17-Burbuja
Jospeh miró al otro mientras se paraba dramáticamente del banco con su rostro surcado por una vena y un ceño igual a los de Seto--¿Qué importa eso? ¡Me vas a explicar ahora mismo porque esta foto sigue en tu celular!—le gritó sin más.
Lo que faltaba de descaro. Agarras el celular de otro sin permiso y te atreves a pedir explicaciones además—dijo indignado el castaño e intentó quitárselo con un movimiento rápido pero el ojos mieles fue más veloz y pudo evitarlo.
¡Dime porque conservas aun esa foto!—en esos momentos Joey no estaba interesado en nada más. Su cuerpo vibraba de sorpresa y con una sensación poco conocida.
¡Eso no es de tu incumbencia!—dijo el enojado castaño con cara de preocupación tratando de nuevo de sacárselo acercándose. Su mano capturó la muñeca y mientras intentaba hacerse del aparato con la otra mano sus cuerpos quedaron realmente cerca, tanto que sus bocas quedaron a pocos centímetros la una de la otra.
El primero en notarlo por supuesto fue Joseph que se sintió estremecer al percibir el roce del pecho de Seto contra el suyo.
Después fue Kaiba que sintió de pronto una falta de tensión en la mano que alejaba el aparato y en la otra que intentaba evitar que la otra del castaño lograra atraparlo y entonces bajó sus azulinos ojos encontrándose con los mieles que lo miraban con algo parecido a sorpresa o temor y por un segundo se preguntó porque era eso hasta que se dio cuenta de la situación de ambos.
Wheeler solo tenía ojos para los cercanos labios del castaño que se le antojaban la fruta prohibida mas deliciosa que pudiera probar y aun en contra de la razón que le gritaba que no lo hiciera y le advertía de todo lo malo que pasaría en consecuencia su boca corrió a la de Seto y antes de que pudiera pensarlo de nuevo ambos se encontraron en un beso.
Para Seto también era una sorpresa. Eso era seguro. Por eso tardó en responder. Mientras también cerraba los ojos y se dejaba llevar por la sensación del beso sus manos dejaron lo que antes hacían y bajaron para una colocarse en el talle de Joey y la otra sobre la nuca de este mientras el rubio retrocedía hasta chocar con la pared. Los labios y las manos de Wheeler se movieron con vida propia mientras era apretado contra el fuerte pecho.
Seto… no…--dijo el melado tratando de sacar sus labios de los del otro pero sin lograrlo del todo tanto por su deseo como por la boca del otro que insistía en pegarse a la suya.
No voy a contenerme ahora—dijo el castaño mientras Joey apretaba con fuerza el celular en su mano que ahora estaba entre ambos frente al hombro de Kaiba. La mano de Seto se inmiscuyó en los pantalones del rubio tocando su parte mas importante y sacando un jadeo.
No…--escapó de los labios agonizantes del ojos mieles.
Te dije que ya no me contendré—dijo el ojos azules empezando el masaje del miembro erguido dentro de los pantalones del más bajo. Las caderas de Joey se empezaron a mover mientras su boca totalmente abierta gemía y jadeaba en busca de un aire que entraba en demasiado poca cantidad y que era atacada constantemente por los labios del otro.
En esa mezcla de confusas y excitantes sensaciones la cabeza de Joey se puso a pensar en lo oído. ¿Ya no se contendría? ¿Quería decir que todo ese tiempo el otro también…? Seto había sentido esa atracción todo ese tiempo… o tal vez desde que empezaran con esto de la obra… lo importante era que Kaiba dejaba a entender que él.
De pronto se puso a pensar en como se verían él y el otro pues fue consciente de como estaba vestido el otro solo con una toalla en su cintura y el pelo mojado del que caían en su cara un par de gotas cada tanto. Sus hombros estaban húmedos al tacto también y la sensación de su mano mientras la otra empujaba su cintura para mantenerlo cerca. La conciencia de eso volvía loco el corazón de Wheeler y sometía a Joey a una burbuja de placer.