¿A cuál subes primero?
 
-¡Mira, pesca! ¡Voy a ganar ese oso azul!
 
-Al diablo todo, está bien- Ambos se acercaron al puesto, Sasuke no se confiaba mucho, ya tenía bastante entendido lo tramposos que eran esos juegos- Oiga ¿Cuánto por una pesca?
 
-10 la pesca. Miren, los peces son más grandes que el otro, los rojo miden 10 cm, los azules 15, los amarillos 20 y los verdes miden 25. Depende del que pesque puede tomar un premio de las repisas. Tiene 10 segundos para hacerlo.
 
-¡Juego! ¡Juego!
 
-Bien, bien, pero que sea rápido. Me quiero ir de aquí lo antes posible…- Simplemente le entregó los 10 dólares al hombre y este le dio la caña al Inari… Tenía que ser una broma. La maldita caña estaba vieja, oxidada, y sorprendía que no se hubiese desintegrado o algo- No mame…. ¡¿ESPERA QUE PESQUE ALGO CON ESA CAÑA TAN JODIDA?!
 
-Depende del pescador, no de la caña. Yo pesqué un tiburón con esta belleza.
 
Gruñó levemente buscando una buena frase para rematarlo-Oh ¿Enserio? ¿Era de hule o de plástico? ¿El padre de la niña que lo usaba se enojó con usted?
 
-Si sigue así le quito la caña.
 
-¡No! ¡Señor Sasuke, por favor!
 
-¡PERO…! Bueno… Solo hazlo de una vez- El niño miró con curiosidad como sacaba una libreta negra y anotaba unas cosas. Yo juraría que Sasuke tenía su propia "Death Note"-… No preguntes.
 
Inari tomó la caña e intentó pescar alguno de los peces, pero ninguno se acercaba.
 
-Son 10 segundos, ya perdiste.
 
-¡No! ¡Quiero otro juego! ¡Por favor!
 
-Bien, pero es el último- Se quejó entregándole otros 10 dólares al hombre.
 
Al final logró pescar uno, pero era uno amarillo. Aunque daba lo mismo, pues ganaría algo con eso- ¡Logré pescar uno!- Lo que no esperaba era que uno verde saltara del agua y se comiera al amarillo- ¡HEY!
 
-Perdiste.
 
-¡¿Qué?! ¡Momentito! ¡Yo no estoy ciego! ¡Pescó uno!
 
-Sí, pero no duró 3 segundos en el sedal. Lo que significa que Owwwww, perdiste.
 
Inari estaba amenazando con largarse a llorar, después de todo era solo un niño y aquel hombre se estaba burlando en su cara. Eso sí que le dio en el alma al oji negro. No por el niño, sino porque odiaba y detestaba con toda su alma a los aprovechados, tanto que le estaba hirviendo la sangre de la ira.
 
-…Yo voy a jugar- Los ojitos castaños del menor se llenaron de brillo ante la declaración del adolecente.
 
-¡¿Enserio?!
 
-Sí, no te ilusiones- Le dio el dinero al tipo, quien por cierto, ya estaba en la lista de "Personas que deberían morir".
 
Entonces una idea se le cruzó por la cabeza. Si el más grande se comía al más pequeño… Eso es. Era un poco loco lo que iba a intentar, pero valdría la pena. Logró atrapar uno rojo, el hombre ya le estaba por decir algo cuando el azul saltó para comérselo, pero Sasuke fue más rápido y sostuvo al pez, más tarde saltó el amarillo y al final el verde. Ya con los peces en forcejeando le dio una mirada burlona al tipo.
 
-¡GANÉ, BITCH!
 
-¡Ganó! ¡Ganamos!- Exclamó el pequeño abrazándose como podía al chico de 14.
 
-Yo gané, el niño puede elegir.
 
-Ah… siiiiii….
 
-Oiga, no me joda ¿Le va a dar el oso o qué?
 
-Es que… el juego está arreglado como lo otros. Compré peces caníbales y una caña vieja. Se supone que nadie debía ganar.
 
Una guerra mundial ya estaba pasando por la mente del joven- O sea… Usted es un farsante… Es una lástima ¡Porque puedo llamar a la policía en este momento!
 
-Nonononononono por favor, haré lo que quieras.
 
-Bien, que el niño tome de cada repisa lo que se le dé la gana, más algo que él quiera.
 
-¡YEY! ¡EL SEÑOR SASUKE ES MALO!
 
-No soy malo ¿Qué no ves que te acabo de ayudar, chamaco?
 
-Lo dije en el buen sentido ¡Cuando te revelas y te dicen "Eres tan malo"!
 
Al chico se le escapó una media sonrisa maliciosa-En ese caso soy bastante mala persona.
 
(…)
 
Al rato, ambos caminaban por el lugar. Inari tenía el oso, unos lentes con resorte, una corbata de cordón, y una gorra con la imagen del juego Centípede. Miró sonriendo al mayor, él no sonreía, estaba serio como siempre, pero no se contendría a decirle lo que pensaba.
 
-¡Eso fue genial! ¡El tipo casi lloraba!
 
-Lo admito, no estuvo tan mal… Le dices a alguien que dije eso y te lanzo a un pozo- Él rió tiernamente, algo le decía que se acostumbraría a ese chico tan frío. Así que hizo una seña de cerrarse la boca con un cierre. De tanta charla, alguien los había notado.
 
-¿Sasu?
 
Cerró los ojos y empezó a rogar internamente, si era él, eso significaba que el mundo lo detestaba- Que no sea él… Que no sea él- Mucha mala suerte. Sí era Naruto, y lo había abrazo por la espalda como era su jodida costumbre. Maldecía y pedía con sus fuerzas que no se notara el rubor de su cara.
 
-¡Sasu!
 
-¡¿Por qué?! ¡Siendo una ciudad tan grande! ¡¿Por qué aquí?! ¡Y HOY!- Reprochó a todos, al mundo, y a su amigo.- ¡Y JUSTAMENTE CUANDO ANDO DE NIÑERO! ¡FUCKING LIFE!
 
-Es una feria ¿A quién no le agrada venir?- No se resistía a andar de cariñoso y dejar su mejilla contra la ajena.
 
-¡JODER, NO! ¡A MI NO ME GUSTA! ¡SUELTA!
 
El pequeño miraba a la "pareja" si así podemos llamarla, confundido- ¿Él es tu amigo?
 
-¡No lo he visto nunca en la vida! ¡Señor, es usted un desconocido y esto es violación de espacio personal!
 
-¿Y porque sabe tu nombre?
 
-Está loco, las drogas nunca son buenas…
 
-Oye, el chocolate no es droga- Lo pensó unos segundos-… Que yo sepa.
 
-Me llamo Inari, ¿Cómo se llama usted, señor amigo de Sasuke?
 
Él recalcó orgulloso, y claro ¿Por qué no? Posesivo, abrazándole más fuerte- Soy su mejor amigo. Naruto Uzumaki
 
Las mejillas del oji negro ya estaban fuera de lo normal, demasiado rojas- Jamás acordamos ese título…
 
-Tú sabes que no hace falta- Dijo haciendo pucheros. Ante ello, el niño seguía mirando sospechosamente.
 
-¿Seguros que son amigos?
 
-Claro. No somos hermanos, ni mucho menos primos.
 
-Es que yo pensaba que era tu novio- Ahora sí. El corazón del menor ya juraba que serían esos sus últimos momentos de vida, pues moriría de vergüenza. Suerte para el oji azul, que podía mantenerse con esos asuntos, aunque sí que deseaba tener ese título con Sasuke.
 
-Ay, que niño más loco.
 
Sasuke ya se quería morir, pero ya. Maten al pobre- Mátenme…
 
-Vuelve a decir algo como eso y ya sabes lo que pasará.
 
-¿Yo? No dije nada.
 
-Pero dijiste que- Le cerró la boca al castaño, cargándolo y cubriéndole la boca. Tenía que escapar de estar tan cerca de Naruto. No quería que NADIE notara lo nervioso que le ponía tenerlo cerca.
 
-Pero mira que tarde se nos hizo… Deben estar preocupados por nosotros… Así que… ¡ADIÓS!
 
-Pero acabamos de llegar y me quiero subir a otros juegos- Lloriqueó el niño.
 
-Oigan, yo vine con mi familia, le voy a avisar que me quedaré con ustedes. Así no vamos a la atracciones juntos- Así es como Naruto ignora los pedidos de Sasuke para irse mientras este se quejaba en todo lo que respirara o se moviera. Puta y jodida vida…
 
(…)
 
Minutos después el rubio ya estaba de vuelta. Su amigo lo esperaba (cofcofMuyEnamoradoComoParaNegarsecofcof) sentado en una de las bancas, pero lo que le llamaba la atención era no tener rastros del pequeñín.
 
-Ya estoy… ¿Dónde está?
 
-¿Dónde está quién?
 
-Inari…
 
-Esta aqu-… ¡ME LLEVA LA CHINGADA! ¡EL MOCOSO DESAPARECIÓ!
 
-No puede ser ¿Perdiste al niño?
 
-¡Sabe que no soy bueno con ellos!
 
-No debe estar lejos, vamos a buscarlo.
 
-Dios… Dios… ¡Si Kaiza y mi padre se enteran me van a quemar vivo y bailarán en mi tumba! ¡Y NO ES UNA BROMA!
 
-¿No dijimos que yo te cuidaría?
 
-¡TÚ ERES TESTIGO! ¡TE VAN A QUEMAR VIVO TAMBIÉN!
 
-Ya con eso me convences…
 
-¡YA, BUSQUEMOS AL CHAMACO!
 
Ambos empezaron a ir por todos los sitios gritando el nombre del niño. Sasuke ya se estaba desesperando, vaya a saber que le había pasado a Inari. Su padre lo iba a matar. Muchas horas buscando y nada… seguía sin aparecer. Por lo que se sentaron en un banco, ya cansados.
 
-Ay amigo, no puedo creer que haya perdido a un niño- El mayor le dio un leve codazo como para animarle.
 
-¿Perdimos Quimozabi?
 
-¡A un niño, idiota! ¡No presumas tu francés en un momento como este o yo seré quien te queme vivo!
 
-Lo siento, solo trato de apoyarte.
 
-¡JAH! ¡Curioso que me digas eso! ¡No me lo dijiste cuando te distanciaste de mí una semana cuando más necesitaba llorar en el hombro de mi amigo!
 
-¡Ay, pues discúlpeme! ¡Señor que no respeta su vida y se daba de cortes!
 
-¡Ya te dije la maldita razón!
 
-¡No uses ese tono conmigo!
 
Estuvieron un largo rato gritándose cosas, era increíble que por un simple niño se hayan peleado por estupideces.
 
-¡Además yo sí sé cocinar!
 
-¡Pues yo soy mayor que tú!
 
-¡¿Y que con eso?!... ¡OYE, NO! ¡YA! Tenemos que apoyarnos, hay que encontrar al chavito.
 
-Muy cierto, estamos siendo inmaduros… otra vez.
 
-A ver… Si yo fuera un niño ¿Dónde me escondería?
 
-Piénsalo ¿Qué edad tiene el niño?
 
-¿Yo que sé?
 
-¿De qué edad lo ves?
 
-Unos 9 u 8….
 
-A los niños de su edad les gusta comer, jugar, competir- En ese instante se le prendió la lamparita-… Ya sé dónde está.
 
-¡¿Qué?! ¡¿Dónde?! ¡Vamos, escúpelo!
 
(…)
 
El rubio se fue corriendo con Sasuke siguiéndolo. Al final llegaron a una competencia de niños comiendo malvaviscos en tazones grandes, entre ellos una niña, un niño gordo y Inari. El chico rubio se quedó mirando bastante interesado, el menor al contrario, quería llevarse al niño castaño de las orejas.
 
-¡Con que ahí estaba el chamaco malcriado!
 
Mientras él seguía insultando, la niña salía de la competencia dejándosela a Inari y al otro niño.
 
-¡Eso es todo! ¡Lo voy a sacar de ahí y me va a escuchar, el maleducado!- Su amigo le sujetó el brazo para evitar que hiciera alguna locura.
 
-Espera, veamos si gana.
 
-… ¡¿REALLY?!
 
-Te calmas.
 
Antes de poder decirle algo más, notaron los dos que Inari había ganado la competencia victorioso. Ambos chicos no pudieron decir nada, estaban perplejos, hasta que el señor "Me vale verga la vida" recordó porque lo habían arrastrado hasta ahí, así que le gritó al niño que se aproximaba ya.
 
-¡INARI!
 
-¡Señor Sasuke!- El pequeñín se acercó enseñando con orgullo y nulos rastros de culpa, un zorro naranja - ¡Mire! ¡Gané un zorro!- Seh…porque los peluches calman a Sasuke ¡Nah! Que va a matar al chamaco y yo les compro a todos las entradas para ir a ver eso.
 
-¡¿Acaso estás loco o qué?!
 
Inari parpadeó evidentemente confundido- ¿Es una pregunta retórica?
 
-¡NO!
 
Desvió sus ojos cafes al peluche- ¿No le gusta el naranja? ¿Usted prefiere el negro?
 
-¡NO ES ESO!
 
-¿No le gustan los zorros?
 
-¡No te puedes escapar así como así mientras te estoy cuidando!
 
-Perdón- Sonrió inocentemente- Es que vi el cartel y me ganaron las ganas.
 
-¡Me pudiste haber avisado!
 
-Usted no me hubiese dejado.
 
Como la costumbre, el mayor de todos se tuvo que meter para que su amigo no se lanzara harto a matar al mocoso ahí mismo.
 
-Oigan, ya perdimos horas, vamos a divertirnos.
 
Pero no, el 14añero no estaba más para esas cosas- Yo ya estoy hasta aquí, me quiero ir a casa.
 
-¡Pero usted le prometió a mi padre y al suyo que estaría conmigo todo el día!
 
-Me vale verga lo que piense mi padre, mucho más el tuyo.
 
-Pero no me quiero ir…
 
-¡Vaya! En ese caso…-Apuntó directo a la calle- ¡Nos vamos chamaco!
 
-¡¿Qué?! ¡Señor Naruto! ¡Dígale algo a su novio!
 
Eso dejó consternado al pobre- Pero él no es mi…
 
-¡SE ACABÓ, ME TIENES HARTO! ¡NOS VAMOS!
 
El silencio se apoderó de la escena, Naruto apartó la mirada esperando lo peor, posiblemente que su amigo se hartara definitivamente y cargara contra su voluntad al niño para llevárselo. Aunque en realidad este solo esperaba que el niño contestara algo. Y lo hizo…si es que podemos llamarle llanto a una respuesta. Exacto, el pequeño Inari empezó a llorar, como un niño sabe.
 
-Mira lo que hiciste…-Le regañó el rubio al azabache, pero sin lograr que este se inmutara.
 
-Ay, no me jodas ¡Está fingiendo! ¿Te crees que yo no sabía hacer eso a su edad?
 
-Ok, eso es nuevo… Pero yo lo veo muy real- Señaló al pequeñín.
 
-¡Eres malo! ¡Buaaaaaaaa! ¡Malo!
 
-¡¿Tú no sabes diferenciar?!
 
-Solo sé que está llorando y tú lo causaste. Tómalo o déjalo.
 
-¡Eres tan malo como mi papá! ¡Yo solo quiero divertirme como un niño y él me encierra en mi cuarto!
 
-Vamos, Sasuke no seas así con él…-Le susurró ya bastante afectado por los llantos del chiquillo.
 
-Bien… Ya niño, nos quedaremos, pero cállate, por Dios…-Replicó cansado, muy cansado. La verdad que mataría a su padre algún día por hacerle estas cosas. Inari ya no lloraba, pero no se clamaba y hacía aquellos respiros alterados. Naruto notó aquello y le hizo una seña a su amigo como para indicarle que abrazara al pequeñajo, no dando mucho resultado- ¿Qué?... No voy a abrazarlo…-Le repitió la seña, insistente- Ya dije que no… Y deja de verme como si fuera el malo aquí…-Le miró sarcásticamente- ¡No te pases de listo conmigo!
 
-…-
 
-…Eres toda una molestia a veces ¿Sabes?- Resignado por la sonrisa del oji azul, Sasuke cargó al niño en sus brazos, dándole unas palmaditas en la espalda y frotándola para calmarlo- Ya… ya… niño.
 
El oji cafe se aferró al abrazo del chico mayor, buscando la protección de un adulto- Mi padre no me quiere… yo pensaba que ustedes sí ¿Soy malo? ¿O es que no hago nada bien?
 
-…Oye Sasu ¿Él no te recuerda a alguien?
 
Sasuke mantuvo silencio, apenas procesó por su cabeza lo que dijo el pequeño solo pudo recordarse a él cuando niño…
 
Flash Back
 
-¡Padre!- El pequeño oji negro de 6 años llegaba a su casa sonriente y de la mano de su hermano mayor. Sorpresivamente y para disgusto del adulto al que llamaba, lo había abrazado, claro, donde la altura le permitía, llegándole a las rodillas.
 
-Agh… Sasuke ¿Qué quieres?
 
-¡Te hice esto! ¿Ves?- El chiquillo enseñó un dibujo que había hecho en la escuela, evidentemente era la familia de 4 personas, pero claro, no faltaba Sakura en el dibujo- ¿Te gusta? ¡Somos nosotros!
 
Fugaku miró el dibujo vagamente solo para decir un simple- Ajá… Sí. No deberías gastar tu tiempo haciendo estas cosas- Rápidamente le desvió la mirada al azabache menor y la dirigió a su hijo mayor- Itachi, hoy salimos. Tengo que enseñarte las reglas del trabajo ¿Está bien?
 
-Seguro- Dicho esto ambos se fueron retirando dejando al niño solo en la sala. Sakura se acercó al verlo, estaba sonriendo dulcemente como siempre.
 
-Sasuke, no te vi llegar ¿Qué tal te fue en la escuela?
 
-Me fue…Bien- La sirvienta notó el papel en su mano y lo miró curiosa.
 
-¿Qué es eso?
 
-¿Uh? ¡Nada! Solo… solo… una ridiculez. Nada más.
 
-Oh, está bien- La mujer se retiró nuevamente a la cocina- ¿No quieres que juguemos después de comer?
 
-No estaría mal- Antes de acercarse a ella miró su dibujo desilusionado. Lo arrugó sin más y lo tiró a la basura. Después de todo solo era una ridiculez en la que no debería gastar tiempo… ¿Cierto?
 
Fin de flash back
 
Como odiaba recordarlo… Lo peor es que el niño si se parecía mucho a él. No pudo evitar devolverle ese abrazo, ya estaba sensible con eso.
 
-Niño, tú no tienes la culpa de nada… Si tu padre no te valora puedes olvidarlo. Nosotros si te queremos.
 
Al pequeño se le iluminaron los ojos- ¿Enserio?
 
-Si no lo dijera no sería cierto. No miento en estos casos.
 
-Eres como el hermano que nunca tuve y siempre quise tener- Admitió Inari con brillitos kawaiis a su alrededor.
 
-En ese caso… Creo que puedo ser un buen hermano mayor.
 
Naruto por su parte estaba conmovido, en el sentido que se limpiaba una lágrima del ojo- Que conmovedor… ¿Por qué no traje mi cámara?
 
-¡¿QUÉ DIJISTE?!- Inmediatamente Sasuke dejó a Inari en el suelo mientras ya parecía que el fuego lo rodeaba de lo iracundo que se veía.
 
-Tú nunca me dejas hacer nada- Se quejó el rubio falsamente llorando.
 
(…)
 
Puta vida ¿Nunca les pasó que ceden a algo por la multitud que siempre está en tu contra? Bueno, pues al azabache lo habían obligado a subir a la montaña rusa junto a "los dos subnormales" y no se había soltado de su asiento desde haber subido. Por poco y le daba un jodido ataque cuando bajaban y eso ya lo había notado su amigo que le dio un ligero codazo.
 
-¡Sasu, tienes que levantar los brazos!
 
-¡NUNCA! ¡ESTO ES DEL DIABLO! ¡¿ME ESCUCHASTE?! ¡DEL DIABLO!
 
Por suerte eso solo duró unos segundos y los tres bajaron, como de costumbre recibiendo la foto que se suele tomar en las montañas rusas.
 
-Saaaasu ¿Tú no quieres la foto?- Su amigo le hizo ver la foto, los dos chicos estaban obvio sonriendo, a diferencia del azabache que tenía gesto serio y aburrido.
 
-…Toda tuya… Creo que yo no me siento bien.
 
El chiquitín castaño extendió los brazos esperando abrazarlo- ¿Qué pasa? ¿Quieres consuelo emocional? ¡Venga!
 
-¡No, niño! Augh…mierda-Se sujetó en una de las bancas de por ahí, Inari lo miraba curioso.
 
-¿Soy yo, o el señor Sasuke se pone verde?
 
-…Ay diablos- Naruto no esperó un segundo y le cubrió los ojos para que no viera a su amigo vomitar en un bote de basura, cortesía de tantas vueltas en la montaña rusa y su mal genio con eso.
 
-¡Hey! ¡¿Qué pasó con la luz?!
 
-Créeme niño, no quieres ver esto…
 
-¿Son dos personas besándose?
 
-..Ojalá.
 
Unos minutos después el pelinegro regresó sujetándose a sí mismo por el estómago.
 
-Yo no vuelvo… a subir… a esas cosas… Ugh.
 
-¿Ya quieres tu consuelo emocional?- Inari se le acercó de nuevo y lo terminó abrazando, pero el adolecente quiso quitárselo de encima, pues no quería terminar por botarle la comida de hoy, además de tener el humor bastante hecho mierda.
 
-No niño… No quiero vomitarte a ti también.
 
El pequeño miró a ambos como diciendo "¿Rlly?- ¿Esa era la cosa horrible que no querían que viera?...-Cuando soltó al chico, su amigo se fijó unos segundos en la gorra del mismo.
 
-¿Centípede?
 
-Me gusta el juego.
 
-¿Sabes? Sasuke y yo vamos a un arcade en el centro a veces. Podemos invitarte cuando quieras.
 
-¡YAY! ¡Eso suena genial!
 
Sasuke ya estaba echando humos de la ira-… ¿Por qué predije esto?- Antes de otra queja su amigo lo abrazó por el hombro sonriendo.
 
-Vamos Sasuke, no es tan malo. El dúo de amigos se volvió un trío ¿No es genial?
 
Al adolecente no le parecía nada agradable la idea de incluir a otra persona a sus planes y salidas ¿Por qué? Dejemos que sus pensamientos hablen por él: "¡Eso es exactamente lo que me jode, imbécil! ¡Se supone que solo éramos nosotros dos! ¡SOLO NOSOTROS! ¡SI NO ME GUSTARAS DEMASIADO TE MATARÍA!".
 
-…Seh, lo que tú digas.
 
(…)
 
-¿Podemos subir a la rueda de la fortuna? ¡Por favor, por favoooooooor!
 
-No creo que sea mala idea ¿Tú que dices Sasu?
 
-Número 1, deja de llamarme de esa forma. Número 2… ¿Es tan malo como la montaña rusa? Dime que no.
 
-Solo te suben a gran altura, te dan vueltas y ya.
 
-¡¿VUELTAS?! ¡¿ACABAS DE DECIR "GRANDES ALTURAS" Y "VUELTAS" EN LA MISMA ORACIÓN?! ¡A TOMAR POR SACO, YO ME LARGO!
 
-¡Nonononono! ¡No es lo que piensas! Son vueltas lentas… Lo juro.
 
El niño jaló de los brazos de ambos para llevarlos arrastrados a la fila- Vamos, o se hará larga.
 
-Bueno, bueno….
 
-¿Saben? Mi mamá dice que es tan alto que seguro puedo ver mi casa desde aquí.
 
-…Me estoy comenzando a arrepentir.
 
-Vamos, no es tan malo. A menos que sufras de acrofobia (Miedo a las alturas)
 
-….-
 
-… ¿Si la sufres?
 
Flash Back
 
-¡Oigan miren! ¡Es la mariquita llorona de la que nos contó Ino!- El chico castaño de 14 años empujó por el hombro al menor azabache de 12 años, este solo abrazó más sus libros, siguió su camino tratando de ignorarle y disimulando sus ganas de llorar.
 
-Déjenme en paz… Kiba, yo no te hice nada malo.
 
-¿No te advertimos ayer que pasaría si te aparecías por aquí?- Sasuke trató de ignorarlo una vez más, pero al voltear se encontró rodeado de sus demás amigos.
 
-… ¿Q-que quieren?
 
-Ayer te metimos en los casilleros ¿No? Fue muy divertido, pero nos gustaría hacer algo más divertido que eso…
 
El pequeño solo se quedó callado, en un ataque de desesperación intentó huir tirándoles los libros y empujándolos en lo que estaban distraídos para salir corriendo, pero uno de los del grupo fue más hábil y le hizo una zancadilla dejándolo aturdido en el suelo.
 
-¿Te crees inteligente, mocoso? ¡Chicos, atrápenlo!- Dos de ellos sujetaron al oji negro de los brazos- Es hora de que te demos una pequeña lección.
 
Un puñetazo en directo en la cara fue lo único que el menor sintió antes de desmayarse.
 
-…Donde… ¡WAAAAAAAH!- Sasuke gritó horrorizado al mirar abajo. Prácticamente estaba a no sabía cuanta altura y adivinen, ni un piso tenía. Se sentía sofocado en el pecho, estaba colgado desde un balcón de la escuela.
 
-¿Es linda la vista, emo?- Kiba se rio junto a sus amigos, empezando a amenazar con soltar al menor.
 
-¡Auxilio, auxilio!
 
-Ay, descuida mariquita, solo estamos jugando.
 
-¡Bájenme, bájenmeee!
 
-¿Qué tal si te damos una forma de bajar?...
 
El niño azabache seguía cerrando los ojos, no quería ver abajo, no quería tener más miedo. Sintió enseguida que estaba tocando el suelo y suspiró con alivio.
 
-Pero… ¡Vas a tener que bajar por ti mismo!- Sin que pudiera reaccionar, uno de los niños lo empujó al borde del balcón donde lo sostuvo de la camisa, justo en frente estaba el poste de la bandera, claro que sin ella, se las arregló con facilidad y pudo enganchar en ella su camisa dejando al pequeño oji negro casi como adorno reemplazante de bandera.
 
-¡Nononono! ¡Bájenme! ¡Bájenme! ¡Ayuda!
 
-¿Es linda la vista?
 
No fue hasta que el miedo pudo con él cuando miró hacia abajo desmayándose en el acto.
 
Fin de Flash back
 
-…Tal vez sí, tal vez no ¿Qué salga corriendo es una respuesta?
 
-No te irás, si lo intentas te regreso.
 
-¡Quiero ver que lo intentes!
 
-No me retes después de todas las veces que te tuve contra las cuerdas.
 
Sasuke solo mantuvo silencio, con una mueca de indiferencia, le enseñó irrespetuosamente el dedo a su amigo y salió corriendo a lo que le daban las piernas. Inari gritó casi lloriqueándole al mayor.
 
-¡Se escapa!
 
-¡No en mi turno, guarda mi lugar!- Segundo después, el pequeñín castaño miraba como sus amigos corrían del otro y solo pensó una sola cosa.
 
-Son como Tom y Jerry… Sin dudas se aman (Tom x Jerry forevah 7u7)
 
(…)
 
-¡RÍNDETE SASU, FUI MEDALLA DE ORO EN ATLETISMO! ¡PODRÍA CORRER UNA SEMANA SI QUISIERA!
 
-¡YO SOY MÁS AGIL QUE TÚ, A VER SI ME ALCANZAS!
 
Eso fue un largo, largo rato corriendo y corriendo lejos del otro. En cierto punto que el azabache ya se estaba literalmente muriendo de cansancio, así que ya se rindió y se quedó sentando bajo uno de los árboles respirando como si no lo hubiese hecho hace mucho.
 
-¡Te lo dije! ¡Te lo dije!
 
-Calla…te…
 
Su amigo se agachó a su altura sonriéndole. No burlonamente, solo estaba feliz de haberlo alcanzado. Este por su parte miró a otro lado haciéndose el ofendido.
 
-Oye… ¿Si sabes que hay un niño en una fila de la rueda de la fortuna que te quiere como hermano, cierto?
 
-Yo no le veo el remedio ¿Quién necesita un hermano mayor? Yo no.
 
-No le veo lo malo… No todos son como el tuyo.
 
Mantuvieron silencio, aun con esa cercanía al rubio, Sasuke no le prestaba atención. Estaba pensando en otra cosa…
 
-No… pero alguna vez pude pensar que sí.
 
Flash Back
 
-¡Hermano, hermano!- Se colgó al agarre del brazo del azabache mayor y este lo cargó en sus hombros en dirección a las escaleras. El menor había estado impaciente todo el día y lo demostraba sin dudas- ¿Ya me vas a dar mi regalo de cumpleaños 11? ¡Dijiste que lo harías! ¡Vamos, vamos! ¿Sí?
 
-Tranquilo , yo te lo prometí ¿Por qué no lo cumpliría?
 
-¡YAY!- Al llegar a la habitación dejó al azabache en el suelo, haciéndole entrar, luego pasó él.
 
La puerta se cerró con cerrojo ocultando la maliciosa sonrisa del mayor. Miró de reojo a su hermanito sentando en el borde de la cama manteniendo sus ojos cerrados con ambas manos, con una sonrisita feliz dibujada en el rostro.
 
-¡Ya estoy liiiiisto! ¡Sorpréndeme!
 
-Muy bien ¿Recuerdas lo que te dije cuando te conté sobre tu regalo?
 
-¡Sí! Dijiste que me haría ser mayor y me ayudaría a madurar ¡¿Qué es, qué es?!
 
-Un juego ¿Te gustan los juegos, no?
 
-¡Yo amo los juegos! ¿Qué clase de juego es?
 
Se sintió levantando por la cintura para sentarse sobre el regazo de su hermano mayor, la sonrisa se le esfumó cuando de un rápido desliz Itachi pudo quitarle la camisa y apresar sus muñecas con ambas manos acorralándolo en la cama y empezando a morder sin cuidado alguno su cuello.
 
-Un juego que solo los hermanos hacen…
 
-¿Q-qué?
 
-Tú solo mantén silencio, te gustará este juego…
 
-¡N-no, espera!- Forcejeó intentando liberar sus manos, pero le era imposible. No le gustaba para nada ese contacto, no le gustaba el ardor que le dejaban esas mordidas. No le agradaba… Tenía 11, pero no era estúpido. Él sabía perfectamente que quería conseguir su hermano… Eso no estaba bien.
 
-Vamos, cálmate ya.
 
-¡Esto no hacen los hermanos! ¡Itachi, no!- El mayor ya no soportaba los lloriqueos de su hermano, por lo que no tuvo otra opción que cubrírsela con algo o callarle. Solo encontró una manera. Besarlo. Invadir por completo la cavidad del menor con su lengua. Le causaba desagrado, asco, estaba lleno de pánico forzando para soltarse las muñecas. 
 
Al separar el beso se vio como Sasuke empezaba a sollozar bajamente. Tenía tanto miedo que no se atrevía a gritar por nada del mundo.
 
-Te callaste… ¿Sabes una cosa? Estoy seguro de que este "regalo" te servirá de algo en la vida…
 
-P-por favor no… Itachi, soy tu hermanito…
 
-Exactamente. Si eres menor que yo ¿Por qué no aprovechar eso?- Sonrió ampliamente viendo al azabache petrificado y horrorizado con esas palabras.
 
-P-pero…
 
(…)
 
Traumatizado, horrorizado. El menor tenía un libro azul pegado a su pecho en un abrazo lleno de terror. Cubierto hasta la cintura por las sábanas de su cama, estas manchadas con mínimas gotas de sangre y otras cosas, manchado, sentía agudo dolor en cada parte mordida y profanada de su cuerpo virginal…
 
-Y recuerda, niño… Si no quieres que sea más rudo contigo no le digas a mamá y papá ¿Quedó claro?
 
-E-ellos no te dejarían…
 
-¿Y? ¿Piensas que van a creerle a un mocoso como tú?- Sin más que decir azotó la puerta dejando al niño solo. Este miró por la ventana, podía ver a su novia en la puerta preguntando…Oh no ¡Lo había olvidado! La vio irse resignada… Perdió la oportunidad de enseñarle su refugio en el rosal.
 
Corrió aterrado al baño y se encerró en el mismo, se escondió detrás en la bañera donde empezó a escribir en su diario.
 
Esa noche había aprendido algo…
 
"No confíes en nadie"
 
Fin de Flash Back
 
Una lágrima solitaria se deslizó por la mejilla del azabache, detrás de esta muchas más empezaron a hacer su mismo recorrido hasta morir en el suelo. Intentó limpiarlas como pudo usando la manga de su suéter. Naruto no dejó pasar eso por alto.
 
-... ¿Te sientes bien?
 
-¿Tú cómo crees que estoy?...-Hundió su cabeza entre sus rodillas, no quería verle. Pero su amigo no se lo dejó pasar y lo abrazó protectoramente frotando su espalda para calmarlo. El menor reprimía su llanto, hipando y conteniendo sus lágrimas.
 
-Hey… Tranquilo… Puedes llorar si quieres. Todos lloramos…
 
-*Sight*… Dicen que solo los poco hombres lloran…
 
-Claro que no, todos lloramos alguna vez en nuestra vida. Es sano y no tiene por qué avergonzarte- Tal como esperaba, el azabache escondió su rostro en su pecho y lloró sin miedo mientras le consolaban con caricias entre las hebras de su cabello. Se logró calmar instantes después suspirando.
 
-¿Te sientes mejor?
 
-S-sí…-Agachó la mirada, no quería admitirlo pero si se sentía mejor incluso que cortándose- Yo… Gracias.
 
-Para eso estoy- Sonrió levantándolo en sus brazos. Sasuke no se quejó, solo volvió a esconder su rostro como antes dejando que su amigo lo llevara de nuevo a donde estaban unos instantes.
 
"Desearía quedarme así contigo toda mi vida…"
 
(…)
 
-¡Chicos! ¡Llegaron! ¡Casi subo sin ustedes!- Inari volteó topándose con el mayor de sus amigos cargando a su "hermano". Se quedó estupefacto y con ganas de gritar a lo fanboy mientras esperaba que Sasuke bajara-… ¿Seguros que no son novios?
 
-No… Naruto, ya bájame…-El rubio obedeció dejando en el suelo a su amigo. Había estado pensando mucho y la verdad, quería preguntarle algo importante al pequeño-… Oye, Inari…
 
-¿Sí?
 
-¿Cómo estás tan feliz siempre si tu padre te odia?
 
-No lo sé, supongo que si él no me quiere… ¡Puedo sacar provecho de eso! Hago lo que quiero, después de todo no le importa, y como no tengo hermanitos que supervisar o que me supervisen soy libre.
 
-¿Y tu madre?
 
- Ella trabaja, y me da permiso a casi todo.
 
-¿Pero no es triste saber que no te quiere? Lo escuché hablando con el mío… Dijo que eras un error.
 
El pequeñín solo bufó sin interés- No me importa. Si él no me valora, otras personas lo harán.
 
-¿No has pensado que quizá no encuentres a nadie?
 
-Siempre habrá alguien. Si no las hay, solo tienes que levantarte y si te caes levantarte de nuevo. Yo ya tengo personas que me apoyan ¡Por eso en la vida hay que sonreír! ¡Porque es lo que todo enemigo odia!
 
El rubio le dirigió a su amigo una mirada insinuante- Vaya, una vida no tan color de rosa y sigue con la frente en alto ¿Qué te parece?
 
-Cierra la boca…
 
-¡Ya nos toca!- Inari enseguida los arrastró a los asientos. Mientras el más menor y el mayor hablaban, el adolecente estaba en media terapia de respiros y pensamientos no tan gores para no alterarse.
 
-¿Sabes algo? Soy el record nacional en Centípede- Sonrió orgulloso el pequeño.
 
-¿Nacional?
 
-Significa que es el más alto del país, grandísimo imbécil- Se quejó Sasuke aun concentrado en no gritar o mirar abajo.
 
-Lo sé, solo quería confirmar.
 
-Mi record es de 5.098.373 puntos.
 
-¿Tanto? Yo en Pac-Man solo llegué a 4.728.743.
 
-¡Pues yo solo juego, no ando presumiendo! ¡¿Sabes?!
 
El oji cafe decidió ignorarle mirando abajo, ya estaban arriba de todo y estaba emocionado- ¡Miren! ¡Puedo ver mi casa desde aquí!
 
-Ajá…Sí- Volteó hallándose al peli negro cubriéndose los ojos y temblando como hoja en pleno huracán. Convencido, forzó para que se los descubriera y mirar el paisaje.
 
-¡Onii-chan, no verás nada con los ojos cerrados!
 
-¡ESA ES LA IDEA! ¡Estoy bien de esta manera!- Por desgracia, el chiquillo logró hacer que se descubriera, y una sola mirada rápida alrededor le bastó para chillar de miedo y abrazarse instintivamente a su amigo quien se iba asfixiando por ello- ¡COÑO MARICA NO JODA! ¡ESTAMOS MUY ALTO! ¡ME VOY A MORIR! ¡ME VOY A MORIR ESTRELLADO EN EL PISO!
 
-S-sasu… Me… Asfixias.
 
-¡YO TE DIJE QUE NO QUERÍA SUBIR, AHORA LIDIAS CON ESO!
 
-Pero me quiebras las costillas y…
 
-¡¿Y ESO QUÉ?! ¡CIERRA LA BOCA Y CONTÉN A TU AMIGO!
 
-¿Seguros de que no son novios?- Rio Inari.
 
-¡No, mocoso! ¡Eso es enfermizo!- Aunque no me lo crean (nah, si lo hacen) solo decía aquello por estar preso del terror.
 
-¿Y por qué lo sería?
 
-… ¡POR QUE SOMOS HOMBRES, GRANDISIMO IMBECIL!
 
-… ¿Y qué?
 
-¿Qué somos qué?- El pobre del rubio estaba medio sordo debido a los gritos que había pegado el azabache.
 
-Que si ambos son novios.
 
-… Ah, pues, no ¿Por?
 
-Es que siempre los veo tan unidos.
 
-Nah, solo somos muy buenos amigos.
 
Ahora podemos apreciar el cuadro donde al azabache se le rompe el corazón… y… ¡Ahí!
 
-Muy bien… ¡Jaja, veo mi escuela!
 
-Oh mundo… ¿Por qué yo? ¿Por qué no otro?-Se lamentó el menor.
 
-Agradece que vine- Se quejó el rubio a su lado.
 
-…Me pregunto si una caída desde esta altura bastará para matarme.
 
-Si bastará pero deberás librarte de mí.
 
-… Error, me pregunto si una caída desde esta altura bastará para matarte.
 
-Intenta lo que quieras, pero yo no me moveré.
 
-… ¿Seguros de que ustedes no son-?
 
-¡NO! ¡CÁLLATE NIÑO!
 
(…)
 
El azabache suspiró, después del juego había corrido al baño público para vomitar una vez más. Estaba seguro de que se deshidrataría en algún momento. Mojó su rostro con agua fría esperando que eso le ayudara a calmarse. Pero al salir del bañó escuchó dos voces que perfectamente reconocía.
 
-¡Vaya, chicas! ¡Miren nada más!
 
-…Ay, dime que no es verdad.
 
-¡Es el emo!
 
El pobre se dio la vuelta, comprobando que atrás se encontraban Ino y su amiga-… Puto universo ¿Por qué?
 
-Dios santo- La rubia lo recorrió con la mirada de forma denigrante- ¿Qué haces en público?
 
Sasuke decidió guardarse todo el odio para no matarla- Vine con el hijo del mayordomo…
 
-¿Solo con él?
 
-…Sí, solo con él.
 
-Creí haberte dejado claro lo lejos que te quería.
 
-Es un país libre, bitch.
 
Para su mala suerte, de todo el maldito universo. Llegó Inari.
 
-¡Señor Sasuke! ¡Ya vamos a comer!
 
-Sí, perfecto. Vámonos niño. Se te contagiará la estupidez.
 
-¿Y él?- Ino señaló al niño con una sonrisa de diva.
 
-Queti.
 
-¿Quiénes son ellas, señor Sasuke?
 
-Nadie, unas perras que tengo de compañeras.
 
-… ¿Perras?
 
Y para la ultra desgracia del adolecente, había llegado detrás de Inari, el rubio- ¡Sasuke, ese lenguaje!
 
-¡AL CARAJO!- Exclamó harto.
 
-¿Solo? ¿Solo con un niño?- Ella miró de arriba abajo al rubio- Nada mal…
 
Naruto levantó una ceja confundido, pero una sola mirada a la situación era lo que decía todo.
 
-Ah… Tú eres la zo- la que molesta a Sasuke.
 
-No se le llama molestar, cariño. Es mantener a la gente en su lugar.
 
-¿Sabes? No me molestaría golpearte- En ese instante lo detuvo su amigo. Inari estaba entre medio con los brazos extendidos.
 
-¡La violencia provoca más violencia!- Como siempre, el peli negro le llevó la contraria.
 
-A mí no me molestaría con tal de que se le quite la cara de prostiputa.
 
-Jah, me gustaría ver si tienes valor, emo. Me sorprende que no te hayas colgado hace mucho- Rio junto a sus amigas ya empezando a hacer dudar al menor de los Uchiha si podía cometer el crimen del homicidio.
 
-… ¿Saben? Larguémonos. Ya empezó a apestar a prostíbulo en este lugar.
 
Se alejaron rápidamente de las chicas, Ino mantenía una mirada pensativa sobre el chico rubio, sonrió a sus amigas con algo de maldad y todas se retiraron lejos. Los chicos por su parte ya estaban hablando de otra cosa, excepto el azabache que seguía distante por lo ocurrido.
 
Flash Back
 
-¡Querido ya llegaste!- La niña de 14 años, rubia, corrió desde el pórtico de su puerta directo a abrazar al azabache. Cabe a decir, un poco más bajo que ella. Lo tomó de la mano y directamente caminó dentro de la casa.
 
-Hola Ino ¿Qué tal estás?
 
-Muy bien ahora que llegaste.
 
-Tú me llamaste en realidad- Rio bajamente el menor siguiendo a la chica por las escaleras.
 
-¡Oh cierto! Es porque quiero intentar contigo algo nuevo.
 
-¿Intentar algo?- Sasuke parpadeó algo confundido mientras ella le hacía pasar a su cuarto ¿Dónde estaban sus padres?
 
-Ajam, las chicas han estado hablando mucho de eso. Me gustaría que seas el primero con el que lo haga- Canturreó coquetamente cerrando con cerrojo la puerta, al caminar directo hacia su novio, este retrocedió unos pasos solo para que ella lo empujara sobre la cama y se posicionara sobre él.
 
-I-ino… dime que no estás hablando de eso.
 
-¿Qué pasa amor? ¿Tienes miedo?
 
¿Miedo? ¿Rlly? Por si ella no sabía, tenía traumas con respecto a eso, cortesía de su hermano. Nerviosamente intentó apartarla por los hombros pero ella no quería ceder.
 
-Ino, tienes 14 años…
 
-¡Ya estoy bastante grandecita! No seas aguafiestas, Sasuke.
 
-¡Ino! ¡No tenemos edad para estas cosas! ¡Tengo 12 años!
 
-¿Y? ¿No te gustaría? Maduraremos muy rápido- Intentó besarlo, pero él no le dejó.
 
-No. Madurar es mucho más que hacer cosas de adultos. Si quieres llegar a ese paso deberías esperar un tiempo, no es seguro…
 
-¡Oh vamos! ¿Vas a decirme que no deseas nada de esto?- Atrevidamente logró quitarse su camisa, obvio que tenía ropa interior, pero ni con eso lograba que Sasuke siquiera la mirara, frunció el ceño y la cubrió con la misma prenda, mientras, se iba liberando de su agarre.
 
-Ino… No necesitas hacer esto para ser mejor entre tus amigas.
 
-¡¿QUERRÍAS POR UNA VEZ EN TU VIDA DEJAR DE SER TAN ABURRIDO?!
 
-… Ino, cálmate.
 
-¡NO ME DIGAS QUE ME CALME! ¡¿ACASO NO TE PAREZCO ATRACTIVA?!
 
Le hizo mirarla, un simple recorrido entre el cuerpo de la misma no parecía interesarle.
 
-… ¡CONTÉSTAME!
 
-No… ¿Sabes algo? Creo que deberíamos ver a otras personas- El menor se levantó empezando a caminar directo a la puerta.
 
-¡¿Estás terminando conmigo?!
 
-Exacto. Si no piensas respetar mi opinión o madurar… ¡Oh! ¡Y si crees que soy aburrido! Por mí te puedes buscar a cualquier otro chico mejor, pero yo no soy el que buscas.
 
-No puede ser… ¡ERES UN MARICA! ¡LO SABÍA! ¡A MÍ NADIE SE ME RESISTE!
 
-Lástima. Y el hecho de que yo si lo haga no implica que no me gusten las niñas- Ella gruñó al verlo bajar por las escaleras. Eso no se iba a quedar de esa manera.
 
-¡SI LO ERES! ¡ERES UN DESVIADO!
 
-No soy… un desviado.
 
-¡Si! ¡¿Qué clase de chico se niega a esto?!
 
-¡YO! ¡YO QUE SOY MÁS MADURO QUE TÚ!
 
-Maduro… ¿Eh? Muy bien, señor maduro. Veamos qué tan listo eres después de esto ¡Lo vas a lamentar! ¡¿Oíste?! ¡Voy a asegurarme de que todos en la escuela sepan que eres un asqueroso homosexual! ¡YA LO VERÁS!
 
-Lo que tú digas Ino… Lo que tú digas.
 
-Jah… ¿Alguna vez siquiera te gustó una niña?- Sonrió viendo como él se detenía para mirar atrás, sin expresión.
 
-No… Eso es porque la persona indicada no llega aun.
 
-Eres un completo imbécil…
 
-Como tú digas- Al salir por la puerta la miró una última vez- Por cierto Ino…
 
-¿Qué?
 
-… Estás bastante plana aun. No sé cómo pretendías atraerme- Con eso dicho, se retiró escuchando los gritos de la adolecente.
 
-¡ME LAS VAS A PAGAR, SASUKE! ¡VAS A LAMENTAR EL DÍA EN QUE RECHAZASTE A INO! ¡LO LAMENTARÁS!
 
Aunque al final, resultó que el chico tenía la decisión correcta, pero… Ino no se equivocaba en algo ¿Alguna vez ella u otra niña llegó a gustarle?
 
"Todas las mujeres son iguales…"
 
Fin de Flash Back
 
-¿Qué van a pedir ustedes?
 
-¡Nachos!- Exclamó el niño.
 
-Lo que sea…
 
-Oiga señor Sasuke…
 
-¿Mh?
 
-¿Qué significa puta?- Miró como este dejaba caer su cabeza en la mesa y empezaba a golpearle con ella-… ¿Señor?
 
-¿Ves lo que ganas por hablar de tu ex frente al niño?- Le regañó Naruto ya bastante acostumbrado a que el oji negro hiciera esa clase de cosas.
 
-Cállate, que con el título de "ex novia" ya siento vergüenza de haber salido con ella.
 
-¿Y qué significa?- Les insistió Inari.
 
-Es un insulto y nunca en tu vida debes volver a decirlo ¿Ok?
 
-¡Si señor Naruto!
 
-La debería haber mandado a la mierda desde el primer minuto…
 
-¡ESE LENGUAJE!
 
El menor de todos se tapó los oídos simplemente- Mejor me prevengo.
 
-Agh… Mejor voy a caminar. Necesito calmarme- Dijo perdiéndose de la vista de sus amigos.
 
Inari miró de forma pícara a Naruto apenas Sasuke se fue- Lo he notado…
 
-¿Qué cosa?
 
-Ustedes… Él te gusta ¿Verdad?
 
-¿Qué? Nah, estás loco.
 
-¿Ah no? Eres cariñoso con él, te gusta tenerle cercanía, demasiada como para solo desear ser su amigo. Esos elogios de "tierno" etc, son por algo. Te gusta… Además eres bisexual.
 
-Creo que imaginas demasiado, pequeño.
 
-Descuida, tú le gustas. Pero si quieres guardo tu secreto.
 
-¿Ok? Supongo que solo voy a seguirte el juego…
 
(…)
 
Mantenía su mirada baja, no era lo suficientemente masoquista como para sufrir mirando a las familias unidas divirtiéndose juntas en las atracciones. Seh, por algo detestaba tanto ir a sitios como este. Suspiró mirando al cielo por unos segundos, lo tomarían de loco si lo encontraran hablando solo, pero ni que tuviera esquizofrenia.
 
-¿Qué te hice?... ¿Qué te hice para que seas así conmigo?- Pateó una piedra en el camino sin dejar de ver al frente, no tenía amigos imaginarios ni nada, solo estaba hablándole a alguien que ya todos sabemos quién es. Aunque por su parte, sabe que Dios no le respondería nada, al menos no directamente- Siempre te recé, soy bueno en la escuela, no he agredido a nadie, y ahora me das esto… ¡¿No puedo tener aunque sea unos minutos de felicidad?! ¡DAME UNA JODIDA SEÑAL AUNQUE SEA!
 
Interrumpiendo su "charla" escuchó algunas voces reconocidas. Al mirar al frente comprobó que era Kiba, solo que estaba en ese juego en el que tiras una pelota al blanco y el tipo cae al agua. Y en ese caso, Kiba era el tipo.
 
Frunció el ceño con un tic ya en uno de sus ojos- ¿Enserio?... ¿Esto es a lo que le llamas señal?- Se acercó entre la multitud de gente por curiosidad. Un niño pequeño estaba por lanzar, era su turno.
 
-Vaya, si es el pequeño Tomy ¿Ya decidiste con cuales de tus padres divorciados vivir?
 
El pequeñín gruñó por lo bajo y lanzó la pelota, pero sin dar en el blanco. Al parecer Kiba conocía a la mayoría de esas personas y usaba lo que les dolía para enfadarlos… Semejante hijo de puta, ya estaba pensando el azabache.
 
Seguidamente siguió una anciana y más tarde una niña. A ellas les dijeron "La vieja señora Green ¿Sus hijos ya la visitan? ¿O sigue sola la vieja viuda?" "Lucy Sánchez ¿Tu padre ya te compró el perrito que tanto querías?" Ninguna de esas personas pudo atinar y la ira ya estaba poniendo de los nervios a Sasuke. Decidido se acercó al que daba los turnos y dijo.
 
-Oye, tú ¿Cuánto por un tiro?
 
-Son 30 dólares.
 
-¡¿TREINT-?!... Olvídelo, vale la pena…-Le dio el dinero de un empujón y se acercó.
 
-¡No puede ser! ¡Es el emo que se vende en la esquina! ¿Ya dejaste de lloriquearle a tu mami, Sasuke?
 
-… ¿A qué temperatura está el agua?
 
El hombre alzó sus hombros- ¿Metiste una mano en la hielera? Bueno, es el doble de fría.
 
-Perfecto…-Sonrió con malicia regresando al otro chico- ¡Kiba! ¡Tú serás el que lloriquee después de esto!- Sin esperar más lanzó con toda la ira del mundo la pelota, sin creérselo ni él, había dado en el blanco haciendo caer a su némesis en el agua helada.
 
-¡AAAAAAH! ¡ESTÁ HELADA! ¡ME VA A DAR PULMNÍA! ¡SÁQUENME DE AQUÍ!
 
-¡VENGANZA, HIJO DE PERRA! ¡VEN-GAN-ZA!- Sin más que retrucarle, se fue caminando de ahí hasta llegar a la mesa con los chicos.
 
-¡Señor Sasuke!- Inari se acercó al adolecente- ¿Qué tal le fue?
 
-Me fue bastante bien, niño.
 
-¡YIPIE!- Este lo abrazó demasiado fuerte en el estómago, para su mala suerte, Sasuke todavía no se había recuperado por lo de las vueltas. 
 
-…Ugh.
 
(…)
 
-¿Cómo diablos puedes comer después de que yo haya expulsado mi almuerzo?- Preguntó consternado y asqueado, el adolecente mientras miraba al castaño comer como si nada después de verlo vomitar por quita vez en uno de los botes de basura.
 
Inari lo miró con una cara burlona y dijo cual sabelotodo- Yo no le tengo miedo a las alturas, no me mareo, no me pongo nervioso, verte vomitar no es la cosa más asquerosa que he visto, y tu situación es muy entendible debido a tus nervios de tener a tu novio cerca
 
Inesperadamente, pero sin asustar ni un poco al chiquillo, Sasuke golpeó la mesa con ambos puños, listo para lanzarse sobre el niño y matarlo- ¡ESO ES TODO! ¡TE HARÉ PEDAZOS!
 
-Oh, vamos Sasu. Inari solo está jugando ¿Cierto?
 
-Nah- Levantó una ceja el pequeño.
 
-¿Lo ves…? A ver ¿Cómo?
 
-¡Es un chiste!
 
El crujir del plástico del vaso los alarmó. Evidentemente, el azabache había estrujado el suyo con tanta fuerza que se había aplastado y dejaba salir y chorrear todo el jugo de la bebida. Naruto se levantó algo asustado comenzando a alejarse.
 
-Yo voy a traer otro vaso… permiso.
 
Apenas se fue, Inari encaró al adolecente con una maliciosa y burlona mirada.
 
-Los he visto… Cuando te habla te pones nervioso, lo abrazas buscando que te proteja, cuando te sujeta te sonrojas, te da pena cuando habla tierno de ti y contigo… Él te gusta ¿Me equivoco?
 
-¡¿Cuándo vas a entend-?!
 
-Descuida- Bebió de su vaso tranquilamente, a contraste del mayor que estaba echando humos de la rabia- A él también le gustas. Pero si te apena, guardo tu secreto. Soy una tumba.
 
-Seh...-Rio disimuladamente con él "Tú también le gustas" Era tan imposible para él que le daba risa- Lo que tú digas niño.
 
-¿Lo ves? Disimulaste reírte.
 
-¡AL CARAJO CONTIGO! ¡Él no me gusta! ¡Eso es inmoral!
 
-¿Por qué lo sería? ¿Porque ambos son chicos? ¿Eso que tiene de malo? El amor no tiene edad, género, color, ni forma.
 
El azabache suspiró sin resignarse, era algo cruel decirle cosas así a un niño, pero tenía que ser realista y hacerle entender.
 
-Mira… Hay cosas de esta sociedad que tú no entenderías.
 
-¿Específicamente que cosas debo entender?
 
-¿Tú sabes exactamente como tratan a "esas" personas?
 
-… ¿Los que gustan de personas de su mismo sexo?
 
-Exacto.
 
-Pues… No sé. Mi mamá dice que se mudan lejos. Por eso no he visto.
 
-Como le mienten a los niños ahora… ¡Yo te diré que es lo que pasa! ¡Rechazo, desprecio, burlas, represión, hasta las agresiones y la muerte! ¡¿Crees que eso es lindo?!
 
-…Supongo que no… ¿Pero él te gusta o no?
 
-¡¿ERES TERCO?! ¡¿ESTÁS ESCUCHANDO LO QUE DIGO?!
 
-Mi papá habla mucho de sus patrones con mamá. Dice que tú ya eres despreciado, burlado, agredido, reprendido, incluso acusado de homosexual y no sé qué más… ¿Qué puedes perder?
 
-…No... No es por mí. Es por él. Lo quiero demasiado como para permitir que sufra lo mismo que yo. No quiero que sepa lo que se siente… Tiene una buena vida ¿Por qué arruinársela?
 
-… ¡ADMITISTE QUE TE GUSTA!
 
-¡MALDITA SEA!
 
-Vamos, se ve que le gustas sin importarle el linaje de la gente.
 
-¡Jah! ¿Yo, gustarle a él? ¡Que gracioso! No sé si lo notaste, pero soy uno de los blancos perfectos para burlas en mi colegio. No tengo cosas buenas, soy amargado, depresivo, odio a todos, me gusta golpear a la gente, me cierro, no puedo ser amable. Él en cambio es uno de los chicos más populares de su universidad ¡Míralo! Es guapo, es lindo, es amable, dulce, gentil, extrovertido, carismático, le cae bien a la gente. Tiene miles de candidatas que darían lo que fuera por estar con él, todas y cada una de ellas más hermosas que la anterior. Los chicos como él buscan a una mujer dulce y acaramelada con curvas lindas y melones en el pecho cual modelo de revista ¡¿Qué podría verle a un adolecente simple entre tantas de pretendientes mucho más lindas y llamativas?! ¡NADA! –Exclamó todo eso tan furioso y adolorido que se le dio la necesidad de aplastarle el vaso a Vincent.
 
-¡Mi vaso!
 
En eso, el rubio estaba regresando- Holis, ya traje el vaso de…-Miró el nuevo vaso roto y solo se dio la media vuelta- Voy a buscar otro.
 
Al verlo irse, Inari miró a Sasuke con cara de "¿Rlly?"
 
-¿Por qué?...
 
-Necesitaba desquitarme.
 
-Bueno, pero no te desquites con mi bebida.
 
-¡Me desquito con tu cara si quiero!
 
-Muy bien- Como por arte de magia, la pokemon, Inari sacó una libretita donde empezó a anotar algo- Eres agresivo.
 
-¿Qué haces?
 
-Preguntaste que te podría ver entre tantas mujeres, así que voy a sacar la conclusión-Hizo una pausa antes de empezar a leer- Eres tímido, a todos los chicos les agrada eso, eres alguien comprensible, según el eres tierno y lindo, y conociéndolo bien, le agradan los desafíos, y tu amigo mío, no eres el caso más fácil de todos.
 
-Estás suponiendo.
 
-Díselo a él que allá viene- Señaló atrás donde venía el rubio, este dejó el vaso en la mesa y se sentó de nuevo.
 
-Buenas. Me tardé pero aquí está tu jugo.
 
Inari sonrió de forma malvada y apenas sostuvo un poco el vaso, lo dejó caer en su asiento.
 
-¡Oh que torpe soy, iré a buscar otro vaso! ¡Siéntate con Sasuke, no hay otros asientos limpios!
 
Sasuke simplemente gruñó de ira viendo al niño marchar.
 
(…)
 
Ya los tres estaban regresando a la casa. Inari en sus últimas horas en la feria había conseguido ganar los suficientes boletos. O sea… Era bastante bueno con los juegos.
 
-¿Saben algo? Creo que los veré muy seguido, es una ventaja de ser el hijo del mayordomo ¿Qué les parece?- El menor de ellos sonrió inocente, sabiendo que estaba fastidiando a su supuesto hermano.
 
-Vaya, vaya. Un llanero solitario que se encontró un amigo, ahora son un trío. Tres amigos contra el mundo- Opinó animado el rubio, a lo que el oji negro no dudó en romperle la burbuja.
 
-¿Estaría mal que el llanero mate a sus compañeros? Digo… Solo para aclarar…
 
-¡¿Estás loco?! ¡Claro que estaría mal!
 
-Yo solo decía… Para que se cuiden nomás.
 
-¿Siempre es así?- Dudó el castaño riéndose.
 
-Solo de lunes a domingo.
 
-¡Ja!
 
Los minutos pasaron y ya habían llegado a la casa del adolecente. Mikoto justamente estaba pasando por la sala y fue a saludarlos.
 
-¡Sasuke, ya llegaste!
 
-Hola ma.
 
-Vaya, este chiquillo debe ser Inari ¿Verdad?
 
-¡Si! ¡Hola, Madame!
 
-Ow, que cosita tan linda… Oh, hola Naruto.
 
-Buenas, Mikoto.
 
-Que bien que llegas, hijo. Tu padre y yo nos iremos a una reunión- Dijo arreglando sus aretes mientras su hijo se alteraba.
 
-¡¿De nuevo?! ¡Mamá!
 
-Ya cariño. Tu hermano se quedará para cuidarte.
 
-¡Pero mamá…!
 
-¡Ay, mira! ¡Todavía no me arreglo!- Entonces ella se fue dejando solos a los chicos.
 
-... ¡NO PUEDE SER! ¡SIEMPRE LA MISMA MIERDA!
 
-Sasuke, el lenguaje.
 
-¡ME VALE TRES MADRES EL LENGUAJE! ¡ESTOY MOLESTO! ¡POR MÍ, EL PUTO DE MI HERMANO PODRÍA CAERSE DE MI VENTANA! ¡ME VALE VERGA!
 
-Ya, recuerda que nos quedaremos a dormir. Y que mañana iremos juntos al arcade.
 
-¡Yey!- Gritó el niño.
 
-Cierto… Pero que el chamaco duerma solo.
 
-¿Qué? Yo quería dormir con Naruto.
 
-Lástima, lo haré yo.
 
-…Después dices que no-
 
-Muy bien, ya vámonos- Se apresuró a callarlo mientras le daba unos empujones para que subiera las escaleras. Naruto simplemente rio por lo bajo, su amigo jamás querría admitir su cariño.
 
Pero sin embargo, en los pasillos, a medio camino, Sasuke frunció el ceño. Su hermano estaba ahí.
 
-Vaya. Miren quien está aquí. Mi hermanito… ¿Se divirtieron en la feria?
 
El rubio por su parte se acercó más a su amigo, quien ya estaba echando humos de la furia- Sí, gracias por preguntar…
 
Itachi apartó su mirada directo al niño y soltó una risa- ¿Ese es el hijo de Kaiza? Que tierno es… Me recuerda a ti, hermano.
 
Inari parpadeó confundido, pero el azabache no era estúpido como para no darse cuenta de la maldad en sus palabras.
 
-…Más te vale que no te le acerques.
 
-¿Disculpa? ¿Por qué me dices esas cosas, hermanito?
 
-Tú sabes bien de lo que hablo… Vámonos chicos.
 
Caminaron hasta el cuarto del azabache, el mismo lo cerró con seguro y se dejó caer en la cama maldiciendo al bastardo que tenía por hermano.
 
-Al fin…
 
-¿Por qué cerraste?- Preguntó el oji cafe.
 
Sasuke gruñó sin ganas de contestar, la aparición de su hermano le había enfadado- Por nada… ¿Invitarás a tu novia mañana en el arcade?
 
-¡No tengo novia! ¡Naruto si es tu novio!
 
-Ya, parecen perro y gato- Rodó los ojos el mayor, que ya estaba algo harto de que ellos dos discutieran por todo.
 
-Más te vale que yo no sea el perro o mueres- Se quejó su amigo.
 
-Yo poseo afiladas garras para cortarte- Jugueteó Inari entusiasmado por el juego.
 
-Yo tengo algo mejor que garras en este cuarto.
 
-No en realidad, vendí todas tus cosas. Las tomé mientras no mirabas- Dijo triunfador dejando unos billetes en la mesita de noche de su amigo, este no reaccionó hasta segundos después.
 
-Ajá… ¡¿QUÉ?! ¡¿QUE HICISTE QUÉ?!
 
-Lo siento, no me podía arriesgar…
 
-¡Las quería usar como defensa personal!
 
-¿Defensa personal o lastimarte a ti mismo?
 
-¡OYE!
 
-Oigan… no entiendo nada- Inari se vio callado por el rubio quien le puso sus audífonos y la música a todo volumen, el menor bufó y ya no dijo nada.
 
-Mira… No me puedo arriesgar a que te cortes otra vez, apenas te recuperas de tus cicatrices, y algunas ni siquiera sanaron.
 
-Oye, no soy idiota. Te prometí que no lo haría más, además… ya te dije por qué lo hice.
 
-Lo sé, pero no sé cuándo pueda pasar que tu hermano te haga algo o te molesten en la escuela y te des por cortarte. No quiero que lo hagas si tienes los videojuegos.
 
-…Naruto, acepto que me quieras ayudar, pero los videojuegos son algo que… ¿Cómo te lo digo? No me interesan, no me motivan y me aburren. Yo olvido mis tristezas de otra manera ahora, y no, no son los cortes ni nada de eso.
 
-¿Entonces qué?
 
El menor mantuvo silencio, se dio cuenta de la metida de pata que había hecho y ni loco diría "Soy feliz porque te tengo conmigo" o sea, no, quedaría muy gay.
 
-Nada.
 
-¿Seguro?
 
-Sí… nada.
 
Inari los vio callar y supuso que la conversación había dado por terminado, bufó. Se estaba muriendo de hambre.
 
-Oigan, tengo hambre, voy a bajar a buscar algo.
 
-¡APAPAPAPAP! No vas a ningún lado- Lo detuvo Sasuke sin dejar que bajara de la cama.
 
-¡Pero tengo hambre!
 
-¡Y yo no quiero que te conviertas en mí, con Itachi allá abajo! Mejor voy yo.
 
-Ni lo pienses, vas a estar descubierto- Negó su amigo.
 
-Mejor yo que esta criaturita que merece ser feliz.
 
-No te hagas el dramático, iré yo.
 
-Pero… ¿Y si Itachi te hace algo?
 
-Vamos, soy de su edad, no podría- No dijo más al azabache y se fue por la puerta.
 
(…)
 
La noche se avecinó con rapidez, entre todos ellos, Inari había caído dormido como tronco y no parecía querer despertarse. Ambos chicos aprovecharon la ausencia de consciencia del niño para hablar tranquilos y sin las interrupciones del mismo. Le miraron dormir, el azabache no pudo evitar suspirar ya cansado.
 
-Ojalá las personas tuvieran la mente de un niño ¿No crees? Sería todo mejor.
 
-Mh… Bueno, ya sabes que no todo lo que se quiere se puede, solo tenemos que hacerlo por nuestra cuenta y esperar que los otros sigan los pasos.
 
-Dudo que la gente quiera terminar algo que yo empiezo.
 
-Deberías dejar de decir esas cosas.
 
-Soy honesto…
 
-…Oye No respondas si no quieres, pero… ¿Por qué no les dijiste a tus padres lo que pasó con tu hermano? Sé que te amenazó pero… Estaría preso si hubieras dicho algo.
 
Sasuke bufó y apartó su mirada, se arrepentía de haber sido tan tarado, pero era solo un niño y creía todo lo que le dijeran.
 
-Era un niño… Pensé que no me creerían y entonces él seguiría de peor manera. No dije nada porque estaba asustado.
 
-Bueno…ya no debes tener miedo, estoy aquí contigo- Sonrió abrazándolo- Además, confías en mí ¿No?
 
-¿Te soy honesto? Al principio de conocerte no lo hice. Eras un extraño más. Pensé que pronto te darías cuenta de tu error y me dejarías.
 
-No pienses eso, yo si te considero.
 
-Lo sé, pero… Quien sabe cuándo te hartes de mí.
 
-Jamás lo haría.
 
-¿Lo juras?
 
-Claro que sí…
 
-Gracias… por todo…
 
La noche transcurrió, ambos se quedaron en la misma cama, debido a que el niño estaba extendido cual estrella de mar y no dejaba espacio en su cama. Se quedaron dormidos unos segundos después. Naruto estaba bastante tranquilo, pero su amigo al contrario, estaba siendo invadido por recuerdos mientras soñaba.
 
Flash Back
 
El timbre para el recreo había sonado, todos empezaron a salir de los salones a prisas, él no, esperó a que todos se fueran. Caminó con la cabeza gacha oculta gracias a la capucha de su abrigo. Hoy no estaba con ánimos de nada. Abrió su casillero, esperaba una broma, como una rata adentro o lo que sea, pero solo había una carta.
 
-¿Uh?...-Miró a todos en el pasillo, ninguno parecía mirarlo como para ver reaccionar, cuidadosamente leyó el papel que había adentro, sin sorprenderse mucho por lo que decía "Suicídate de una vez, emo cutter" Las risas maliciosas detrás de él se pudieron escuchar con un poco de silencio. No fue capaz de mirarlos a la cara. Cerró el casillero y se alejó a paso rápido de ahí.
 
Hoy se quedaría un rato en el baño llorando…
 
(…)
 
-¿Debería?- Sasuke aun no podía decidirse. Después de harta investigación sobre el tema de los cortes, había estado dudando de hacerlo o no. "El dolor se va" decían ¿Cómo era posible que el dolor se fuera con más dolor? Quién sabe…
 
Había cerrado la puerta sin seguro hace un rato, se había dejado las mangas de su suéter arremangado y sujetaba con su mano temblorosa, el frío metal contra su piel.
 
Sabía qué hacer eso estaba mal. Iba en contra de muchas cosas… Pero si eso alivianaba su dolor, lo haría sin dudar.
 
Decididamente deslizó con suma rapidez la navaja haciendo el primer corte. Ante eso chilló y la dejó caer mientras se abrazaba el brazo ¿Qué estaba haciendo? Eso no le ayudaba en nada pero… Ese dolor físico de alguna manera lo distrajo por escasos segundos del dolor emocional… Se sintió… Bien.
 
Dudoso, levantó aquella filosa arma y la miró escasos segundos antes de hacer otro corte más profundo que el anterior. Vio gotas de sangre caer… ¿Dónde estaba el dolor emocional si tan concentrado estaba en el físico? Una sonrisa casi de loco se dibujó por sus labios.
 
Pensó cerrando los ojos, recordó cosas que le dolían. Pensó en su hermano, pensó en Ino, en sus supuestos amigos… Pensó en esas crueles palabras.
 
-Ya… no quiero… ¡Ya no quiero sufrir!
 
Entre gritos e insultos, los cortes se iban multiplicando, desde arriba abajo, por brazos y hombros. A veces la rabia le consumía y hacía uno que otro tajo en su cintura o cadera. La sangre no parecía querer dejar de fluir.
 
Sus risas se apagaron de a poco, empezaba a sentirse mareado, se sostuvo de su cama, no quería parar aun… Pero un mal movimiento fue en su contra y esta vez del nuevo corte la sangre empezó a salir a borbotones, no a gotas minúsculas… El dolor fue más intenso haciendo que gritara. Cayó desmayado en ese segundo.
 
(…)
 
Se insultó a sí mismo. El blanco dominaba todo el cuarto del hospital. En camilla, vendado por todas partes, deprimido, arrepentido… La idea de cortarse había resultado tentadora antes de hacerlo y acabar en el hospital. Su madre llorando el primer día, su padre regañándolo… Que idiota había sido.
 
Para su alivio eso no duraría mucho. Además estaba calmado en ese lugar, no había chicos que lo molestaran.
 
En esos momentos estaba dormido, o al menos eso intentaba, sus padres estaban a su lado creyendo al menor dormido pacíficamente.
 
-Mi pobre bebé…-Se lamentó la mujer recibiendo de su marido una mirada fastidiada.
 
-Mikoto. No sé porque dices eso.
 
-¿Eh? ¡¿No has visto el estado de tu hijo?!
 
-Sabía que esto pasaría ¿Sabes?
 
Sasuke no quiso abrir los ojos. Las discusiones de sus padres eran algo molestas, pero tenía demasiadas ganas de dormir como para abrir los ojos.
 
-No digas eso.
 
-Este niño es un fracaso, Mikoto, afróntalo… Debiste abortar cuando pudiste.
 
-¡Fugaku! ¡No digas esas cosas sobre tu hijo!
 
-Te dejé en claro que no quería tener más hijos. Sabes que no cambiaré de opinión con respecto al asunto, este niño es un error, ojalá este accidente lo hubiera matado.
 
Minutos después se retiraron, debían llenar unos papeles.
 
El joven de 12 años se reincorporó en su cama. No podía respirar… le dolía el pecho. Sin darse cuenta, lágrimas empezaron a caer desde sus ojos negros. Se abrazó a sí mismo en pleno llanto ¿Cómo podía ser? Su padre lo detestaba, lo marcaba como error. Le había… le había deseado la muerte, su propio padre ¿Qué había hecho mal? Se sentía horrible, no quería sentir, quería morirse si era lo que tanto le deseaban, no quería existir. Eso había sido la gota que rebalsó el vaso… sus compañeros, su ex novia, su hermano, su padre, su familia… Todos le habían apuñalado por la espalda.
 
-Por qué… ¿Por qué no simplemente me matan? Ojalá yo no hubiera nacido…- Hipaba entre sus lágrimas con el corazón lleno de dolor. Algo Se rompió en él ese día… Su confianza y su autoestima.
 
La depresión llegó rápido. No deseaba estar vivo, quería morir. Su decisión fue tan firme que se propuso a eso. Las enfermeras ya se preocupaban, él no comía, no bebía, no hablaba, se estaba poniendo más pálido, se marcaban sus ojeras por falta de sueño y perdía su esencia de vivo, parecía un no muerto, a veces lo encontraban aguantando la respiración pero fallando en su intento de ahogarse, lo peor era cuando prefería intentar el morir deshidratado y no bebía nada o vomitaba constantemente. Esto estaba muy mal, Sasuke ya estaba al borde de morir y su madre se había enterado.
 
Pero… Cuando le dieron la noticia a sus padres, no pudo soportar la sonrisa tan cruel que su padre tenía ¿Iba a complacerlo dejándose morir? No esta vez… No quería rendirse.
 
Por suerte, consiguió mejorarse, eso se había propuesto.
 
Su última noche en el hospital entendió una cosa…
 
-Todos… Todos son posibles traidores. Tus amigos, tu familia, los desconocidos… Todos tienen chance de odiarte. En esta vida o es matar, o morir… Nadie, nadie va a lastimarme si yo no confío en ellos- Una cínica sonrisa se expandió en su rostro. Había tomado una decisión.
 
Dejar morir al Sasuke que fue alguna vez…
 
Traer esta vez al nuevo, el que tendría tan congelado y duro el corazón que nadie lo heriría. Lo escondería, lo encadenaría, haría lo que fuese con tan de que nadie lo tocara.
 
Porque ser alguien cruel es bueno.
 
Después de todo… Los buenos nunca ganan ¿Cierto?
 
Fin de flash back
 
Despertó, juraba por Dios que no pudo respirar por todo ese maldito sueño. Estaba sudando de los nervios y el corazón le iba a mil. Odiaba tanto esos recuerdos… Odiaba escuchar eso de nuevo. Se sintió más tranquilo cuando su amigo entre sueños lo abrazó. Su corazón empezó a calmarse, pero eso no evitaba que un sonrojo coloreara tenuemente sus mejillas.
 
Decidido a dormirse de una vez, se acurrucó en él y suspiró.
 
-Te necesito…
 
 
 
 
 
Continuara...

Notas finales:

Reviews para conti n.n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).