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Matrimonio de lobos por Bleryaoi

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Notas del capitulo:

Hola! disculpen la espera, por un momento pense que ya no lo iba actualizar! muchas gracias por su paciencia! 

El ladrido insoportable de los perros de caza se escuchaba detrás de él, Robb había cumplido la amenaza, necesitaba huir costara lo que costara, encontrar un barco y regresar con su hermana…al menos lo quedara de ella—¡Esta por allá!—No había sido difícil para los soldados perseguirlo a sangre fría, solo la imponente presencia del Stark y la gélida decisión de su hermana protegían al Greyjoy de estar rodeado de enemigos, nadie olvidaba su traición a Winterfell y el que haya amenazado a Jon, su príncipe, no fue más que una excusa para poder echarlo de su territorio.

 

El hombre cayó en el suelo de un callejón estrecho después de ser perseguido a muerte por esas bestias de caza, una situación que ya había vivido hace algunos años y que causaba que su estomago quisiera devolver sus entrañas—¿Estas en problemas otra vez?— una mano negruzca se tendió hacia él como si fuera un amigo, una de las criaturas de Mellisandre le ofrecía su ayuda, sin embargo, el rostro de Theon no aparentaba alivio, más bien demostraba todo lo contrario.

 

no…tu…tu no debes estar aquí—La figura aunque no completamente humana sonrió mostrando sus dientes afilados como cuando estaba en vida y el príncipe eunuco se arrastro hacia atras—¡Aquí estoy!—gritó desesperado tropezando al levantarse—¡Soldados! ¡Por aquí!—pero el hombre muerto de la sonrisa sínica jalo de su brazo hacía la obscuridad.

 

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Es irremediable…—finalizó Tyrion.

La gente necesita que Jon este aquí—Robb dijo casi con rabia por las acciones drásticas e inmediatas que había tomado la mano de la reina, justo como si hubieran sido planeadas.

Esta hablando de él como si se tratara de una dama y no es el caso—criticó el enano—Jon es un varón, el no debe infundir paz y calma como la esposa de un Lord, debe mostrar fuerza y valentía como un Lord más, ir a batalla, dirigir a su gente…—Robb lanzo un golpe a la mesa y Tyrion salto hacia atrás en su asiento. Él no sabía lo que estaba pidiendo.

Tu no eres el rey eres solo su ayudante—discutió con el enano por la autoridad mostrada y que se volvía cada vez más intolerable, Jon necesitaba estar bajo cuidado suyo, no sabía cuando Mellisandre regresaría.

Pero esto no se trata de nosotros—se levantó Tyrion y empezó a caminar a la salida, no sin antes dejar una carta con un sello real sobre la mesa— Jon debe irse de Winterfell —Escucho la respiración cada vez más pesada de Robb Stark y salió del lugar, sin embargo por más valentía que hubiera demostrado respiro profundamente aliviado lejos de la vista del Lord “cabeza de lobo”. Tenía que admitir que verlo enfadado no era un espectáculo que quisiera repetir.

 

—No tientes tu suerte—Sansa, sigilosa como ya estaba acostumbrando a su naturaleza advirtió al pequeño Lannister.

No lo hago Sansa—la llamo por su nombre con la confidencialidad que solo un amante tendría—pero tu y yo sabemos que Robb Stark esta cometiendo demasiados errores, errores que le están ganando mala fama, mala fama que…—Sansa coloco una mano en alto, pidiendo el alto a su verborrea de miedo.

—Solo por eso te pedí que te llevaras a Jon de aquí—comentó avanzando con Tyrion a su lado, ella misma había pedido ayuda para sacar a Jon de Winterfell lo antes posible—Jama estaría en contra de mi hermano si no fuera por el bien de nuestra gente—dijo ella de una manera tan calmada que a su acompañante le causo más de una duda.

Eres aún más dura y helada que tu madre—Sansa se quedo quieta y Tyrion regreso la mirada unos pasos más adelante, esperándola.

—¿Debo tomar eso como un halago o como un insulto Lord Lannister?—un par de hombres dieron una mala mirada al enano, al parecer habían escuchado solamente las palabras del rubio y las consideraban una ofensa para la recién muerta Catelyn Stark y para su nueva señora.

Como un halago—aclaró Tyrion carraspeando—para usted solo tengo halagos—hizo  una pequeña reverencia acompañando su comentario y retomando su andar nuevamente—Ahora solo falta convencer a Jon de que debemos partir cuanto antes…—Tyrion cambiaba de tema.

Eso ya no será un problema…—

 

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Jon no había pronunciado palabra en todo el tiempo que le tomo a Sam extraer el veneno del Lannister, era una suerte que llevaba consigo los antídotos de Dorne—me halaga tu preocupación—la voz parsimoniosa de Jaime le detuvo un momento, impidiendo que mostrara una cara aún más bochornosa y recordándole donde estaba.

 

Justo después del combate, todo dio un vuelco demasiado rápido, la gente fue replegada a su hogar y él fue junto con Sam a apoyar a Jaime en su habitación—No morirías contra alguien como Theon…—sus palabras sonaron secas, y relamió sus labios de manera inconsciente, un gesto que no paso desapercibido por Jaime.

Entonces agradezco tu confianza—Jon le regalo una sutil sonrisa, a decir verdad, era un buen hombre, no tubo el honor ni la desgracia de encontrarse con el combate, muchos lo repudiaban y sabia bien porque, razones se le habían entregado de manera basta, pero por lo poco que lo conocía y al compartir la misma sangre que Tyrion no podría ser el monstruoso traidor del que todos hablaban.

Se repondrá, tiene suerte de cargar con un antídoto como ese—Jon pensó en lo sospechoso que se tornaba el asunto, pero no hablo más acerca del tema, Robb se había encargado de dejar muy en claro las acciones extrañas de los Lannister—Alégrate Jon, tu guardia vivirá un poco más—Jon levanto una ceja, intrigado por las palabras  de su amigo, quien se levantaba para empezar a lavar sus manos después de haber revisado al hombre.

 

—Sam—habló Jon—déjanos solos…—ordenó fijándose en Jaime y tomando un silla para sentarse justo frente a él, inclinándose adelante y colocando las manos entre sus piernas, inspeccionándolo sin importarle lo que pudieran pensar los dos hombres presentes.

 

El maestre salió un tanto desconcertado sin embargo no dudaba de ninguna acción que tomaba su viejo comandante—Es un honor que quieras tener un conversación con…—Jaime se interrumpió, Jon no era ingenuo, al menos no tanto como lo aparentaba, no podía perder tiempo en el juego del coqueteo como si fuera cualquier conquista.

—¿Qué es lo que quieres?—Preguntó Jon directo al grano, honesto como solo el podía ser en ese mundo de intrigas y mentiras, al menos ese fue el pensamiento del Lannister al ver su seguridad y arrojo con las palabras.

Podría sugerirte que seas más especifico para futuras conversaciones…—ofreció Jaime casi de manera educada, más no podía evitar la ironía en sus palabra después de años de practicar la falsedad en Kingslanding.

—¿Por qué estas aquí?—preguntó lleno de duda, sin ápice de tener siquiera una idea de lo que realmente deseaba, no se tragaba los halagos ni coqueteos que le lanzaba y mucho menos los cuentos y rumores de que estaba enamorado de él—¿Por qué estas siguiéndome? ¿Qué quieres de los Stark?—La pregunta tomo con la guardia baja al Lannister, dudando de cual sería su respuesta, incluso replanteándose la pregunta en su mente por varios minutos.

—¿Qué es lo que quiero?—Jaime elevo la mirada al techo en busca de una respuesta que no aparecería, pues estaba seguro que nada dejaría satisfecho al hombre delante suyo—Jon…—su nombre sonó tan bien al salir de sus labios que no pudo evitar sentir un cosquilleo en su labios—¿Tu qué crees quiero?—preguntó.

No des rodeos—Jon se inclino hacia atrás en su asiento cuando Jaime se le acerco, pero soló para tomar una copa con leche de amapola para ofrecérsela y provoco una sonrisa en el rubio, no parecía nervioso como una mujer, pero tampoco mostraba miedo, al contrario, aún cuando retrocedía parecía ser quien lo acorralaba.

Quiero una compensación—Dijo con la mirada brillante, bastante seguro de que el moreno no entendería sus palabras, bebiendo un poco más y deseando que hubiera más licor para llevar esa charla acabo.

—¿Qué clase de compensación?—lanzó Jon haciendo que el rubio se interesara aún más en su movimiento extraño ¿Estaba negociando con él?...—Mi her…Rob no admitirá jamás que los Stark nos estamos quedando sin aliados ante una amenaza que ninguno conoce…—Jaime se quedo sin palabras, anonado por la posición que estaba tomando—si lo que quieres es recuperar tu honor…y no me refiero al que tu hermano a logrado rescatar—expuso a Jaime y esté aún bajo la ofensa no se atrevió a interrumpirle—si en verdad quieres una compensación por todo lo que has perdido y echo…puedes contar con que tendrás mi espada para ayudarte…—ofreció Jon en lo que parecía una especie de idea repentina.

 

Rob se estaba consiguiendo cada vez más enemigos, los Greyjoy, supuestos amigos de los Stark con sus barcos y gente eran una buena alianza, pero solamente para la reina, y, estaba seguro de que sino fuera por su sangre mestiza estaría en la misma posición que Rob. Los norteños tenían demasiadas bajas y un reino que depende solamente de la bondad de su reina no era digno de seguir vivo. Sin embargo los Lannister, quienes aún repudiaban a Tyrion se mantenían cerca de Jaime como si esperaran que este los guiara en cualquier momento.

—¿Qué es lo que pides príncipe?—preguntó esta vez Jaime mirando a Jon levantarse ya cercarse a él.

Se un aliado para los Stark—Jon extendió su mano a Jaime y él suspiro—se un aliado para los Stark y tendrás la lealtad del príncipe Targaryen, del lobo blanco y Lord de Winterfell de tu lado…—El silencio invadió su habitación, Jaime estaba sorprendido, boquiabierto por la propuesta tan precipitada que había recibido, Jon en cambio, mantenía la mirada intensa sobre él esperando su respuesta.

Era tentador, vaya que lo era, la lealtad de Jon Snow, la celebridad del reino le ofrecía su mano como un amigo y compañero pero…—…No…—Jaime suspiro y dejo caer sus hombros mientras miraba al suelo, realmente había sido tentador—No me interesa eso…—declaro haciendo que Jon bajara la mano que le ofrecía pero sin siquiera esperarlo Jaime se había levantado para acercarse a él, sujetándose de los recarga brazos de la silla de Jon, encerrándolo sin siquiera tocarlo.

Jon no se defendía, a pesar del brusco movimiento no se inmutó, justo con un temple como el de los reyes—¿Qué es lo que quieres entonces?—volvió a preguntar el moreno con una necedad que se comparaba con la de su hermana sin siquiera importarle la distancia a la que se encontraban.

—…je—una risa baja, Jaime miraba los labios tentadores de Jon, pero debía admitir que su actitud le gustaba aún más—…a ti…—confirmo haciendo que el otro se molestara, o al menos eso aparentaba su rostro.

—¿Y qué es lo que quieres de mi?—Jaime no podía creer que si quiera estaba pensando la posibilidad—¿Mi compañía? ¿Mi puesto? ¿Mi cama acaso?—sus palabras empezaron a sonar ofendidas y Jaime no tubo más remedio que alejarse, obligándose a callar ante las palabras que decía…si hubiera sido Cersei…hubiera aceptado dormir con él solo para ganar un aliado…

—¡Quiero todo!—le gritó empezando a enfadarse, se daba cuenta que toda su vida había sido el amante de la reina, que jamás pudo estar a su lado y formar una familia orgullosa como lo hacían los Stark, pero tampoco era necesario, mientras tuviera todo de la persona que el mismo había elegido, no importaba ser un hombre sin honor, sin brillo.

Jon no podía creer que era en serio esa declaración tan bizarra, aunque debía admitir que después de lo sucedido con Robb ya no le impactaba del todo algo como aquello—Si ese es tu precio…—Jon agacho la cabeza, derrotado—no puedo ofrecer…—Jaime le interrumpió.

—¡Espera! Jamás dije mi precio…—Jaime por un momento se sintió ajeno a si mismo, el tomaba lo que deseaba, pero el actuar del moreno no pudo predecirlo a pesar de ser bastante claro—Me has preguntado que quería y eso conteste, pero jamás dije nada acerca de mi ayuda hacia tu hermano—por un momento Jon vislumbro la esperanza—Si quieres que recupere mi puesto y que al hacerlo mis hombres te sirvan…acompáñame a KingsLandign—oferto esta vez Jaime y Jon se levanto con una sonrisa en el rostro, si Jaime caminaba a KingsLanding acompañado de la mano del rey y del príncipe no tardaría en recuperar sus viejos títulos como señor de la casa del león.

Tendrás mi compañía—Jon se veía feliz, si obtenía la alianza de los Lannister podría reforzar nuevamente a los Stark y con ellos suplir la alianza rota con los Greyjoy—Iré a que preparar todo para el camino—Jon abrió la puerta alejándose, pero justo en el arco de la misma, una mano se aferro al cuello de su capa, girándolo para juntar sus labios en un beso robado y fugaz.

Es un trato príncipe

Notas finales:

Siento la demora Xp


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