15-Incidente
Joseph vagaba sin rumbo por el colegio después de tener sus clases. Las chicas del colegio hermano, el Saint Victoria estaban alborotando a sus compañeros con su presencia pues estaban yendo a colaborar en el festival conjunto que celebrarían por el aniversario de su colegio. Los chicos de la clase B y F terminaban siempre enfrascados en batallas violentas por las chicas cuando estas no estaban presentes y es así que ese día el malhumorado Wheeler se vio en medio de una de ellas sin comerla ni beberla.
Estaba caminando por el pasillo cuando se topó con un tipo que le daba la espalda y le dijo—¡Venga! ¡Abre paso! Que esto no es la parada del subte—
El otro un chico con pinta mas de tercero que de primero volteó a verlo con cara fea. Regularmente el ojos mieles se hubiera calmado un poco, pero como se ha mencionado antes, estaba cabreado por lo que le sostuvo la mirada.
¿Y tú quien mierda te crees que eres?—preguntó el otro claramente enojado.
¿Por ahora? ¡Tu madre! ¿A que ahora soy bonita? Hala, déjame pasar y sigan ustedes metiendo lío como si fueran bestias—dijo el melado empujando al otro para pasar por su lado en dirección a las escaleras.
¡Espera! Lo increpó otro cuando iba a descender y lo agarró del brazo para detenerlo, cosa que no agradó para nada a Joey que se volteó hacia su lado dispuesto a una dispusta.
Fue en ese preciso momento en que ambos vieron pasar el puño del anterior tipo por donde la cabeza de Wheeler estuviera segundos antes. El error de cálculo fue bastante mínimo pero costó caro, aunque hubiera sido el mismo resultado para Joseph de quedarse donde estaba.
El chico salió volando por sobre las escaleras y cayó estruendosamente por ellas mientras el rubio y los demás lo miraban atónitos.
El incidente se conoció en todo el colegio y si no fuera por los testigos Joseph hubiera tenido varios problemas. Todo era culpa del damnificado claro pero el chico, supo después Joseph quedó parapléjico en una cama. Armado de valor fue a verlo pero no pasó de la puerta ya que su padre lo echó rotundamente al saber de su presencia.
Aunque supo siempre que no era su culpa el regusto amargo no abandonaba a Joey y sus compañeros empezaron a verle como a algo peor que un revoltoso luego de eso.
Cuando a los dos días salía del salón el castaño estaba frente a la puerta de este pero Wheeler simplemente lo ignoró. No estaba de humor para sostener otra riña como la anterior.
Los ojos azules siguieron la figura que se alejaba con cierto contenido en sus ojos que el otro no vio. En otra ocasión se le acercó en la cafetería y lo único que obtuvo fueron sus frios ojos mirándolo con encono.
Eso fue demasiado para el inagotable ego de Seto Kaiba. Estaba bien estar preocupado por él pero no aguantaría ese trato de nadie y menos cuando él no tenía la culpa de nada de lo que había pasado, excepto por tomar aquella foto sin decirle y guardar silencio sobre lo sucedido en el rincón de ambos.