Narra Kuroko:
Cuando escuché las palabras de aquel apenas conocido no pude creer que fuera algo serio, es decir, acabamos de conocernos hace menos de dos días y estaba prometiendo darme motivo para vivir, era algo demasiado difícil de creer y hasta cierto punto algo ilógico.
Pero había algo más, la manera en la que me hablaba, su tono de voz, ese brillo en sus ojos que me daba la sensación de seguridad y calidez que no había tenido en tanto tiempo, simplemente algo me impulsaba a confiar ciegamente en sus palabras, podría ser que solo fueran eso, palabras, pero aún así quería confiar en él, tal vez tenía razón y si existían motivos para seguir viviendo, solo me hacia falta encontrarlos.
Después de que aceptara su propuesta estuvimos un rato abrazados, por lo general evitaba el contacto físico con las personas, pero este chico siempre iba un paso más adelante de mi, al final de unos minutos nos separamos y nos miramos a los ojos, ambos sonreímos en ese instante, no teníamos motivo alguno para hacerlo, pero aún así lo hicimos.
-Kuroko...-Me hablo el pelirrojo.
-¿Que sucede?-Pregunté más tranquilo.
-¿Crees que seguir viviendo aquí te haga bien? -Nuevamente recorrió todo el departamento con su mirada.- A lo que me refiero es que vives solo en este lugar, casi no sales ni tienes visitas, supongo que es algo triste vivir de esa manera, sin mencionar que seguir así te hará sufrir al recordar el pasado.-Al terminar de hablar me volvió a mirar fijamente a los ojos.
-Entiendo a lo que se refiere, pero es lo único que tengo, mi familia estaba dividida así que no tengo idea de que haya sido de mis parientes, perdí todo contacto con mis amigos después de la muerte de Kagami y desde entonces no he vuelto a hablar correctamente con ninguna otra persona.- Le confesé con un tono de voz un poco triste.
-Entiendo a lo que te refieres, en ese aspecto nos parecemos un poco, tampoco se mucho sobre mi familia y honestamente no es de mi importancia, a lo que se refiere a amigos no creo tener ninguno.-Dijo lo último con un pequeño tono de melancolía, quizás eso último no era del todo cierto.
-Creo que tenemos varias cosas en común.
-Si, así parece.- Hizo una pausa.- Quiero que estés bien, tanto física como psicológicamente.-Dijo nuevamente con esa seguridad de siempre, admiraba eso.
-¿Eh? ¿A que se refiere? -Pregunté confundido.
-Quiero que ya no estés solo y considero que lo mejor es que ambos vivamos juntos.- Comentó lo ultimo con una sonrisa en su rostro.
- ¡¿Vivir juntos?! -Exclamé con bastante sorpresa e inquietud.-Eso no es posible.
-¿Por que no? Ambos somos dos hombres jóvenes solteros que no tenemos ninguna atadura o algo similar, estamos solos y entre nosotros podríamos hacernos compañía, no te estoy proponiendo nada indecente ni fuera de lugar.-Colocó sus brazos detrás de su nuca y me volvió a mirar.- ¿O si?
-N-no, claro que no.- Por el tono que lo dijo me puse nervioso y empecé a tartamudear.
-¿Entonces que opinas? ¿Aceptas? -Preguntó con cierta emoción en su voz.
-Usted nunca se rinde, ¿o si?.-Solté un leve suspiro.
-No, claro que no.
-No me queda de otra más que aceptar.- Dije no tan seguro de mi propia decisión.
-Elegiste una buena opción.- Sonrió victorioso.
-Creo que me arrepentiré de esto.
-Ya es demasiado tarde para retractarse.-Rió bajo.
Por esa tarde estuvimos hablando en mi departamento sobre cosas triviales, lo que nos gustaba, lo que odiábamos, nuestra comida favorita, entre muchas otras cosas más, sin darnos cuenta que ya era algo noche.
-Parece que el tiempo se nos fue muy rápido.- Comentó el pelirrojo.
-Eso parece, ya es bastante tarde.-Dije mientras miraba mi celular.
-Creo que lo mejor será que regrese a mi departamento.- Se levantó del sofá y tomó sus cosas.
-Que tenga una buena noche, Akashi-kun.-Le dije antes de que saliera del departamento.
-Solo llámame Seijuro.-Me dijo amablemente.- Hasta mañana, Tetsuya.-Se despidió y se fue.
Tetsuya, hace tiempo que no me decían así, me hacia recordar a alguien pero no sabia exactamente a quien, ¿Quién me llamaba así?
Con esa duda en mi mente decidí irme a dormir, mañana sería un día largo puesto que Akashi-kun quería que lo más pronto posible me mudara con él, aún no sabia si era una idea buena, pero para ser sincero no me molestaba su compañía era agradable y eso me gustaba.
Las horas pasaron y cuando llegó la mañana era tiempo de comenzar a empacar todas mis pertenencias, tampoco es que tuviera demasiadas cosas, pero al menos lo básico lo comencé a guardar, mi ropa, zapatos, papeles importantes, artículos personales y por último su fotografía, la preciada fotografía de Kagami, podría dejar todo lo demás, pero esa foto jamás.
Cuando termine de guardar todo estaba a punto de dirigirme hacia el departamento de Akashi alguien toco mi puerta, así que me dirigí hacia ella, detrás de esta estaba el heterocromatico.
-¿Qué hace aquí, Akashi-kun?
-Pensé que lo mejor seria ayudarte a transportar tus cosas, así que estoy aquí por eso.
-Muchas gracias por su ayuda.-Hice una pequeña inclinación y lo deje entrar.
Entre los dos comenzamos a llevar las cajas hacia su departamento, dimos algunas vueltas para llevar todo, al final el departamento estaba completamente vacío.
-Creo que eso es todo.-Dije para mi mismo.- Es tiempo de tener un nuevo comienzo.-Cerré la puerta y salí de ese lugar.
Tal vez sea tiempo de seguir avanzando con mi vida, sin tener el sentimiento de culpa hacia algo, espero poder lograrlo.