Mis sospechas
DRAK: hola de nuevo
EIRI: se que mi historia no es un cuento, pero...creanme que escribo esto con mis esperanzas puestas en ellas.
***
CAP.-5
Pasó un mes y siempre esperaba una nota de parte de Jorge, una llamada, un mail, lo que fuera. Me sentí como vil Julieta esperando a su Romeo lo cual me hacía gracia,… una gracia lastimera. La cruel risa para ocultar mi tristeza.
Al principió me preocupe y me la pasaba mandándole mail tras mail sin recibir nada.
-¿y su mamá?-me preguntó Drak un día que me invitó a su casa. Negué con la cabeza.
-me dirá lo de siempre-contesté sujetando mi cabeza con mis manos para entrelazarlas con mi cabello-¿por qué no me dice nada?, no entiendo-me dolía todo por dentro. Drak pasó su brazo por mi hombro.
-yo tampoco lo sé, y puede que mis palabras serán vanas para ti, por eso solo quiero ayudarte con este abrazo-me refugié en su brazos y empecé a llorar.
(Le pondré un nombre falso a mi amiga)
-Anahí, ¿por qué?-casi lloré como cuando niño, pero ¿acaso no harían ustedes lo mismo cundo la persona que amas te deja sin decir nada?
-te quiero Roberto-me dijo. Sonara bien idiota, pero ella ha sido amiga y madre para mí. Siempre con bondadosas palabras, las cuales no da a cualquiera.
Pasó una semana y por casualidad si se puede decir me encontré con su hermana Ceci.
-¡CECI!-le grite mientras la alcanzaba
-hola Roberto-me saludó con un beso-¿qué onda?-me preguntó.
-¿Jorge ha llamado?-le pregunté
-no, nada, más que un hola y ya, no se que onda con el, pero esta medio rarito, ojála y tu estuviese con él-
-¿qué?-le pregunté
-no sé- comenzó a decir-pero se ve que eran casi como hermanos, ¿no?-vaya, si supiera la realidad-sonara bien bruto, pero siento que no le va nada bien-
-¿por qué lo dices?-
-el primer mail que mando solo hablaba de lo bien que se la pasaba y que tú y nosotros lo visitáramos-eso me tranquilizaba, al menos se acordó de mí-en la segunda de que conoció (nombre falso) a un tipo llamado René, que muy serio, pero que le caía bien, después ya no ha vuelto a escribir más de una oración. Bueno, nos vemos-me dio un beso de despedida.
Al llegar a mi asa me invadió el miedo. Ese tal René… ¿acaso Jorge lo…? ¡¡NO!! ¡EL ME AMABA SOLO A MÍ!... ¿o no?
En fin, al principio fue un odio por el abandono, luego tristeza por si algo malo le había pasado, luego la fé de que volvería pronto y luego vacío, porque nadie llenaba su espacio.
Sus besos, sus caricias, sus palabras en mi piel, su cuerpo fundido en el mío, sus ojos deleitándose con mi ser, sus labios en los míos, su cabello cosquilleándome. Cuanto más pensaba en eso, más vacío sentía y pensaba que el tal sujeto le había hecho algo y yo como inútil sin saber nada.
Odie mi vida como nunca, quería arrancarme el alma, pero que vil fantasía.
Mi pequeño gran consuelo erá Anahí, quien siempre llegaba y me besaba la cabeza, me abrazaba, me daba palabras de aliento y sostenía mis lágrimas.
Jorge, dime, ¿estas bien? Mi amado florista, ¿estás bien? Mi hermoso amante, ¿estás bien? Mi Romeo, ¿estás bien? Dime…por favor.
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EIRI: por favor, aún no es el final...necesito dejar un mensaje, por favor, esperenme un poco más,...Jorge, esperame un poco más.
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