Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimito-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión
Parejas: SasuxNaru, MinaxIta y otras
Aclaraciones y Advertencia: Este fic contiene Lemon, Violencia, Mpreg, posible violación, contenido Hetero, posible Spoiler del manga, entre otros.
Una cosa mas, voy a Cambiar el nombre de Kaseiyo por Minato y no solo en este, sino también en mis otros fic, gracias.
Beta: Yue
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Capitulo 24.- Canción de cuna
Seis maravillosos meses habían transcurrido desde que Sasuke y Naruto se unieran en matrimonio, el mismo tiempo que el rubio Uzumaki tenía de embarazo, así es, aquella noche que habían compartido antes de la boda les había dado una sorpresa, por supuesto que para los amigos del ahora matrimonio Uchiha-Uzumaki había sido grande, pero aún más lo fue para el resto de los aldeanos, pues los donceles eran muy extraños y mucho más aun, los hijos nacidos de estos, por supuesto está de más decir que Yue había puesto el grito en el cielo y ya se imaginaran como había hecho sufrir el azabache, pero esa, como suelen decir, es otra historia.
Por supuesto no todo era miel sobre hojuelas, especialmente para cierto Akatsuki pelinegro que en esos momentos se encontraba con su bebé dormía placidamente ante la atenta mirada de su sobre protector padre.
-Mi pequeño Mira -El pequeño, era una copia exacta de su rubio padre, incluso más que su hermano mayor.
Durante todo ese tiempo una pregunta le había estado comiendo la cabeza, ¿Debería regresar a Konoha? No, eso no podía ser y lo sabía, el era un criminar a los ojos de todos, incluso a los ojos de Minato.
-Es interesante -al escuchar esa voz molesta a sus espaldas tomó a su bebé en brazos, en un ademán protector -Jamás imaginé que fueras "una madre" tan abnegada -el rostro de itachi se endureció al mirar a Madara -¿Qué sucede Itachi-kun?
-¿Qué es lo que quieres Madara? -le preguntó furioso el menor.
-Eres muy cruel Itachi-kun, yo que sólo me preocupo por ti y tú que me tratas mal.
-Por favor, tú lo que quieres es utilizarnos para poder hacerte con Konoha y quitar de en medio al concejo, a Tsunade y Minato.
-Tan listo como siempre mi querido Itachi-kun -sonrió bajo su mascara al ver el sharingan en los ojos del menor.
-No permitiré que utilices a MI hijo para tus juegos -dijo en tono amenazante -Si quieres destruir Konoha, hazlo, ya no me interesa lo que le sucede, pero no te atrevas a tocar a mi hermano ni a nadie cercano a él...
-¿Quieres decir que no toque a los Uzumaki? -preguntó con tono inocente -No te preocupes, yo no les haré nada... Aunque... No creo que pueda decir lo mismo del shinigami, después de todo está tras Minato y no se detendrá hasta matarle a él, a todos los que se interpongan -Itachi estaba tan furioso que sin darse cuenta presionó con demasiada fuerza a su pequeño que comenzó a llorar asustado -Creo que tienes algo que atender, nos veremos después.
Itachi tan solo lo miró irse, odiaba a ese sujeto, odiaba su vida, odiaba todo, lo único bueno que tenia era su bebé y no permitiría que nadie le hiciera daño.
-Shh, tranquilo Mira, papi esta aquí y nunca te dejará -le prometió mientras lo arrullaba.
Itachi comenzó a cantarle a su pequeño como solía hacerlo, una de las canciones de cuna que solía cantarle a Sasuke para dormir.
"Duérmete mi niño.
duérmete mi sol
duérmete tesoro de mi corazón.
Este niño se quiere dormir
y el pícaro sueño no quiere venir
duérmete mi niño
duérmete mi sol"
Arrullado por la bella canción y por la dulce voz de su "madre", el pequeño dejo de llorar para dar un pequeño bostezo, cerro sus verdes ojitos y se durmió a los pocos minutos, Itachi sonrió mientras colocaba a su pequeño tesoro en su cuna.
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Mientras tanto en el hogar Uchiha, Naruto se encontraba atragantándose de comida asquerosa a la vista, cosas como, Ramen con crema chantilly, emparedados de pepinillos con crema de maní y mermelada de fresa, pescado frito con chocolate derretido, crema y cerezas, en fin, cosas que ni un hambriento se atrevería a probar.
-No comas tanto usuratonkashi -lo regañó Sasuke quien acababa de entrar a la cocina.
-Es que tu hijo y yo tenemos hambre ttebayo -le respondió para luego darle un mordisco a uno de sus emparedados.
-Pero si sigues comiendo así terminaras hecho un globo -grave error, Naruto dejó de comer para mirarlo con los ojos llorosos, el azabache trago grueso.
-¡Bua! ¡Sasuke ya no me quiere! ¡Bua! -el Uchiha suspiró pesadamente, ya acostumbrado a los cambios repentinos de humor que el rubio había tenido desde los primeros meses de su embarazo.
-No digas eso dobe, te amo -le dijo abrazándolo por la espalda -A los dos -agregó acariciando el abultado vientre de su rubio.
-Nosotros también te amamos ttebayo -compartieron un dulce beso.
-Anda, es mejor que vayas a la recamara a descansar, recuerda que la vieja alcohólica dijo que debías tener mucho reposo y tu madre vendrá en un rato.
-¿Vas a salir?
-Sí, tengo una misión, regresare en una semana, hasta entonces Sakura y tu madre te cuidarán -el rubio bajó la mirada.
-No te preocupes -besó su cuello -No me demoraré, lo prometo.
-Está bien -el rubio dio un pequeño bostezo -Me iré a dormir un rato.
-Te acompaño
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Itachi se había quedado dormido minutos atrás pero el ruido de alguien tocando a la puerta lo despertó, al abrirla se encontró con la peliazul, aun le parecía increíble que la mujer estuviera viva, siendo que él, había visto como el shinigami la mataba.
-Itachi-kun, te he traído algunas cosas para tu bebé -el Uchiha no pudo evitar una pequeña sonrisa, durante y después de su embarazo, Konan le había estado ayudando, incluso ahora le ayudaba, algo extraño en alguien para la que el mundo entero era una sola persona y esa persona era Pein, sin embargo, desde que ella supo que Itachi estaba embarazado se comportaba diferente con él, más dulce y cálida, más... humana, seguramente influenciado por el instinto maternal que todas las mujeres poseen, sea cual sea el caso, el pelinegro se sentía feliz.
-Gracias Konan-san, no debió molestarse -la mujer negó ligeramente con la cabeza.
-No importa, también te traje un poco de comida -le dijo -Se que no quieres dejar a tu bebé por causa de Madara y no puedes simplemente dejar de comer por no dejarlo solo, eso no te hace ningún bien -lo regañó -Te dejaré para que descanses y comas algo.
-Gracias Konan-san -dijo el pelinegro antes de que la mujer lo dejara solo nuevamente.
Se sentó al lado de la cuna de su bebé y comenzó a cantar nuevamente pues este daba signos de querer despertarse en cualquier momento.
"La voz de este niño mío
es la voz que yo más quiero,
parece de campanita
hecha a mano de platero".
"Mi niño se va a dormir.
Su padre le quiere mucho
y le tiene que traer
de la feria un capirucho".
"Duérmete, niño de cuna,
duérmete, niño de amor,
que a los pies tienes la luna,
y a la cabecera, el sol
Finalmente él también se quedó dormido nuevamente a causa del cansancio.
Continuará...
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Lizerg-chan: Corto, lo sé, pero el próximo será más largo, se los prometo n.n