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~RiD~ You can't Love Me por TidsoptimistMF

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Notas del capitulo:

Hola!!

Aquí les traigo el nuevo cápitulo!

Esta vez me demoré un poco más porque no lograba dejarme satisfecha la parte final, pero gracias a los consejos de mi hermana logré que quedara como yo quería. Espero que a ustedes les guste tambien ;)

Muchas gracias a todos quienes me dejaron reviews!! Son un amor!! De verdad me hacen sentir que la historia les ha llegado de algún modo y eso me enorgullece cómo escritora!!

Disfruten!!

CAPÍTULO 3

 

Chanyeol echó la cabeza hacia atrás, tratando con ese movimiento de despejarla un poco antes de volver a sumergirse en ese mundo que era tan ajeno para él.
Realmente no se había equivocado al pensar que la medicina era un área para la que su cerebro no había sido desarrollado. Le costaba un mundo seguir el hilo de las cosas y lo único que lo motivaba a entender y a seguir leyendo ese universo inentendible era por la posibilidad de ayudar a Baekhyun.

A veces pensaba que lo más corto sería consultar con un médico, pero si hasta ahora no habían logrado solucionar el problema, entonces ¿de que serviría?

Levantó ligeramente la cabeza y vio todos los papeles que se desparramaban sobre la mesa de la sala de estar, hasta caer al piso. Todos eran apuntes meticulosos que detallaban la búsqueda que había iniciado hace más de una semana atrás.
Primero había comenzado investigando la enfermedad con que había sido diagnosticado Baekhyun: anemia.
Solo le bastó hacer un clic en el buscador para darse cuenta que su empresa sería difícil al ver todos los tipos de anemia que existían, sin contar con todas las enfermedades que se asociaban a esta.

Y él que había pensado que sólo era por falta de fierro y malnutrición…

De todas formas no se dio por vencido. Con un kilo de paciencia y litros de café para mantenerse concentrado, fue leyendo la descripción de cada una, su origen y los síntomas asociados. Sin embargo, después de analizar toda esa información, se dio cuenta que así no llegaría a ningún lado.

Frustrado, observo el horizonte.

- Chanyeol, piensa como médico- se había dicho en ese entonces, en un intento de que su cerebro saliera del bloqueo en que se había sumergido- ¿Qué haría un médico en esta situación?

Su vista fue vagando por su habitación hasta que recayó en la televisión. Sus ojos se achicaron mientras una nueva idea se abría paso en su mente.
Si quería pensar como un médico tendría que aprender primero a ser uno, y ya que no tenía el tiempo para estudiar siete años un área que no le favorecía, que mejor herramienta para comprender la mente del profesional de la salud que a través de la televisión.

Desde ese día, bajó todos los programas habidos y por haber de medicina. Dejando de lado las intrigas y enredos románticos, pasó a analizar el método con el que llegaban al resultado, comprendiendo al poco tiempo el por qué había fallado en un principio.

Había iniciado mal. Había comenzado por el diagnóstico cuando en realidad debería haber partido por los signos.

Dándose cuenta de su error, borró de su cabeza todo lo que leyó sobre la anemia y comenzó por enumerar todos los síntomas que había visto en Baekhyun desde que lo conocía. Hizo memoria de todos los momentos compartidos, recayendo hasta en los más mínimos detalles de cada encuentro hasta anotarlos en un largo listado. De ellos, enumeró aquellos que le parecían más relevantes y con eso inició de nuevo su búsqueda.
No falta decir los miles de resultados que obtuvo con sólo buscar enfermedades relacionadas con vómito y cansancio, empezando por migrañas hasta cáncer. Muy prometedor. Sobre todo alentador.

Fue entonces que recordó el mail que le habían enviado desde el hospital con los resultados de los exámenes de Baekhyun. Obstinado cómo era, Baekhyun no había deseado saber nada respecto a los exámenes y ya que Chanyeol fue el que había insistido, terminó dando su correo para que se lo enviaran directamente.

Ahora es cuando agradecía los arrebatos de testarudez de Byun Baekhyun.

Cuando abrió el dichoso mail, Chanyeol tuvo que hacer un esfuerzo supremo para recordar que él era un genio en publicidad, y no un tonto, como se estaba sintiendo en ese momento al ver esa cantidad de números que no le decían absolutamente nada.

Ahora, después de investigar cada cosa, analizar su significado y tomando todos los valores anormales había llegado al comienzo de todo: anemia.

- Si es eso, entonces ¿por qué el tratamiento no funcionaba?- susurró apretándose el puente de la nariz.

¡No tenía sentido!

Recordaba muy bien que para cuando tomaron los exámenes Baekhyun ya no tomaba ningún remedio, cómo también tenía muy claro que él no era un experto en la materia, sin embargo ante sus ojos eran tan desastrosos los resultados que le hacían preguntarse si una persona podría seguir viviendo en ese estado.

Baekhyun realmente se estaba muriendo, y él no lograba encontrar el por qué.

¿Le habrían dado en ese entonces el medicamento equivocado?

Chanyeol chasqueo la lengua. Algo debía estar escapándose. Y estaba seguro que no podía ser tan simple como que el suplemento que le dieron estuviera malo.

- Tal vez le estoy dando demasiadas vueltas…- susurró poniéndose de pie.

Caminando entre los papeles y pateando de vez en cuando algunos recipientes vacíos de comida rápida que engulló mientras veía capítulos de "Dr. House" en busca de alguna idea que lo guiara a resolver el problema de su chico, se fue haciendo paso en ese mar de basura.

- Si Baekhyun viera esto le daría un ataque- pensó sonriendo ligeramente al imaginarse el reto que le llegaría por parte del más bajo, para después mandarlo a limpiar.

Cuan feliz seria el tener de vuelta a Baekhyun. Con su ironía, con su risa, con su compañía…

Realmente anhelaba tener de regreso a su amigo y amante.

Por su trabajo, Chanyeol se había acostumbrado a siempre estar solo, al punto que le molestaba tener gente a su alrededor porque lo desconcentraba, y por lo mismo trabajaba la mayor parte del tiempo desde su casa. Pero con Baekhyun eso no le pasaba.
Se había acostumbrado a la constante presencia del bajito, que se mantenía a su lado viendo una película con los audífonos puestos para no molestarlo o simplemente leyendo, mientras él se cernía sobre su labor.

No le interrumpía mientras trabajaba ni le exigía nada a cambio. Permanecía tranquilo cómo si le bastara el sólo hecho de estar a su lado, y eso para Chanyeol era irremplazable.
Echaba de menos tenerlo y poder compartir con él después de terminar su trabajo. Lo relajaba. Lo liberaba.

Y por lo mismo tenía que traerlo de vuelta.

Abrió la despensa en busca de algo que fuera fácil de cocinar, ya estaba harto de comer comida rápida y quería algo hecho en casa. Además tenía ganas de cocinar, necesitaba desconectarse por un rato para tener la mente más clara y así razonar mejor.
Para su mala suerte, no había nada. Solo había arroz o fideos, pero nada para acompañarlo.

Ni siquiera un poco de kimchi quedaba en su desolado refrigerador.

Frustrado, miro la hora y luego hacia afuera. Decidió que un poco de aire fresco no le vendría mal, por lo que tomando una rápida ducha, que harta falta le hacía, salió de su departamento.

Con la chaqueta al hombro, por si la noche estaba muy fresca, se dirigió al ascensor.

Una maldición salió de su boca al pararse frente a este y ver el cartel que colgaba.

Descompuesto. Otra vez.

Tomando una inspiración profunda, tratando de calmarse y no enojarse más con su suerte, se encaminó a la escalera de emergencia.

Mientras más escalones bajaba, más sentía que perdía su tiempo y que debería abandonar su empresa de ir a la tienda por comida, para mejor regresar y usarlo en averiguar cómo sanar a su amigo.

Estaba a punto de detenerse y dar media vuelta, cuando en eso giró en una esquina para encontrarse con una menuda figura sentada en uno de los peldaños.
El corazón de Chanyeol se detuvo cuando reconoció aquel castaño cabello y más aún cuando este volteo la cabeza para verlo.

El rostro de Baekhyun palideció con solo verlo mientras que Chanyeol sintió que su rostro adoptaba la sonrisa más amplia y tonta que podía formar. Pero era inevitable.

Al parecer su suerte no era tan mala después de todo.

Baekhyun rápidamente se puso de pie, y recobrando su compostura subió los escalones que los separaban, siguiendo de largo y pasando por alto a Chanyeol.

-¿No me vas a saludar Baekhyun?

La profunda voz del más alto resonó por todo el cuerpo del nombrado, causándole escalofríos, sin embargo siguió mostrándose indiferente. Bastante trabajo le había costado a Baekhyun mantenerse alejado de Chanyeol para no meterlo nuevamente en su desastrosa vida, para retroceder ahora. No se dejaría doblegar.

- Buenas noches- fue lo único que dijo fríamente, para luego continuar su camino.

Chanyeol sonrió al escucharlo. No esperaba menos de su testarudo chico. Pero tampoco significaba que se fuera a rendir por eso.

Sobre todo ahora que tenía ventaja.

Aunque Baekhyun seguía subiendo la escalera a un paso decidido y sin muestras de cansancio, Chanyeol sabía que no era así. Había notado el sudor que perlaba su frente cuando paso a su lado y lo relentecido de sus movimientos.

Su presa estaba fatigada y él se aprovecharía de eso.

Girando sobre sus talones, y sin apresurarse, comenzó a subir los escalones detrás de Baekhyun, deleitándose en observar el movimiento acompasado de su trasero, esperando que el otro se hartara o se cansara. Cualquiera de las dos le servía por igual.

- Chanyeol- soltó finalmente Baekhyun levemente exasperado después de unos minutos- Deja de seguirme.

- No te estoy siguiendo- contestó con falsa inocencia- Resulta que vivo en la misma dirección.

- Hace un rato estabas bajando la escalera, no subiendo.

Chanyeol se encogió de hombros.

- Cambie de parecer.

En un abrir y cerrar de ojos, Baekhyun se detuvo para hacerle frente al alto. Al estar unos peldaños más arriba, quedo cara a cara con Chanyeol.

- Chanyeol deja de jugar, ya te dije…

Las palabras de Baekhyun hicieron eco en las escaleras, mientras él era callado por los dedos del alto. Saliendo de su estupor por el sorpresivo gesto, aparto la mano contraria de un manotazo, listo para seguir hablando, pero esta vez los labios de Chanyeol fueron los que lo callaron.

Molesto, Baekhyun trato de zafarse, apoyando sus manos con fuerza contra el pecho contrario en un intento de separarse de ese angustiante, y a la vez, ansioso beso que lo hundía cada vez más en las profundidades del deseo reprimido.

Sin embargo, fue en vano.

Antes de que se diera cuenta, sus manos perdieron decisión y sólo quedaron sus dedos haciendo una pequeña presión, en un triste intento de detener lo inevitable.
Envuelto en el sopor del beso, poco a poco sus dedos fueron recuperando vigor, pero esta vez con un objetivo totalmente contrario al anterior. Con fuerza, casi con desesperación, Baekhyun se aferró a la camisa, al punto de tirarla con tal de profundizar aún más el beso.

Baekhyun se había entregado por completo a sus impulsos más básicos. Y Chanyeol no se quedaba atrás.

El alto lo besaba con ansia desatada, ultrajando hasta el más recóndito espacio de su boca en busca del tiempo perdido, mientras que sus grandes y poderosas manos se apoyaban en su espalda baja acercándolo aún más.
Cada fibra del cuerpo de Baekhyun ardía, exigiendo necesitado ser tocado, acariciado y amado. Ese poco tiempo separado de su gigante habían resultado en una agonía. Cada noche se sentía más vacía que la anterior, las sábanas no lograban abrigarlo del frío cómo tampoco protegerlo de su intranquila mente que no dejaba de reprocharle el haber rechazado el amor del otro.

Un amor que hace mucho nadie le entregaba. Un cariño ajeno, extraño, pero que Chanyeol se había preocupado de ir transmitiéndoselo con hasta el más simple de los actos, hasta destruir todas las barreras que cubrían su indiferente corazón.

E igual cómo una droga, Baekhyun se había vuelto adicto a Chanyeol al punto que cada noche se volvía tortuosa, y debía obligarse a no retroceder. A no dejar que el dolor en su pecho que lo tironeaba de regreso a los cálidos brazos del más alto, lo venciera. A no dejar que sus sentimientos lo dominaran.

Aun así, pese a todo su esfuerzo, ahí estaba.

Sediento, tal cómo un moribundo que le ceden una vaso de agua, se alimentaba de los besos de Chanyeol sin entender cómo había logrado estar tanto tiempo lejos de él y de sus caricias. De su calor.

Tanto su racionamiento como su cerebro parecieron irse algún punto desconocido donde no podían ya afectar sus presentes acciones. Estaba totalmente entregado.

Nada lo animaba y lo excitaba como Chanyeol.

Un gemido nada decente salió de sus labios cuando sintió las manos del contrario deslizarse y bajar hasta agarrar su trasero, empujando hacia adelante para que su miembro ya endurecido por debajo de la ropa se rozara con el contrario.
Sin pensarlo dos veces, rodeo con sus piernas la cintura ajena, dejando que su peso recayera en los fuertes brazos de Chanyeol.

Olvidándose completamente de donde estaban y dejando que la lujuria del deseo reprimido los recorriera, Chanyeol terminó por recostar con suavidad contra la escalera a Baekhyun, apoyando la mayor parte del peso en uno de los escalones. Sus besos pasaron a recorrer el blanquecino cuello de Baekhyun, delineando rigurosamente con su lengua su longitud desde la línea de la mandíbula hasta llegar a la clavícula del contrario, captando durante el recorrido su salino sudor.

Era simplemente una delicia.

Chanyeol podía escuchar claramente como la respiración de su amante se agitaba cada vez más, dando pequeños jadeos cuándo hacía presión sobre la sensible piel, motivándolo e incentivándolo para continuar en su labor. Sus manos ya recorrían con frenesí por debajo de la ropa el pequeño cuerpo, notando con mayor claridad la forma de algunos huesos que, estaba seguro, antes no había sentido.

Independiente de ese detalle, continuó mordisqueando la piel ajena hasta que necesitó nuevamente los labios de Baekhyun, reclamándolos esta vez con un poco más de furia al punto de morder el labio inferior. Esa era una pequeña forma en que le reprochaba el haber querido salir de su vida de una, sin siquiera consultárselo.
Sus manos dejaron el pecho ajeno y bajaron hasta encontrarse con el botón del pantalón, que rápidamente desabrocho para dejar libre al aprisionado miembro de Baekhyun.

Malicioso, Chanyeol se separó del beso con un sonido obsceno y comenzó a bajar.

Aprovechando que él se encontraba unos escalones más abajo se acomodó fácilmente entre las piernas contrarias para bajar su cabeza y lamer de una la extensión que se le presentaba.

El gemido que pegó Baekhyun rebotó contra las paredes generando una especie de eco que de seguro se escuchó hasta el último piso del elegante edificio. Sin embargo, lejos de importarle, Chanyeol continuo con su labor sin detenerse, torturando a su amante mientras este soltaba un gemido tras otro, dejando que las paredes absorbieran el pecaminoso acto que estaban llevando a cabo.

Moviendo las caderas cómo podía y apretando las manos hasta formar un puño, Baekhyun se dejaba hacer en ese torbellino de placer. No le importaba que todo el edificio lo escuchara, él no iba a dejar de disfrutar. Cómo tampoco Chanyeol se iba a detener.

El alto estaba disfrutando tanto o más al ver a Baekhyun tan entregado y excitado, que no necesitaba nada más para sentirse satisfecho.

Con ojos empañados, producto del placer, Baekhyun veía a Chanyeol moviéndose, cambiando de vez en cuando el compás, atormentándolo hasta llevarlo al culmine del éxtasis.

Su espalda se encorvo y un largo grito de satisfacción salió de sus labios mientras múltiples espasmos recorrían su cuerpo, dejándolo satisfecho. Pero no saciado.

Quería más.

Su cuerpo gritaba por más.

Baekhyun también quería tocar, explorar hasta el último resquicio del cuerpo de Chanyeol, hasta hacerlo delirar, cómo también abrigarse en su tierno calor. Sentir la piel contra piel, dejándose amar y ser amado, aceptando los que ambos sentían hasta llegar el punto de no poder más, y quedar exhaustos producto del orgasmo.

O eso pensaba. Hasta que su raciocinio volvió.

- Esto está mal- se dijo para sí mismo- No puedo hacerle esto a Chanyeol

Su drástico cambio de actitud fue notado por Chanyeol, sobre todo cuando vio como este se acomodaba la ropa y se levantaba para abrochar sus pantalones sin dirigirle la mirada.

-No debiste hacer eso.

-¿Por qué? ¿ No lo disfrutaste acaso? - consultó Chanyeol incorporándose a su lado.

-¡Por supuesto que sí!- gritó la mente de Baekhyun, sin embargo apretó los labios para que esa exclamación no saliera de su boca- Buenas noches.

El más alto sintió que su boca se abría ligeramente de perplejidad ante la actitud del otro. Era obvio que lo estaba ignorando a propósito y eso fue suficiente para rebalsar su paciencia. Estaba harto de esa actitud.

En realidad estaba harto de todo.

Rodando los ojos y mandando al demonio cualquier cosa que pudiera detenerlo, avanzó el trecho que lo separaba de Baekhyun y sin miramientos lo tomo y lo subió a su hombro como un saco de papas, tal como un tiempo atrás.

- ¡Qué demonios estás haciendo ahora!- bufó Baekhyun entre sorprendido y encolerizado.

- ¿No es obvio? Te ayudo a subir la escalera hasta llegar a tu departamento donde pienso hacerte el amor hasta que me digas que lo disfrutaste.

-¿Estás loco? ¡Eso es violación!

- ¿En serio? pues hace un minuto atrás no parecías estar resistiéndote- le dijo pegándole una palmada en el trasero para enfatizar su punto.

Baekhyun apretó los dientes en un intento de controlar su enojo y no soltar algo impulsivo de una.

- Alguien nos puede ver- masculló- Bájame.

-¿Ahora te preocupa que alguien nos vea?- preguntó burlonamente- Créeme, después de tus gloriosos gemidos nadie se va a asomar por esta escalera por un buen rato.

Baekhyun gruño ligeramente, pero finalmente cedió.

Sabía que todo eso podría terminar si él le respondía lo que el otro quería escuchar, pero no podía. No quería.
Pueden llamarlo obstinado y necio, pero Baekhyun sentía que si llegaba a aprobar que lo había disfrutado tan solo un poco, toda su determinación de dejar a Chanyeol se iría por el desagüe. Estaba a un punto de dejar todas sus preocupaciones a un lado para ceder y dejar a Chanyeol hacer lo que quisiera.

Esperen. Ya lo había hecho. Ya había perdido la batalla.

Pero aunque su cuerpo había cedido, su mente aun podía dar la lucha.

O eso esperaba.

- Llegamos- anuncio Chanyeol después de un rato.

-¿Qué quieres? ¿Que abra la puerta desde tu hombro?

- No, no es necesario.

Y antes de que Baekhyun pudiera decir algo más, sintió la mano del alto juguetear en los bolsillos de su pantalón en busca de sus llaves. Al ser una cerradura de formato doble, esta podía abrirse tanto con el código cómo con una llave, y aunque Chanyeol conocía el código de memoria, prefería hacerse el desentendido al respecto y aprovechar la oportunidad para irritar un poco más al otro.

- Están en el bolsillo derecho- le dijo Baekhyun al sentir que tocaba más de lo debido comenzando a incitarlo- ¡En tu otra derecha!

- No te alteres Baekkie- rio entre dientes Chanyeol mientras movía su mano al otro bolsillo y sacaba las llaves- Espero que a tu tío no le moleste el ruido.

-Mi tío no está. Se fue de viaje ayer.

- Mejor. No me gustaría que nos viera en plena acción.

- ¿Que te hace pensar que voy hacer algo contigo?- saltó Baekhyun, mientras el alto lo seguía cargando por el pasillo.

- Fácil. Porque por mucho que lo quieras negar sé que me deseas y…- se detuvo para tirar a Baekhyun sobre su cama- tu amigo allá abajo me lo rectifica constantemente.

Baekhyun lo miro ceñudo, apoyando los codos sobre el colchón para ver mejor la confiada sonrisa que Chanyeol le dedicaba mientras se agachaba para poder besarlo.

Y como una torre de naipes, su último resquicio de decisión se derrumbó.

La mente de Baekhyun se había rendido también.

***

Con cuidado, Chanyeol salió de la cama para dirigirse a la cocina en busca de comida. Baekhyun aún se encontraba durmiendo plácidamente y quería sorprenderlo llevándole el desayuno a la cama.
Pese a que el tío del bajito no se encontraba en casa, prefirió igual ponerse algo de ropa encima. Tenía confianza en su cuerpo, pero eso no quería decir que fuera un exhibicionista, además que hacía frío.

Abrió el refrigerador en busca de algo liviano, y tal como la última vez que había venido, este estaba casi completamente vacío. Si no fuera por una caja de leche y algunos huevos, el aparato estaría desolado.
Chanyeol ya no sabía si sorprenderse o no por encontrar tan poco, después de todo, para alguien con una salud tan afectada cómo era el caso de Baekhyun, la alimentación era lo principal para mantener el cuerpo fuerte y con energías para resistir. Pero también estaba consciente de que se trataba de “casi no como” Baekhyun.

- Debería preocuparse más…- pensó Chanyeol con gesto desaprobatorio, cerrando el refrigerador llevando en manos lo poco y nada que había encontrado.

Dejando todo sobre la mesada, pasó un buen rato abriendo y cerrando cajones para encontrar todo lo que necesitaba, desde platos hasta cubiertos.

- Debería venir más seguido- susurro abriendo una alacena del sector de abajo en busca de una sartén para cocinar. Su nariz se arrugo al instante al percibir un olor fuerte y acido. Sus ojos recayeron en los múltiples envases de detergentes y químicos para la limpieza del hogar.

- Aquí no está- determinó cerrando rápidamente la puerta antes de que le dieran ganas de estornudar.

Finalmente terminó de ubicar todo y poder así cocinar. Aunque sencillo y más bien occidental, termino haciendo unos huevos revueltos y café con leche. No era mucho, pero era mejor que nada.

Estaba colocando todo sobre la bandeja cuando escucho un ruido estridente. El sonido de algo estrellándose contra el piso.
Extrañado, Chanyeol dejo lo que estaba haciendo y se encaminó con rapidez por el pasillo.

-¿Baek, está todo bien?- consultó mientras se acercaba a la habitación, pero en el momento que puso un pie en ella su alma se fue de su cuerpo.

Tirado en el piso, vestido con un pantalón y una camisa, yacía el cuerpo de Baekhyun convulsionándose entre los pedazos de vidrio de un vaso roto.
Chanyeol le bastaron un par de segundos para reaccionar y agacharse para sujetar al mayor en sus brazos justo cuando su cuerpo parecía detener su movimiento.

-Baekhyun- lo llamó con pánico mientras veía los ojos del contrario apagándose, perdiéndose.

Aterrorizado ante lo que veía, se levantó cargando al escuálido cuerpo y corrió sin importarle su apariencia.
Lo único que le importaba en ese momento era llegar a un hospital, antes de que su peor temor se cumpliera:

Perder a Baekhyun para siempre.

***

Un leve vaho salió de sus labios resecos cómo único indicio de que se mantenía con vida. Sus ojos abiertos, fijos en el horizonte pero sin ver nada realmente, eran la única señal de que estaba despierto. Sus dedos acalambrados, tiesos, sujetaban con firmeza un vaso casi vacío que contenía los restos de lo que hace unos minutos antes había sido whisky.

Desecho, teniendo como único sustento el sofá, se dedicó a ver las pelusas de polvo que volaban en el aire, que se dejaban ver sólo por la luz del ocaso que entraba por los amplios ventanales tras suyo.

El ligero sonido del código al ser introducido en la puerta principal fue lo único que lo hizo despertar de su letargo, pero no lo suficiente para que cambiara su postura o hiciera algún movimiento.

- Chanyeolssi

La inconfundible voz hizo que su cabeza girara levemente y una mueca, similar a una sonrisa, se estampó en su cara.

- Señor Byun- pronunció con voz rasposa y carente de emoción ante aquel hombre que se había vuelto una presencia constante en su departamento.

De apenas un metro setenta de estatura y cerca de los cincuenta años de edad, el señor Byun mostraba un aire distinguido que resaltaba aún más con su costosa ropa y su pelo perfectamente peinado.
Traía unas bolsas en las manos, que fueron lo único que desentonaba con su elegante apariencia.

- Te traje lo que me pediste- dijo el hombre avanzado hasta dejar las bolsas sobre la mesita de centro, donde rápidamente saco una caja larga y roja- Te compré el whisky de mejor calidad.

Esta vez Chanyeol sonrió agradecido.

- No debió molestarse, sabe que cualquier cosa sirve con tal que tenga alcohol- le dijo incorporándose para tomar la caja, sin embargo el señor Byun lo detuvo.

- Déjame, yo te sirvo- le dijo con tono amable al tiempo que sacaba la botella de su empaque y la abría para llenar el vaso de Chanyeol.

- Gracias- murmuro llevándose el líquido a los labios, captando en los ojos del mayor un leve destello.

-No es nada. Sé que el alcohol es el mejor consejero en los momentos difíciles, sobre todo para superar una perdida…

Chanyeol apretó los labios, sus dedos se crisparon alrededor del vaso mientras escuchaba al otro hablar. Sintió que el alcohol le quemaba la garganta al bajar, sin embargo, ese ardor no se comparaba para nada con el malestar que sintió en su pecho. Obligándose a mantener la compostura, dejó un vaso al lado y le mantuvo la mirada aquel hombre que lo observaba fijamente. Un dejo de emoción brillaba en sus oscuros ojos que llegaron a sobrecoger a Chanyeol.

- Parece increíble que haya pasado casi medio año desde que mi querido sobrino se fue y nos dejó- continúo hablando, para tomar un nuevo silencio antes de seguir- Yo aún no lo supero, y por eso entiendo que tú tampoco puedas. Se nota que su relación fue muy estrecha.

El silencio volvió a imponerse entre los dos. El señor Byun fijándose en cada expresión de Chanyeol, viendo cómo contraía los labios y sus ojos temblaban al igual que la llama de una vela al viento, para finalmente bajar la mirada hacia su vaso.

- Lo era…- murmuró finalmente Chanyeol tomando un buen trago de su vaso mientras su mirada se perdía en algún punto en el piso.

El señor Byun lo miró y luego lanzó un suspiro.

- En fin, ¿deseas algo de comer?

Chanyeol se limitó a asentir, sin desviar su vista del piso, terminándose su licor para luego volver a llenarlo y seguir tomando.

Viendo que no quedaba nada más que decir ahí, el tío de Baekhyun se encaminó a la cocina, mientras Chanyeol era bombardeado por recuerdos que lo hacían ir vaciando su vaso con mayor rapidez que la acostumbrada.

Las imágenes de aquella fría mañana llegaron frescas, casi transportándolo a ese doloroso momento. El humo negro del incinerador a lo lejos, llevándose con el viento y fuego los últimos resquicios de lo que había sido alguna vez Baekhyun, fueron el paisaje que tenía frente a sus ojos ya secos y vacíos. No habían lágrimas en ellos.

Ya no.

Y bajo ese desolado cielo gris y lúgubre para los ojos de Chanyeol, fue cuándo Byun Baehyuk apareció para darle un poco de aliento. No recuerda mucho más lo que pasó después de ese encuentro, salvo que su vida pareció caer en un espiral, donde la única constante eran las visitas del tío de Baekhyun. Sin falta y todos los días, el hombre pasaba a ver como estaba, hasta en algún punto comenzó a hacerse cargo de Chanyeol al ver que había terminado adicto al alcohol para borrar el pasado.
Si no fuera por el señor Byun y su extrema preocupación, Chanyeol no sabría dónde estaría.

Un plato humeante se presentó ante sus ojos, sacándolo de su ensimismamiento.

-¿Usted no va a comer?- preguntó mientras dejaba el vaso a un lado y tomaba los palillos.

- Ya comí- fue su escueta respuesta mientras se sentaba frente a Chanyeol, que movía sus palillos entre los fideos esperando que estos se enfriaran- Chanyeol, hay algo de lo que quiero hablar contigo.

El nombrado ni siquiera levantó la cabeza. Con sólo un gesto, le indicó al otro que prosiguiera. Por un momento el hombre dudó, ya que no parecía que el otro le estuviera tomando mucha atención. Finalmente optó por continuar, tampoco es que a esas alturas pudiera lograr algo más.

-Verás – comenzó dubitativo, para luego tomar más confianza y seguir- Cómo ya te mencione, pronto se cumplirán seis meses de la muerte de mi sobrino, lo que significa que su testamento será activo.

Chanyeol asintió. Recordaba brevemente cuando lo habían citado para la lectura del testamento. Al parecer, en último momento Baekhyun había decidido agregarlo y heredarle algunos bienes, los cuáles no tenían mayor interés o valor para Chanyeol. De todas formas había tenido que asistir, ya que todos los afortunados herederos debían estar presentes para proceder con la lectura del mismo.  
Un murmullo general se levantó cuando se reveló que una de las condiciones era precisamente el  no poder hacer uso de los activos hasta seis meses después de su fecha de defunción.
Un clausula extraña que casi nadie había logrado comprender y por más que se quiso, no se pudo remover.

- Lo recuerdo…¿qué sucede con eso?- preguntó regresando a la realidad.

- Bueno, ya que Baekhyun te dejo un porcentaje de las acciones de la empresa, quería saber que vas hacer con ellas.

Los ojerosos ojos de Chanyeol brillaron por un segundo para luego apagarse. Sin embargo al tener la mirada fija en los tallarines, ese gesto pasó desapercibido para el otro.
Dejando los palillos sobre el plato y echándose hacia atrás, recostó su cabeza en el cómodo sofá con los ojos entrecerrados, meditando.

- Aun no lo sé…- aceptó con voz cancina. Tomó un sorbo de whisky para recuperar el aliento antes de continuar- ¿Qué me aconseja?

- Creo que lo más indicado seria venderlas – admitió el hombre con semblante serio- Con gusto puedo buscarte algún accionista interesado.

- ¿Usted haría eso por mí?

- Por supuesto Chanyeol- dijo el señor Byun con una suave sonrisa, dando ligeros golpecitos en la mano del contrario- Apenas sepa de algún interesado te avisare- dicho esto miro su reloj- Se me hizo tarde. Vendré mañana a verte.

Chanyeol simplemente se limitó a asentir, demasiado cansado para algo más.

Tan pronto el hombre cerró la puerta tras de sí y escuchó sus pasos alejarse por el pasillo, dejo el vaso a un lado. Sacando su celular debajo del cojín en el que estaba sentado pasó a marcar un número.

Su gesto cansino había desaparecido y la fuerza de la juventud pasó a recobrar sus facciones.

- No se preocupe señor Byun- susurró con voz oscura- Yo ya tengo un interesado.

 

 

Cumplido los seis meses, sólo bastaron unas pocas semanas para que Chanyeol recibiera una llamada del señor Byun avisándole de la escases de interesados en comprar las acciones y los bajos precios de estas.

- La economía está muy inestable en este momento- le explicó apesadumbrado.

- Ya veo, gracias por molestarse señor Byun

- No fue ninguna molestia Chanyeol, pero…- el hombre mantuvo un silencio expectante antes de continuar hablando- Creo que tengo una solución.

- ¿Ah, sí? - preguntó Chanyeol aparentemente intrigado.

-Si. Verás, en este momento, gracias a lo que me dejó mi sobrino, dispongo de un dinero extra con el cual puedo comprar tus acciones. No es mucho pero creo que te sacará de apuros.

- Ya lo creo- musitó Chanyeol- Cuando desea que firmemos los papeles para hacer válida la transacción.

-Esta noche puedo llevarlos…

- Si no le importa, preferiría que fuera mañana. Hoy no me siento bien.

- Claro, no hay problema.

Byun Baehyuk sonrió para sus adentros al cortar la llamada. Todo estaba saliendo mejor de lo que él esperaba y por fin podría recuperar lo que por derecho le pertenecía.
Aún no entendía el por qué su sobrino había dispuesto esas reglas en su testamento ni mucho menos porque su vecino había terminado involucrado en todo ello. Tal vez todo había sido su culpa.

Tal vez nunca debió mandar a Baekhyun a que le entregara esa cesta de bienvenida a su nuevo vecino.

Conocía los gustos de su sobrino, así que no le sorprendía que se hubiera terminado enredando con Chanyeol, pero nunca esperó que fuera al punto de cederle parte de sus acciones…

De todas formas pronto arreglaría ese error.

Con tranquilidad y cierta confianza a su andar, Baehyuk se acercó al departamento vecino la noche siguiente. Introduciendo el código cómo siempre, se adentró en el lugar llamándole de inmediato la atención lo iluminado que estaba. Generalmente cuándo llegaba a esas horas, el cuarto estaba en penumbras ya que Chanyeol no acostumbraba a encender las luces, no se levantaba para hacerlo.

Girando con naturalidad, pero con cierta tensión en su rostro, volteó para ver que Chanyeol no estaba solo. Un hombre joven y de pálida piel lo observaba desde el sillón contrario al de Chanyeol.

- Señor Byun-  lo saludo Chanyeol con el tono que habitualmente utilizaba, sin parecer notar el estado de estupefacción del otro.

- ¿Chanyeol, quien es…?- pronunció tratando de recobrar la compostura mientras sus ojos se paseaban en el hombre sentado al frente de Chanyeol, quien se paró para hacer una leve reverencia en forma de saludo.

- Soy Kim Joonmyun, un gusto en conocerlo señor Byun.

La sonrisa amable y apariencia tranquila que emanaban de Joonmyun fueron suficientes para que el hombre determinara que no era ninguna amenaza, y recobrara así la confianza en sí mismo.

- Igualmente- pronunció el nombrado sonriendo de igual forma.

- Joonmyun es un buen amigo que me trajo algunos papeles del trabajo y otras cosas- pronunció Chanyeol arrastrando ligeramente las palabras, mientras dejaba su vaso sobre la mesa- ¿Me los podrías acercar?

Joonmyun fue a un extremo del sofá en busca de un maletín negro. Al abrirlo extrajo un sobre de color amarillo, el cual se lo pasó directamente a Chanyeol, quien lo tomó con manos temblorosas.

- Señor Byun, ¿por qué no se sienta?- le aconsejó Joonmyun amablemente.

Baehyuk tomó asiento, pero sin dejar de sentir cierta inquietud.

-¿Sabe? Estuve pensando sobre su propuesta y hay algo que no me gustó…- comenzó Chanyeol con un hablar lento, cómo si intentara pronunciar cada palabra lo más claramente posible para que se le entendiera, pese a tener la lengua algo adormecida. Efecto claro del alcohol que había consumido hasta ahora.

-¿En serio?- replicó el hombre sintiendo que un sudor frío comenzaba a agolparse en sus manos, las cuales sostenían el sobre con los papeles para la transacción.

- Si. Después de todo lo que ha hecho usted por mi durante estos meses, no encuentro justo venderle acciones que desde un inicio le pertenecían.

- ¿Qué quieres decir?- pregunto Baehyuk irguiéndose en su asiento, levemente entusiasmado.

- Que he decidido regalársela. Son suyas…

El señor Byun no pudo caer más en su regocijo al escuchar esas palabras y no pudo evitar que un suspiro de alivio saliera de sus labios ante tan favorable hecho. Su sonrisa se ensanchó ante los ojos de los otros dos jóvenes. Joonmyun seguía de pie a un lado de Chanyeol, con un gesto apacible mientras el otro se mantenía en el sillón sin expresión alguna.

Tal vez, si Byun Baehyuk no hubiera estado tan ocupado en felicitarse por los buenos resultados que estaba teniendo, se habría dado cuenta que bajo ese inexpresivo rostro que le mostraba Chanyeol, una turbia mirada se ocultaba. Sus nudillos blancos, al presionar el vaso entre sus dedos era una prueba de ello.

-Es muy sensato de tu parte, pero tendré que ir por nuevos papeles y…

Chanyeol, tragó en seco para así borrar todo rastro de emoción. De esa forma se incorporó ligeramente de su asiento para levantar una mano que indicaba que se detuviera.

- No es necesario – lo cortó-  Ya me adelanté y Joonmyun me los trajo- dijo alzando el sobre- Yo ya firme mi parte, sólo falta la suya.

Extendiéndole el sobre amarillo con un suave temblor de por medio, el señor Byun lo tomó con manos ansiosas, abriéndolo para ver su contenido.

- Le agradecería que lo leyera en voz alta, para que Joonmyun sea testigo del acuerdo que realizaremos- le dijo Chanyeol, apoyándose en el sillón agotado.

- Por supuesto- contesto el hombre, colocándose los anteojos para comenzar a leer- yo el señor Byun Baehyuk declaro que el día de hoy…

La voz del hombre desapareció mientras una mortal palidez le recorría el rostro al seguir leyendo el documento en silencio.

Eso no era para nada lo que él esperaba. Ni siquiera tenía relación alguna con lo recién conversado.

Un tenso silencio se formó alrededor de los tres hombres presentes en el salón. El aire se sentía denso y la presión era tan grande, que por primera vez Joonmyun pareció sentirse incomodo al punto de aflojar el cuello de su camisa con un dedo. Por su parte Chanyeol estaba imperturbable.

- ¿Q-que es esto?- exigió saber rompiendo un poco el ambiente que se había formado. Su voz era temblorosa al igual que sus ojos que releían con terror silencioso cada palabra ahí escrita.

Por primera vez, desde que habían iniciado, Chanyeol se permitió mostrar un rastro de sonrisa, pero que no cargaba ninguna emoción de alegría en ella.

- La verdad- pronunció tranquilo Chanyeol- ¿Por qué se detuvo?

Baehyuk levantó el pálido rostro, y más rápido de lo imaginado, este paso a un rojo encolerizado.

- Esto…¡Esto es una porquería!- bramó finalmente lanzando el papel hacia Chanyeol. Sus manos temblaban producto de la ira, y sin poder quedarse quieto se levantó de su asiento, pasándose las manos por el cabello antes de volver a encarar al más joven - ¡¿A que está jugando Park?!

Sin inmutarse, ni responder, Chanyeol se irguió sobre el sofá y tomo el papel que se le había lanzado.

- No sé a qué se refiere, y de todos modos esa pregunta debería hacerla yo – respondió esta vez hablando de forma tan clara y precisa, que parecía imposible que hace unos pocos momentos apenas podía decir algo sin arrastrar la lengua en el proceso- ¿A que ha estado jugando señor Byun?

Al hombre le tembló el labio y parecía que iba a perder el yo en cualquier momento, de todas formas pudo mantener algo de compostura y contestar lo que se le preguntaba.

- No sé a qué te refieres. El alcohol te ha matado la razón y te ha hecho ver alucinaciones

Estridente, fría, mordaz. Así fue la carcajada que soltó Park Chanyeol frente los atónitos ojos de aquel hombre que cada vez caía más en la desesperación.

- Sí, puede que esté un poco loco, pero créame que no es por los litros de alcohol que me ha hecho tomar en todo este tiempo- respondió Chanyeol con frío sarcasmo- ¿De todas formas va negar lo que dice estos documentos?

- ¡Por supuesto! ¡Yo nunca he declarado algo semejante!- dijo con dientes apretados, casi escupiendo cada palabra que salía de su boca- ¡Nunca me culparía por la muerte de mi sobrino, no soy un asesino! ¡La muerte de Baekhyun te ha trastornado y te hace ver cosas que no son!

La mirada de Chanyeol se oscureció ante la mera mención de su amigo. Su expresión era espeluznantemente sombría y Baehyuk tuvo que tragar seco antes de hacerle frente a tal rostro.

- Según lo que dicen estos papeles, usted habría matado a Baekhyun por medio de envenenamiento, es así, ¿o no?

- ¿Te das cuenta de la acusación que estás haciendo?- contraataco el hombre mirándolo con desprecio, para luego agregar con un tono amenazador - Esto te va a costar muy caro, ¿cómo te atreves a crear esa mentira, a siquiera insinuar que yo mate a mi sobrino? Ni siquiera me encontraba en el país cuando…

Baehyuk se quedó mudo de la impresión cuando el contenido del vaso de wiskhy le fue lanzado directamente a la cara, para luego encontrarse con la fiera mirada de Park Chanyeol. Alzado en toda su gloria y altura, Chanyeol se veía imponente e increíblemente amenazador, haciendo que el tío de Baekhyun se encogiera de terror.

- ¡Deje de mentir, maldito egoísta!- rugió con una ira y enojo que hizo que hasta los ventanales temblaran- ¡¿Cree que soy estúpido?! . Debo admitir que tiene un gran talento como actor y manipulador, al punto que me hizo dudar de mis propios descubrimientos. Pero la verdad siempre logra aparecer y las cámaras simplemente lo corroboraron.

- ¿Cámaras?

Si en algún momento Baehyuk había tenido algún resquicio de confianza, esta se esfumó en ese preciso momento. Pálido cómo un fantasma observó a quien parecía ser su verdugo.

-¿Qué? ¿ya no se siente tan seguro como antes?- consultó Chanyeol sonriendo con macabra satisfacción ante lo evidente- Créame que las cámaras grabaron sus despreciables planes, empezando por las porquerías que le echaba a la comida. Pensó que embriagándome no me daría cuenta del sabor, que le adjudicaría cualquier malestar al exceso de alcohol y no a la comida. Pero eso fue inútil, porque igualmente descubrí lo que tramaba…

Una carcajada desquiciada, enfermiza y casi desesperada salió de la boca de Byun mientras se erguía con una falsa seguridad.

- No puedo creer que creyeras que era veneno – se mofó en una vagó intento por salvarse- Eran medicamentos para evitar que siguieras tomando…

- Aja… usted sabe que nadie le creerá eso cuando aparezca en el video con una botella de lejía en mano y echándola directamente a la sopa, ¿verdad?- El señor Byun pareció tartamudear en un intento de encontrar una respuesta a eso, pero Chanyeol no se lo permitió y continuo- La verdad entiendo que haya querido sacarme del medio, pero Baekhyun…él era su sobrino.

- Él era un huérfano- soltó con inusitada frialdad el hombre, mostrando por fin su real cara- Debería haber muerto en ese accidente de auto con sus padres. De no ser porque justo ese día se enfermó y lo dejaron descansar en casa, él habría perecido con ellos. Fue una molestia en el trasero por siete años y más resistente que una cucaracha, pero para mi suerte ya no está. No resistió…

La cara de Chanyeol era impávida, ausente de cualquier sentimiento mientras lo escuchaba. La ira había parecido dejar sus facciones al igual que su cuerpo, y parecía extrañamente tranquilo. Cómo si una gran paz lo hubiera inundado repentinamente.

- ¿Ahora qué vas hacer? ¿vas a grabarme también? Eso no prueba nada, no tienes…

- No, eso era justamente lo que quería escuchar- lo cortó con voz neutra mientras giraba levemente la cabeza hacia atrás y observaba en dirección a la puerta de su habitación- ¿No es así, Baekhyun?

El hombre estalló en una risotada.

- Realmente estás loco – le dijo con lástima- Baekhyun está muerto, cremado. Deberías dejar este pobre intento de venganza e internarte en un psiquiátrico…

Por un segundo el tiempo se detuvo.

El señor Byun sintió cómo el latido de su corazón se ralentizaba al igual que su respiración. Sus ojos parecían salirse de sus cuencas mientras lo poco de color que quedaba en su rostro se iba. Aterrorizado, fue retrocediendo al ver como un chico de pálida piel, ojos vivaces y pelo castaño salía tras la puerta con paso decidido en su dirección. Con su metro setenta y dos se incorporó al lado de Chanyeol que lo recibió rodeándole los hombros con un brazo.

- Señor Byun, le presento a mi esposo Park Baekhyun

- No, no…¡NO!- vociferó totalmente perturbado- Tú estás muerto, te vi en el ataúd…¡te cremaron! te-tengo tus cenizas…

-No eres el único que sabe actuar, tío- fue la fría respuesta de Baekhyun mientras veía al mayor negando con la cabeza.

Antes de que alguien dijera o hiciera algo más, vieron al desolado hombre llevarse la mano a la boca en un rápido movimiento para luego caer segundos después al piso.
Joonmyun corrió hacia su lado, agachándose para auxiliarlo, mientras que Chanyeol abrazó a Baekhyun.
Sosteniéndolo contra su pecho, sin dejarlo voltear en ningún momento, así fue cómo lo mantuvo alejado de la escabrosa escena de ver a su tío convulsionando en el piso mientras la muerte se lo llevaba, sin que nadie pudiera hacer algo para ayudarlo.

- Todo acabó Baek, todo acabó.

 

 

Notas finales:

Y que les parecio??

Les aviso que todavia queda un cápitulo más, para que no piensen que este es el final~

Espero les haya gustado y nos vemos en el siguiente ;)

Les dejo el link en Wattpad, por si les interesa :)

Byes~

 


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