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Singularidades por Dtzo

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Una cosa era que Yami tuviera la practica haciendo lo que le hizo para encontrarse y otra muy distinta que, un inexperto como él, lo intentara sin tener la menor idea del cómo. Y es que sencillamente el soñarlo no le garantizaba estar en su sueño, fueron un par de veces y en esas ocasiones sólo apreciaba una densa niebla purpura seguido de una silueta de unos centellantes ojos carmesí que conocía bastante bien, tal cual lo recordaba del primer día que llegó.

Una incógnita inundó su cabecita ¿Realmente necesitaba de Yami para solucionar sus problemas? En algún sentido sí, en otro no. El único problema gordo que tenía era el caso de Seto que, además de ser su prioridad por arreglar, no podía continuar así por demasiado tiempo.

Las ideas negativas comenzaban a nublar, nuevamente, su mente hasta que un aroma potente le irritó la nariz.

Abrió la mayoría de las puertas y ventanas para disipar el olor tan concentrado que inundaba la casa. Siguió el rastro hasta llegar a la habitación de Mai. Se detuvo ante la puerta al tiempo que veía como una densa nube marrón brotaba por debajo de ella. Dudo en llamar a la puerta, no había peligro de que algo estuviese siendo incinerado, de otro modo, el aroma hubiera sido en gran parte desagradable, claro que lo era pero a un modo dulce a fin de cuentas. Demasiado para su gusto.

De algún modo la nubosidad tenía repentinos cambios de tonalidad y ocasionalmente de esencia. Mientras no hubiera llamas no tendría por qué interferir.

Usualmente llegaba a sentirse un poco solo. Mai sólo salía a la hora de la comida y enseguida regresaba a la habitación, a veces se llevaba los alimentos hasta su recamara y no salía hasta que nuevamente era hora de la cena.

Por su parte, su abuelito, solía despertar entrada las nueve de la noche, tiempo en que Yugi podía conversar con él.

 Con el paso de los días, Yugi se acostumbró al silencio de la casa, a sus aromas y a lo tétrica que algunas veces le resultaba, un día mientras caminaba por los alrededores, se detuvo en el acantilado, esta vez sin la intención de saltar, a contemplar el ocaso, ese ocaso que le hacía recordar a Yami. Esa tarde, de regreso a la casa, pudo ver la habitación de Mai desde la ventana que, por primera vez veía abierta, aún salía un poco de humo, ahora con una tonalidad verdosa. Las cortinas se columpiaban por la brisa y entonces pudo vislumbrar a la chica, se encontraba de perfil, portaba una mirada afligida y muy seguramente no estaba viendo específicamente algo, parecía estar en una estado de sopor. Cambio un poco su posición para enfocar lo que sea que viera la chica, apenas pudo apreciar un extremo de un cuadro, la figura no era visible pues había un degradado de tonalidades opacas.

-¿Es normal que emerja ese humo de su habitación?

El señor Solomon aún estaba algo adormecido, talló sus ojos, parpadeo un par de veces y finalmente bostezó.

-Lo normal es el morado, siempre ha sido así.

-¿Por qué? ¿Qué hace encerrada?

Y como si su memoria viajara mucho tiempo atrás, dejó escapar un nostálgico suspiro.

-Si algún día te lo dice o lo averiguas, no te olvides de contarme.

Su semblante ya abatido por los años mostraba un recuerdo vacío, llano y nuboso. Yugi pensó unos instantes en la respuesta y calló, no tenía sentido despertar la curiosidad de su abuelo, al fin y al cabo, no dudaba que no hubiese especulado al respecto desde la primera vez que vio salir las misteriosas cortinas de humo.

 

-Ustedes ¿Qué opinan?

Quizá sus amigos fuesen una buena opción para desahogo de sus propias sospechas.

-Yo digo que es una bruja – Tal vez la lúcida imaginación de Malik le daría mucho en que pensar en un no muy lejano futuro, la sola mención de la hechicería le erizó la piel al recordar sus sucesos anormales, Mai era un misterio chocante, además de no mostrar una alarmante preocupación por Solomon – así como él – no cruzaban palabra, lo ignoraba olímpicamente así estuvieran frente a frente, la tranquilidad con la que iba y venía del cuarto al comedor, una y otra vez, una y otra vez. Colmaron su paciencia. Así fue como se decidió, por fin, a salir a relajarse.

Merodeo por los alrededores durante un rato hasta que se tumbó sobre la yerba a pensarlo por sí mismo, y entonces fue que sus amigos llegaron a su lado.

-¿Tú que dices, Ryo?

Este, al contrario de Malik, se pensó su respuesta unos segundos mientras buscaba algo entre las nubes.

-Quizá… oculta algo.

Sopló una suave brisa  durante el pequeño mutismo que pretendía extenderse un buen rato de no haber sido por Malik.

-¡Wow! ¡Cuánta utilidad hay en tu opinión, Ryo! ¡Claro que oculta algo! Lo que a Yugi le interesa es el qué.

Cualquiera se hubiera irritado por el comentario, sin embargo, no era culpa de Malik no estar dentro de contexto. Uno que Ryo entendió al momento que vio a Yugi perdido entre sus telarañas mentales. Lo menos que podía hacer era explicarle tranquilamente.

-Voy a eso, Yugi dijo que hoy fue la primera vez que vio su ventana abierta y logró ver un extremo de un lienzo.

-Bueno, entonces es más que obvio que habrá pintado algo ¡Listo! Misterio resuelto. Como les gusta complicarse la vida.

Ryo evitó pegarse con la palma de su mano en el rostro, no había remedio, sólo eran él y Yugi. Lo sabían de sobra pero su objetivo radicaba en un por qué. Ambos se dedicaron una mirada llena de preguntas y respuestas a medias que exigían una respuesta completa.

Esta vez, Malik no rompió el silencio. Al menos no de una manera tan bruta como antes.

-Deberías preguntarle si tanto interés tienes ¿No crees, Yugi?

Una sonrisa irónica se dibujó en su rostro.

-Creí que la persona más cercana a ella sabría, pero si ni mi abuelito lo sabe ¿Qué puedo esperar?

 

Las caminatas en la playa aclaraban de algún modo su mente, relajaban su conciencia y reducían su estrés. A veces iba sólo, a veces acompañado de sus amigos y en una ocasión la caminata fue nocturna al lado de su abuelito. Esa ocasión en especial le sirvió de cierta manera pues, por fin después de su enclaustramiento diario, Mai iba detrás de ellos, ajena a sus acompañantes y a su ritmo, en ocasiones tomaba la delantera para después rezagarse a una distancia considerable para no ser escuchada. Murmuraba para sí pero por más esfuerzo que hizo Yugi por leer sus labios, era imposible en la oscuridad. Trataba de mantener la compostura a su chocante actitud, el propósito de la visita era el de espabilarse pero con Mai era un reto. La intención de su mirada era recelosa, con un furtivo deseo de silenciarla aunque no dijera nada, de que enmudeciera de la noche a la mañana. Si tanto amaba el silencio entre ellos, ojalá le faltase la voz.

 

De todas las tonalidades nubosas que había visto emanar de la puerta de la chica, la rojiza tornándose cobre y el cobre en un chillante amarillo, era la que más le atrofiaba, tanto, al punto de soñarla.

Fastidiado, se obligó a despertar abruptamente. Como resultado, los mareos no le dejaron incorporarse de la cama. Con sólo mantenerse despierto le bastaba, algo muy dentro de sí le estaba picando constantemente desde hace un tiempo pero hasta ahora no la había dado importancia ¿Qué era esa sensación incomoda, culposa, avariciosa?

 

Cientos de golpeteos llenaban la casa, en la sala, la cocina, el baño.  Tanto alboroto logró mantener despierto al señor Solomon que, junto a Yugi, averiguaban a que se debía tanto escándalo.

Cuando por fin cesó la histeria de Mai, la casa estaba completamente desordenada, sus ropas desgarradas y su cabello hecho un desastre. Yacía derrumbada a un costado de su habitación, sostenía con algo de inseguridad la perilla de la puerta y ocultaba su rostro.

El señor Solomon por fin se acercó para tomarle del hombro en señal de apoyo, para su mala suerte, el apoyo parecía más un martirio que una ayuda, los sollozos que aún emitía, eran pausados, largos y guturales.

-¿Qué ocurre, Mai? – la preocupación creció de sobremanera en ambos.

Yugi no pensó ver el reflejo de su egoísmo materializado:

El silencio.

 

CONTINUARA...

Notas finales:

.w. geko... dije que actualizaba la semana pasada pero x'D como son las cosas... pero es el mismo cuento d siempre con esta historia, así que ya no hace falta repetirlo.

(Anix: Hola :3 bueno... en primera, no me maten a Dtzo por haber tardado siglos en actualizar)  :v ay, ni fueron tanto ... (Anix: >:( para mi lo fue, y en segunda cualquier cosa que les desagrade del texto pueden decirmelo con confianza y yo le doy sus zapes) .-. khe?¡ (Anix: pero dudo que les desagrade ya que (a mi punto de vista) me ha gustado bastante y la pequeña se ha esforzado ( por no decir quemado las neuronas) :'v ... Bueno, pues les quería dejar el cap. antes de irme a unas bien merecidas (Anix: ¬¬ ni tantas) vacaciones al mar <3 

Las amodoro chicas. 

Besos y abrazos.


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