Capítulo 35
Solo unos meses
Una oportunidad que había anhelado básicamente toda su vida… La oportunidad de tocar en un escenario, el sueño de su vida, el deseo más grande que siempre había perseguido por encima de cualquier otro… O al menos así solía ser… En ese momento ya no estaba seguro si realmente valía la pena… El rubio le había pedido que aceptará, pero tenerlo ahí, frente a él en el departamento… En su departamento, dándose el último adiós, antes de que apareciera Debrah, dolía… Era como si de pronto a su cuerpo le fuera físicamente imposible estar sin el delegado…
Esos ojos… Ese tono y manera de hablar… Esa manera de moverse como si no quisiera hacer ruido… Iba a extrañar cada aspecto de la persona frente a él… De esa persona de la que comenzaba a sentir un amor mucho más profundo del que a su corta edad se hubiera imaginado, amaba al delegado… Lo amaba de una forma que lo asustaba… De una forma que no era capaz de comprender del todo aún… Todo lo que había pasado a su alrededor… Todo lo que había estado sucediendo con el rubio había servido para unirlos más, nunca había creído que podría pasarle algo así justo a él…
La tentación de echarse para atrás era grande, podría simplemente cancelar su viaje con la castaña y quedarse junto al rubio... Sabía que el delegado no estaría del todo de acuerdo y sin embargo era una buena opción, retractarse y quedarse… Seguir progresando con esa relación que ambos sostenían… Pero no lo haría… Sabía que al final realmente no lo haría por una razón muy sencilla, muy en el fondo era consciente de su propio egoísmo, amaba al rubio más de lo que tal vez nunca amaría a nadie más pero también amaba la música, amaba sus sueños y sabía muy bien que si rechazaba esa oportunidad, después de que Nathaniel le había dado luz verde, terminaría frustrándose…
Al final solo había un curso de acción viable, irse, solo serían unos meses, cuando quisiera darse cuenta ya estaría de vuelta y las cosas volverían a la normalidad, quiso besarlo de nuevo, una última vez para la buena suerte cuando tocaron a la puerta, miró de reojo el reloj que colgaba en su pared había llegado un poco antes, pudo leer la sorpresa en las facciones del rubio, una confrontación no parecía un buen plan pero no era como que tuvieran muchas opciones, la castaña había ido solo a recogerlo así que el delegado tenía que salir del departamento también.
Decidió ignorar la puerta un par de segundos más para besar a su pareja suave, solo una vez más antes de abrir la puerta para recibir a la chica la cual nada más abrir le dedicó una de esas extrañas sonrisas ladeadas que ya a esas alturas del partido identificaba como falsas… Sonrisa que se quedó congelada en su rostro al ver al rubio detrás suyo, sonrisa que se volvió una extraña mueca tensa, definitivamente no había sido su idea más brillante invitar al rubio justo antes de irse… El aire se podría cortar con un cuchillo en ese momento, le hizo un leve gesto a la castaña invitándola a entrar si lo deseaba, al final no podía ser del todo descortés con ella.
-No gatito… Será mejor que nos vayamos de una vez…- definitivamente detestaba ese apodo, mucho más en ese momento especifico
-Buenos días Debrah…- el tono seco y serio en el que le había salido el saludo a su pareja le provoco un estremecimiento, sonaba molesto y no estaba seguro de cómo podía llegar a reaccionar el “nuevo” Nathaniel, más cuando la castaña ni siquiera volteó a verlo –Será mejor que me vaya por ahora Cast…- quería detenerlo y que se quedará un par de minutos más pero definitivamente no sería sano para nadie hacer algo como eso, asintió levemente girándose para mirarlo a los ojos una vez más.
-De acuerdo Nath… Nos veremos pronto… Te llamaré en cuanto llegué al hotel…- le dedicó una sonrisa de medio lado para tratar de aligerar el ambiente, el rubio sabía que después de todo lo que le había sucedido con la castaña realmente no tenía nada de qué preocuparse.
-Buena suerte Castiel…- lo tomo por sorpresa, el rubio se acercó y lo beso suavemente, algo superficial un simple beso de despedida pero podía jurar que lo había hecho única y exclusivamente para molestar a la castaña –Nos vemos Debrah…- la manera en la que el tono de voz ajeno podía cambiar lo tomó por sorpresa, realmente Nathaniel era una caja de sorpresas, nunca lo había visto tan enfadado por la simple presencia de alguien.
El rubio pasó junto a Debrah como si nada, sin siquiera rozarla para desaparecer en las escaleras del complejo de departamentos, estaba solo con su contraria, suspiró un poco y tomó las maletas, suponía que se irían de inmediato, ella ya había rechazado entrar así que no se lo propondría de nuevo, no estaba tan loco como para insistir ahora que el delegado se había marchado, tenía el firme propósito de pintar su línea durante toda la gira y asegurarse de no dar ninguna clase de entrada a nada.
-¿Entonces nos vamos?- al parecer si no decía nada se quedarían ahí una hora entera, no sabía si la castaña pretendía una segunda invitación a entrar o no estaba acostumbrada a que el reservado y “tímido” delegado fuera lo suficientemente seguro para besarlo frente a ella, pero fuera lo que fuera no tenían tiempo para estarlo perdiendo en cosas como esas, mientras más pronto se fueran mejor
-Si… Tienes razón gatito… Vámonos, mi representante nos espera abajo…- Debrah había sacudido ligeramente la cabeza y ahora mostraba una sonrisa de nuevo –Pero no me has saludado como se debe gatito~- cuando quiso darse cuenta la otra, aprovechando que había tomado las maletas y tenía las manos ocupadas le había pasado los brazos por el cuello y había besado su mejilla muy cerca de los labios.
-Debrah por favor…- contuvo el impulso de soltar sus valijas y apartarla de un empujón, se conformó con dar un paso hacia atrás y jalarse un poco para zafarse del agarre, definitivamente le esperaban un par de meses largos…
Vio a la chica bufar una risa antes de soltarlo y alejarse definitivamente de la puerta, salió del departamento, bajó las maletas y cerró la puerta, le echó llave y se quedó mirando esa puerta un segundo, la última vez que la vería en meses… Todo se acababa de hacer aplastantemente real… Se estaba yendo de gira, aún en contra de los deseos de su madre, que no estaba del todo de acuerdo que se fuera precisamente con Debrah… Se estaba yendo de gira, a pesar de los consejos de Lysandro de pensarlo mejor, de que habría otras oportunidades… Suspiró y guardo las llaves en su bolsillo.
Se giró de nuevo y tomo las maletas, otra sonrisa de la chica y ambos empezaron a caminar hacia las escaleras del edificio, ese día empezaba un nuevo capítulo en su vida, un capítulo del que esperaba no arrepentirse nunca… Bajaron y se encaminaron al auto del representante de ella y su banda, el hombre bajó y lo ayudo a poner las maletas en la parte de atrás del auto, la primera parada era Inglaterra así que debían ir al aeropuerto.
Subieron al auto, ambos atrás, y arrancaron… Miró por la ventana mientras el complejo se alejaba y se hacía pequeño, solo serían unos meses… Solo iría a conocer un poco del mundo, a experimentar lo que era un escenario… Solo serían unos meses… Su nuevo mantra que más que nada buscaba autoconvencerlo de que todo estaba bien y que realmente el tiempo sería muy poco… Solo unos meses… Cinco meses para ser exacto… Casi medio año lejos de su hogar…