Una vocecilla en su cabeza no lo dejaba conciliar el sueño. Daba vueltas por la cama llegando a parecerle incómoda, provocando que se levantara a pasear por el balcón del hotel.
Charles estaba demasiado pensativo desde lo ocurrido hace dos días durante la cena con su amigo. No es que hubiese sucedido algo malo, la cena fue bien e incluso se sorprendió de ver lo habilidoso que era Erik en la cocina. El pequeño hogar que tenía no le incomodó, más bien le pareció acogedor. Pero fuera de eso, algo no fue bien con él, su mente le debía estar jugando una mala pasada pues en el momento que vio al mayor probar el pure de la cuchara su mente dejó de funcionar correctamente y sus pensamientos giraban en torno a esos labios y esa lengua que extrañamente comenzaba a desear.
Trató de ignorar ese hecho durante el resto de la cena y se fue incluso antes de comenzar una partida de ajedrez, dejando algo extrañado a Erik. Desde ese momento se dedicó exclusivamente a pensar en el trabajo, tratando de alejar la imagen de los labios del mayor, pero era imposible dejarlo de lado por tanto tiempo.
Un suspiro escapó de aquellos labios rojizos que comenzaban a secarse con la brisa nocturna. Se sentía extraño, sólo eso. No ayudaba el hecho de no haber hablado con Logan en el último par de días, cosa que se le hacía extraña también pues ya sabía que no era muy cariñoso con los mensajes pero al menos mandaba uno de vez en cuando.
Resignado a su dolor de cabeza, fue al mini bar y tomó una cerveza mientras se quedaba sentado a la orilla de su cama esperando poder conciliar el sueño.
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-¿Esta bien que no entres a clases? No es que me desagrade tu compañía, sabes que me encanta y de ser por mi te raptaría, pero tienes responsabilidades.
La rubia resoplaba ante esas palabras y cruzaba los brazos. Ya sabía que no estaba bien evadir sus responsabilidades pero su humor no había cambiado mucho desde esa noche.
No era ella la afectada, al menos no la directamente afectada pues si su hermano sufría ella también. Trató de relajarse y dejar de poner en tensión los hombros ya que el de cabellera oscura intentaba darle un masaje. Se encontraban en el departamento de Azazel sentados en los muebles de la sala.
-Te prometo que mañana asistiré pero por hoy deja que me quede. - la joven le sonrió de tal forma que el mayor no pudo negarse.
-De acuerdo, pero hoy cenaremos aquí.
La chica sólo asintió sin objeción alguna. Necesitaba relajarse y pensar en que quizá debía hablar con Logan, lo que menos quería era que Charles saliera dañado.
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El humo de aquel habano salía de su boca dejando su rastro que desaparecía a los pocos segundos. Se carcomía con la mente, regañándose mentalmente por haber dejado que ese ligero roce sucediera.
No era capaz si quiera de darle los buenos días a Charles pensando que su boca fue ensuciada por la de esa mujer. Jean había estado hostigándolo después de eso, pero no correspondía ante ninguna de sus insistencias, se dedicaba a su trabajo y la evitaba lo más que podía, no se quedaba a solas con ella ya que no quería que sucediera algo nuevamente.
Se levantó del sofá dejando atrás un rechinido, apagó el puro y fue a darse un baño antes de dormir. Quería descansar y a la mañana siguiente poder tener sus pensamientos en orden.
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La mañana llegó muy pronto a su parecer, levantarse y arreglarse para el trabajo ya no le parecía tan tedioso como hace unos días. Se sentía un poco sólo esa mañana pero era de entender, de pronto el de ojos azules empezó a evitarlo o bueno, no lo evitaba en sí, sabía de sobra que su principal razón en ese lugar era el trabajo. Pero mentiría al decir que no extrañaba quedar con él para tomar algo y eso que sólo habían pasado un par de días desde la cena que tuvieron en su pequeño hogar.
Por un momento pensó que el lugar incomodaría a Charles, pues está acostumbrado a ciertos lujos pero a los poco minutos que lo tuvo allí se dio cuenta de que el joven estaba cómodo.
Se miró al espejo tratando de acomodar su cabello con el peine, la corbata la tenía un poco torcida por lo que la acomodó. Era temprano, tenía tiempo para desayunar y quizá para mandar un pequeño mensaje a cierto amigo suyo. Un 'buenos días ' no le hacía daño a nadie.
Sus dedos dudaron por un instante pero al final se movieron casi sin ordenárselos y envió dichoso mensaje. Guardó el teléfono y se dispuso a preparar algo de café mientras picaba un poco de fruta.
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No darle una respuesta sería poco cortés de su parte. Su teléfono había vibrado y pensando en quizá su pareja había mandando el mensaje, lo abrió. No fue así, se topo con el nombre de Magnus y un pequeño saludo.
Un cosquilleo recorrió su cuerpo y pudo sentirlo en la punta de los dedos de las manos y pies. Sonreía bobamente a la pantalla releyendo el mensaje tan simple. Poco tardó en darse cuenta de que estaba sumergiéndose demasiado en unas pequeñas palabras.
Inhaló hondo y dejó escapar el aire con lentitud. No tenía problemas con responder mensajes, casi siempre sabía como tenía que hacerlo pero justo ahora sus ideas estaban atascadas.
Pasó veinte minutos para que al final únicamente respondiera con un 'Buen día Erik'.
Se sintió tan patético al minuto de haberlo enviado pero no podía hacer nada. Terminó de alistarse y salir a pasear un rato, no tenía muchos pendientes que resolver y podía darse el lujo de hacer turismo.
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-Raven, pensé que habías enfermado de nuevo. - el joven con gafas le dedicaba una pequeña pero sincera sonrisa a quien fuera la hermana de su amigo.
-Agradezco la preocupación Hank, pero me encuentro en perfectas condiciones. Lamento haber faltado sin avisar pero no sentía ganas de asistir.
-Esta bien, además tampoco le dije nada a tu hermano.
Ambos compartieron una sonrisa, estaban cerca de la cafetería, algo temprano pues faltaban un par de horas para que las clases de la joven empezaran.
-No quisiera ser grosera, Hank pero tengo algo importante que hacer. ¿Te molesta que nos veamos más tarde? Hoy asistiré a las clases de teatro.
-Claro Raven, yo aún debo ir a dar unas clases, espero tu hermano regrese pronto por que siento que estas horas extra me están dejando sin energías.
Ambos se fueron por su rumbo, la joven no quería perder más el tiempo por lo que se dirigió a la rectoría, pero antes de llegar fue interceptada por Logan.
-Me alegra ver que regresas a clases.
La joven no le contestó, únicamente miraba el suelo.
-Bien, dame la oportunidad de hablar contigo antes de que continues juzgándome. Y créeme que te soy sincero al decir que no eres la única a la que no le agrada la señorita Grey.
La chica no parecía muy convencida pero ciertamente debía darle la oportunidad de explicarse pues es su hermano quien salía afectado y si podía evitar que lo dañaran entonces aceptaría.
-Bien, pero no aquí. Te veré en mi casa esta noche. Espero que lo que tengas que decirme sea convincente por que hasta este momento no le he dicho nada a Charles y no por ti, si no por que se que está trabajando y lo que menos quiero es que se vea afectado estando lejos. Y en cuanto a la 'señorita' Grey, espero se le bajen los humos de la cabeza por querer mandar más de lo que su puesto de suplente se lo permite.
Con esas palabras la chica desapareció de su vista.